Parte /55
Este es el último capítulo, de la historia, "nunca me amaste" quiero agradecer a todas las personas que leyeron, votaron, y sobre todo lo más valioso para una servidora sus comentarios, que me ayudaron a mejorar la historia—. A todos los lectores fantasmas que se, que existen por el volumen de leídas
Dios los bendiga a todos.
Aquí el final de la historia
Lo único que me llevé de la casa fueron mis efectos personales y el carro, me fui con rumbo hacia San Andrés, en esos años había desaparecido gran parte del campo para dar paso al asfalto, había varias colonias nuevas, pronto llegue al despoblado, tome el camino hacía mi destino, a lo lejos vi a un hombre que me hacía señas de saludo, era la misma escena que ya había vivido hacía varios años atrás, cuando llegué, me recibió José Juan con su amplia sonrisa, me ayudo a bajar del coche nos dimos un fuerte abrazo seguido por un beso largo y así abrazados nos dirigimos al interior de la casita.
Cuando estaba cómodamente instalada al lado de José Juan recibí la inesperada visita de mi hijo.
—¡¡Madre ¿qué significa esto?!!
—¿A qué te refieres?
—Porque te empeñas en arrastrar nuestro apellido por el fango, no te da verguenza que a tus años te pongas de amante de este se...
—¡¡Un momento Juan Ignacio no te permito que vengas a insultarnos a nuestra propia casa—¿ A que apellido te refieres, al distinguido apellido "LOMBARDI", por si lo olvidaste soy viuda, y puedo hacer con mi vida lo que me plazca!!
—¡¡Aunque mi padre esté muerto, quedamos tus hijos, nos debes respeto!!
—Mis hijos, cuales hijos, yo no tengo hijos, desde los ocho años me dijiste que tu madre era Judith, que yo solo era tu nana.
—Pero yo era un niño, eso fue lo que me hizo creer mi padre.
—Y cuando te diste cuenta, de que en realidad yo era tu madre, no me gritaste que me odiabas, que tu madre era Eva.
—Si, te dije eso, pero fue porque te vi besuquiandote con un tipejo.
—Fue un simple beso, en cambio tu padre se fue a vivir con su amante, y mis queridos hijos no tuvieron empacho en convivir con ella como una sola familia, mientra yo me debatía entre la vida y la muerte por culpa de mis verdugos, tu padre me utilizó, los manipulo a ustedes a su antojo, por si no sabías tu padre al saber que estaba embarazada de ti me propino una paliza para evitar que nacieras y tu hermana fue procreada en medio de una violación seguida por una golpiza, ese era tu padre—¿Tu crees que después de treinta y nueve años de sufrimientos acompañados de humillaciones y desprecios no merezco ser feliz? oh ahora que tu padre murió tu te vas a ocupar su lugar —te vas a convertir en mi verdugo.
—Perdoname madre, yo no sabía. Por favor tío has feliz a mi madre.
—Ni me lo tienes que pedir—.Enseguida se fue.
—Prieta linda sacaste la casta, no creí que tuvieras las agallas para enfrentarte a tu hijo.
—Cuando estaba en mi curación interna la abadesa me preguntó.
—¿Por qué nunca te defendiste de los ataques que sufrías?
—Quizá se debía a la educación que recibí en el internado, siempre se me dijo que si recibía una bofetada, pusiera la otra mejilla.
—En una ocasión buda llegó a una aldea, se encontró con que todos los habitantes vivían con miedo a causa de una serpiente que los mordía y les inyectaba su veneno, a causa de eso varias personas habian muerto, el padre Buda eligió una choza para pasar la noche a lo que los moradores le dijeron.
—¡¡No padre Buda en esa choza no te puedes quedar, ahí tiene su nido la serpiente!!
—Pero el padre Buda hizo caso omiso y se instaló en la choza, no paso mucho tiempo para que apareciera la serpiente con intención de morder al intruso, el padre Buda le habló dulcemente.
—¿Por qué me quieres morder?
—Por instinto, ese es el modo de defenderme.
—Pero yo no te he hecho nada.
—Te prometo que ya no voy a morder
—Al tiempo volvió a pasar el padre Buda por la aldea y se volvió a quedar en la misma choza ahí se encontró con la serpiente.
—¿Qué te pasa serpiente porque estás tan enferma y maltrecha?
—Padre Buda yo te hice caso y ya no mordí a nadie, pero desde ese día los aldeanos me golpean los niños me arrojan contra los árboles.
—Serpiente yo no te dije que no mordieras, yo te dije que no mordieras a los que no te hacen daño, pero si alguien te ataca tu tienes que defenderte.
—Y eso fue lo que hice defenderme—. Le contesté a José Juan
Yo tenía 55 años y José Juan 60 gozabamos de excelente salud, nos dispusimos a recuperar el tiempo perdido. Hicimos un largo viaje, por algunas ciudades de Europa y Asia pasamos por Tailandia a visitar a mis queridas hermanas tibetanas, nuestro viaje duró dos años a nuestro regreso nos instalamos en nuestra pequeña casita, no necesitábamos más, para ser felices.
Dios me regaló quince años de plena felicidad al lado de José Juan, en esos quince años, me acompañó en mi dolor cuando perdí a mi madre ala edad de 101 años, tres años después a mi hermana la menor se le descubrió un tumor en el estómago canceroso, después de unos meses de agonía murió rodeada de sus hijos y nietos, su esposo había fallecido anteriormente, también le di el último adiós a mi querida Raquel, también falleció Rafael el esposo de Eva.
