Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23

¡¡La de hoy es la canción emo por excelencia!! ¿Estamos listas para el maratón? Solo os digo que se avecinan capítulos muuuuy intensos.


Capítulo 23

Come, break me down / Bury me, bury me.

Ven, rómpeme / entiérrame, entiérrame.

30 seconds to Mars – The Kill


HERMIONE

Scholz insistió en acompañarla a casa. Ella no lo veía necesario, en realidad prefería volver sola, pero él repitió el ofrecimiento tantas veces que era maleducado no aceptarlo.

Ese día, Scholz se había puesto un elegante traje para llevarla a cenar. Hermione habría preferido mil veces quedarse en casa junto a Crookshanks, quizás incluso ver una película y hacer palomitas en la sartén. Había algunas tradiciones muggles que ella era incapaz de perder, al fin y al cabo, la mitad de su vida había transcurrido sin magia.

—Ha sido una noche estupenda —le dedicó Scholz cuando llegaron al edificio en el que Hermione vivía.

—Sí, gracias por la cena. No tenías por qué molestarte—repitió Hermione una vez más, aunque ya se lo había dicho varias veces en el restaurante.

Scholz había pagado la cena, a pesar de que ella se había opuesto. Al final, una vez más, su jefe había resultado más persuasivo de lo que ella esperaba. El hecho de que Scholz pagara la cuenta del restaurante le aportaba cierto romanticismo a esa noche, algo que ella no buscaba, en absoluto.

—No es nada —él le restó importancia—, gracias a ti por tu compañía y por tu tiempo. Es un auténtico honor poder compartir estos momentos contigo.

Se sentía incómoda cuando Scholz le decía esa clase de cosas. Hermione sabía a esas alturas que eso no se trataba de una simple amistad, no podía serlo. Sus dos mejores amigos eran chicos, Harry y Ron, y de ninguno modo se sentía incómoda con ellos. Era como si... todo lo que Scholz hiciera por ella, esperara algo a cambio. Y ella no estaba dispuesta a ceder a eso.

—Nos vemos el lunes, buenas noches —dijo Hermione.

Se dio la vuelta, a punto de entrar en el edificio, pero él la agarró del brazo con firmeza, deteniéndola. Ella se quedó congelada cuando lo sintió acercarse. Sabía lo que quería, lo veía venir desde hacía días y... no. No podía dejar que lo hiciera. No iba a dejar que la besara.

Con elegancia, Hermione dio un paso atrás.

—John... —susurró—, no creo que... no, es mejor que no.

Él tardó un instante en recomponer su gesto sombrío al escuchar su rechazo. Pero, en tan solo un momento, una brillante sonrisa volvió a su atractivo rostro. Como si nada hubiera pasado, como si no le importara en absoluto.

—Tienes toda la razón, Hermione. Discúlpame, no sé qué me ha pasado.

Ella se sintió culpable, porque supo que con eso había puesto un punto y final en el avance romántico de Scholz y que acababa de crear un momento embarazoso.

—No quiero... ya sabes, somos compañeros de trabajo y... —se excusó ella.

Scholz la interrumpió, alzando las manos para callarla.

—No, no. De verdad, Hermione, tienes razón. Te pido perdón si te he hecho sentir incómoda en algún momento.

Pasaron unos momentos hasta que ella consiguió componer una nueva sonrisa. No era tan brillante como la suya, pero al menos era sincera, algo que llevaba días sin conseguir. Posó su mano en el hombro de Scholz con cierto cariño.

—Gracias.

Después se dio la vuelta y entró en su edificio. Scholz se quedó allí unos segundos antes de marcharse y ella contempló su figura alejarse del edificio oscuro en el que ella vivía.

Hermione subió las escaleras hasta llegar al tercer piso, su apartamento. Abrió la puerta y Crookshanks la recibió, agitando su cola peluda y naranja con alegría. Tan pronto como entró en el piso, ella se quitó los zapatos y acarició la cabeza de su gato.

Encendió el calentador de la ducha mientras se desnudaba. Su mente no dejaba de reproducir una y otra vez el momento en el que Scholz había intentado besarla. Ella lo había parado con rapidez, antes de que él llegara siquiera a tocarla... y eso le recordaba ese maldito momento en el que no había sido tan rápida al frenar el beso de Malfoy.

El agua caliente cayó sobre su cabeza y Hermione dejó escapar un jadeo de placer y vergüenza al recordar lo que había pasado con Draco Malfoy. Sentía ganas de enterrar su cabeza en una almohada cada vez que su mente reproducía ese momento.

¿Por qué demonios había sido capaz de detener el beso de un hombre serio y respetable como Scholz pero, en cambio, había dejado que un antiguo mortífago y ex convicto de Azkaban la besara y la tocara como si fuera suya? Porque así había sido el maldito beso con Malfoy. No solo se habían besado, no. Había... había algo más ahí. Pasión contenida, furia.

Joder, si ese vecino muggle no hubiera comenzado a gritarles, ¿qué habrían hecho? ¿habrían follado ahí mismo, a plena luz del día y en mitad de la calle?

Su respiración se hizo pesada al imaginarlo y sintió sus pezones endureciéndose, a pesar de que el agua de la ducha caía sobre ella casi hirviendo.

Hermione sabía que no era normal, nada en ese beso lo había sido. Sus cuerpos encajaban demasiado bien, por eso ninguno de los dos había intentado romper el contacto. Había algo —Merlín sabía qué diablos era— que los atraía como un imán. ¿Sería el odio? Ella había escuchado ese dicho muggle mil veces: Del odio al amor hay un paso.

Podría ser eso.

Porque, aunque «odiar» fuera una palabra muy fuerte, podía asimilarse bastante a lo que Malfoy y ella sentían el uno por el otro. Porque él era un canalla frío y sin sentimientos.

«No tiene sentimientos, pero te quiere follar» le dijo su mente.

Hermione cerró el grifo de la ducha de inmediato. No quería que sus pensamientos fueran por ese camino, era lo último que necesitaba en ese momento. Ya se sentía bastante mal como miembro del PRASRO por haberse dejado besar. Eso ya era suficiente para dejar el caso de Malfoy, aunque Scholz no se lo hubiera permitido.

Salió de la ducha y se envolvió en una toalla blanca.

Miau —dijo Crookshanks cuando la vio salir del baño.

—Sí, lo sé, Crooks: Malfoy es un capullo.

Después se prometió a sí misma no pensar más en eso, no pensar más en él.

A partir de ese momento, ella sería su tutora y él sería su proyecto.

Nada más.


Bueno, bueno. Primero que nada: ¡ME HACÉIS LA PERSONA MÁS FELIZ DEL MUNDO CUANDO ME DECÍS QUE OS GUSTA EL ROSTORIA! Ha sido genial leer los comentarios del capítulo anterior.

Ahora... Draco y Hermione, creo que la tensión es innegable. Me ha parecido muy interesante que ya haya un desagrado tan fuerte hacia Scholz, esperaba que eso viniera en el futuro. Lo vais a pasar fatal jajaja.

Mil gracias a todas las que también estáis leyendo La estrella más oscura, ¡¡ya sabéis que yo leo todos los comentarios y os agradezco muchísimo el apoyo!!

Mañana nos vemos ;)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro