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Capítulo 21: ¿Amigos con derecho?

(N/A: Este capítulo estará lleno de un sube y baja de emociones, así que si eres de corazón flojo, ponte un marcapasos. Aquí habrá de todo, momentos sad, divertidos, revelaciones y  momentos HOT. Creo que mereceré una estrellita por esa mezcla. Ok,no. :V Que disfruten su lectura, me largo. PD: De ahora en adelante verán más a menudo las indecisiones de Larisha, todo eso se debe a lo que leyeron en el 20. Lo digo por si se estresan con sus cambios de humor y pensamientos. Ahora SÍ, me largo.)

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POV Larisha

Increíblemente ha pasado un mes... uno en el cual Logan no me dirige la palabra estando en el mismo techo de la casa. De vez en cuando nos mandábamos recados por medio de Ryan, quien vive con nosotros desde la última vez que Logan y yo discutimos en el desayuno. Comer en la misma mesa es como si yo tomara mi plato y me sentara encima de una tumba a comer con un muerto. No me dice ni una palabra, no me mira y hasta evita caminar por mi lado. Me duele porque fue como ta, el primer hombre que le di mi confianza a pesar de toda mi inquietud. Estoy arrepentida por haberle hablado de esa forma, no debí decir esas palabras tan cortantes, pero esta maldita enfermedad me hace decir cosas involuntariamente y yo sólo me quedo de espectador viendo como todo pasa sin poder controlarlo. Conseguí la famosa morfina, pero el doctor me dijo que no abusara de ella, que sólo la usara en caso extremos. Que si yo tenía alguna tensión, mejor que meditara o hiciera ejercicio sino quería ir a terapia.

Con Stephen he mantenido comunicación, habla discretamente conmigo. Le dije que conseguí trabajo en una empresa y todo me está yendo bien. Por suerte no le ha dado con verme en "mi casa" y espero que no le pase eso por la cabeza nunca. Me ha comentado que a Christopher le va bien en la escuela, ha preguntado por mí y que le gustaría verme. Eso en verdad me estremece el corazón en gran manera, pero mi auto mecanismo me impide enfocarme en ese tema. No puedo derrumbarme ahora, no cuando todo va lento y sin progreso. Se supone que esta semana o la otra, abogado le diga a Stephen que los papeles del divorcio están listos. Justamente tiene que celebrar su dichoso aniversario hoy y él planeaba darle los documentos en ese momento. Aunque para cualquiera sonaría cruel, a mí me da igual... me alegra en gran manera, no me juzguen por ser así, pero... ¿no tengo de otra?

Si tienes algo en tu camino, algo que te estorba, simplemente ponte los pantalones y sácalo del medio. No logras nada con llorar, eso lo aprendí en el pasado. No logras nada haciéndote la víctima, mejor ten tus propias víctimas y hazles pagar. Hazlos sufrir como sufriste tú, que sientan el dolor y el desconsuelo que tú sentiste. Y...

Basta. Cállate de una buena vez...

No quiero ser así. Déjame ser libre...

Necesito controlarme...

Tengo que salir de esta situación cuanto antes, pero ahora estoy sola en esto. Estoy estancada sin Logan y no sé qué hacer. El imbécil de Jaymes, tanto drama que hizo para que yo aceptara su ayuda, para que le brindara mi confianza, todo ¿para qué? Para de la noche a la mañana abandonarme, no tan sólo eso, revisar mis cosas privadas y largarse sin dar alguna explicación. Decía que quería tenerme y ahora dice que no soy gran cosa, que otras mujeres deben ser llamadas por sus apodos.

Quizás se alejó porque estás loca...

¡CÁLLATE!

Pero que ni crea que lo recibiré si llega a volver, se arrepentirá por jugar de esa manera conmigo. La confianza es algo que no a todo el mundo se la doy y él no supo valorarla, en cuanto pudo se marchó de mi vida y sólo dejó promesas vacías. Y nada más pensar en eso, me da una punzada en el corazón, como si me doliera. Admito que lo extraño, que me siento arrepentida por querer "utilizarlo" en alguna forma, no era mi intención. Pero no soy capaz de rebajarme a pedirle disculpas con todo esto que me hizo. Debe estar con mujeres acostándose, dándose la buena vida y yo como estúpida rebajándome pidiéndole explicaciones. 

Estás celosa...

¡No lo estoy!

¡Pfft! Ni te lo crees, por poco te da un paro cardíaco cuando te dijo que tenía que verse con alguien.

¿Sabes qué es lo que te calla la boca? ¡Una buena dosis de morfina!

Fui rápidamente a mi armario y saqué una caja dorada en donde guardo la morfina. Comienzo a prepararme y me siento en uno de los pequeños sofás que tengo en la habitación. Cuando estoy apunto de inyectarme, se abre la puerta de mi habitación.

- Lari...sha...―dijo Logan en completo shock -¿Desde cuándo te inyectas?―preguntó con su ceño fruncido

- ¿Desde cuándo me hablas?―le respondí con otra pregunta

- Yo vine hablar contigo...―dijo algo suspensivo y se sentó en el otro sofá sin dejar de mirarme extrañado -En serio, ¿desde cuándo?―repitió la pregunta

- Hace tres semanas.―respondí y guardé la aguja sin inyectarme

- ¿No te vas a inyectar?―preguntó confuso -¿Estás enferma?―añadió preocupado

- Sí, estoy enferma, Logan.―vi como se llenó de preocupación

- ¿Qué tienes? ¿Es grave?―sus ojos se habían tornado grises como aquella vez

- No, no es grave.―sonreí forzado -Pero por ahora, no saben lo que tengo.

- Sino saben, ¿por qué te mandaron a inyectarte?―preguntó confuso

- Fui yo la que lo quiso.―me encogí de hombros y él me miró con su ceño fruncido

- ¿Por qué? ¿Qué es eso?―tomó el envase y lo leyó -¿Morfina?―preguntó algo incrédulo

- Alivia el dolor, te relaja.―rodó sus ojos

- ¡Claro!―bufó -Prácticamente te estás drogando. ¿Qué dolor tienes?

- Mental, Logan.―entre cerró sus ojos

- ¿Men...tal?―su cara reflejaba que no entendía nada

- Es para calmar la ansiedad y nada, no es grave lo que tengo. No te angusties...―él me miró algo triste

- Desearía que algún día me hablaras con la verdad y no me mintieras.―sentí como esas palabras me pegaron en la cara

- Perdón, en verdad. Perdóname.―agaché mi cabeza y traté de no llorar -No quiero asustarte, no quiero que te alejes.―manoteé un poco -Te lo juro, estoy arrepentida por hablarte así. No quise lastimarte, Logan. Ya no aguanto esta situación en la que estamos, eres lo único del pasado que tengo ahora en el presente, aquí conmigo siempre. Perdón por no haberte correspondido como querías, por ser estúpida y no ver que me amabas. Te lo juro nuevamente, que si tuviera el poder de retroceder el tiempo... yo lo hubiera intentado. Sé que estas palabras son un poco tarde y que el daño está hecho, pero si no lo digo ahora no sé cuando podré.―tenía mis ojos llorosos, hace años no lloraba así. Pero me sentía mal por él y por cómo fui.

