Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22: Los problemas de uno en uno.

¡Los problemas de uno en uno! Era lo que siempre se repetía Sasuke. Era mejor afrontarlo poco a poco. Por suerte, el humeante té verde sobre la mesa y las preciosas vistas del atardecer desde el "The Loung", amortiguaban un poco las palabras que Naruto pronunciaba.

¡Era un bocazas! Naruto siempre había sido así, lo conocía desde hacía quizá un año, desde el inicio del rodaje de la película y ahora, volvía a ser su compañero en la serie. Dio un sorbo al té. ¡Lo necesitaba para no matarle allí mismo! Pero en cuanto dejó el vaso sobre la mesa y miró de nuevo el anaranjado cielo con la puesta de sol, una sonrisa surgió en su rostro.

- ¿No estás enfadado conmigo? – preguntó Naruto. Desde que habían salido del primer lugar, supuso que Sasuke estaba deprimido y enfadado por haber visto a su familia. Habían prescindido de él y ahora, le contaba su conversación con Itachi en el baño. Esperaba que estallase, sin embargo... ¡Sonreía!

- Estoy enfadado contigo, aunque no lo parezca. Eres un bocazas – se quejó, pero entonces, estalló en una risa mal camuflada. Tomó una de las servilletas y la llevó a sus labios en un intento por ocultarla fingiendo limpiarse tras el sorbo.

- ¡Sasuke!

- Perdón, perdón – reía sin poder parar – es que... primero, Ino va a matarte por haber soltado lo de su hijo a Itachi cuando te dijo rotundamente que no quería que lo supiera nadie y menos mi hermano. Segundo, estoy enfadado, pero sobre todo, porque me perdí la cara que tuvo que poner mi hermano con todo eso que le soltaste.

- Pues no fue una cara agradable – hizo un puchero Naruto como si de un niño pequeño se tratase – fue una cara más o menos así, en plan bobalicón.

¡La pésima imitación de Naruto hizo que Sasuke volviera a reír! Al menos, Naruto se relajó al verle divertirse después de lo que presenció en el otro hotel. No debió ser nada agradable encontrarse a su padre y a su hermano tomando el té sin él. Su padre ni siquiera le avisó que estaría en la ciudad después de negarle la posibilidad de asistir a las navidades con ellos.

- ¿Qué ocurrió con tu hermano? Es decir... sé que me dijiste que creía que tú estabas con Ino a sus espaldas, pero no entiendo cómo un hermano no puede creer a alguien tan cercano.

- No lo sé. Creo que su novia debió decirle algo. Entiendo que defendiera a su novia, en parte, pero no entiendo por qué no creyó ni una sola de mis palabras. Yo jamás he hecho nada contra él. No tenía nada con Ino ni pensaba tener nada con ninguna de sus novias, o ex parejas, o ligues. Dicen que el amor te vuelve ciego, ¿no? – susurró – yo también estuve muy ciego con mi ex pareja. No vi venir todo lo que hizo y confiaba en ella. En eso consiste el amor, ¿no? Confianza.

- En serio, Sasuke, no podemos seguir así – se quejó Naruto con una leve sonrisa antes de dar un sorbo al té. Sasuke se tensó al no entender de qué hablaba o a qué se refería. ¿No podían seguir cómo? – no puedes seguir hablando así y luego pretender que no me enamore de ti. Yo te odiaba cuando te conocí – Sasuke sonrió al instante y agachó la mirada hacia su té – en serio, tienes que hacer algo para arreglar esto. Si no quieres enamorarme, arréglalo.

- Gilipollas – le dijo Sasuke sin más.

- No sirve, me sigues gustando – sonrió Naruto – creo que ya es tarde para que te odie.

- ¿En serio? Vale. ¿Y qué tal con esto?

Sasuke se incorporó ligeramente y apoyó sus codos en la mesa para poder acercarse a él. Una de sus manos se movió hacia la nuca del rubio y entonces, atrayendo su rostro, giró hacia su oído para poder susurrarle.

- Vamos a mi casa, suplicas por tu vida a Ino y mañana te acompaño al hospital a buscar información de tu madre.

