Capítulo 17: Fiesta de Halloween.

*NARRA SASHA*

Creo que no he mencionado lo mucho que detesto los deportes. Los odio en serio, a demás de que soy un desastre en ellos.
Cuando era pequeña y teníamos clase de educación física, siempre me ponía al final de la fila y dejaba pasar a todos para que nunca llegue mi turno. Me ponía muy nerviosa porque las cosas no me salían y tampoco me interesaba que me salieran. Pero al crecer fue peor ya que las chicas se vuelven más competitivas y se ríen de mí. Sé que son unas idiotas, pero a veces es difícil ignorarlas.
Ya casi termina el año y así también las clases de gimnasia y ¿qué mejor que terminar con un torneo de Handball?
Sí, la profesora nos dijo que hagamos equipos de cinco jugadoras y una suplente, íbamos a competir con los otros grupos del colegio. Inmediatamente formamos el grupo de las peores, y a comparación de los demás, nuestro nombre sí tenía sentido, nos llamábamos "Las cheese".
Lo único bueno de la situación era que al ser todas unos quesos jugando, nadie se iba a reír de nadie, nos íbamos a apoyar y a reír.
No tuvimos más que tres clases de entrenamiento en las cuales traté de prestar toda la atención que no presté durante todo el año, hasta que la fecha llegó.
Estaba muy nerviosa, ya había sido un mal día porque tuvimos las peores materias y solo veinticinco minutos para salir de clases, comer, ir al baño y todo eso.
Comimos por separado, y tratamos de que sea liviano para que no nos cayera mal.
A las 02:30 pm, nos juntamos en el patio y cada equipo se sentó en el piso formando filas. Me di vuelta para ver quién era la última de la fila y vi que faltaba una, por suerte nada más era la suplente.
Luego de un rato, apareció y claro que junto a esto vinieron todos los reproches de nuestra parte. Ya pensamos que no quería jugar. Aunque realmente nosotras tampoco queríamos.
Se dividieron a todos los equipos en cuatro zonas. Cada zona estaba formada por cuatro equipos, que tendrían que jugar un partido de siete minutos entre sí.
El primer partido fue el del mejor equipo de la zona. Veíamos cómo jugaban y sabíamos que no podíamos hacer ni la mitad de lo que ellas.
El siguiente fue nuestro turno y nos tocó con el grupo de nuestras amigas, así que para ser el primero se me fueron bastante los nervios.
Ellas eran torpes como nosotras, y de no haber sido por una, no nos hubieran ganado 1-0.
Nos acomodamos en nuestras posiciones y el silbato sonó.
Jugamos unos tres minutos donde lo único que hice fue reírme porque cada vez que veía la pelota estaba en el piso. La profesora tenía una cara de espanto y nos dio un minuto de descanso donde nos dijo que estábamos jugando muy mal. Jajajjaja ya lo sabíamos da...
El segundo tiempo fue más gracioso, una de mi equipo se tiró al piso y abrazó la pelota, todos nos reímos y lo mejor fue que se levantó como si el juego continuaría. Pero no, volvimos a sacar la pelota e inmediatamente ya estaba  fuera de la cancha otra vez. La mejor jugadora del otro equipo me hizo un pase confundiéndose y yo soy tan idiota que hice lo mismo. No sabía a quien tirársela, todas estaban marcadas, los nervios se apoderaron de mí y se la terminé pasando a la del otro equipo que estaba en frente mío. Fue muy vergonzoso, pero disimulé riéndome. Digamos que ella también colaboró, me puso una cara de "tíramela a mí".
El segundo partido fue contra unas que jugaban muy bien, nos ganaron como 4-0.
Y por último vino el peor partido, contra las mejores jugadoras. La mayoría del tiempo estuvimos preguntándonos entre sí cuánto íbamos y ninguna sabía. Nos terminaron ganando 6-0.
Al perder los tres partidos no clasificamos y lo bueno es que no tendríamos que jugar la final.
Se eligió a las ganadoras de cada zona para jugar la semana que viene. Por suerte safamos de eso.

Pero no todas son malas noticias...
Se aproxima la fiesta de Halloween que hace todos los años el instituto. Será genial porque en mi otra escuela no hacían estas cosas, eran más serios.
Es en una semana y todavía no sé de qué me disfrazaré. Claro que si es de Halloween debo dar miedo, no me puedo vestir de princesita.
Hasta habrá una selección de los tres mejores disfraces y cada puesto se llevará un premio.
Es totalmente gratuito y se organiza con el dinero que recauda el centro estudiantil.  Puedes ir aunque no tengas pareja. De cualquier forma iré con James.

*NARRA PETER*

Se aproxima la fiesta de Halloween y tengo que estar de nuevo entre probadores y tiendas. Es algo que odio pero el hecho de que sean disfraces de Halloween no lo hace tan aburrido.
Tengo que apurarme si quiero conseguir un buen disfraz. Esta vez no iré ni con Leogian ni con Sasha, West me acompañará y ambos elegiremos nuestros disfraces.
No dispongo de mucho dinero, pero quiero tener el mejor disfraz. Es difícil que sea terrorífico y económico a la vez.