- No tienes que pedirme perdón.―se puso en cuclillas al frente mío -Yo no actué de la mejor manera tampoco, nosotros nunca habíamos discutido antes. Desde que vivimos juntos las cosas se han ido de control, yo me ilusioné por demás. Yo sabía perfectamente tus intenciones con Stephen, pero mi amor por ti me cegó y traté de competir. Cuando me confesaste lo que pasó, me sentí derrotado, tenía la esperanza puesta en que algo pudiera pasar entre tú y yo.―me decía con sus ojos llorosos al igual que yo, pero tratando de mantenerse firme al hablar -Y si me preguntas, aún la tengo... No te puedo negar eso, no puedo decir que te dejé de amar en un mes. Es imposible.dijo en un tono agudo, yo sólo me limité a exhalar con cierto dolor en el pecho -Mi error fue mezclar lo que sentía con mi promesa de ayudarte. Por eso vine a hablar contigo, me iré de la casa.―dijo con un hilo de voz y yo sólo me limité a parpadear y mirarlo con gran tristeza

- No te vayas, por favor...―supliqué -Creo que no podría continuar sin ti, eres importante en mi vida, aunque no lo demuestre de la forma correcta.―me acarició la mejilla

- Te traté mal, Lari. No merezco estar aquí contigo...―puse mi mano en su mejilla y me acerqué para verlo fijamente

- Ya todo eso pasó, soy yo la que debía disculparse, no tú.―sonreí algo floja y él me devolvió la sonrisa

- Me quedaré, también te prometo que no haré más escenas de celos, o más bien trataré de no hacerlas.―tonteó un poco

- Dudo que esa la cumplas...―alcé mis cejas incrédula y él se rió

- Dije que trataré... así que, no estoy incumpliendo.―nos reímos

- Dios, me hacía tanta falta hablar contigo.―suspiré -Todo esto me estaba matando, estar viviendo en la misma casa y no hablarnos ni siquiera mirarnos... fue muy difícil.―él me asintió

- Tienes razón, muchas veces pensé en hablarte... pero mi orgullo pudo mucho más que eso, realmente estaba dolido y necesitaba sanar.―respiré hondo y asentí

- Te lastimé enormemente, no medí mis palabras. Yo―

- Shhh...―me interrumpió y puso su dedo en mi boca estando frente a frente -Ya no recalquemos el tema, vamos a superarlo y seguir hacia adelante. ¿Está bien?―tomó mi barbilla para que lo mirara directo a los ojos

- Está bien, será como digas, Logan. Con tal que todo esté bien como antes, o bueno, casi como antes...―remarqué -No volveré a tocar el tema. Caso cerrado.―aplaudí y sacudí las manos como si removiera "sucio" de ellas

- Bueno...―se levantó y me brindó su mano para que me parara del asiento -¿Qué tal todo con él?―se rascó su cabeza, podía ver su incomodidad al hablar sobre Stephen

- Si te incomoda hablar de él, mejor no lo hagas, Logan.―negué con mi cabeza

- A pesar de todo quiero saber, necesito saber que has estado bien durante todo este mes.―pasó su mano por su cabello -Te he dejado sola, te abandoné en todo esto cuando me necesitabas. Al menos dime si te trata bien...―puso sus manos en mis hombros

- Está todo bien, Logan. Hemos estado en contacto, pero no demasiado hasta que él resuelva su asunto...―dije suspensiva, no sabía si contarle o no

- ¿Qué asunto?―me miró extrañado

Respiré hondo -Su...divorcio...―soltó mis hombros y bajó su mirada

- Oh, entonces se va a divorciar...―pasó su mano por su rostro y volvió a mirarme -Me tranquiliza que al menos está haciendo las cosas como se deben. No me hubiera parecido justo que te tratara como plato de segunda mesa. Porque tú no eres mujer para ser amante, eres una mujer para tener por el resto de la vida...me miró con cierta dulzura que me hizo estremecer. Ese era él, quien siempre estuvo conmigo en las buenas y malas. La persona que nunca quise ver que me amaba, quien le rompí el corazón por culpa de mi "locura".

- Perdóname, Logan.solté y lo abracé fuertemente hundiendo mi cara en su pecho, al principio él se sentía como extrañado por mi reacción, pero luego continuó el abrazo

- Todo está olvidado, sólo quiero que seas feliz...―decía mientras acariciaba mi espalda, de repente la puerta de mi habitación se abrió

- ¡No lo puedo creer!―exclamó Ryan -¿Estoy en un mundo alterno y no lo sé?―bromeó

- Es lo que ves, Ry. Ya hicimos las paces.―dijo sonriente Logan mientras me soltaba

- ¡Ya era hora!―aplaudió -Ya me tenían mal de mensajero. "Ryan, dile a Logan esto" "Ryan, dile a Larisha lo otro".―burló dibujando las comillas y simulando nuestro tono de voz

- Cómo que estás muy graciosito, ¿no?―simulé estar molesta -Tendré que decirle a Carol que te enseñe a respetar a tus mayores.―nos reímos todos

- Subí para decirte que ahí abajo están Mathew y Claudia.―me sorprendí, Mathew se había tomado unas vacaciones y se había ido de viaje a España con ella para conocer a su familia

- Bajemos enseguida, entonces.―salimos de la habitación para ir a la sala

Entramos a la sala y estaban los dos en el sofá, tomados de la mano. En cuanto nos vieron a mí y a Logan, sus bocas se fueron prácticamente al piso.

- ¡OH POR DIOS! ¡ESTO ES UN MILAGRO!―exclamó Mathew -¿Ya hicieron las pases?―preguntó sonriente mientras nos acercábamos

- Hace par de minutos Larisha y yo hablamos.―asentí sonriente

- ¡Joder! Ya era hora, tenían mal al pobre de Ryan. Todos los días nos llamaba para saber cuando íbamos a volver, para que lo ayudáramos con ustedes dos, porque se estaba volviendo loco. ¡Ni Carol sabía que hacer!―dijo Claudia tratando de contener la risa

- Ya todo pasó, hicimos las pases por el bien de los dos. Antes éramos inseparables y espero que todo vuelva a ser así.―le sonreí a Logan y él me devolvió una sonrisa cálida

- Así será, sabes que siempre estoy y estaré aquí. Aunque estaba enojado, si me hubieras dicho que estabas enferma, yo te hubiera cuidado desde el principio.―miré al suelo apenada y cuando levanté la mirada tenía la mirada de Mathew fija en mí

- ¿Enferma?―preguntó con su ceño fruncido -¿Qué tienes?―miré a Logan de reojo

- No es nada importante, no hablemos de eso ahora, por favor... ¿Sí?―supliqué levemente

- Larisha...―me dijo autoritario

- Mathew...―respondió Logan en mi defensa -Acabas de llegar, aún no empieces a regañarnos, pensé que ese viaje te iba a quitar el estrés.

- El viaje, no...Claudia, sí.―dije algo picarona y le guiñé a los dos. Logan y Ryan se rieron y la pareja se puso avergonzada

- Basta con ese tema los dos.―dijo Mathew todo sonrojado -Cambiemos el tema, ¿cómo va tu empresa Larisha? ¿Haz logrado conseguir el personal?

- Está todo listo, tengo el personal, el equipo y ya organicé los pisos con diferente función cada uno. Se supone que mañana tenga mi reunión con mis posibles socios. Les hablaré de mi objetivo con la empresa y veré si quieren asociarse o no. Así, no tengo que tirarme toda la capital encima, claro. Una empresa yo sola como principiante, puede ser un fracaso total...―todos me escuchaban atentos

- Mañana mismo comienzo como tu asistente, Larisha. Al menos, que hayas conseguido otra por culpa de mi ausencia.―dijo apenada

- No, tranquila. Yo esperé por ti, les dije claramente aquella vez cuando estuvieron en mi casa, que quería que trabajaran conmigo. Sé que son unas grandes profesionales y me ayudarán grandemente.―ella me sonrió

- ¿Hiciste todo sola?―preguntó curioso Mathew -Como dices que eres principiante, pregunto si... ¿tomaste alguna asesoría o algo?―De hecho no lo hice sola, como Jaymes no me respondía, le pedí ayuda a Xavier. Creo que era la única persona que me hablaba como tal, no podía preguntarle a Stephen por obvias razones. Ese escocés me salvó enormemente, en donde conseguir personal, como más o menos repartir el trabajo. Bueno en fin, todo, me puso al día. Me decía que su jefe estaba de viaje, pero nunca me quería poner en contacto con Jaymes o confirmarme si estaba con alguna mujer o que es lo que estaba haciendo.