- Lo dicho, es tarde para que te odie –. La sonrisa de Naruto era agradable, pero la de Sasuke era una mucho más dulce, una que apenas se veía y que el público acabaría derretido por ella si vieran cómo era en realidad cuando no fingía – Sasuke, dijiste que era mejor dejar lo del hospital para más adelante por lo de los paparazzi y también lo de tu casa. ¿Estás seguro de esto?

- Sí. Itachi ya sabe la verdad y a mí me da igual si me ven contigo. Ya se me ocurrirá algo que decir.

- Por mí está bien. Vayamos mañana entonces.

***

Conducir el Mustang era algo que le hacía feliz a Sasuke. ¡Sólo era un coche! Pero para alguien que fue mecánico como él, conducir un coche que apenas se veía por la ciudad era todo un privilegio.

Tokio siempre era una ciudad viva, incluso en la noche, sus carteles luminosos no cesaban y algunos barrios se animaban, sobre todo cuando llegaba el fin de semana. En cambio, la carretera que iba a la casa de Sasuke era completamente montañosa, atravesando oscuros bosques sólo iluminados por los faros del vehículo. Un lugar realmente tranquilo para vivir.

Un camino medianamente asfaltado era la entrada hacia la casa, oculta entre gigantescos árboles. Aquello no fue lo que sorprendió a Naruto, había estado allí más veces y conocía bien tanto el camino como la vivienda de su compañero, sin embargo, nunca antes vio otro coche en la entrada. Un Lexus, la marca lujosa de Toyota aunque medianamente asequible al público. Era un coche característico de una empresa japonesa, por lo que tampoco era algo demasiado extraño de ver, pero sí era una auténtica rareza ver un coche, ya fuera cual fuera. Allí sólo vivía Sasuke y el servicio de la casa.

Sasuke frenó frente a la puerta y resopló antes de apagar las luces. Él pareció reconocer el vehículo y por eso mismo, tardó en bajar del Mustang. Naruto le imitó en cuanto lo hizo.

No había nadie en el portal, lo que indicaba que seguramente, Ino conocía a las personas que habían llegado de visita y les cedió la entrada. ¿Podría ser la familia de Sasuke? Pero a ellos no parecía importarles demasiado su hijo, así que no podía entender qué harían allí. ¡No debían ser ellos!

Sasuke se detuvo unos segundos frente a la puerta y entonces, giró la mirada hacia el garaje. La luz estaba encendida. Él nunca dejaba la luz encendida. Ese hecho hizo que caminase hacia allí y Naruto le siguiera a cierta distancia. ¡Su padre miraba el coche que Sasuke reparó! Los dos se sorprendieron, pese a que el rostro de Sasuke se tensó considerablemente. Estaba enfadado y Naruto prefirió mantener el silencio en ese momento por no meterse en sus asuntos.

- Un DeLorean – sonrió su padre mientras pasaba la mano por las líneas del coche. La sonrisa de su padre era como la de un niño pequeño con un juguete nuevo – encontraste uno al final.

- Iba a ser tu regalo de navidad, pero al parecer me surgió trabajo y no pude ir –. Aquella fue la excusa que Itachi le dijo a Naruto y él le contó en el restaurante horas antes donde tomaron el té. Sasuke utilizó la excusa barata que su padre dio para justificar que Sasuke no fuera en navidades en vez de contar la verdad –. Cuando salgas, llévatelo; las llaves están en la guantera.

Sin más, Sasuke dio la vuelta y se dirigió hacia la casa con rapidez. Naruto le siguió, pese a que no fue el único. Fugaku fue tras ellos también.

- Sasuke, espera. Mira lamento lo de las navidades y...

- ¿El qué? ¿Que no pudiera ir por trabajo? – preguntó con mofa –. ¿O sientes haber mentido también a mi hermano para ocultar que no quisiste que fuera y anulaste mi viaje?

- Tienes que entenderlo...

- Sí, sí, ya me conozco esa canción. Tu nueva esposa no quiere que vaya. ¿Tiene miedo que lleve a toda la prensa allí y de que Itachi y yo iniciemos una discusión familiar? Quizá es porque prefiere a tu hijo el que siempre cumple todos tus sueños, el que se va a casar en breve...

- Ha roto con Karin. Después de enterarse de lo que estaba ocurriendo, me llamó.

- Y tú, como buen papá, viniste corriendo. Pillaste el primer vuelo que viste, llegaste a la ciudad a consolar a tu hijito y ni se te ocurrió pensar que tenías otro, ¿verdad? ¿Para qué avisarme a mí? ¿Crees que me importan ahora tus disculpas por lo de Navidad? ¡Por favor! – sonrió con arrogancia – lárgate de mi casa, no eres bien recibido aquí y la navidad ya pasó. Por cierto, tampoco me esperes el año que viene, trabajaré.

Enfadado, se dirigió hacia la puerta de la vivienda dispuesto a encontrarse con la siguiente persona: su hermano. Estaba convencido de que los dos habían venido juntos tras verlos en el restaurante y Sasuke parecía reconocer bien que el Lexu era de su hermano y no de su padre. ¡Era el único que tenía coche en Tokio! Su padre vivía a casi dieciséis horas en coche de allí. Estaba claro que vino en avión, era más rápido y barato que pagar la gasolina y hoteles donde quedarse a descansar si venía por carretera.

- Itachi, fuera de mi casa.

Fue la primera frase que surgió de los labios de Sasuke en cuanto entraron, pese a que aún no podía ver a su hermano. Fue al terminar de recorrer el pasillo y llegar al salón, cuando vio a su hermano sentado en el sillón. Una taza de té estaba sobre la mesa. Llevaría allí un rato. Ino se mantenía tensa frente a él. Seguramente estaban hablando del tema, de cómo se torcieron las cosas, aunque por suerte, el niño no estaba por allí, seguramente por las horas que eran, dormía.

- Ino, no te creas ni una de sus palabras. Es todo un mentiroso – se quejó Sasuke.

- Sasuke, he venido para intentar...

- ¿Arreglar las cosas? ¿Te crees que somos idiotas? Primero te acuestas con ella, os hacéis novios... si es que lo fuisteis en realidad porque lo mantenías en secreto, para luego, ¿qué? ¿Declarar tu matrimonio con otra chica?

- Sabes que no fue así. Salía con Karin.

- Ya, pues no te importó revolcarte con Ino.

- La quería a ella, aún la quiero a ella – se quejó, alzando ligeramente la voz –. Iba a dejar a Karin pero... creí...

- ¿Creíste que yo me follaba a tu amante? ¿Que estaba embarazada de mí? Claro, porque es más fácil creer a la chica con la que vas a romper que a tu hermano, ¿no? ¿En qué cabeza cabe, Itachi? ¿No nos criamos juntos? ¿Es que no me conocías lo suficiente como para saber que yo no hago esas cosas?

- Me dejé comer la cabeza por todo lo que Karin dijo. Me enseñó fotografías vuestras comiendo juntos.

- Sí, cuando tenía que consolar lo que tú jodiste – se quejó Sasuke – iba a ser mi cuñada, ¿creías que no intentaría llevarme bien con ella? Yo te quiero, Itachi, eres mi hermano, haría lo que fuera por ti, pero al parecer, a ti te da lo mismo. Eres igual que papá y quiero que os larguéis los dos de mi casa.

- Sasuke, sólo quiero intentar arreglar las cosas.

- Por mi parte es un poco tarde para jugar a la familia feliz.

- Itachi, sabes que te amé, ¿verdad? – sonó por primera vez la voz de Ino. Estaba afectada con todo aquello y a duras penas mantenía la compostura sin echarse a llorar por la situación – pero me hiciste daño. Estoy con Sasuke en esto, prefiero que te vayas.

- Ino, por favor, quiero conocer a mi hijo.

- No te negaré ese derecho, Itachi. Hablaremos en otro momento sobre qué podemos hacer para que veas al niño, pero ahora mismo, está durmiendo y yo no tengo fuerzas para enfrentarme a ti en este instante. Aún me duele verte.

- Pelearé por ti, Ino – se levantó Itachi – te demostraré que aún te quiero, no voy a permitir que esto acabe así. Sé que aún me quieres y yo también lo hago. Podemos ser felices.

- No ahora mismo – dijo finalmente Ino – no confío en ti y el amor no sirve para arreglar todo esto, Itachi. Lo que hiciste... necesito tiempo y sobre todo, necesitaré ver un cambio en ti que ahora mismo, no es visible.

- Ya la has oído. Fuera – sentenció Sasuke.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro