Izuku conoció en su adolescencia a aquella belleza de hielo, fue después que su matón le dejara atrás con un labio partido y sin dinero para irse a casa, caminó derrotado hacia casa cansado de todo, cansado del clásico "no puedes ser un héroe", y de todos modos porqué lo intentaba de esa forma? No había nada para luchar...

Rei- oye chico, estas bien? - una albina de ojos grises que estaba en el parque dejando que aquel enojo a causa de su pelea más reciente con sus padres se fuera, el pecoso golpeado solo disparó sus alarmas para ayudar

Izuku- eh? Si completamente bien- mostró la sonrisa falsa de siempre, asegurando que el dolor pasará con el tiempo

Rei- no creo- dijo examinando el estado deplorable del pecoso, zapatos sucios y uniforme roto en varias partes, labio roto y heridas leves pero sangrantes- deberías ir a un doctor

Izuku- deberías meterte en tus asuntos- dijo enojado, el día de hoy era peor que el de ayer y el de ayer a ese, ella no tenía la culpa y ese enojo salió por si solo

Rei- solo trato de ser gentil y ayudar tonto- respondió con un puchero

Izuku- perdón, no debí decir eso, ha sido un día de perros- suspiró cansado y se sentó en la misma banca que la albina, sus pies comenzaban a doler

Rei- ya somos dos- habló en murmullo audible para el peliverde- ven vamos a curar tus heridas- decidida a ayudar y evitar sus pensamientos pesimistas extendió su mano para que el pecoso la tomara- como te llamas?

Izuku- soy Midoriya Izuku y tu?

Rei- Himura Rei- dijo con un animo ligeramente mejor- cerca vive una amiga y será de ayuda- sonrió al chico y este tomó su mano, era fría como pasar la mano por nieve recien caida, agradable para Izuku

Luego de ello se siguieron viendo en aquel parque donde se conocieron y poco después descubrieron que estudiaban en la misma escuela, ambos se hiceron unidos y más pronto que tarde novios, ambos fueron fuertes soportes emocionales para el otro, Izuku tenía por quién pelear y Rei un motivo para sonreír, tal vez no pueda ser un héroe pero sería aquel que ayude a los héroes cuando más lo necesiten...

La cosa se vino abajo cuando cumplieron veinte años y los padres de Rei hiceron algo horrible, la vendieron a un Todoroki para un matrimonio arreglado claro que debía romper con Izuku y eso le dolía mucho, las injusticias en el mundo eran demasiadas.

Rei- en verdad perdóname Izuku! - lloró la albina en la entrada de la casa Midoriya, el pecoso estaba impactado por lo que dijo su novia

Izuku- vete... - susurró dolido por qué su ex le rompía el corazón

Rei- espera Izuku déjame... - el pecoso solo giró en su sitio dándole la espalda y negando que salieran sus lágrimas

Izuku- por favor vete Himura o debo llamarte Todoroki ahora? - habló con odio, Izuku descubrió por cuenta propia la verdad, hace unos seis meses que estaba casada y no le había dicho nada

Rei- Izuku por favor déjame hablar!

Izuku- no hay nada que hablar, me engañaste y ahora estás casada fin de la historia- con eso cerró la puerta dejando a la albina dolida quería tocar la puerta pero no pudo el dolor, la tristeza y vergüenza le pudo y solo salió de allí

Izuku la intentó olvidarla por todo medio posible, se volvió mujeriego pero con cada chica con la que estaba extrañaba más a la albina, ambos se apoyaron tanto en el otro que su atracción se volvió magnética, siguió intentando olvidar a Rei enfocandose en sus negocios como un alto mando en la comisión de héroes, fue cuando se enteró del estado de su ex novia inolvidable...

Todoroki Rei había enloquecido, el abuso psicológico de Endeavor sumado a la desaparición de su primer hijo y el como estaban tratando al más pequeño trajo consigo locura que la llevó a estar en un hospital psiquiátrico bajo observación constante.