- Tuve una buena asesoría, no te preocupes.―sonreí y él sonrió devuelta -Todo está bajo control, mañana entro en acción.

- ¿Estás nerviosa?―preguntó Ryan

- Un poco, me reuniré con hombres de negocios. No habrá ninguna mujer, sólo seré yo con ellos y no sé con que me encontraré.―me encogí de hombros

- De todo lo que me he perdido, eso me pasa por estúpido.―se quejó Logan

- Tienes razón en eso.―soltó Ryan y todos nos asombramos

- Bájale dos rayitas, Ry.―se hizo el indignado

- ¿Que le baje? ¡Me hacías mandar recados a Larisha!―reclamó y la escena se veía tan chistosa

- ¡Ella también me mandaba recados y no le haces bullying!―contestó y nosotros nos reíamos de fondo

- Porque soy su jefa después de todo.―burlé

- ¡Exacto!―exclamó él y Logan rodó sus ojos

- ¿Ves Mathew?―miró al rubio con indignación -¡Se juntaron en mi contra!―se quejó nuevamente y Mathew se echó a reír

- ¿Acaso soy el padre de ustedes tres para regañarlos cuando se portan mal?―nos miramos los tres y luego lo miramos a él

- Prácticamente siempre nos regañas por todo y no lo eres.―dijo Logan

- Exactamente, hay que darte una bofetada para que hables y tres para que te calles.―dije, todos se rieron excepto él, obviamente

- ¡Ah! Vengo para saber como están y siempre recibo arena de una forma u otra.―ahora era él quien reclamaba con indignación

- Aquí les traje un poco de té y claro, café para la señorita.―dijo la empleada doméstica. Ya tengo empleados en la mansión; le quité bastante trabajo a Ryan de encima y ahora es el jefe de cocina, o sea, revisa lo que cocinan las otras chefs que contraté y cuando él quiere cocina. Todos le agradecimos y empezamos a tomar

- Tranquilo, amor.―acarició su oreja -Quieras o no, no puedes negar que siempre estás al pendiente de ellos y te preocupas. Sabes que son así, rebeldes y siempre hacen lo que no deben, pero para eso estás tú, para que le hagas tus discursos.―le dijo Claudia dulcemente y él le sonrió todo sonrojado. Amo esta pareja, es algo que me gustaría vivir, pero ya ni se como ni con quien.

- ¿Rebeldes? ¡Son unos tercos! Yo que soy psicólogo, necesitaré pronto de uno para poder manejarlos a ustedes.

- A ver, yo ni te doy problemas.―reclamó Ryan

- Pero estuviste dando quejas de estos dos durante un mes, y más aún, cuando me fui de vacaciones. Ya tenía pesadillas con ellos.―sacudió su cabeza

- Eso es cierto.―añadió Claudia y él le dio un codazo y nos reímos

- Claramente estaremos todo el día dando quejas de uno como el del otro y no llegaremos a nada.―dije mientras los observaba

- Tengo una idea, mandaré hacer la comida y las palomitas de maíz para tener una tarde de películas y una buena cena.―sugirió Ryan

- Vaya señorito, todo dueño de mi casa.―él me me miró avergonzado -Tranquilo, me parece estupendo. Así bajamos al drama y disfrutamos como se debe.

- Perfecto, llamaré a Carol para que se apresure en llegar y de una mando a preparar todo.―sacó el celular de su bolsillo y se fue a llamar a su novia

- Que gracioso todo esto de las parejas, ¿no?―vi como Mathew tragó fondo al escuchar el comentario de Claudia, yo bajé mi cabeza, pero no sin antes ver de reojo a Logan que justamente me observó -O sea, me refiero a que gracias a ti nos conocimos y también Ryan y Carol.―intentó arreglar claramente, pero el comentario ya estaba echado

- Bueno, soy buena shipeando parece.―me hice la orgullosa

- Pero mala shipeándote tú misma.―soltó Logan y lo miré con mi ceño fruncido -Es broma, no te alteres.―nos reímos

- Ya mandé hacer todo.―dijo Ryan volviendo a la sala

- Perfecto, escojan una peli.―les dije y se juntaron en el sillón grande a mirar el televisor para escoger, yo me quedé en uno separado y Mathew fue a donde mí

- ¿Te sientes mejor? Después de todo esto y que ya resolviste con Logan.―me dijo en tono bajo mientras los demás alzaban su voz para decidir cual película querían ver

Suspiré -Me siento aliviada, es como un peso menos de encima. Me tenía tensa este asunto, casi fuera de control. Pero ya salí al menos de esto.―sonreí un poco y él me asintió

- ¿Qué tal todo con Stephen? ¿Están en contacto?―preguntó curioso

- Como le dije a Logan, mantenemos el contacto un poco, hasta que se divorcie.―él me miró extrañado

- ¿Logan? ¿Hablaron de eso?―preguntó confuso

- Sí, sé que no le cayó bien el tema del divorcio, pero en otras palabras ya aceptó mi decisión.―exhaló aliviado

- Espero que todo sea para bien y haya desistido del tema en realidad.―dijo con ese aire de esperanza

- Lo mismo pienso, Math.―asentí

- Por cierto, ¿qué ha pasado con ese hombre?―yo entre cerré mis ojos porque no comprendía de quien me hablaba

- ¿Ah?―pregunté dudosa

- El tipo ese que te seguía... ¿Haz vuelto a saber de él?

- No.―suspiró aliviado -Bueno, sí.―me miró dudoso

- ¿Sí o no?―frunció su ceño

- Hace un mes ya no me habla, bueno, vine a saber de él otra vez de la noche a la mañana... Pero no sé si quiero verlo, estoy enojada con él.―Mathew me miró fijamente

- Larisha...¿Ese hombre te gusta?―me señaló sin quitar su mirada juzgadora

- ¡¿Qué?! ¿En serio me estás preguntando eso?―reaccioné incrédula

- Sabes que no bromeo con este tipo de cosas... Dime la verdad, ¿te gusta ese hombre? ¿Estás interesada en él?―abrí y cerré mi boca, no sabía que contestar. No me sentía segura a lo que pueda sentir con Jaymes. Esperen, ¿dije sentir? Ok, estoy frita. -Tu silencio me lo dice todo...―Sí, estoy frita...

- Mathew, yo...―

- ¿Esto es un juego para ti? ¿Ah?―me reclamó en tono bajo -Primero le rompes el corazón a Logan y ¿ahora quieres hacerlo con Stephen? Está terminando una relación por ti, Larisha. ¡Reacciona!―musitó entre dientes señalándome

- Mathew, apenas salí de un problema para que me inyectes en la cabeza otro. No ha pasado nada con ese hombre.―me encogí de hombros

- ¿Quieres que pase algo?―lo miré dudosa

- ¿Cómo se supone que debo responder esa pregunta?―fue lo más estúpido que pude decir, pero no sabía que contestar

- Estás mal de la cabeza, muy mal.―negó con su cabeza

- ¿Ahora te das cuenta?―burlé

- Mejor paremos el tema, no quiero dañar la velada regañándote.―bufó

- ¡JA! Hace rato lo haces...―nos reímos

- Lo hago porque me preocupo por ustedes, son mis amigos y quiero lo mejor para todos.

