Parte /44
Patricia salió discretamente de la habitacion dejando a los dos hombres en su discusión, Octavio seguía recriminando a Juan Manuel y este justificando su actitud.
—Te lo juro Octavio, yo no tenía conocimiento de que Baudelia se encontraba en este estado.
—¡A no, y quién la provee de licor, si no eres tú!
—Yo no tengo la culpa de que ella sea una borracha despreciable, ahora tengo que pagar hasta por sus vicios.
Octavio le dio, tremenda bofetada a Juan Manuel, PLASH, este quedó muy desconcertado era la primera vez que su hermano le levantaba la mano.
—¡¡No, se te ocurra volverte a expresar así de mi comadre, después de que tú y sólo tú le desgraciaste la vida, ella está así por tu culpa, eres un mal agradecido, cuando te operaron del riñón y parecías una res destazada, esta mujer se quedó día y noche velando tu sueño al pendiente de ti, hasta que estuviste fuera de peligro, te lo vuelvo a repetir porque al parecer ya se te olvido, está mujer te ha entregado su vida, ya es tiempo de que le regreses algo de todo lo que ella te ha dado.
Juan Manuel apretando los dientes y frotándose la mejilla con una mano puntualizó.
—No te regreso el golpe para no armar un escándalo—. ¿Dime que quieres que haga para poner fin a esta conversación?
—Patricia se la va a llevar a mi comadre fuera del país a que le curen la adicción, la voy a tener en el hospital hasta que la estabilice, necesito que pongas en orden su documentación y dispongas una cuenta de banco para sus gastos.
—Por el dinero no hay problema, ella tiene su propia cuenta de banco siempre le he depositado y dime —¿Adónde se la va a llevar Paty para sacar sus documentos.
—Ellas van a viajar a la India.
—¡Tan lejos!— ¿tú no la pueden desintoxicar aquí en el hospital.
—Si puedo, pero el 95% de los enfermos vuelven a recaer, además ella necesita estar en un lugar, tranquilo donde le devuelvan su identidad.
—¿Cuánto tiempo va a estar fuera?
—Eso no lo sabemos, puede ser desde tres meses hasta un año o más.
—Está bien, si como dices yo soy el culpable de su adicción a mí me corresponde apoyarla y no soy un malagradecido, siempre le viviré agradecido por haberme dado dos hijos maravillosos que son mi vida y tampoco olvido que estuvo a mi lado cuando más la necesite aunque no tenía ninguna obligación de hacerlo. Mañana mismo voy hablar con Federico su hijo Servando es un alto funcionario de la embajada de México para que me apoye a tramitar su visa, para que Paty y Baudelia viajen lo más pronto posible.
Nunca se imaginó, Juan Manuel, que ese viaje de Baudelia, le iba a regresar parte de la felicidad perdida.
Juan Manuel
Me quede muy impresionado cuando vi a Baudelia en ese estado, no sé qué hubiera hecho si ella hubiese muerto, no sabía que tenía esa fuerte adicción con la bebida, me siento muy mal, las palabras de Octavio me sacudieron siento una opresión en el pecho voy hacer todo lo posible para tramitar la documentación para que Patricia se la lleve, cuanto antes se vayan más pronto se recupera espero que no sea demasiado tarde.
Llegando a la casa lo primero que hice fue hablar por teléfono a Federico, para que me ayudara en este asunto, mientras tanto que Octavio la atienda en el hospital, que suerte que cuento con su ayuda y discreción se que en su hospital tienen un fuerte dispositivo de guardias vestidos de civiles para evitar la entrada de los periodistas, nosotros por ser gente importante estamos en el ojo del huracán, los malditos periodistas siempre nos están acechando ya me imagino el escándalo que se hubiera desatado, eso no es bueno para la familia. Tengo que hablar con mis hijos, para que la visiten en el hospital no quiero que nuestros conocidos sepan que la familia está fracturada y, a la vez ver a sus hijos ayudará a Baudelia recuperarse más pronto.
Después de hablar con Federico me dio el número de teléfono su hijo Servando me recomendó que le hablara por la noche después de las nueve de la noche y asi lo hice.
—Buenas noches Servando, habla Juan Manuel Lombardi...
—Buenas noches señor mi padre ya me puso al tanto de su asunto ya le tengo los datos que necesita, para viajar a la India necesita tramitar la visa, en este papel viene apuntando los documentos que se necesitan, además necesitará el pasaporte mexicano que este vigente por seis meses y la visa americana porque tienen que viajar por USA, el vuelo a la India sale de New York.
—El pasaporte mexicano y la visa americana están vigentes ya que lo sacamos por tiempo indefinido.
—Bien el consulado de la India se encuentra en la ciudad de México, me comentó mi padre que la visa es para su esposa enferma que viaja a la India a consultar a un doctor, yo le daré una amplia recomendación para que su tramite se agilice, va a necesitar una carta de su doctor donde corrobore que la señora viaja para fines médicos, si gusta le puedo recomendar a una persona de toda mi confianza para que se ocupe de todo, solo que tiene que mandarle la documentación a la ciudad de México.
—Yo personalmente le llevare los documentos que me pidió y llenaré la solicitud para la visa hindú.
—Bien mañana mismo le tendré la carta de recomendación, puede pasar a mi oficina por ella.
—Muchas gracias por todas sus atenciones, mañana mismo pasaré a su despacho a recoger la carta, que pase buenas noches —. Tuve mucha suerte, es bueno contar con la amistad de personas influyentes Como Servando.
—Raquel, avise a mis hijos que me acompañen a cenar por favor—. Juan Ignacio y su esposa viven en casa de mi madre mientras les terminan de construir la suya.
Cenamos en silencio, cuando terminamos les ordene.
—Si me disculpas Annet, tengo que hablar con mis hijos en privado.
—Juan Ignacio, Silvia Camila, los espero en el despacho no tarden.
—Si padre, enseguida estamos contigo.
—Annet espérame en la casa, en cuanto hable con mi padre me reúno contigo.
—Sí mi amor, que pase buenas noches don Juan Manuel—buena noche, Annet.
—Quiero avisarles que su madre está en hospital—. No lo puedo creer mis hijos se quedan impávidos con la noticia, no les ha hecho ningún efecto es como si para ellos su madre no existiera.
—No, dicen nada.
—Que quieres que digamos, si ya está en el hospital es porque ya la están atendiendo—, contestó Silvia Camila.
—Y tu Juan Ignacio, no dices nada.
—Digo, lo mismo que mi hermana
—¿Pero no van a preguntar qué le pasa?
—Qué le puede pasar, que se le fue la mano con el alcohol, siempre se la pasa bebiendo.
—Es su madre, acaso no sienten ningún sentimiento bueno hacia ella.
—A mí me da igual que sea mi madre o una de las criadas, me es irrelevante lo que pasé con ella —, enfatizó Silvia Camila.
—Yo por esa señora no siento más que desprecio y no me preguntes porque, no quiero que salgas lastimado—agregó Juan Ignacio.
—No puedo creer lo que estoy escuchando, he convertido a mis hijos en dos monstros.
—Además a que se debe ese cambió tuyo hacia ella, si a ti no te importa nada, aquí tienen más derechos las criadas que ella, de dónde acá te salió el apuro por ella—objeto Silvia Camila
—Ya se te olvidó que me dijiste que esa mujer no era nuestra madre que solo era la nana que mi mamita era Judith—,añadió Juan Ignacio.
—¡¡Salgan del despacho inmediatamente, son unos egoístas sea lo que sea, esa mujer es su madre.
—Para mí, la única madre que conozco es mi tía Eva.
—¡¡Les ordeno que vayan al hospital! a nadie nos conviene un escandalo.
—¡¡Es una orden!!
—¡¡Si es una orden, fuera de mi vista!!
Salieron dando un portazo—, me derrumbe en el sillón no podía creer que Juan Ignacio recordara que le dije que Baudelia no era su madre, si apenas era un crio, hasta ese momento tuvieron sentido las palabras de Octavio ¡¡TU DESTRUISTE A ESTA MUJER!!
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