Habían transcurrido unos meses desde que el rodaje de la película finalizó. Por supuesto, Naruto seguía los éxitos y trabajos de Sasuke Uchiha. ¡Todas las revistas hablaban de él! Ofuscado, dejó la última revista sobre la mesa y terminó de tomarse el café.

No podía quejarse en lo más mínimo, la película estaba siendo un éxito taquillero, le habían pedido hacer muchos anuncios publicitarios y tenía pendiente la firma de varias películas todavía. Su representante no paraba de llamarle con ofertas que evidentemente... él tenía sobre la mesa y aún no había leído. ¡Los trabajos le saturaban!

Encendió la televisión antes de ir a la bicicleta estática para hacer su rutina. Como actor, quería estar siempre en la mejor forma posible para sus futuros trabajos. Empezó a pedalear, escuchando un programa de cotilleo sobre algunos personajes que él ni reconocía, sin embargo, el pie se le escapó del pedal, golpeándose en la espinilla y quejándose al instante al ver a Sasuke aparecer en el plató. ¡Iban a hacerle una entrevista sobre la película!

- ¡¡Au!! Será desgraciado. ¿Qué haces hablando de la película? – se preguntó a sí mismo.

Era extraño que llamasen sólo a Sasuke, por lo general, los dos acudían juntos como protagonistas. Miró la pantalla, todos allí sonreían y el mismo Sasuke lo hacía. ¡Estaba guapo! Él siempre lo estaba pero... tras dos meses y medio sin verle en persona, le parecía que estaba todavía más atractivo.

Todos reían con él y cuando Naruto quiso darse cuenta, estaba sentado sobre el reposabrazos del sillón, sonriendo como un idiota al escuchar su voz respondiendo con gracia todas y cada una de las preguntas que le formulaban. ¡Era un gran actor! Y, de hecho, él le había abierto muchas puertas. ¡Sonrió! Ni siquiera sabía el motivo para hacerlo, pero verle allí le hacía sonreír.

El móvil empezó a sonar. Toda la mesa de cristal vibraba bajo él. ¡No le hizo caso! Estaba absorto mirando el programa. Aprovechó para quitar la toalla que llevaba colgaba al cuello. Finalmente, el móvil dejó de sonar, pero a los pocos segundos, inició de nuevo. Intentó subir el volumen al televisor, pero ni aun así el teléfono perdía fuerza. No dejaba de sonar, intentaban contactarle una y otra vez, hasta que finalmente, tomó el dichoso teléfono.

- ¿Sí? – preguntó Naruto algo malhumorado por no dejarle terminar de ver la entrevista de Sasuke. Su mayor rival pero también... el que había sido un gran compañero de rodaje.

- Naruto, tengo grandes noticias – escuchó a su representante – prepárate para escuchar la mejor noticia de tu carrera, quieren contratarte para hacer una serie con la temática de la película "Android".

- ¿Es en serio? – se sorprendió Naruto al escuchar aquello – espera... ¿Sasuke va a protagonizar la serie?

- Pues... no estoy seguro, pero en principio, sí, querían contratarle, él era al fin y al cabo el androide. La película ha tenido tanto éxito que todos quieren hacer la serie. Naruto, es una oportunidad única, debes firmar el contrato, esas oportunidades son irrepetibles.

- Tengo que pensarlo.

- Naruto, no me hagas como el resto de trabajos, encima de la mesa y sin leerlos no solucionamos nada.

- Me pondré al día, te lo prometo.

Colgó el teléfono y se quedó estático unos segundos antes de estallar en un gran grito de euforia contenida. ¡Una serie con Sasuke Uchiha! Eso significaba meses de trabajo con él y si tenían éxito... posiblemente años. Trabajar con un actor en tan alta estima era increíble, su nombre subiría como la espuma, la gente querría contratarle sólo por haber trabajado en un proyecto tan importante. No podía decir que no pero... por otra parte, trabajar con su mayor rival era un asunto peliagudo. Muchas veces le dijo a su representante que no quería trabajar con Sasuke Uchiha pero ya había hecho la película.

Leería el contrato. ¡Sí! Eso haría, lo leería entero y si realmente era un buen contrato, lo firmaría porque sabía que podía llevarle al estrellato si sólo era una serie. Con eso en mente, se duchó con rapidez, se vistió y apagó la televisión para ir al edificio donde le esperaría su representante.

Todos allí le conocían, era algo normal, uno de los actores juveniles más reconocidos en Japón actualmente. Esa película con Sasuke le había hecho subir todavía más alto. ¿Habría alguien ahora mismo que no le reconociera? Él creía que no. Debía estar en todas las revistas, le llovían buenos trabajos, todos le querían en sus series, películas y en sus revistas.

- Vaya, Naruto, qué rápido has venido – comentó su representante al verle aparecer por el pasillo.

- Quería leer el contrato, te dije que me pondría al día.

- Dices muchas cosas pero no sueles cumplirlas – se quejó – de hecho, hacía una semana que debías haberme dicho algo acerca de un par de trabajos que te mandé.

- No me interesaban. Háblame sobre la serie.

- ¿Android? Pues hay poco que comentar, Naruto. Como te he dicho la película ha tenido un gran éxito y quieren continuar con la tirada. Han decidido alargarla a una serie, imagino que continuarán desde donde lo dejasteis en la película.

- ¿La fuga?

- Sí. Deberías leer los términos.

- ¿Sasuke ha aceptado trabajar en la serie?

- Por las últimas noticias que tengo, sí, estará en la serie. De hecho, creo que está optando ahora mismo al título de mejor actor japonés de este año, así que... le interesaba que le vieran. Está saliendo en muchos programas de televisión.

- Le he visto. Por desgracia – dejó caer como si realmente se lo creyera, aunque le había alegrado verle -. ¿Sabes dónde estará?

- Ni idea, Naruto. Sasuke tiene una agenda muy ocupada, siempre está de un lado a otro. Si quieres contactar con él, deberías hablar con su agente.

- Consígueme su número entonces. Quiero saber dónde está ahora mismo, iré a verle.

- Naruto... estamos cerca de Navidades, es muy posible que Sasuke ya ni siquiera esté por aquí, se suele tomar unos días libres.

Naruto miró el calendario de una de las paredes. ¡Faltaban dos días para que se marchase! Lo sabía por la conversación que tuvo con su padre en su coche. Aún debía estar en la ciudad, pero seguramente, preparando alguna cosa para el viaje.

- Contáctale – sonrió Naruto.

- Haré lo que pueda.

***

Esperaba en el lujoso restaurante del centro, el nuevo que habían abierto y siempre estaba abarrotado de gente. Sin embargo, no fue difícil que le hicieran un hueco a él, más cuando comentó que iría con Sasuke Uchiha. Para ellos siempre tenían un hueco, era una fama y reputación importante para el local.

Tomaba un vasito de sake, cuando alguien se sentó a su lado en la barra pidiendo lo mismo que él tomaba. ¡Dos meses y medio enteros sin verle! Ahora estaba allí, a su lado, serio como siempre y casi de mal humor por haberle hecho ir.

- No creí que vendrías.

- Eras mi compañero de rodaje, aunque acepto que me sorprendió que llamases a mi agente.

- Sólo tenía una pregunta.

- Ohhh, te han dicho lo de la serie. ¿Has firmado?

- Claro que he firmado, me aseguraron que tú estarías y sinceramente, si me hubiera negado pondrían trabas a mi carrera de actor. Sería el responsable de que la serie no saliera, somos los protagonistas principales, si tú o yo rehusáramos, la serie no tendría lugar. Toda la compañía me negaría trabajos.

- Veo que lo entendiste.

- ¿Creías que quería trabajar contigo de nuevo? – se quejó Naruto, pese a que en el fondo, deseaba volver a hacer equipo con él.

- Supongo que no. Siempre ibas diciendo por ahí cuánto me odiabas – sonrió – bueno... espero hayas leído bien el contrato.

- Pues... lo justo.

- Sabes que es una serie yaoi, ¿no?

- Pues como la película.

- Naruto... la película era un shonen-ai.

- ¿Y qué diferencia hay? Tenía que besarte.

- Que en el yaoi... van a poner alguna escena sexual y tendremos que representarla.

- ¿Qué? – se alarmó Naruto.

- Creía que lo sabías.

- ¿Y tú estás de acuerdo con eso?

- Pues de la misma forma en que tú también. Has firmado eso.

- Pero... yo no leí todo el contrato.

- Sabes que te dije que deberías cambiar esa costumbre tuya, es muy mala.

Sasuke tomó el vasito de sake y bebió de un sorbo el contenido. Después de aquello, se levantó de la silla y tomó su chaqueta para marcharse. Tantos meses sin verle y ahora se largaba así sin más en cinco minutos.

- Oye, Sasuke... Sé que tienes una agenda muy ocupada pero...

- Realmente no mucho, he terminado todo hasta después de las vacaciones de Navidad. Es cuando iniciaremos la serie.

- Entonces... ¿No querrías tomarte otra copa conmigo?

- Lo siento, Naruto, pero tengo algo importante que hacer hoy. ¿Qué te parece si quedamos después del rodaje del primer capítulo para tomar algo?

- Supongo...

- Me ha alegrado verte, Naruto. Nos vemos en el rodaje, espero que esta vez no tengas problemas con los besos – sonrió.

- No te causaré problemas, te lo prometo.

Ya no volvió a responder, Sasuke se despidió con una ligera reverencia y salió de allí tras colocarse la chaqueta. Al ver aquello, Naruto se tomó el sake de un trago y pensó que quizá... podrían ir juntos el primer día de rodaje, así que salió también del local. Era la primera vez que haría algo semejante, pero quería una respuesta afirmativa, quería ir con él el primer día. Además, ¿qué tenía que hacer ese chico ahora que sus compromisos habían finalizado? ¿Ese chico sabía divertirse acaso? Lo dudaba.

Lo siguió por la calle principal y posteriormente, entró a una de las tiendas tras él. Le vio dirigirse a los probadores y esperó a que saliera. No quería entrar ahí así sin más, esperaría a que saliera y le preguntaría, sin embargo, cuando salió, estaba diferente. Aquella gorra no engañaría a muchos y sus gafas de sol tampoco. Al menos la sudadera le camuflaría un poco.

¿Dónde narices iba para tener que disfrazarse y pasar desapercibido de la prensa? Ahora la duda la dejaba en segundo plano. Tomó una de las sudaderas de la tienda, pagó en una de las cajas algo alejada de Sasuke y salió nuevamente en seguimiento. Lo sorprendente fue verle detenerse en una juguetería. Ahí no quiso entrar, así que se sentó en un banco y esperó a que saliera de allí.

Cuando lo hizo, iba con un pequeño peluche en la mano. Un zorro anaranjado. ¡No entendía nada! ¿Sasuke tenía niños? ¿Era un morboso de los peluches? ¿Qué era lo que ocurría? Y entonces, todo tuvo sentido. Veinte minutos más siguiéndole, llegaron al Jardín Nacional Shinjuku Gyoen.

Una chica rubia jugaba con un niño pequeño, moreno como Sasuke. No tendría más de un añito, puede que menos incluso, pero jugaba con su madre. Ella sonreía y besaba a su hijo cuando corría algo desequilibrado por la zona cercana. Al ver a Sasuke, salió corriendo hacia él, obligando al moreno a agacharse para poder tomarlo en brazos y darle el regalo. ¡Era la primera vez que veía a Sasuke sonreír con esa ternura y sinceridad!

¿Ése era el gran secreto de Sasuke Uchiha? ¿Tenía un hijo? ¿Con la camarera? ¿Cómo era posible? Él dijo que no tenía novia, daba por supuesto que tampoco familia cercana tipo hijos o esposa. ¿Qué estaba pasando allí?

Naruto se giró enseguida en cuanto vio que Sasuke iba a girarse en su dirección, seguramente sintiéndose observado. Abrió el periódico que llevaba en la mano y se puso a mirarlo como si no fuera con él la cosa. Cuando volvió a girar el rostro, los ojos de Sasuke le miraban muy de cerca.

- ¡Oh, joder! – se asustó Naruto antes de recibir un golpe en la parte de atrás de la cabeza.

- ¿Se puede saber qué coño haces siguiéndome?

- No estaba siguiéndote, sólo... pasaba por aquí.

- No estoy para bromas, Naruto. Odio que me sigan, espero que ningún paparazzi te haya seguido o te juro que te mato aquí mismo.

- ¿Estás... enfadado?

- Eres idiota.

¡Sí, lo estaba! Es lo que Naruto se dio cuenta, levantándose con rapidez para intentar hablar con ese moreno que se alejaba del banco donde él estaba sentado.