- Eso lo sé y te lo agradezco.―sonreímos y le di un abrazo

- ¡Aquí están las palomitas y los refrescos! ¡Vengan a ver la peli!―gritó Ryan entrando con Carol que ni me di cuenta cuando había llegado

Nos sentamos todos juntos tipo "en parejas", estaban las respectivas parejas y Logan y yo. Nos sentíamos tan fuera de lugar y un poco incómodos a pesar de que estábamos felices porque nuestros amigos estaban en una relación. Antes él y yo nos sentábamos acurrucados; yo me acostaba en su pecho o lo que fuera, pero después de estar un mes sin hablarnos y que haya pasado todo lo que pasó, es como si fuera un cambio del cielo a la tierra. Ya no éramos y seríamos igual, ya no dormiríamos juntos como antes, los cariñitos tenían que parar en cierto modo. Todo para que él logre superarme y sea feliz con alguien que le corresponda como yo debí hacerlo, pero no pude.

Vimos algunas películas muy buenas, hasta que llegó la hora de la cena. Mathew y Claudia nos contaron de su viaje por España y el vergonzoso momento cuando él conoció a los padres de ella. Los habían agarrado casi con las manos en la masa en el auto, así que le costó ganarse al suegro. Nos reíamos como unos locos, no imaginábamos cosas así de Mathew, tan santo que se hace para regañarnos, pero sé que lo hace por nuestro bien y como todo psicólogo, sería el más "sensato" de nosotros.

Luego de la cena, se marcharon. Claudia y yo acordamos en vernos mañana en nuestro primer día de trabajo. Le dije a Carol que podía quedarse con Ryan, que por mí no había problema mientras no hicieran tanto ruido(sí, hablo de eso). Logan se fue a dormir porque tenía que entrar más temprano, me dijo que iba a retomar lo de la venganza, se lo agradecí enormemente. Necesitaba retomar esto, no puede quedar el tema a un lado, ha pasado bastante tiempo y ya poco a poco todo se ha desviado en cierto punto.

Preparé todo para mañana, me sentía nerviosa. No sabía de Stephen en todo el día, pero quizás pronto tenga noticias. Me acosté en la cama y justo cuando iba a cerrar mis ojos como quien dice, sonó mi celular. Cuando miro la pantalla, me sorprendo enormemente al saber de quien se trataba.

Llamada entrante de Jaymes

No sabía que hacer, pero decidí tomar la llamada sin hablar.

LLAMADA ENTRANTE

- Kitten...sentí una corriente por mi cuerpo al escuchar ese apodo nuevamente y esa voz que me saca de control -Sé que debes estar molesta conmigo, pero tengo una explicación para todo esto. ¿Podríamos vernos mañana?

-...―no quería responder

- Sino me quieres hablar, al menos insúltame como lo haces. Dime todo lo que quieras, pero por favor, déjame escucharte.―suplicó, yo no sabía que hacer. Por una parte quería responder, aunque fuera un insulto, pero por otra, me sentía dolida porque sólo quería una simple respuesta de él hace un mes y nunca me la dio. Siempre supo que lo llamaba y nunca quiso responderme. No puedo rebajarme, ni crea que lo haré.

- ...

- Comprendo, hice mal en no responderte. Me siento como un imbécil.―sí, lo eres -Sabes, te extrañaba tanto que escuchaba tus mensajes de voz sólo para no sentirme solo.―así me sentía yo en esos momentos -Te pido perdón, aunque no es la manera correcta y claro, es muy tarde para hacerlo. Pero mejor tarde que nunca, ¿no?―se rió algo nervioso, yo le seguí internamente al escucharlo, porque se notaba tan tierno -Bueno, mejor te dejo dormir tranquila. Xavier me dijo que mañana comenzabas a trabajar, espero que te vaya bien. Eres la única mujer inteligente, hermosa, astuta, lista, entre tantas cualidades... que he conocido. Por eso, yo me...―se quedó pensativo, no sabía si iba a continuar o no -Mejor lo dejo por si nos vemos de frente algún día, no es algo que me gustaría decir por llamada. Eh, hasta luego, my queen... Que descanses...―suspiró y se quedó como treinta segundos esperando a que yo dijera algo, pero le colgué.

FIN DE LA LLAMADA

Me sentí tan mal en hacerle esto, pero se lo merecía. Cuando me sentí sola no estuvo ahí como lo prometió. Allá él con su conciencia, de seguro la estaba pasando bien con mujeres y quiere hacerse el que estaba extrañándome. Sí, claro.

Recalcas tanto lo de las mujeres, sin duda alguna estás celosa.

No, no lo estoy.

¡Jajaja! Pobre, ya no sabes lo que quieres.

¡Sí sé lo que quiero! ¡Déjame en paz!

Fui a mi armario, tomé el envase de morfina y me acosté en la cama. Llené la aguja con la dosis recomendable y me inyecté. En un rato ya estaba relajada y sólo me limité a cerrar los ojos y dormir.

***

POV Omnisciente

Finalmente llegó el gran día para la castaña, hoy sería su primer día de trabajo como jefa de una empresa. Claro, apenas hoy iba a tener la junta para lograr tener socios de su lado y eso significaba, robarle socios a Khan Dickens. Carol y Alabina se habían encargado de conseguir a esos socios que se veían limpios y no hacían exportaciones sospechosas. Primero llamaron a compañías de productos básicos, salud entre otros. Larisha se iba a reunir primero con ellos, para ofrecerle los beneficios y mostrarle los pros que habrá al aliarse con ella.

Se estaba preparando para ir a la empresa, optó por verse algo "sexy" porque hoy en día lamentablemente la carne vende y si tenía que ser una perra para lograr su objetivo, lo haría. Optó por un vestido azul verdoso, con una sola manga larga y la otra parte sin manga con cierto escote en su pecho, éste moldeaba su figura de una manera brutal.

Terminó de arreglarse y decidió bajar a desayunar lo más rápido que podía con los chicos. Cuando entró al comedor, la mirada de Logan fue la primera puesta en ella. El hombre no aguantó en mirar a su amiga como mujer en vez de observarla como lo que era, su amiga. Se preguntaba qué había hecho mal en la vida para no merecerla, ¿por qué el destino era cruel con él?. Quería tratar de sacarla de sus pensamientos, al menos de la forma inadecuada, pero no podía, se le hacía difícil la idea. Pero lamentablemente, tenía que tratarlo... no había quien lo salvara de su destino.

- ¿Cómo me veo?―preguntó ella dando la vuelta como si modelara sin quitar su cara de emoción

- Con el permiso de Carol, debo decir que luces muy linda.―dijo el tímido de Ryan, mirándola avergonzado

- ¿A quién piensas matar con esa pechonalidad?―le preguntó Carol asombrada, Larisha se comenzó a reír y Logan frunció su ceño un poco

- No pienso matar a nadie con ella, sólo quiero lucir... ¿algo sexy? No quiero ser una empresaria tan casual.―dijo con cierto aire y ambas rieron. Larisha tomó asiento y la empleada doméstica les sirvió el desayuno

- Te ves muy hermosa, te queda el color del vestido.―dijo Logan mirándola tiernamente, ella se sonrojó

- Pensé que me veía mal ya que no me habías dicho nada.―tonteó

- Me dejaste sin palabras, como siempre...―la miró con dulzura y ella tragó fondo para cambiar su mirada hacia Carol

- Carol, ¿a qué hora es la reunión?―ésta la miró asustada en respuesta -¿Por qué la cara?