***
No tengo nada en mente. Este lugar es tan grande y lleno de disfraces de todo tipo.

-Hola, buenas tardes, ¿Están buscando algo específico? - dijo la vendedora a penas entramos.

-Sí, estamos buscando disfraces de Halloween.

-Por supuesto, se encuentran por allá - señala el fondo de la tienda - síganme.

Había cientos de disfraces de todos tipos.

-¿Quieren que les busque algo en especial o prefieren mirar tranquilos?

-Miraremos, gracias.

-Ojalá encuentren lo que buscan, cualquier cosa estaré por allí.

Empezamos por descartar lo que no nos gustaba.
No me disfrazaría de diablo, ni de esqueleto, ni de hombre lobo, así que decidí buscar por el lado de los zombies. West se río y se fue por el lado de los disfraces de drácula, frankeinstein y todos esos disfraces de película.
Tomé tres tipos de disfraces de zombies, uno de Freddy Kruber y por último una máscara de Jason.
West optó por muchos y entró al probador.
A penas iba sacando mi pantalón ...

-Peter, sal. ¿Qué te parece este? - dice West ya afuera del probador.

-Espera que me pongo el pantalón.

Salgo del probador y lo veo vestido de Drácula.

-Em. Si está bien, pero no da miedo...

-No importa eso, me veo guapo.

-Pero es Halloween... - antes de que pueda terminar de hablar ya se había metido a probarse el siguiente.

Ahora sí me pongo la parte de abajo del primer disfraz, pero nuevamente, antes de ponerme la de arriba, West vuelve a interrumpirme.

-Pet, esté creo que te gustará más.

Salgo refunfuñando y le digo que me gusta su disfraz de momia para que simplemente me deje en paz.

Vuelvo a ponerme la otra parte del disfraz y suena mi móvil. Es una llamada de Josh.

-¿Qué onda amigo? He ido hasta tu casa y Sasha me dijo que estabas en la tienda de disfraces con West.

-Así es, si me permites hace media hora que estoy tratando de probarme un puto disfraz y se me hace difícil con el móvil en la oreja.

-Sí, no hay problema. Solo quería saber si podía ir con ustedes. No tengo disfraz y no quiero ir solo.

-Claro, estamos en los probadores, dile a la rubia que te traiga hasta aquí - corto la llamada sin antes esperar su respuesta.

No necesito la opinión de West, definitivamente no me gusta el primer disfraz. Ni el segundo. Ni el tercero.

Estoy tan resignado que me pruebo uno que West me arroja por arriba del probador.
Era de detective y venía con sombrero. Ni de casualidad daba miedo pero ya que estamos.

-Espera, falta un detalle. Pero sal, no quiero que se rompa y tener que pagarlo.

Al salir me entrega una carabela, y ambos vemos como aparece Josh.
Nos saludamos y de tanta risa que le causa mi disfraz me toma una foto con la boca abierta sosteniendo la calabera y la envía al grupo de WhatsApp.

Josh comienza a ver los disfraces mientras ayuda a West a decidirse por uno. Parece una típica película donde las chicas se prueban ropa y al salir del probador las amigas les dicen "Sí, no, es feo, muy llamativo" y blablabla.

Aprovecho la paz y entro al probador.
Tras quince frustrantes minutos se me ocurre mezclar disfraces y de una forma muy barata.
Solo compré el pantalón de uno de los trajes zombies. Estaba mal cortado como si lo hubiesen roto y era en color beige. Luego me acordé que en casa tengo una remera simple negra que no uso y puedo romper, Y finalmente terminaría el look con un real maquillaje de zombie con cicatrices, sangre y todas esas cosas que Sasha puede hacer debido a que ha estudiado un año de maquillaje profesional.
Solo tengo que pagar el pantalón y por supuesto los maquillajes que Sasha necesite...

West se ha quedado con el traje de Drácula, yo sabía que elegiría ese a pesar de que no daba nada de miedo. Seguro fue porque le encantaron los colmillos.
Josh eligió un disfraz de Chuky que contaba con la peluca naranja, y esa ropita adorable. Pero estoy seguro que con el maquillaje cambiará totalmente, y para hacerlo más real se compró un cuchillo de utilería.

***

El día de la fiesta llegó...
Mamá está trabajando y María se tomó el día libre.
Quedamos en juntarnos todos aquí en casa, pero los únicos que accedieron fueron Cris y Josh.
Leik y West quedaron en pasar juntos la tarde, y James dijo que tenía muchos problemas y que iría directo a la fiesta. Pero todos sabemos que fue porque todavía hay una incomodidad.
Cristina está cambiándose en mi habitación, se vestirá de bruja y nosotros estamos en la habitación de Sasha. Mientras me maquilla, Josh no deja de mirarse al espejo. Se ha vestido hace como media hora. Está súper ansioso, pero no creo que más que yo, de Sasha depende que mi disfraz tenga sentido y no me deja verme en el espejo. Pero confío en que lo hará genial.

