Eva inmediatamente fue a la casa de su madre y le dijo

—Madre, madre ¿Dónde andas?

 —Acá estoy en la cocina— ¿Qué pasa? vienes muy agitada, traes una cara que parece que viste al diablo.

—Madre, creo que cometimos una grave equivocación  en intervenir en la vida de Juan Manuel.

—¿De qué hablas? —¿Acaso le pasó algo?

—Algo muy grave, se volvió loco

 —¡¡Que!! en que te basas para aseverar tal barbaridad.

—Pues tu me dirás si lo que voy a decir no es cosa de un loco—¡¡TU HIJITO SE VA A CASAR!!

 —¡¡Cómo que se va a casar!! —¿Acaso hizo las paces con esa tal mujer, como era su nombre a si, Judith?

—Eso hubiera sido mejor, pero la que escogió para su mujer, tú no la conoces, pero yo sí, y no es la mujer apropiada para él

—¿Pero de que hablas?

—La mujer con la que se va a casar es una obrera del taller, fue mi ayudante.

—¿Pero cómo que una obrera?

—Cómo lo oyes, es una muchachita de unos dieciséis años a lo sumo diecisiete.

—¡¡Pero tu hermano se ha vuelto loco— ¿En que está pensando? ¡¡Voy a hablar con él inmediatamente.

—No te lo recomiendo, yo ya hable con él y creo que lo hace para vengarse de nosotras por interferir en su vida, se portó muy majadero, me refregó en la cara que Judith, se nos había hecho poca cosa, pues que nos va a dar gusto, que su futura esposa, es joven bonita y sobre todo decente,  sólo le falto golpearme.

—Pero ese no es motivo para arruinar su vida.

 —Voy hablar con él, me tiene que oír

—Creo que ya es demasiado tarde ya pidió su mano ya están haciendo el vestido, la mismita señora Beatriz está supervisando cada puntada que se le da al famoso vestido, porque tu hijo no escatimo en dinero,  imagina a una orangutana vestida como princesa. 

—Pero hija tan fea esta la mujer, para que te expreses de ese modo. 

—Si madre, es prieta, insignificante, sin educación alguna, lo que sea de cada quién, la otra fulana era toda una dama, creo que no debimos intervenir. 

—Pues mientras no esté casado siempre hay algo que hacer—diciendo esto se dirigió a la casa de Juan Manuel, lo encontró leyendo.

—¡¡Hijo me acabo de enterar de la locura que pretendes cometer!!

—¡Antes de que sigas hablando madre, escúchame con atención, ya tome mi decisión, y ni tu ni nadie me va hacer cambiarla, querías que me casara con una mujer decente, puedes estar tranquila, porque mi futura esposa es decentísima, una niña bien y si no tienes nada más que añadir, puedes salir por donde entraste, 

—Tu hermana dice que es una insignificante costurera que era su ayudante, tu te mereces algo mejor.

—Que pronto olvidaste que tu eras una insignificante criada en una casa de millonarios, al menos mi futura esposa es costurera no una insignificante mucama.

Camilla quedo devastada por las palabras de  su hijo, nunca le había faltado al respeto, eso solo la hizo comprender, que no debió intervenir en las decisiones de su hijo—le dijo en un susurro de voz.

 Espero que reflexiones, y no esperes que vaya a tu farsa de boda.

—Ni yo es por por ese motivo que no fuiste invitada  — FIN DE LA DISCUSIÓN SAL DE MI CASA INMEDIATAMENTE.

Cuando Camilla salió de la casa Juan Manuel vociferaba furioso—No se en que estaba pensando cuando permití que las tres casas se conectarán por el jardín, si siguen invadiendo mi espacio este par de brujas me voy a ver en la necesidad de clausurar mi entrada.  

Baudelia

Poco a poco se acerca la fecha de la boda ya corrieron las amonestaciones, estoy contenta pero no dejo de preguntarme— ¿Hago bien en casarme con Juan Manuel?—aveces dudo que el este enamorado de mi cómo yo lo estoy de él, falta menos de un mes y él sigue sin darme ni un beso.

Le pregunte a mi amiga Alicia como se comporta su novio con ella también ella pronto se casará.

—Bueno, Leopoldo nada más quiere tenerme abrazada besándome, contando los días que faltan para casarnos—, pero porque me preguntas tu novio a de ser igual, tambien ustedes ya mero se casan.

—Sí, por eso te pregunté yo creía que no más mi novio era así.

También le pregunte a mi madre exponiéndome a hacerla enojar.

—Mamá, platique con Licha, ya ve que también ya mero se casa, bueno me dijo que su novio solo quiere tenerla abrazada y besando, me preguntó si Juan Manuel tambien era asi, yo le  conteste que sí, aunque eso no es verdad, él solo me ha dado el beso en la mano cuando me puso el anillo—¿No se le hace raro?

—Yo no le veo nada de raro, ya te dije que él, no es como los muchachitos modernos, que solo quieren estar besuqueando y manoseando a las mujeres don Juan Manuel es todo un caballero te respeta mucho y así es como debe de ser, los novios solo se deben de abrazar y besar cuando esten unidos por el sagrado matrimonio.

Sus palabras no me convencieron— yo quisiera que no me respetara tanto, un día me atreví a darle un beso y el retiro la cara rápidamente, sólo le alcance a besar la mejilla, me vio con coraje, o eso creí ver en sus ojos.

No supe ver las señales de su desamor o más bien no quise verlas, en esos tres meses, nunca me presento con su madre, ni mucho menos con Eva, no conocí a ningún familiar, ni compañeros de trabajo sólo a su tío Mateo y a su casi hermano Octavio, creo que no nada más yo fui la culpable de mi error, también mi madre, ella en su afán de que mi novio era muy respetuoso, ¿que madre no quiere conocer a la familia política de su hija? sólo ella

Faltaban unas cuantas semanas para la boda, mi vestido estaba terminado, me lo medí y fui la envidia de todas las empleadas, yo era la cenicienta que se casaba con su príncipe azul, hasta la señora Beatriz estaba emocionada con mi suerte, la única que no estaba nada contenta era Eva mi futura cuñada que me ignoraba totalmente. Juan Manuel me dijo que me despidiera de mi trabajo— ya no era necesario que  trabajes— yo le repliqué.

—Pero, ¿por qué?

—Tienes que tener tiempo para que termines de preparar nuestra boda, ha por cierto aquí tienes las invitaciones para la ceremonia, son bastantes, pero si ocupas más sólo dímelo, puedes invitar a quién desees. 

Eran unas invitaciones muy elegantes, el nombre de mis padres y el de su madre invitando al enlace matrimonial de sus hijos, Juan Manuel y Baudelia,  escritos con letras doradas, al siguiente día me despedí de mis compañeras, les entregue la invitación a mi boda, todas aceptaron querían estar seguras de que Juan Manuel no me dejara plantada al pie del altar.

Esa tarde Juan Manuel me llevó a la casa donde vamos a vivir, es una casa muy grande para dos personas, la casa formaba un cuadrado de pasillos en medio hay una fuente, a la derecha está la sala, un estudio, y un baño comunitario muy grande, a la izquierda recamaras todas con su baño, en total son seis recamaras  no entendí para que tantas.

En frente está la cocina  grande y el comedor, hay una puerta para entrar al primer patio donde se encuentran otras dos recamaras, al fondo una estancia muy grande llena de vitrales muy bonita, al fondo a la derecha hay una escalera, para subir a las recamaras de servicio muy amplias con todos sus servicios. Al fondo hay una puerta para entrar un gran huerto y un jardín muy bonito donde hay un corredor muy grande techado con un asador de carne la casa de su madre y la de Eva se conectan, todo está muy bonito y elegante. La casa no tiene muebles, sólo hay una recamara amueblada, Juan Manuel me dijo.

—Mañana vas a esta dirección es una tienda de muebles,  esta señorita te va ayudar a elegir los muebles de la casa, escoge los que te gusten ella ya conoce la casa y te va ayudar en esa tarea

—¿Pero tú no vas a ir, se supone que los muebles tienen que ser al gusto de los dos?

—Confió en tu buen gusto, la señorita te va ayudar, esta llave de la puerta es para ti, esta es tu casa y puedes venir cuando desees,  invita a quien quieras—¿de acuerdo?

—Está bien cómo tú digas—, esos detalles me hacían que me enamorara más y más de mi amado Juan Manuel.