- Es que... no me vayas a matar, pero...no recuerdo a que hora era la reunión.―agachó un poco su cabeza como si se escondiera

- ¡¿Qué?!―exclamó desesperada -¿Y nosotras aquí desayunando cuando podría ser a primera hora y no sabemos?―preguntó asustada -Lo siento, pero no hay desayuno, nos vamos ahora al trabajo. ¡Pero ya volando!―se levantó de la silla y Carol hizo lo propio

- Pero, desayunen algo... se van a desmayar allí.―les dijo Logan mirando a ambas

- Cualquier cosa la secretaria me lleva el café a la junta y Carol desayunará en la cafetería.―él rodó sus ojos -Bueno, despídanse tortolitos. Que nos vamos a trabajar.

- Nos vemos, mi amor.―le dijo Ryan a Carol y se dieron un beso, Logan y Larisha intercambiaron una mirada momentánea con cierta incomodidad

- Pórtate bien, eh.―dijo Carol mientras le arreglaba los botones de la camisa

- Siempre.―respondió sonriente y se dieron otro beso

- Tanto beso me da diabetes.―soltó la castaña rodando sus ojos

- Falta el mío...―añadió Logan burlón -O sea, en mi mejilla.―especificó, ésta bufó pero fue a donde él y le dio un beso en la mejilla

- Que tengas buen día, Loki.―le dijo mientras se enderezaba ya que se había agachado para darle el beso

- Buen día, Lari. Cualquier cosa, no dudes en avisarme.―ella le asintió sonriente

- A trabajar, Carol.―le señaló con la cabeza para irse, ambas salieron de la mansión y se montaron en el auto para encaminarse a la empresa

***

Llegaron a la empresa muy apuradas corriendo hacia el ascensor. Larisha había dividido los pisos en diferentes secciones. El primero era claramente la recepción, la cafetería y los baños. En el segundo, se encontraban los de publicidad/promoción de la empresa, ya sea diseñadores gráficos, la representante de la compañía que en este caso era Alabina, etc. En el tercero, se encontraban los de informática, ya esos se encargaban de lo que serían las exportaciones y que éstas se cumplan. En el cuarto piso, los contables y mercaderes. Esos revisaban los números, productos, etc. En el quinto piso, se encontraba la sala de reuniones y diferentes oficinas que podían ser personalizadas por los socios si deseaban ir un día a revisar todo y trabajar en ésta. Por último, en el sexto piso se encontraba la oficina de Larisha, al salir del ascensor te podías encontrar a diez pasos, el escritorio de Claudia y más adelante un enorme pasillo, a mitad de éste quedaba una puerta con una oficina vacía, más adelante a mano derecha quedaban los baños y al final a mano izquierda quedaba la oficina de ella. Quedaba bastante alejada de Claudia, así que la pobre tendría que caminar demasiado hasta donde su jefa, pero a la castaña le gustó la idea de tener su privacidad.

Larisha marcó el sexto piso en el ascensor, Carol se iba a montar, pero su jefa le ordenó desayunar primero. Pensaba en ir a saludar a sus trabajadores, pero lo haría luego. Quería confirmar que había llegado a tiempo y que los socios no la esperaban, se sintió torpe al no preguntarle primero a su recepcionista, pero era notable. Era su primer día como jefa y no estaba acostumbrada a todo ese estilo de trabajo. Las puertas del ascensor abrieron y salió rápidamente para encontrarse con su asistente.

- Buenos días, señorita Larisha.―se levantó Claudia de su asiento para recibirla

- Buenos días.―sonrió -No me tienes que decir señorita y claro, evita decirme Larisha aquí. En este empresa soy Valindra Dupont, recuérdalo.

- Disculpa, es que no me acostumbro a ese nombre tan raro.―rascó su cabeza

- Tranquila, no pasa nada. Pero si al caso no lo recuerdas, mejor llámame por señorita. Aunque no me guste, es mejor así para no meter la pata.―Claudia asintió -Por cierto, ¿la reunión es ahora?―preguntó algo asustada

- No, no es ahora. Será luego en la mañana, puedes estar tranquila.―exhaló aliviada -Pero eso sí...―dijo pensativa

- ¿Qué?―preguntó temerosa

- No te asustes, no es para que te alarmes.―hizo gesto con las manos para que se calmara -Es que hay un socio esperándote en tu oficina.―la mujer la miró extrañada

- ¿Un socio?―preguntó dudosa -¿Por qué un socio vendría a verme a estas horas y antes de la reunión?―preguntó nuevamente

- No lo sé, me dijo que tenía que hablar de un asunto importante contigo y que no podía esperar. ―se encogió de hombros

- ¿Pero quién es ese hombre Claudia? ¿Cómo se llama?―ella la miró preocupada

- Eh...―se rascó el hombro -Olvidé preguntarle...―agachó su cabeza

- ¿Cómo dejas que alguien pase a mi oficina sin preguntarle el nombre tan siquiera?―dijo indignada -Me parece una gran irresponsabilidad tuya, que no vuelva a suceder.

- No volverá a pasar, lo prometo.―dijo apenada

- Eso espero...―la miró un poco molesta y comenzó a caminar a su oficina

Entró a su oficina y notó cómo su silla estaba girada de espaldas a la puerta, trató de recordar si la había dejado así la última vez que entró, pero luego recordó que se trataba de su supuesto socio. La silla se volteó, mostrándose ante ella ese presunto hombre. En cuanto lo vio se quedó paralizada; no imaginaba volverlo a ver, más bien, sí lo imaginaba, pero no tan pronto. El hombre comenzó a escanear su cuerpo completamente, sin duda alguna le encantó el vestido que ella traía, era perfecto para la ocasión. Su ocasión. Se quitó sus lentes oscuros de una forma casi mortal para ella y pestañeó varias veces sonriéndole provocativamente.

Lamió sus labios -Hola, kitten.estaba sentado con las piernas un poco cruzadas como si fuera un rey en la silla de ella 

- Q...¿qué haces aquí?―tartamudeó un poco y éste sonrió un poco, miró al escritorio de la esquina y vio el jarrón que le regaló, es de Egipto y era único en el mundo, le había costado dos millones de dólares. En él estaban las rosas marchitas que le había regalado la última vez que la vio. Sintió esa alegría de saber que ella aún las conservaba.

- Aún conservas las rosas...marchitas, pero las conservas, le quedan bien a ese jarrón.―intentó hacer conversación, no sabía cómo hablarle. Ella lo miró de reojo y caminó a donde él

- Sí, aún las conservo...para poder hacer...―sonrió ladeado mientras tomaba el jarrón con las rosas y él la miró confuso -¡ESTO!tiró el jarrón hacia la dirección de él, pero se tiró al piso para esquivarlo. Éste se estrelló contra la pared haciéndose en cantos 

- ¡WOAH! ¡Tranquila kitten!―hizo gestos con sus manos para que se tranquilizara, aunque por un lado le gustó su reacción

- ¡¿Tranquila?! ¡¿Quieres que me tranquilice?!―caminó hacia él furiosa -¡Te quiero golpear esa cara!―comenzó a golpearlo en el pecho

- ¡Ouch! ¡Ouch!―se quejaba -¡Hey! ¡Tranquila!―agarró sus manos, la miró fijamente a los ojos y ella se detuvo a mirarlo -Hagamos el amor y no la guerra, kitten. Literalmente, hagamos el amor...susurró pegado hacia ella y le sonrió ladeado mientras observaba sus labios. Ella se puso furiosa y se le abalanzó encima a golpearlo nuevamente. Ambos cayeron al suelo quedando encima de él. -Sabes, siempre te he querido así en esta posición, al fin se cumplió mi sueño.―dijo en un tono burlón y ella rápidamente se movió de encima.

- Lárgate, Jaymes.―señaló la puerta -Sino quieres que te muela a golpes, lárgate.―se levantó del suelo y se acomodó el saco. Se paró al frente de ella sin quitar su sonrisa perversa

- Puedes golpearme, abofetearme, torturarme, amarrarme, violarme si quieres...bueno, esa sería buena opción...―le guiñó sonriente y ella rodó sus ojos -Pero nada hará que me vaya de esta oficina, no hasta que hablemos y me perdones.

- Soñar es gratis, pero mi perdón no se gana de la manera que quieres, Jaymes. Tienes que ganártelo y de esta manera, no lo lograrás.―él arqueó su ceja

- Bueno, tengo otras maneras.respondió sin prestarle importancia a lo que ella se refería y la agarró por la cintura pegándola contra el borde del escritorio

- Jaymes...suéltame...dijo con voz casi entrecortada, sus latidos comenzaron a acelerar

- Sé perfectamente que no quieres que te suelte, kitten.―pegó su rostro al de ella -Puedo sentir tus palpitaciones descontrolándose. Quieres que te bese, lo sé...Así como yo quiero besarte...―absorbió todo el aroma de la mujer

La tomó por el cabello pegándola hacia su boca para besarla con pasión, su otra mano seguía en su cintura aguantándola firmemente. El beso era uno subido de tono, parecía que ambos querían comerse la boca. Ella le mordió el labio inferior y éste hizo un quejido de excitación, el hombre introdujo su lengua y ella juntó la suya con la de él. Comenzó a acariciar los glúteos de ella y poco a poco levantó su vestido, acariciando los muslos de la mujer. La levantó por el trasero para sentarla en el escritorio y ésta separó sus piernas para que él se parara entre ellas. Comenzó a besar el rostro de ella hasta moverse hacia la oreja izquierda, dio un leve mordisco para luego bajar al lóbulo de ésta y seguir hacia el cuello. Besó suavemente su cuello y comenzó a darle mordiscos, la mujer sólo se limitaba a gemir ante ellos y esto lo prendía más. Pasó su lengua por el cuello y comenzó a bajar un poco más ya que en esa parte de su cuerpo, tenía el escote en su pecho. Ella arqueó su espalda y él sumergió su cabeza en su pecho besando y pasando su lengua por encima de lo que ella tenía al descubierto, no era mucho en sí, pero para él significaba todo. Volvió a encontrarse con sus labios y ella comenzó a quitarle el saco y éste sonrió mientras la besaba, amaba que ella le respondiera como él siempre soñaba. Comenzó a quitarle la corbata, abrió par de botones de su camisa y entre los dos desabrocharon el cinturón del pantalón. Él bajó el cierre de cremallera del vestido de la mujer, y desabrochó su sostén. Estaba acariciando la espalda desnuda de ella mientras la seguía besando sin parar, parecían imanes inseparables. Era como si ambos se complementaran, como si fueran hechos el uno como para el otro. Sin duda alguna, Montanari no quería que esto terminara, se sentía tan feliz en esos momentos, que no le importaba si hacía a su kitten su mujer, en un simple escritorio. La recostó en éste y él poco a poco se trepó encima de ella, volvió a besar sus labios y cuando iba a bajar hacia su pecho para deslizar el vestido por la parte de enfrente y dejar sus senos al descubierto, la puerta se abrió.

- Lari...―abrió sus ojos en completo shock -¡SANTA VIRGEN DE LA PAPAYA!exclamó asombrada Claudia, dejando caer los papeles al suelo. Ambos dieron un brinco del susto y en un dos por tres se habían levantado del escritorio, ambos se taparon con sus manos, en especial la castaña -P...perdón, n...no quise i...interrumpir. L...lo siento.―dijo tartamudeando, las palabras claramente no le querían salir por la impresión

- ¡Sólo sal!―exclamó el hombre con notable furia por ser interrumpido en su mejor momento, ella asintió asustada y se fue corriendo cerrando la puerta atrás de ella. Larisha sólo se limitó a parpadear para analizar en que se había metido, se sentía tan confusa en esos momentos, él se acercó a ella de una manera provocativa -Bien, ¿en dónde nos quedamos?―preguntó en un tono coqueto, tomando su rostro con ambas manos para besarla, pero ésta lo empujó y él se sorprendió por esa acción. Ella se acercó a él y...

SLAP

SLAP

SLAP

Lo abofeteó en ambas direcciones al estilo Molly Hooper cuando el resultado dio positivo a droga en la orina de Sherlock Holmes. Él se limitó a sobar su cara ya que le había pegado fuertemente. Empezó a acomodarse el vestido lo mejor que pudo.

- Eso es por desaparecerte un puto mes, por venir aquí y creer que puedes acostarte conmigo y por hablarse así a Claudia.―él comenzó a reírse y se acercó a ella -Ahora ciérrame el puto sostén y el vestido.―le dio la espalda y él se pegó lo mejor que pudo. Rozando su cuerpo con la parte trasera de ella

- ¿Me extrañaste?―preguntó en un tono picarón mientras le cerraba el sostén -Que mal...yo que quería quitártelo.―susurró en su oído, enviando una corriente por el cuerpo a la mujer

- No te creas tan importante, Jaymes.―burló ella, él comenzó a subir el cierre del vestido pegando su cara al hombro de Larisha y respirando pausadamente

- Más de quinientos mensajes de voz y texto dicen lo contrario.―dijo en tono él en tono burlón esta vez, caminando hacia al frente de ella. Estaban pegados nuevamente, frente a frente

- Sólo quería hablar contigo de algo importante y tú decidiste abandonarme.―lo miró fijamente - ¿Con cuántas estuviste que tan rápido te aburriste?―arqueó su ceja -Te diste cuenta que ninguna me llega a los talones, ¿ah?―se sentía orgullosa de sí misma

- ¿En serio piensas que estuve con otras mujeres?―preguntó asombrado y algo indignado

- En la forma en la que me hablaste...diciendo que otras mujeres merecían ese apodo, con eso me lo dejaste bastante claro.―él rodó sus ojos -Pero bueno, parece que ninguna pudo superarme.―dijo con cierta victoria

- ¿Cuándo vas a comprender kitten? ¿Cuándo?―reclamó

- ¿Comprender qué?―preguntó dudosa

- Que sólo me interesas tú, a mí nunca me ha interesado una mujer anteriormente hasta que te conocí.―le dijo con un nudo en la garganta -He estado sólo siempre, toda mi vida han sido los negocios y el dinero. Yo no sabía que era eso de sentir hasta que te cruzaste en mi camino.―suspiró -Sé que me he comportado como un psicópata persiguiéndote, pero es la única forma que se me ocurrió, no sabía ni como aparecerme ante ti y a pesar de todo, amé esos juegos que teníamos de cazar al ratón. Con el tiempo me haz estado cambiando y no sé cómo... Pero quiero que sepas que no estuve con ninguna mujer, estuve en Londres y...―dijo pensativo

- ¿Y?―preguntó ella curiosa con lo que él quería decir, estaba impactada con su confesión y en la manera que le estaba hablando

- Y, ya sé todo sobre ti...―ella abrió y cerró su boca, se había quedado en shock

- Entonces, fuiste tú...―respondió en un tono bajo -Tu abriste mi caja fuerte...

- De hecho, fue Xavier.―ella lo miró molesta -No te molestes, kitten. Sólo quería saber más acerca de ti. Eso es todo.

- ¡¿Para decirle a Khan?!―reclamó

- ¡NO! Ya pensé que habíamos dejado en claro ese tema...―se quejó

- ¿Cuándo tomaste ese papel de ahí? ¡¿Cuándo?!―lo señaló

- El día que me conociste en tu habitación, Xavier volvió a la casa y buscó el código por toda la oficina.―ella entre cerró sus ojos

- ¡¿Volvió?! ¡¿ESTUVO ANTES?!―gritó enojada

- Sí, entró mientras estabas en la fiesta.―ella pasó sus manos por el cabello

- Claramente estás obsesionado conmigo.―respondió como si ella misma se recalcara todo. Tenía frente a ella, alguien exactamente igual. Sólo que en este caso, él fue más lejos. -De seguro, debes pensar que soy una loca en estos momentos o debes hasta tenerme miedo.―dijo con decepción y él la miró confundido

- ¿Miedo?―preguntó arqueando su ceja -Número uno, no eres una loca. Sea lo que sea que te haya pasado y haya ocasionado que tuvieras esa condición, no es tu culpa ni te hace loca. Y claramente no me das miedo, ¿por qué tendría que temerte kitten?

- Porque pierdo el control y sé perfectamente que estaré peor. Puedo hacerte daño e incluso hacerme daño yo misma. Y sé también, que en cuanto me veas de otra forma, te vas a alejar de mí... Así como lo harán todos y estaré sola como siempre lo estuve...

- No, no lo haré...No pienso dejarte sola.―la tomó por los hombros

- Lo hiciste, me dejaste. Estuve sola este mes, sin nadie a mi lado. Sin tener a alguien a quien contarle mis problemas sin que me juzgue, sin que sienta miedo de mí.

- Nunca lo hice, aunque no te haya contestado las llamadas ni los mensajes, cosa que me arrepiento de verdad...siempre estuve ahí, cuando hablabas con Xavier acerca de la empresa, en realidad era yo dándole las direcciones. O, ¿a caso creías que Xavier sabe manejar una empresa?―preguntó algo burlón a la mujer y le sacó una sonrisa -Cuando sonríes, te pones tan hermosa y mi mundo se detiene, my queen.acarició su mejilla 

- Siempre me sacas una sonrisa, sin importar lo que digas.―sonrió ella y él se la devolvió

- Te prometo, my queen...que nunca más estarás sola.―las lágrimas comenzaron a bajar por el rostro del hombre y con un nudo en la garganta continuó hablando -Siempre estaré contigo, pase lo que pase. No me importa la enfermedad que tengas, si un día quieres quererme y al otro odiarme, no me importará...siempre estaré contigo. Hasta el final...―ella lo abrazó fuertemente y comenzó a llorar, era algo increíble porque en cierta forma su condición hacia una barrera para que ella no fuera débil, la protegía de la ansiedad, del miedo y de tantas cosas. Pero también ella misma se impedía llorar, estaba cansada de eso hasta que poco a poco había "secado sus lágrimas".

- No lo hagas, por favor. No quiero estar sola, no de nuevo.lo apretó con más fuerza y él se sumergió en ella, se separaron un poco, tomó su barbilla y se la levantó

- Jamás lo haré, me tendrán que matar para poder separarme de ti, my queen.―se acercó a sus labios y la besó, esta vez fue un beso tierno. Mezclaron sus labios con dulzura y con el sabor de sus lágrimas. Era una experiencia totalmente diferente, ya no era algo con pasión o con lujuria. Era algo real, algo que estaba naciendo, él claramente se estaba dando cuenta, pero la castaña aún no. Terminaron el beso con ella apartándose y sin ocultar su cara sonrojada. -Sabes, porque no somos ¿amigos con derecho?preguntó algo picarón y ella rodó sus ojos

- ¿Crees que es el momento para bromear así?―fingió estar molesta

- No lo sé, piénsalo kitten...sonrió ladeado -Puedo quitar tu estrés, no necesitarás nada de pastillas ni de doctores, sólo me pruebas a mí y listo.―se pegó a ella de nuevo y le robó un beso

- ¡Jaymes!―dijo separándose tratando de evitar en reírse

- ¿No quieres?―preguntó arqueando su ceja mientras se pegaba de nuevo a ella -Vamos, dime que sí...―le rogó -Te prometo que no te arrepentirás.―le robó otro beso

- ¡Ya! ¡Quítate!―manoteó juguetona -¿Eso quieres? ¿Tener ese tipo de relación?―lo miró incrédula

- Claro que no.―soltó -Pero como empezamos al revés, besándonos primero antes de conocernos bien, pues, creo que sería correcto seguir con esto mientras nos conocemos mejor. ¿Qué crees?―preguntó juguetón

- Que estás loco, que hay que hacer las cosas como se deben. Además, no puedo...Yo...―se acordó de algo que claramente no le había mencionado

- ¿Tú qué kitten?―preguntó dudoso sin quitar su mirada fija en ella

- Estoy en casi una relación y sinceramente no sé porque estoy haciendo esto contigo.―él sintió una punzada en su corazón que jamás había sentido anteriormente, era una más fuerte que la de aquél día cuando la vio con Stephen -No sé que rayos me pasa, o claramente, sabemos que es lo que me pasa. Y quiero que por favor, no te aproveches de mi condición para tratar de conquistarme. Sabiendo claramente que tengo posiblemente hasta más de dos personalidades que no puedo controlar.―él se acercó un poco

- De todas esas personalidades que tienes, sé perfectamente que estoy conquistando a la verdadera. Y te lo voy a demostrar, kitten...tomó su rostro y la besó nuevamente, ella lo tomó por el cabello y continuó, pero todo se veía bastante perfecto para que no hubiera interrupciones. 

*TOC, TOC*

- Señorita, es para informarle que los socios han llegado y estarán entrando a la sala de juntas en cinco minutos.―dijo Claudia desde afuera pegada a la puerta

- ¡Está bien!―exclamó Larisha

- Parece que tu asistente, tiene el tiempo medido para impedir que te bese.―dijo en tono burlón, pero sin evitar su molestia

- Pues es una excelente asistente, está evitando que caiga en tus garras.―bromeó mientras lo ayudaba a cerrar los botones de su camisa

- Deberías quitarlos en vez de ponerlos.―sugirió él, mientras la observaba con ese aire de deseo y una manera tan sensual que a ella le estaba empezando a encantar

- Mmm, otro día.―dijo sin importancia y él la miró asombrado sin ocultar su alegría

- Ohh, ¿otro día entonces?―preguntó coqueto -Me parece perfecto...―le robó un beso para luego lamer sus labios

- ¿Vas a seguir robándome besos cada vez que quieres?―frunció su ceño

- Ehh, sí. Ya no hay nada que me detenga, kitten.―sonrió pícaramente

- No eres mi novio ni nada por el estilo para que lo hagas.

- Pero, soy tu amigo con derecho y tu socio.―se encogió de hombros -Brega con eso.―añadió con orgullo

- ¡En ningún momento he aceptado esos términos!―reclamó

- Claro que sí, desde que comenzamos a besarnos de esta forma.―respondió victorioso

- Porque tú...tú...claramente ella no sabía que decir, él tenía toda la razón 

- ¿Yo qué?―la miró de una manera provocativa y lamió sus labios nuevamente, eso la sacaba de control

- ¡Vístete! Ponte ese saco, pero ¡YA! Deben estar esperándonos en la reunión, ya que dices que serás mi socio.―él asintió sonriente y terminó de arreglarse, ella acomodó un poco más su vestido y se retocó el maquillaje, en especial el pintalabios que Jaymes le había quitado por completo -Por cierto, limpia tus labios, están completamente colorados.―añadió ella sin evitar reírse

- Debería entrar así, para que sepan que eres mía.se remarcó su acento irlandés en esa oración, ella no sabía si derretirse ante eso o reírse por semejante comentario

- Número uno, no soy tuya y número dos, ¡límpiatela!―le regañó y salió de la oficina, él siguió atrás de ella y ésta se volteó -Vete al baño a limpiarte, te espero en la sala de reunión, queda en el quinto piso por sino lo sabes.

- Recuerda que lo sugerí indirectamente.―arqueó su ceja orgulloso y ella rodó sus ojos

- ¡UGH! Te veo allá.―caminó hasta el ascensor y fue al quinto piso

***

La reunión fue algo extensa y estresante, los hombres no paraban de preguntar a Larisha. A veces ella no sabía como contestar, pero por suerte su hombre misterioso estaba presente para salvarle el pellejo, lo que ella no podía contestar o no sabía que decir, él lo hacía a su nombre. Estaba totalmente agradecida porque al menos él volvió para ayudarla, lo necesitaba para su venganza en cierta forma, pero más que eso, lo estaba empezando a necesitar de otra forma a la cual ella aún no estaba clara.

Al final, aceptaron trabajar con ella. Ninguno negó su petición de alianza, eso significaba mucho. Estaban dándole la confianza, sabiendo que apenas ella comenzaba. Pero algunos miraban de reojo a Jaymes, ya que éste los había amenazado de muerte sino aceptaban trabajar con su kitten. En cierta parte, él también quería ver caer a Khan, pero sus razones estaban todavía en secreto y no sabía cómo revelarle a su kitten, sin perderla por haberle mentido.

Uno de los socios antes de irse, quiso despedirse de Larisha.

- Señorita Dupont, para mí es un placer hacer alianza con usted. Espero que pronto todo esto rinda frutos.―Jaymes, observó de reojo algo celoso ya que él le hablaba en un tono demasiado coqueto para su gusto, se paró al lado de su kitten y la tomó por la cintura. El hombre no se veía nada mal y eso le causaba cierto coraje

- Un placer para mí también, señor Harvis. Estaré aquí siempre a la orden, espero que en un mes veamos buenísimas noticias.―respondió sonriente

- Llámame William, y claro, eso espero también.―iba a tomar la mano de ella para besarla, pero antes que la agarrara, Montanari agarró su mano para estrechársela

- Mucho gusto, me alegra en verdad que haya aceptado.―le decía mientras se la apretaba y el hombre lo miraba confundido

- Eh, bien me marcho.―soltó la mano de Montanari -Hasta la próxima reunión.―le guiñó un ojo a la mujer y se marchó, Jaymes cerró su puño con cierta molestia

- ¡JA! Una escena de celos, ¡lo que faltaba!―se burló la castaña de él

La miró ofendido -¿Celos?―comenzó a reírse -Ese tipo no me llega ni hasta al ego, soy muchísimo mejor que él. Sólo me molesta que no respeten lo que tiene dueño.―dijo entre dientes

- No soy tu propiedad, Jaymes.―lamió sus labios

- Fíjate, eso te dije yo a ti primero...―se acercó a ella -Pero te recuerdo que me dijiste, que me sellaste desde aquél día que me besaste en la oficina.―dijo en un tono bajo en su oído -Así que estamos a mano.―se acomodó su saco mientras se enderezó -Eso sí, ten en mente esto siempre, tarde o temprano...te acostaré en ese escritorio y te haré rogar por piedad, dos veces...No me hagas repetírtelo de nuevo.lamió sus labios suavemente y ella no pudo evitar en observar ese gesto -Bueno, ya me tengo que ir. Hoy tuvimos una buena charla.―dijo algo burlón

- Gracias por ayudarme en la reunión y por todo...―le sonrió cálidamente

- No tienes que agradecerlo, sabes muy bien porque lo hago. Me importas y...―no sabía si decirle o no

- ¿Y?―preguntó mirándolo atenta mientras esperaba a que continuara

- ¿Puedo darte otro beso?―cambió totalmente lo que le iba a decir, ella rodó sus ojos -Por favor...―suplicó

- Sólo por este momento te dejaré, pero ni creas Jaymes, que voy a estar besándote cada vez que quieres.―se quejó y él sonrió

- Está bien, está bien.―asintió burlón -Ahora, ven para acá.la tomó por la cintura para pegarla hacia a él y la besó nuevamente con fuerza. A ella se le escapó varios gemidos de excitación y al darse cuenta se separó

- Vas a volverme loca, sin duda alguna.―lo miró con su ceño fruncido

- Pero por mí...―dijo sonriente -Nos vemos luego, my queen.―le lanzó un beso para colocarse sus lentes e irse de la sala de reunión

Larisha se sentó en la silla pensativa en todo lo que había pasado, ya no sabía que en realidad quería. No sabía si en realidad era ella la que estaba sintiendo o era su condición la que la hacía actuar de esa manera o si simplemente era todo viceversa y su condición era la que la tenía obsesionada con Stephen.

Sentía que no podía confiar ni siquiera en ella ya, todo esto la estaba volviendo peor de como estaba. Por una parte se sintió tan bien al estar con Jaymes nuevamente y que pasara todo eso entre ambos, pero por otra tenía un sentimiento de culpa tan grande encima.

"Le rompiste el corazón a Logan, y ¿ahora también se lo vas a romper a Stephen?", sintió como la voz de Mathew retumbaba en su cabeza, parecía su nueva conciencia. Cuando se iba a sumergir en su mundo de pensamientos, sonó su celular alertándola de un mensaje de texto.

Mensaje de Stephen

Cosita, te tengo buenas noticias.

S.H x

Sonrió al ver que se trataba de él, pero a la vez el sentimiento de culpa se apoderó de ella. Jamás le había fallado a su obsesión y lo estaba haciendo.

¡Cuéntame ya! Me muero del desespero...

L. x

¡Mañana me dan los papeles del divorcio!

S.H x

Con ese mensaje, ahí ella comprendió, lo lejos que había llegado con su obsesión. Lo que no se imaginaba, era que apenas todo estaba comenzando...

"¿Qué estoy haciendo?"

"¿Estoy bien o estoy mal?"

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Aquí tienen su suculento capítulo 21, si les gustó díganmelo por aquí o le dan a la estrellita.

¿Qué tal ese salseo liviano ah? ;)

Les dije que apenas esto empezaba, el revés de todo se acerca.

¿Vieron al nuevo personaje? El suculento Ryan Reynolds, 7u7. No lo shipeen con ella. Ese sí que no es nada shipeable, pendientes, porque con él, llega el drama de todo esto. ¡De eso vivo!

Muchas gracias por apoyarme, ¡hace par de días llegamos a las 9k+ lecturas y 1k votos! Gracias por la oportunidad que me dieron y me siguen dando y bueno, cada vez somos más. :D

Las veo en el próximo capítulo y para las que me siguen en la fanfiction, nos vemos en el próximo cap de Mrs. Moriarty - His only Queen.(Fanfiction del villano de Sherlock Holmes la serie)

Besisss, las quiero <3

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9,684 palabras

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