Parte /6
Pero antes de que esos acontecimientos pasarán, Camilla, recibió su duro entrenamiento
Al día siguiente de su llegada a la casa, muy temprano, el ama de llaves le entregó un uniforme.
—Camilla pase a las regadera a bañarse y se viste con este uniforme, enseguida pase al comedor de empleados a desayunar.
Camilla inmediatamente, acató la orden, cuando paso al comedor de empleados, se sorprendió de ver tantas personas sentadas a la mesa, todos la saludaron cordialmente, diciendo su nombre de pila, entre ellos se encontraba una mujer entrada en años con una cara de pocos amigos que dijo llamarse. "Federica" todos se dirigían a ella como doña Federica, los empleados desayunaron charlando y bromeando, cuando terminaron el desayuno Camilla quiso recoger la loza que había usado, pero una chica le dijo.
—Por favor no haga eso señora Camilla, ese es mi trabajo—la señora Federica le dijo con voz autoritaria.
—Venga conmigo por favor.
Camilla fue tras ella, por dentro de su ser, iba muerta de miedo, esa mujer la intimidaba terriblemente.
Subieron las mismas escaleras que el día anterior había subido con la dueña de la casa, cuando llegaron la mujer le dijo.
—Cómo ya lo dije anteriormente mi nombre es Federica, los niños y los señores me llaman "Fer", así me puedes llamar también tú.
—Cómo usted guste señora Fer—, por favor puro Fer, nada de señora, que me haces sentir más vieja de lo que soy—, contestó la mujer
A Camilla le extraño el tono amigable con que se dirigía a ella, después de todo no era un ogro, entraron a una especie de salita, Fer saco unas hojas de papel y un lápiz. le dijo a Camilla.
—Antes de empezar las actividades, te voy hacer unas preguntas— y antes de que Camilla articulara una sola sílaba empezó el interrogatorio.
—Tú nombre completo, lugar de nacimiento, estado civil, por último y la pregunta más importante, porque quieres trabajar.
Camilla contestó a todas las preguntas, sin omitir detalle, Fer la escuchaba atentamente, cuando termino le dijo.
—Yo he sido niñera de los niños desde que llegaron a este mundo, antes lo fui de su madre, los señores son muy considerados con sus empleados, el trabajo de niñera no es muy complicado, ya que vas a contar con apoyo, pero tu vas a ser responsable de su trabajo, el día que ellos cometan un error, es como si tu lo cometieras y a tí es a la que se le va a pedir cuentas, no a ellos, es por eso que si te quedas con el puesto, desde un principio tienes que darte a respetar y tener don de mando, me caes muy bien, me recuerdas mucho a mi cuando tenía tu edad, Ah otra cosa tu no vas a dormir en el ala de empleados, tu tienes tu recamara al lado de la de los niños, por si se ofreciera algo en la noche. Bien vamos a empezar.
Camilla vio, que no era tan fácil ser niñera de niños adinerados, le entregaron una lista de actividades de la semana que los niños tenían que cumplir.
Un nutriólogo, preparaba un menú semanalmente, desayuno, comida, cena y tentempié, ella tenía que estar al tanto de que la cocinera cumpliera al pie de la letra con el mismo.
Un fisioterapeuta, les hacia una serie de masajes y vigilaba que hicieran ejercicio, los niños tenían que cambiar de ropa según las actividades del día.
Tenían clases de deportes, de inglés, francés, ajedrez, aparte de los diferentes eventos, que tenían los padres en familia, era muy agotador.
Camilla no se desanimó, a pesar de que tenía que aprender todas las actividades, para que en caso que alguno de los empleados faltara por fuerza mayor, ella tenía que hacer su trabajo. fueron dos semanas agotadoras, pero al final valió la pena, la señora Federica la aprobó para el puesto, y se convirtió en la niñera oficial de los niños.
Antes de firmar tu contrato de trabajo, tienes que leerlo cuidadosamente, hay varias clausulas con las que tienes que estar de acuerdo, también esta la cifra del sueldo que vas a recibir de sueldo, tus beneficios a los que tienes derecho y a lo que te comprometes, después de que lo leas detenidamente y si estás conforme lo firmas, en la primera oportunidad que tengas tienes que traer tu acta de nacimiento para que quede en tu contrato de trabajo.
Camilla leyó cuidadosamente el documento, se entero que tenia derecho a una habitación, a los tres alimentos, en atención médica en caso de que enfermara, atuendo completo de trabajo, un día de descanso unos días al año de vacaciones, los iba a tomar cuando no interfirieran en sus obligaciones, lo que más le gustó fue el elevado sueldo que recibiría muy por encima a lo que ella había imaginado. A su vez ella se comprometía a cuidar de los niños, estar al pendientes de que los empleados que estaban a su cargo cumplieran con sus obligaciones, tomar un curso de primeros auxilios para saber que hacer en caso de que fuera necesario, viajar cuando se lo pidieran y lo más importante llenar de amor a los niños que iban a estar a su cargo, si ella infringía en una de esas reglas sería despedida inmediatamente. Ella estuvo de acuerdo y firmo sin pensarlo dos veces. El primer día que ocupo oficialmente su puesto, surgió otro inconveniente que solo la madre de los niños podia solucionar.
—Bien niños desde ahora yo voy hacer su niñera, que tal si empezamos con que me digan su nombre.
—No, no te lo vamos a decir, y no queremos que nos cuides, las criaturas se encerraron en su habitación y no hubo poder humano para que abrieran la puerta hasta que su madre fue a hablar con ellos.
Santo del divino hermoso, exclamó en sus adentros Camilla, tanto trabajo para que estos niños me salgan con esto.
—A ver niños ¿que esta pasando aquí, ustedes eligieron a la señora Camilla, porque su negativa para que los cuide.
—Porque tu nos prometiste que si ella nos cuidaba iban a venir sus hijos a jugar con nosotros y ellos aún no han llegado.
—Bien niños, se los prometí y se los voy a cumplir—. Camilla puede traer a sus niños.
—Claro que si señora—que la lleve el chofer por ellos.
Camilla llegó con sus hijos, los niños se pusieron felices y más los de Camilla, que parecía que habían llegado al país de las maravillas con tantos juguetes de donde escoger, cuando se llego la hora de regresar los niños le pidieron a su madre.
—No queremos que se vayan, queremos que se queden a vivir con nosotros y si ellos no se quedan, que también Camilla se vaya.
—Camilla vio con ojos de onda preocupación a la señora, pero está le dijo con voz pausada.
—No se preocupe, los niños ya decidieron, qué posibilidades hay de que los niños vengan a vivir con usted.
─¡Señora no tengo ni que pensarlo, hay todas las posibilidades del mundo, le contestó Camilla con una amplia sonrisa!
Se les pusieron camas en la recamara de cada niño, posteriormente cada uno contó con la suya propia, total habitaciones era lo que sobraba en la inmensa casa, los ayudante que estaban a cargo de Camilla no quedaron nada conformes con la llegada de sus vástagos, ya que los hijos de los señores, insistían que si los niños no participaban en lo que ellos hacían, no hacían nada, la señora les aumentó el sueldo y asunto arreglado la señora Federica le dijo a Camilla.
—Te dije que los señores son muy considerados con sus empleados, tus niños van a gozar de todos los privilegios de los señoritos no los defraudes.
—Claro que no Fer, todo esto se lo debo a usted, todo lo que me quede de vida le voy a estar inmensamente agradecida.
Así fue que, por azares del destino, los hijos de Camilla fueron educados, con todos los privilegios que los de los señores, asistían al mismo colegio, a los eventos sociales, a las fiestas infantiles, en las vacaciones viajaron a diferentes países del mundo, siempre al cuidado de Camilla. Se hicieron varias historias alrededor de ellos, unas personas decían que eran hijos de un familiar de unos de los señores que había fallecido, otros más audaces, comentaban, que eran hijos del señor que había procreado con una amante y, su esposa, en su inmensa bondad, los había acogido.
Pero nadie dedujo, que eran los hijos de Camilla la niñera. ella se encargó de que nunca olvidarán sus orígenes, siempre les hacía entender, que ellos no eran ricos y que, algún día iban a abandonar esa casa, que aprovecharan, muy bien lo que Dios les estaba brindando ─.Juan Manuel lo asimilo muy bien, pero la pequeña Eva no, conforme pasaba el tiempo, veía a Camilla como una empleada más, inclusive la llamaba "nana", en vez de mamá, un buen día empezó a llamar mamá a la señora Leticia, Camilla se disculpó.
─Perdón señora, no debió decirle así, hablaré con ella.
─No, no, por favor no le digas nada, es sólo una niña, a mí no me importa que me llame mamá.
Camilla iba a objetar algo, pero en ese momento, llamaron a la señora, y así quedo, pero sí habló seriamente con su hija.
─Eva, no debes decirle mamá a la señora Leticia, tu mamá soy yo.
─No, no, tú no eres mi mamá, mi mamá es la señora Leticia, tu eres mi nana.
─No, no soy tu nana, soy tu mamá, la señora Leticia es la mamá, de Octavio e Isela, tu eres mi hija.
—No, yo no soy hija de una criada.
Diciendo esto se alejo corriendo, dejando a Camilla muy preocupada, por su comportamiento.
La que estaba muy feliz del giro que había dado la vida de Camilla, era su madre, Abigail, veía con mucho agrado que sus nietos estaban disfrutando de los lujos que ella había disfrutado, en sus años de su niñez y parte de su juventud y en sus delirios de madre, le pedía a Dios que su hija conociera a un millonario y sacara de la pobreza a su familia, cuando Camilla le comento el comportamiento de su hija esta le contestó.
—Hija, que eso no te preocupe, no tiene nada de malo que la niña llamé mamá a la señora Leticia, ella es una niña muy inteligente y sin siquiera saberlo esta labrando su destino, de mi te acuerdas si no termina casada con un hombre muy rico.
Cuando los muchachos crecieron Camilla paso de niñera a ama de llaves, la anterior se jubilo por su edad.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro