Parte/22
Baudelia
Aún no salgo de mi asombro, primero ver a esos dos desconocidos bajar de ese elegante coche, que resultaron ser el mejor amigo y su tío de Juan Manuel, después su tío pidió mi mano, nunca me imaginé que para eso quería hablar Juan Manuel con mis padres, si me había imaginado que Juan Manuel me pidiera que fuera su esposa, pero no así, imagine que me daba un beso sacaba un anillo y me decía—¿Quieres ser mi esposa? Mi padre me saco de mis pensamientos.
—¿Baudelia, Baudelia, hija que contestas?
—Si, si quiero casarme con él señor.
Enseguida Juan Manuel saco un anillo con un brillante y me lo puso en el dedo anular, diciendo
—Este anillo sella nuestro compromiso—enseguida me dio un beso en la mano.
Mi padre dijo—Bueno pues, que les parece si en un año partiendo de esta fecha se casan
—Discúlpeme señor, pero un año es mucho tiempo—dijo Juan Manuel—, mi padre contestó
—¿Y que plazo sugiere usted?
—No sugiero, con todo el respeto que usted y su señora me merecen, quiero casarme cuanto antes en dos meses a más tardar.
—¡¡Dos meses es muy poquito tiempo, hay muchas cosas que arreglar!!—exclamó mi madre aún sorprendida.
—Perdóneme señora con el respeto que me merece, creo que se puede arreglar todo en dos meses, no creo que sea mucha ciencia organizar una boda.
—Eso es lo que usted cree, pero simplemente elaborar el vestido.
—Mire señora, no se agobie, el vestido que se lo hagan en el taller, en calidad de urgente
—Mire señor, desde que nació mi niña, soñé con elaborarle su vestido de novia.
—Señora, comprendo su sentimiento yo solo le quise aligerar el trabajo, si usted cree tener listo el vestido en dos meses adelante.
—No se diga más en tres meses se casan y el vestido que se lo hagan en donde sea, punto final— dijo mi padre categóricamente.
—Me parece bien señor.
—En ese caso señores, vamos a cenar que ya hace hambre, no acepto negativa de ninguno de ustedes.
El tema ya no se tocó, cuando terminamos de cenar, se despidieron los tres hombres, y salieron de la casa—Mi padre me dijo.
—Es muy apresurado el matrimonio voy a confiar en lo que tú me digas—¿No hay otro motivo por el que te tengas que casar con tanta prisa?
—¡¡¡No papá!!!
—Siendo así, vamos a dormir, que ya el tiempo lo dirá todo.
-Al siguiente día, me fui a trabajar, Luisa noto mi alegría me pregunto.
—Vienes muy contenta ¿Qué paso? ¿Acaso ya te beso tu noviecito el viejito.
—¡Pasó algo mucho mejor tan bonito que todavía me parece que estoy soñando Mira¡
Le enseñe el anillo al mismo tiempo que le decía— Me voy a casar con Juan Manuel
—¡¡Qué, pero que estás diciendo mujer!!
—Lo que oíste, que me voy a casar, anoche les pidió mi pidió mano a mis papás
—¿Y para cuando te casas, si se puede saber?
—Dentro de tres meses
—¡En tres meses¡ pero es demasiado pronto, si no te conociera pensaría que te comiste la torta antes del recreo, pero ni siquiera te ha besado.
—Ayer que me puso el anillo me dio un beso en la mano.
—Ja,ja,ja un beso en la mano, Ja,ja,ja Mira para serte sincera, a mí se me hace muy raro todo esto pero haya tú.
—Raro, que tiene de raro, este fue amor a primera vista, le dijo a mis padres que tiene tiempo de conocerme, solo que como trabajaba en México no se animó a entablar una relación, pero como ya vive aquí.
—Te felicito de todo corazón, te deseo que seas muy feliz, y espero que me sigas hablando cuando ya seas una señora encopetada de la alta sociedad— Bueno vamos a trabajar si no capaz que nos regañan.
Me dispuse a dirigirme a mi puesto de trabajo, en ese momento se me acercó una empleada.
—Baudelia la señora Beatriz quiere hablar contigo.
—¡Te dije Baudelia que nos iban a regañar, anda, anda, no hagas esperar a doña Beatriz.
Me apresure a ir a la oficina de doña Beatriz cuando llegué le pregunte.
—Buenos días señora, me dijo Lucia que desea hablar conmigo.
—Si, pero pasa, no te quedes parada en la puerta, toma asiento.
—Usted dirá señora en que le puedo ayudar.
—El señor Juan Manuel, me encargo la confección de tu vestido de novia, escoge el modelo, vamos a empezar inmediatamente porque es muy poco tiempo—, te felicito, lograste atrapar al soltero más codiciado.
—Gracias señora.
—Ponte de pie muy derecha, yo misma te voy a tomar medidas.
—¡Usted señora, me puede tomar medidas Luisa o otra empleada.
—De ninguna manera este vestido es para alguien muy importante y de esos trabajos me encargo yo, quiero que don Juan Manuel quedé muy satisfecho.
Mientras me tomaba las medidas yo pensaba—. Quiere decir que la señora con el que quiere quedar bien es con Juan Manuel, no conmigo que soy la que lo voy a usar—. Cuando termino de tomarme medidas me ordenó.
—Escoge el modelo por favor el que más te guste.
La señora me facilito unas revistas francesas de vestidos de novia yo no me decidía, al ver mi indecisión la señora me aconsejo sobre el vestido que me acomodaba más a mi forma de cuerpo, cuando terminamos me dijo.
—En una semana te hacemos la primera prueba del vestido.
—Señora puedo ayudar en la confección de mi vestido.
—No, ya te dije que de los modelos exclusivos me encargo yo.
—Esta bien señora como usted diga.
—No te preocupes Baudelia, te prometo que vas a lucir como una reina.
—Sin más que agregar, me fui a mi lugar a trabajar, mi mamá y mis tías se pusieron a la obra de hacer los preparativos para la boda.
Juan Manuel
Todo va caminando como lo esperaba, si Dios quiere en tres meses voy a estar casado con Baudelia, como quisiera que fuera Judith y no esa estúpida, cuando pedí su mano, temí que no aceptara, se quedo como boba no atinaba a pronunciar palabra alguna, afortunadamente acepto, he redoblado la búsqueda para encontrar a Judith, pero nadie sabe nada—¿Qué pasaría con ella y mis hijas? Unas fuerte pisadas de mujer me sacaron de mis pensamientos, es Eva, esta muy agitada, me esta llamando a gritos, sólo esto me faltaba.
—¿Qué te pasa, por qué gritas?
—¡¡Quiero explicaciones—¿Cómo es eso de que te vas a casar con Baudelia? ¿Qué estupidez es esa? habiendo tantas mujeres de nuestro mismo nivel y te encaprichas con esa india pata rajada ¿qué está pasando contigo ¿acaso te volviste loco?!!
—Ya terminaste, no tengo porque darte explicaciones de mis actos, y si me voy a casar con esa muchachita.
—Pero no te das cuenta, es una niña, tú le doblas la edad, además no pertenece a nuestro círculo social, que vas a hacer cuando la presentes a nuestras amistades, cuando te deje en ridículo.
—Ya estuvo bien de insultar a mi futura esposa, desde ahora te exijo que la respetes, como lo que es, mi futura esposa.
—Mi madre ya sabe de esta estupidez que está cometiendo.
—Ni tú ni mi madre tienen derecho a opinar nada, les estoy dando gusto, Judith se le hizo poca cosa para mí, ustedes querían a una mujer joven y casta, pues Baudelia entra en ese rango.
—Pues aunque no lo creas, prefiero a tu antigua, mujer que a esta mujercita, al menos la otra tiene clase, es una mujer educada y elegante.
—Eso lo hubieran pensado antes de confabularse para decirle tantas mentiras, ahora, sal de mi casa.
—Pero ni mi madre ni yo vamos a ir a tu farsa de boda
—Ni yo quiero que vayan ¿o acaso ya te llego la invitación? Largate de aquí por favor.
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