- ¿No era mejor venir a pie?- preguntó la peliazul mientras el héroe la sostenía en brazos.

No era que le tuviera miedo a las alturas, de hecho, siempre estaba de edificio en edificio como Ladybug y ya se había acostumbrado, sino que el problema era el sentir sus mejillas arder al estar tan cerca de Chat Noir que creía que estas se pondrían más rojas que un tomate.

- ¿Y que los reporteros nos tomen como una pareja? No me arriesgaré a que mi Lady me tome por infiel.

A veces Marinette no entendía como él podía estar tan obsesionado por Ladybug.

Y otras veces no sabía porque sentía celos de su alter ego.

«Meh, debe ser la pubertad»

- ¿Y cargarme como princesa en apuros te servirá?

- A una princesa hay que cuidarla.- dijo el héroe dándole una sonrisa coqueta- Y yo cuidaré de ti.

Marinette se sonrojo ante el comentario pero se cruzó de brazos para ocultar su notorio tono rojizo.

- No soy una damisela en apuros, además yo puedo ir sola.

No es como si le molestara, le agradaba estar así, le daba la sensación de estar con alguien que amara, como Adrien.

La peliazul soltó un leve suspiro al recordar a el encargado de robar todos sus delirios, suspiros, sueños y más grandes deseos.

«¿No sería lindo que Adrien fuera Chat Noir? Éso significaría que ya lo habría besa...»

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos al darse cuenta de que el héroe gatuno la había bajado de sus brazos.

- Bien, aquí te bajo, princesa.

- ¡Que NO soy una PRINCESA!

Marinette iba a llamar un taxi cuando se percató de que ya estaban dentro de la escuela.

«Vivo a un lado de la escuela y el viaje se me hizo largo, ¿Qué extraño, no?»

Chat Noir subió a uno de los barandales de la escuela justo después de que la franco-china llegara a la planta alta.

Marinette había dirigido su mirada al cielo para observar la noche, le parecía hermosa, sencilla y perfecta.

El cielo despejado le permitía observar la Luna que destacaba entre la noche mientras las estrellas le daban un toque de magia con su brillo, tal como él le daba sonrisas a su vida, tal como Cha...

«¡¿Qué rayos estoy pensando?! Debo estar cansada, sí, de seguro es eso...¿Verdad?»

- ¿La noche se ve linda, no?- Marinette asintió mientras el héroe se encontraba melancólico- Me recuerda mucho a mi madre, ella solía ser la alegría de mi casa, nos hacía reír a mi y a mi padre, convertía lo aburrido en algo divertido, siempre pensaba con optimismo, aún cuando su vida estaba por terminar...Ella estaba feliz...

Chat Noir desvió la mirada, por más que quisiera seguir su vida, no podía olvidarla, no podía evitar derramar alguna que otra lágrima al pensar en ella.

Excepto ésa noche, Marinette se dio cuenta de que su amigo estaba triste, por lo que pensó en qué hacer para verlo sonreír pero no tenía ideas.

Una pluma negra cayó lentamente hacia ellos y una idea llegó a Marinette.

Sin pensarlo, ella tomó la pluma para guardarla en su bolsillo.

«De algo servirá»

Ambos bajaron hasta llegar al patio central del colegio y Marinette sacó la pluma para hacerle cosquillas a el héroe mientras estaba distraído.

- ¿Me quieres hacer cosquillas? ¿Y con una PLUMA? Yo soy ale...Jajajaja detente, por fav...¡Achú!

Marinette ignoró las palabras (y el estornudo) de Chat Noir y continuó con su plan.

Él chico se fue hacia otra parte mientras Marinette lo seguía con la pluma.

«Misión cumplida»

Pasaron unos cuantos minutos para que ambos estuvieran frente a frente.

Ahora Chat Noir estaba estornudando y Marinette creía que se reía por jugar con la pluma.

Los dos se miraban fijamente esperando un movimiento del otro, hasta que...

Chat Noir la tenía sujetada de los hombros pero ella saltó hacia el para hacerle cosquillas.

Aunque no salió como esperaba.

Los labios de la chica cayeron sobre los del héroe provocando un pequeño y torpe beso.

Se separaron al instante y decidieron terminar con su "reunión" para que cada uno se fuera por su lado.

«Por lo menos nadie lo vio» Pensó Chat Noir.

«¿Sólo es un beso, verdad? No es como si nos fuéramos a hacer novios.»

Minutos antes, el conserje estaba barriendo la biblioteca tranquilamente hasta que escucho ruidos extraños y decidió investigar.

Tomó su teléfono y grabó a su alrededor hasta encontrar a sus intrusos.

Se sorprendió al encontrar a una de las alumnas del colegio y a el héroe de la ciudad, así que hizo lo primero que debía hacer.

Tomar una foto de la escena y subirla a redes sociales.

«Esto me va dar muchos likes»

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¡Hola!

Aquí una actualización algo rara.

¡Ya casi somos 100! Voy a hacer otra actualización más y luego escribo el especial.

Espero que les haya gustado, voten comenten o sean fantasmas.

Adiós=)