9: Organización.
Capítulo 9: Organización.
Que rara sensación... Siento como si fueran almohadas... Sí, almohadas, me abofetean... Tengo sueño.
Sí, definitivamente son almohadas, y detrás de esas bofetadas hay una chica llamada Sasha.
-Oye, tranquila, calmate. Son las 4:00 am.
-JAJAJA. No son las cuatro de la madrugada.
-Las 5:00, que más da.
-Peter, son las once de la mañana.
-Menudo sueño. ¿Cuál es la prisa?
-Que yo recuerde hoy es sábado. Irás a lo de tu padre, bueno, iremos. Y... La prueba del traje y organización... Ya sabes.
-Ah, cierto - rasco mi cabeza. En serio no recuerdo nada.
-Me preocupas. Pues ya ¡Apresurate vamos!
La nubla se va calmando y veo cada vez con más claridad. Lo que lleva puesto parecía su piyama. Pero ahora veo que ya está cambiada, arreglada y todas esas cosas que jamás entenderé.
-¿Apresurarme? Tengo que ducharme por favor.
-Ah sí, y yo soy megan fox.
Pues no, eres más linda...
-Lo lamento, me ducharé. ¿No me podrían haber avisado antes?
-Tu madre se fue hace unos minutos - comienza a elevar el tono de voz - TRES VECES VINO A LEVANTARTE. YO NO SOY TU MADRE Y CREO QUE YA TIENES EDAD SUFICIENTE COMO PARA DESPERTARTE SOLO.
Ya sabe mi problema con los despertadores. Tengo sueño pesado. Son pocas las veces que lo escucho. Podrían pasarme los Mariachis por al lado y aún así no los escucharía...
-No tardo - le doy un beso en su mejilla y me encierro en el baño.
Reprocha.
-Pues sí, mejor que lo hagas. Con esa peste no conseguiremos ni un traje - ríe simpáticamente, como suele hacerlo.
**
La ducha ha servido para despejarme bastante.
5 minutos. Máximo record.
Seco mi cabello, pongo mi ropa "de ir a visitar a papá".
Claro que al saber que Sasha viene con nosotros no me pondría esa ropa, pero oigan compraré ropa y todas esas incomodidades. Así que, los jeans no me favorecerán.
Así que opto por unos joggings negros, una musculosa ancha y arriba mi buso o
Obbey.
-¡Apurate! - grita Sasha desde la sala.
-Listo, ya estoy - digo bajando las escaleras.
Una vez llegamos a destino, Leogian saluda a papá y viene con nosotros.
-¿Tú no vienes? - Le digo a Zuel.
-Te aseguro que si te visto como me visto, todos saldrán corriendo de tu fiesta.
-Okey... - le hago una mueca de "No nos dejes con esta loca", pero se hace el desentendido y cierra la puerta.
"ZUEL (EN LÍNEA)
Por cierto, es muy linda"
Suena inmediatamente mi teléfono.
Todos sabemos a quien se refiere...
***
-¡Mira todos estos trajes! Son increíbles, busca bien, ¡pruebate todos!- exclama como una Barbie, la Barbie.
-De acuerdo... - dije finjiendo emoción. Sasha me da un codazo.
Claro que esta es de las mejores tiendas del shopping cuyos probadores son muy luminosos.
Termino entrando con 16 trajes de distintos colores y tardo alrededor de siete minutos con cada uno.
Demasiados botones, corbatas, moños, cambios de ropa. Definitivamente esto no es lo mio.
¿ Por qué no puedo ir en jeans?
Luego de dos largas horas, en las que Sasha protestaba que quería ver como me quedaban los trajes a lo que yo me negaba, decidí salir. La vendedora se quedó con los 15 trajes restantes y yo llevé en mi mano hasta la fila el elegido.
Sasha y Leogian estaban hablando tanto que ni se dieron cuenta que ya había pagado y lo tenía en la bolsa. En realidad ni siquiera habían notado que salí del probador.
-¡Ya! Dejen de hablar. ¡Vamos! - exclamo en la puerta.
-¿Qué has elegido? - preguntaron al unísono.
Lo saco y sus caras de emoción cambian al ver un simple traje negro.
-¡Peter! - me mira sasha poniendo sos ojos en blanco.
-¿NEGROOO?
-Es mi cumpleaños y pues yo lo elijo - dije dirigiéndome a ambas, aunque en realidad me refería a la novia de mi padre.
-Bien, como quieras - fingió desinterés.
Ya bastante con que sea un traje.
No solo controla mi cumpleaños, los invitados, la comida, la decoración, si no que también quiere decirme cómo vestir.
Una vez salimos del local nos dirigimos hacia una tienda femenina, la cual no recuerdo el nombre ya que ni siquiera lo he leído, para comprar el vestido de Sasha que Leogian le ofreció pagar. No sé qué pretende, piensa que así la comprará. Todos podemos notar la falsedad de su rostro.
Y en mi humilde opinión Sasha tiene belleza natural, y así fuera en pantis se vería linda.
Después de todo, no estaría tan mal verla en ropa interior, solo digo...
-Peter... ¿Te parece muy exagerado este vestido? No quiero opacarte. ¿Vale la pena probarlo o mejor busco algo más tranquilo? - pregunta Sasha esperando una gran respuesta de mi parte.
-Pues..., yo no se nada de vestidos. La próxima vez ven con West. Tú escoge lo que quieras, que mi belleza nadie la opacará.
Pone los ojos en blanco y muerde su labio inferior.
Entra al probador con no más de 3 vestidos, cuelga dos en la puerta como señal de que no les gustó, se prueba el último y abre la puerta.
-Ya sé que no sabes nada de vestidos, pero solo necesito una opinión. ¿Te agrada?
Trato de disimular la baba que quiere caer de mi boca y respondo con un "te ves hermosa, ¿lo llevas?"
El vestido es blanco, con un encaje en la parte de arriba, pero no deja de ser sencillo.
*NARRA SASHA*
Por dios, ¿Puede a alguien quedarle tan bien un traje?, pensaba que no hasta que vi a Peter.
No sé qué me pasa, ni como puede pasar eso por mi cabeza, está bien que el es un chico, y yo una chica, somos adolescentes con hormonas alteradas, pero ni siquiera tendría que mirar a alguien que me salvó de mi desgraciada vida y aceptó compartir a su mamá, a su hogar, su escuela y hasta sus amigos.
Espero no pase de estos pensamientos.
En fin. Estoy agotada elegir vestidos no es lo que más me divierte, al contrario es cansador y estresante. Tener que soportar a esas vendedoras que a penas entras ya se tiran encima tuyo para preguntarte si quieres algo y no entienden que solo quieres mirar. O esas típicas jóvenes y con cuerpos perfectos que preguntan "¿Cómo te quedó GORDI?" Y pues, ¿qué esperan? ¿que les digamos que nos queda chico y necesitamos un talle más grande? Claro que no. Entonces recurrimos al "no me gusta como me queda".
Una vez en piyama voy al cuarto de Peter a saludarlo, esta vez no tengo ganas de platicar.
Toco la puerta y al entrar veo que baja rápido la pantalla de la computadora.
Pensarán que estaba viendo cosas sucias o algo así, pero por qué semejante cara de susto... Ni que fuese su mamá, no lo voy a regañar.
-¿Qué escondes?
-Nada, ¿Qué podría esconder?
-No sé, pero estoy segura que pornografía no es.
Arrebato la pc y me encuentro con un chat con un tal usuario anónimo de Facebook y lo que dice no me agrada para nada.
"¿Te crees mucho por andar con esa chica? Peter, no engañas a nadie. Eres más débil que una pluma. Mariquita. Ya veremos que tan vivo eres como para pegarle a Dylan Terpier. Pobre de tí."
-¿Qué es esto? ¿Por qué lo ocultas de mí?
-Pues por esto Sasha. No me importa en lo más mínimo y tú haces de esto la gran cosa.
-¿Qué insinuas? ¿Que me preocupo por todo? Disculpame por preocuparme por tí.
-No Sasha, no quise ofenderte. Es que simplemente las mujeres se hacen problema frente a tal signo de cobardía.
-Dejala ahí, cada vez la cagas más.
***
Nota del autor:
Hola hermosos lectores, se que me he tardado y que el ser constante es de lo más importante para lo que sea que se quiera hacer. Pero sepan disculpar.
Gracias por todo! Y trataré de hacer capítulos más largos... Es que es más difícil de lo que parece.
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