Izuku obviamente fue a mirarla, por mucho que haga ojos ciegos y oídos sordos no podía, la amaba con locura y ya no podía ignorar ese hecho.

Usando su influencia y bajo el pretexto de proteger a la familia del número dos terminó frente a la puerta que daba a su amada fruta prohibida para él, con valor tomó el pomo de la puerta y entró...   La habitación estaba en oscuridad y Rei estaba en la cama abrazando sus piernas como cuando se conocieron murmurando cosas que no se alcanzaban a entender.

Izuku- Rei... - habló y la albina miró al pecoso frente a ella, sus pecas seguían causando demasiada ternura, el cabello seguía alborotado y los ojos seguían siendo hipnóticos además que su musculatura aumentó no al punto del idiota que tenía por marido pero le quedaba bien- hola Rei... - la maldita sonrisa roba alientos de siempre

Rei- Izuku... - susurró antes de llorar levemente- perdón... Perdón... Perdón...

Izuku- no hace falta pedir perdón Rei- el pecoso se acercó y ella al instante se lanzó a abrazarlo, negandose a soltar a su soporte emocional que le fue privado hace tiempo por un acuerdo que la envío a la locura- ya no te preocupes, estoy aquí

Esa noche Rei durmió en los brazos protectores de su ex, el calor que desprendía era tan diferente a Enji, el pecoso desprendía seguridad y amor, el pelirrojo odio y resentimiento claro. Una vez en todos estos años casada que por fin dormía tranquila.

Las visitas de Izuku se volvieron frecuentes, y pronto se encontró con la hija del héroe Endeavor acompañada de su hermano menor y una criada que le comía con la mirada, entraron, los niños con miedo y el adulto peliverde con una sonrisa calmada a la habitación, Rei sonreía de una manera que los niños nunca habían visto, parecía que el tipo que no era papá la hacía feliz y por ende hacía felices a los niños.

Izuku- por cierto quiero que conozcas a alguien- dijo con una sonrisa de emoción a su... Amiga

Rei- quien? - dijo mientras comía el manjar que el pecoso había preparado para ella

Izuku- alguien muy especial para mí y que seguro conoces- dijo con esperanza en sus ojos, la albina sintió curiosidad pero no dijo nada, sabía bien que las sorpresas de Izuku eran las mejores

Al día siguiente Izuku llegó al hospital con alguien que las enfermeras categorizaban como un terrón de azúcar andante, el niño en cuestión estaba nervioso por lo que su padre haría, hace unos años que se fue de allí y tenía miedo de como reaccionaría la albina del otro lado.

Rei- adelante - se escuchó del otro lado y el pecoso tomó la mano del niño para calmar sus dudas, el pecoso sabía como actuar con los niños

Izuku- hola Rei- habló alegre entrando con el niño oculto detrás de sus piernas- él es quien quería que conocieras- dijo con una risilla ante la mirada de incredulidad de la albina

Rei- T-Touya! - sin esperar más envolvió a su hijo en un abrazo maternal, lo había extrañado demasiado

Touya- mamá... - el albino abrazó a su madre escondiendo su cara en el hombro de la mujer y llorando- perdón... Perdón por dejarte... Perdón por gritar... Perdón por ser tonto! - dijo sollozando a lo que la albina solo acarició sus cabellos

Rei- oh cariño ya no importa, estás bien y a salvo eso es lo que importa de verdad - dijo amorosamente a su hijo el cual se aferró más a su madre- pero cómo? Enji dijo que había muerto- habló al pecoso que solo rascó su mejilla avergonzado

Izuku- verás...  lo encontré en mal estado hace unos años, no podía dejarlo así como así por lo que lo llevé a un hospital, cuando se recuperó me dijo su nombre y especificó que no quería volver a casa así que lo adopté- dijo mientras se sentaba en la cama- le e sacado todas las ideas que Todoroki le metió

Rei- gracias Izuku... - se acercó a abarazar al pecoso y este solo se dejó

Izuku- no hay porqué agradecer... - abrazó a la albina amando cada momento con ella

Touya- oigan yo también quiero un abrazo! - se lanzó con un puchero a su madre y padre adoptivo quienes le recibieron con amor

Los días pasaron al igual que los años, Rei cada vez mejor en gran parte gracias al pecoso de su amigo... Por mucho que quisera revivir aquel amor pasado, era probable que el pecoso tuviera esposa a estas alturas y ella no sería tan cruel para romper una relación solo por un capricho.