Cuando cumplimos quince años de vivir juntos José Juan, falleció sin sufrir, simplemente se durmió para ya no despertar, fue un golpe terrible, aunque sufrí mucho su pérdida, las enseñanzas que recibí de parte de las monjas tibetanas me sirvieron mucho para aceptar que la muerte está presente y todo lo que vive muere es un proceso normal, que todos tenemos que pasar y aceptar.
Mis hijos estuvieron conmigo, a Silvia Camila le afectó mucho su muerte tanto como la de su padre, ya que él siempre la había apoyado en todo, ella sabía muy bien que él vivía enamorado de mí, ella lo mantenía informado cuando estuve ausente.
Enterramos sus restos en la misma cripta donde reposan los restos de Regina y su hijo, nos heredó sus bienes en partes iguales a mi hija y a mí, él tenía 75 años cuando falleció, yo tenía 70, todavía no me sentía una anciana decrépita por lo tanto le cedí mi parte de la propiedad a mi hija para que hiciera realidad su sueño de construir el centro geriátrico, yo me fui a vivir con mi hermana, Carmela para ayudar a las mujeres a recuperar sus vidas, les daba clases de alta costura, y aplicaba las enseñanzas de meditación, para que quedaran completamente sanadas como yo.
Todo marchaba maravillosamente bien en mi vida, pero la desgracia volvió a tocar mi puerta, en el año 2012 cuando tenía 83 años, me caí de una escalera, no sufrí ninguna fractura, pero mi columna vertebral sufrió varios daños, sufría unos dolores tremendos el neurólogo dijo que lo más probable era que ya no volviera a caminar, pero gracias a los cuidados de mi hija, la rehabilitación y mi fuerza de voluntad volví a caminar un año después.
Al siguiente año murió Eva a la edad de 97 años, hubo un año de tregua, pero el 15 de febrero del 2015, recibí, el peor golpe que puede recibir una madre, me avisaron que mi querido hijo, Juan Ignacio había muerto en un accidente en su carro, a la edad de 67 años, primero tenía que morir yo, y no él, pero cada quién tenemos nuestra línea y de allí no pasamos seamos jóvenes o viejos.
Mi hija me tenía una sorpresa inesperada en medio de mi dolor, trajo a vivir conmigo a mi querida amiga Micaela, somos de la misma edad, solo unos meses de diferencia.
Hoy 25 de Marzo cumplo años, si me preguntan cuál es el precio por vivir una larga vida, la respuesta es: el dolor de ver partir a tus seres queridos primero que tú, poco a poco vas quedando sola, aunque estés rodeada de personas no es lo mismo, los jóvenes no te comprenden, ya no entiendes la nueva tecnología, sólo te queda vivir de tus recuerdos.
—Mamá ya estas lista, me dice mi hija, me va a llevar a una parte a celebrar mi cumpleaños, su esposo nos ayuda a subir a la camioneta a Mica y a mí, no sé a dónde vamos, pero no importa con el simple hecho de salir de la rutina estamos más que satisfechas.
—Ya llegamos me dice mi hija—, mi yerno nos ayuda a bajar, levanté la vista para ver en donde nos encontramos, parece que es una casa de campo, cuando entramos un mariachi empieza a tocar las mañanitas, de pronto me veo rodeada, de mis nietos los hijos de mi hijo y los dos de mi hija, mi nuera, ya son padres de familia y algunos ya tienen nietos, llega mi hermano con sus hijos, me empiezan a presentar a toda su descendencia, los hijos de mi hermana la fallecida, Carmela mi hermana, paseo la vista alrededor es un mundo de personas y todos son mi sangre, le quedo muy agradecida a mi hija ya que sé que esto fue su obra.
Hoy es día diez de mayo, día de la madre en todo México, nos hicieron un festejo a todas las ancianas que somos madres, Mica y yo nos apartamos del bullicio y nos sentamos en una banca estamos rodeadas de bellos jardines, ella me dice.
-Quién lo iba decir, que cuando nos conocimos en el internado, no nos separabamos para nada y ahora después de 80 años seguimos juntas.
-Sí, recuerdas que dijimos vamos a ser hermanas para siempre, y aquí estamos.
Una jovencita se acerca y me da un beso en la mejilla, me dice.
Abuelita, me podrías ayudar con información para hacer un trabajo de la prepa.
Yo me le quedo viendo, no la recuerdo, me da pena pero no sé quién es, Mica me dice
Mira Baudelia no puedes negar que es tu nieta es igualita que tú, cuando tenías su edad.
Me le quedo viendo y efectivamente, tiene mi mismo color de piel, su pelo es tan negro azabache igual que cómo yo lo tenía, ahora el mío es completamente blanco. Sólo sus ojos son diferentes, los de ella son completamente verdes igual a los de mi hijo Juan Ignacio, ella dice sonriendo.
—Ay abue, ¿no me reconoces, soy Suhey la hija de tu nieto, Juan Ignacio, Jr. Tú eres mi bisabuela.
—Ay hija como crees que no te voy a conocer, tienes los mismos ojos de tu abuelo. Y dime en que te puedo ayudar para tu tarea de la escuela.
—Tengo que investigar mi árbol genealógico, tengo que hacer una biografía de cada generación, y quién es la más indicada que tu abuelita.
Tienes razón hija, yo te voy ayudar, aunque una tarde no nos va a ser suficiente, hay mucho que contar.
-No te preocupes abuelita puedo venir todas las tardes, hasta que terminemos,
Muy bien hija, pues vamos a empezar,
—Mi Abuelo se llamaba...
Fin.
Gracias por su preferencia.
Ya les tengo otra historia, espero tenga tanta aceptación como esta.
://www.wattpad.com/myworks/73936517-la-mancha-del-pecado
Gracias queridos lectores.
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