-¿Falta mucho Sa?
-Espera, lo bueno lleva su tiempo.
-Pero me comen las ansias de verme.
-Pues, no me importa. ¿Quieres que lo deje así?
-No, no, sigue.

-Y...Ya.

Tras escuchar esa palabra salgo corriendo hacia el espejo y me quedo sin palabras.

-¿Y? ¿Qué dices? ¿Cumple con tus expectativas?

-Claro Sasha, te amo, está genial.

-Wuaaau - exclaman Cris y Josh al unísono - valió la pena esperar.

-Eres Dios en esto Sasha.

-Ay... Tampoco exageres.

-Créeme que sí - la abrazo.

Parecía que hubiese empalidecido, tenía cicatrices y sangre por toda la cara. El rojo en el contorno de los ojos daba un aspecto de zombie drogado, que quedaba genial. Hacía todo mucho más interesante. Mis dientes estaban pintados para dar un aspecto "podrido". También tengo marcas en el cuello y brazos que hacen parecer que se sale la piel.
Luego venía el turno de Sasha, ella se disfrazaría del muñeco de "El juego del miedo", ese con cara blanca y cachetes rojos.

***
Llegamos a la escuela y ya se podía ver desde afuera las decoraciones terroríficas. No daban miedo, pero lo que cuenta es la intención.
Los árboles estaban envueltos en papel, había arañas y cosas así.
Pero todo era más lindo adentro.
Llegamos un poco más tarde, porque Sasha tuvo un problema con su disfraz, y los chicos ya estaban en la puerta esperándonos.
Al entrar vimos que los profesores estaban disfrazados. Todos y cada uno de ellos. Hasta los más aburridos.
El lugar donde se realizaba la fiesta era el gimnasio, que tenía suficiente capacidad para todas las personas. Imagínense lo que debe ser correr aquí.
Había un escenario y lo mejor de todo... La mesa de comidas y dulces halloweenescos. Ok, supongo que esa palabra no existe, pero son geniales. Caramelos de ojos, sopa con colorante rojo que simulaba la sangre, chupetines con distintas figuras, gomitas de murciélagos, galletas con forma de escoba de bruja y todas las cosas que se les ocurriera.

Fue realmente una noche única, bailamos hasta que nuestros pies dolían y Sasha resultó victoriosa porque no había alcohol. Después de lo de la última vez, no queremos que vomite a alguien.

-Bueno, atención, escuchen un momento - paran la música y un profesor coge el micrófono.

Se escuchan abucheos de todos lados.

-Vamos, sé que esto le gustará. Haremos la selección a los mejores tres disfraces, mejor dicho ya la hicimos y anunciaremos los ganadores - hace una pausa el profesor - Suban al escenario Sasha Rodei, Dylan Terpier y Peter Gray.

¿Qué? Esto ha sido sin dudas a propósito.
El primero en subir es el idiota de Dylan. Sasha me mira y me hace una seña de "Vamos, hay que ir". Yo no quiero subir ahí, me niego, no quiero que me miren, odio los aplausos, las luces y todo lo que implica estar allí arriba. 

-No quiero - le susurro - Sabes que odio esto.

-Peter tenemos que ir - pronuncia entre dientes mientras sonríe, pero es tan mala disimulando que todos se dan cuenta de la situación.

-Vamos chicos, ¿Cuál es el problema? Tienen que estar tranquilos. ¿Nunca subieron a un escenario? - ríe el profesor.
Claro que no idiota.
Dylan ríe sarcástico.
Al subir todas las miradas apuntaban hacia nosotros. Lo único en lo que pensaba era en bajar, hasta sudaba.

-Bueno... ¿Ya podemos bajar no? - susurro a Sasha y nuevamente el profesor logra oírme.

-Pues, claro que no. Primero deben recibir sus premios. El tercer puesto es para Sasha Rodei, que se lleva una bolsa llena de dulces de halloween y una lapicera - wuau, que interesante. - El segundo puesto es para Dylan Terpier, ¡muy buen disfraz! Te felicito, te has ganado una orden de compra para el libro que tú quieras - río al escuchar eso, él odia leer, seguro esperaba un reloj o algo así - Y el primer puesto se lo lleva Peter Gray junto con este hermoso reloj - me extiende la bolsa leyendo probablemente mis pensamientos.

Jaja, ¿qué se siente eso Dylan?, baja furioso, pero antes nos toman una foto.

-Sonrían, para el álbum del colegio.

-Y para el periódico escolar - agrega Fanny al lado del fotógrafo.

Claro que en la foto salí de cualquier forma menos bien, creo que hasta cerré los ojos. 

***
Nota del autor:
Hola hermosos lectores!
Gracias, 2,05K. Sé que les debe parecer muy poco, pero para mí es un gran logro. Imaginar a cada uno de ustedes leyendo...
De verdad les quiero pedir que dejen sus votos y comentarios, son muy importantes para mí!
Este es el capítulo más largo de los 17!
Gracias por leer, gracias por su tiempo.
Besos