Cuando Shoto cumplió los catorce años Rei fue dada de alta y le recomendaron que no volviera a aquellas paredes de la mansión Todoroki por su bien mental, era probable que su mente se rompiera y causara un daño, no sabía a donde ir y como siempre su salvador de cabello verde hacia acto de presencia para salvarla llevándole a su propia morada que era una casa de tres pisos impecable en la que vivía con Touya pues nunca se interesó en otra mujer tanto como lo hizo con su reina de hielo.

Rei- aún no puedo creer que no te casaras Izuku, eres un buen hombre, servicial, leal como pocos, amoroso- dijo sin creer lo que pasaba- me sorprende que no tengas a ninguna chica detrás de ti

Izuku- de que hay, hay pero no me interesan- habló con la verdad mientras bebía un cóctel- solo me casaré con una mujer y me e decidido a eso

Rei- y quien es la afortunada? - dijo con celos notorios que al pecoso hicieron reír- estoy hablando enserio Izuku! - dijo con un puchero, más adorable imposible

Izuku- la única con la que me quiero casar es una mujer albina, de ojos grises que tanto me vuelven loco, con poderes de hielo que le gusta el café en la mañana acompañado de tostadas y un beso de los buenos días- dijo recordando su primera noche juntos, aquella en la que la pasión desenfrenada y amor se mezclaron para dar paso a un día como pocos, de algo se podía jactar sobre Endeavor es que tomó la primera vez de su esposa

Rei- l-lo dices en serio? - preguntó impactada, nerviosa y emocionada

Izuku- lo dije cuando lo hicimos por primera vez y lo diré ahora, la única mujer con la que pasaré el resto de mi vida se llama Rei Himura aunque le quedaría mejor el apellido Midoriya pero eso es otro tema- dijo con una sonrisa calmada

Rei- n-no me odias por lo que pasó? - habló en voz baja pensando que era un sueño

Izuku- durante dos meses si, luego me di cuenta que no fue tu culpa, traté de contactar contigo en múltiples veces pero tu querido esposito lo hizo imposible por lo que me dediqué a intentar olvidar que estabas en otra cama revolcándote con él- dijo con asco de pensar en su querida albina con esa bestia de fuego

Rei- nunca me sentí completa con él en la cama, solo era una ronda de pocos minutos antes que cayera dormido- admitió con vergüenza- n-nada comparado a nuestro tiempo juntos...

Izuku- me es imposible olvidarte Rei no importa lo que haga, con quien me acuste o con quien esté- una de esas cosas activó las alarmas en la cabeza de la albina

Rei- Izuku... - el tono helado indicaba peligro y el pecoso ya sabía por qué- que quieres decir con quien me acueste? - preguntó con una sonrisa tranquila y un aura de muerte

Izuku- bueno... No es importante ahora- con miedo intentó desviar el tema sin resultados

Rei- lo es para mí- su sonrisa seguía mientras escarcha cubría el sofa- dime que es a lo que te refieres con acostarte con alguien?

Izuku- b-bueno tu sabes... - dijo en balbuceos mirando como el hielo se expandía lentamente- espera... - algo hizo clic en su cabeza y miró a su amiga con picardía- acaso estás celosa?

Rei- claro que sí se metieron con lo mio- analizó sus palabras y sólo se sonrojó muy fuerte- q-quiero decir... N-no es que seas objeto de mi propiedad es solo que... Bueno yo...

Izuku- está bien lo entiendo- soltó risueño mirando como la albina se ponía roja de vergüenza- no hago eso desde hace algunos años cuando supe de tu tercer hijo, ya me daba igual despertar solo

Rei- perdón por hacerte sufrir Izuku...

Izuku- ya lo dije no fue tu culpa, tu solo actuaste para no meterte en problemas, entiendo por qué lo hiciste, el pasado pisado- aseguró acariciando la mejilla fría de Rei como hace años cuando ella llegaba enojada por algo a la casa del pecoso, con el pelo soltando escarcha y caminando en círculos murmurando para ella hasta que el pecoso hicera algo para calmarla

Rei- gracias por hacer todo esto- sonrió recostandose sobre el pecho de Izuku, como extrañaba eso

Izuku- por ti Rei lo que sea- acarició el cabello blanco de su amiga la cual se sentía en paz

Touya- y cuando se casan? - el ojiazul entró a la sala comiendo una manzana y admirando desde el minuto uno a sus padres

Izuku/Rei- Touya! - gritaron al mismo tiempo con la cara roja

Touya- que? Papá ama a mamá y mamá quiere a papá, ambos se quieren más de lo que el bastardo de Todoroki alguna vez demostró- dijo mientras comía la manzana- Fuyumi no dirá nada porque le cae bien Izuku y por si no lo recuerdas papá, ella te llamó así hace dos semanas cuando la ayudaste con el tema en el que estaba, Natsuo también te quiere como a un padre, juegas todo el tiempo con él

Rei- pero Shoto... - detuvo el tren de pensamiento con su hijo menor, él no quería ni verla a la cara y estaba claro que no le agradaría esto

Touya- que se joda- respondió cuando su padre le lanzó una almohada

Izuku- lenguaje! - dijo enojado con su hijo

Touya- perdón pero es verdad! Shoto no a hecho ni el mínimo esfuerzo en acercarse porqué incluirlo? Es hora que mamá sea feliz- declaró con autoridad que no tenía

Rei- no creo que sea tan fácil cielo, se necesitan papeles y requiere demasiado y- su hijo le detuvo mostrando los papeles que ella decía- eh?!

Izuku- de donde lo sacaste? - preguntó cuando recibió los documentos de divorcio con la firma auténtica de Enji Todoroki- como lo hiciste?

Touya- los papeles llevo consiguiéndolos desde que nos volvimos a encontrar con mamá, la firma del idiota la conseguí colando los documentos con cosas de su agencia, ni siquiera ve lo que firma- dijo con calma sorprendiendo a sus padres

Izuku- no se si sentirme orgulloso o patearte por hacer esto sin mi consentimiento- declaró a lo que el albino se rió

Touya- tu me enseñaste a usar recursos así que siente orgullo por mi padre- dijo en tono falsamente arrogante que hizo reír a Izuku- que dices mamá?

Rei- yo... - no estaba del todo convencida, ella merecía ser feliz? Literalmente quemó la cara de su hijo solo por tener un ligero parecido con su esposo y jugó cruelmente con su expareja

Izuku- Rei... - el peocoso le tomó de la mano y le sonrió calmando sus dudas- mereces ser feliz al lado de quien quieras

Esto fue el detonante de un brillante futuro, Rei firmó los documentos y Touya no tardó en llevarlos para hacerlo oficial, grande sorpresa para el mundo, el número dos perdía a su esposa sin saberlo...

Endeavor se sintió enojado con esto, su máquina personal de crías se había ido y se llevó a todos con ella, incluso su obra perfecta se la llevó( principalmente porque Rei no quería que Shoto creciera en un ambiente tan peligroso) obviamente la buscó y encontró solo para saber que estaba con literalmente su jefe, si quería seguir siendo héroe no podía hacer nada por ello, resignado se enfocó en seguir su camino de héroe.

Shoto al cambiar de casa a un calido lugar y ver a su madre feliz se desmoronó en la entrada llorando en brazos de su familia y nuevo padre que para sorpresa del bicolor le abrazó como si fuera su propio hijo.

Al final Rei Midoriya si pudo tener su felicidad

Nunca es tarde para ser feliz