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Capítulo 12: Honey, I'M YOUR KING

(N/A: Si en el pasado capítulo se quedaron con ganas de J.M, prepárense para lo que viene. Busquen el tanque de oxígeno nuevamente, porque apenas esto empieza. PD: Por si alguien no sabe inglés, el título dice: "Cariño, YO SOY TU REY".)

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POV Omnisciente

Larisha seguía allí en medio de la calle viendo cómo J.M se alejaba de ella, el hombre la observaba con cierto remordimiento, se arrepentía de dejarla en ese estado sola en la calle, lo pensó dos veces para ordenar a Xavier a retroceder para buscarla. Él tocaba sus labios, no creía que rozó con ellos la oreja y la mejilla de su kitten. Se reía para sí mismo, mientras que Xavier lo observaba a través del retrovisor, se sentía contento porque su jefe se le notaba feliz. Él tarareaba la canción que bailó con ella; sentir su cintura en sus manos, pecho con pecho, cara a cara, intercambiando sus alientos. Eso lo tenía en cierta manera excitado, sabía que esa noche iba a tener los mejores sueños con su kitten. No era alguien de soñar, pero ese momento era algo que nunca iba a olvidar.

La castaña volvió a la fiesta; todo seguía fluido, la gente bailando y platicando. Ella caminaba entre la gente, se encontraba con un mar de preguntas encima. Mathew la vio y rápido fue a donde ella.

- ¡Por Dios! Estaba buscándote. ¿Dónde estabas?―le dijo todo preocupado

- Salí a tomar un poco de aire. Este tipo de fiestas me aburren y me estresan.―le dijo ella mientras se dirigía hacia la barra

- Te aconsejo que no sigas tomando. No te hará bien.

- No lo haré, tranquilo. Sólo voy a pedir un poco de refresco.―alzó su mano para llamar al cantinero -Un refresco por favor. ―el cantinero le asintió

- Pídelo y acompáñame un momento. Te presentaré unas amigas que acabo de conocer.―le sonrió ampliamente

- Vaya... no pierdes el tiempo. No conociste a una, sino que varias.―se rió y él rubio se ruborizó

- Déjate tonterías, Lari.―dijo avergonzado

- Vamos Math, hace tiempo que no estás con alguien.―el cantinero le trajo su refresco y ella lo tomó -Debes darte una oportunidad, no pensarás estar soltero toda tu vida. ¿O sí?―ella arqueó su ceja y tomó de su refresco

- Pues, no lo he pensado.―ella lo miró confusa -Me refiero que no me he sentado a pensar en tratar de conocer a alguien. No soy bueno para eso, si conocí a April fue porque ella se acercó a mí.

- Con más razón debes darte una oportunidad, ven, llévame a donde tus amigas.―él sonrió y fueron a una mesa donde se encontraban las chicas

Eran tres chicas las que se encontraban platicando amenamente; una de ellas era española, cabello marrón al igual que sus ojos, delgada y estatura mediana. La otra era argentina, casi la misma descripción física que la española, salvo que tenía más caderas y era un poco más baja. La tercera chica era nacionalidad peruana; ojos marrones bastantes oscuros, un cabello súper corto al estilo Scarlett Johansson  y complexión delgada; se veía la más alegre de las tres ya que las otras dos se notaban tímidas por estar alrededor de tanta gente.

- Larisha, te presento a Carol, Claudia y Alabina.―dijo sonriente -Ven, siéntate.―Mathew movió una silla para que Larisha se sentara y se sentó junto a ella

- ¡Mucho gusto!―dijeron a coro las tres

- Vaya, están sincronizadas.―sonrió la castaña -¿Ustedes trabajan para Khan?―las miró fijamente

- No, nosotras sólo representamos las compañías internacionales. Nuestros jefes están aquí, pero nos permitieron venir a este magnífico evento.―dijo la peruana llamada Alabina

- Oh vaya, que bien.―sonrió Larisha -¿Qué exactamente ustedes reciben de las exportaciones?―arqueó su ceja, estaba siendo directa. Quería ver si podía sacarle información a las jóvenes

- En mi caso, no sé nada acerca de ello. Está prohibidamente estricto saber acerca de las exportaciones.―respondió Claudia

- Yo menos sé, a mí sólo me tienen de viaje por mi cara bonita y para tararear lo que dice un papel.―bufó Alabina y todas rieron un poco

- En cuanto en donde trabajo yo, sólo sé que trabajamos con equipos para la salud.―dijo Carol y Larisha frunció su ceño. No comprendía como las otras dos chicas no sabían nada y ella tenía idea de algo -Sólo estoy suponiendo, porque tampoco sé nada.―Larisha frunció sus labios, Khan estaba escondiendo algo grande y ella tenía que averiguarlo.

- ¿Les pagan bien?―les preguntó la castaña y Mathew la miraba atento

- Hasta ahora he sobrevivido, así que considero eso bien, supongo.―dijo la peruana y tomó de su trago

- No tengo queja alguna, pero si se me llega a presentar otra oportunidad, la tomo. Esto de viajar a varios países me está flipando. respondió la española

- A mí a la verdad, me apesta mi trabajo. Estoy que le cago a piñas al jefe ese, me tiene cansada el pelotudo con lo mismo.―se quejó la argentina y se echaron a reír -¿Vos de qué trabajas?

- Por ahora no trabajo, de hecho no lo necesito. Tengo pensado en fundar mi propia empresa.―sonrió ampliamente y las chicas se miraron asombradas

- ¡Joder tía! ¿Eres millonaria?―preguntó Claudia asombrada

- Pues, sí... ¿Hay algún problema en ello?―dijo dudosa

- ¿Problema? ¡Yo no le veo ningún problema! ¡Es perfecto! Siempre quise una amiga así millonaria, para que me lleve de viaje a Francia y conocer al papu de Gasp. Dios...―dijo Alabina que por un momento las chicas pensaron que se iba a babear

- ¡Benedict Cumberbatch es miles de veces mejor!―exclamó Carol

- Con cuerdo. ―soltó Larisha

- ¡Y yo! Soy fiel a mi crush.―añadió Claudia

- ¿Pero que les pasa? ¡Están locas!―las miró incrédula la peruana

- Bueno... ―carraspeó Mathew -¿Podrían dejar de hablar de hombres? Estoy aquí en la mesa.―rodó sus ojos y todas se rieron

Así pasaron un largo rato charlando y conociéndose unas a las otras. Entonces Larisha notó algo que obviamente no iba a dejar pasar por alto.

- Oye Mathew...―le susurró al oído del rubio y éste la miró

- ¿Pasa algo?―preguntó extrañado

- La del medio, la que se llama Claudia. No deja de mirarte en toda la noche.―Mathew se atragantó con el cóctel -Deberías sacarla a bailar.―ella le guiñó un ojo y le sonrió maliciosamente -Claro, sino te mueres atragantado con ese cóctel.―burló y él se rió avergonazado

Mathew se levantó de la silla y fue hasta donde Claudia. La invitó a bailar y ella aceptó, el rubio observó a Larisha y ésta le asintió satisfecha. Carol y Alabina se habían ido a la barra por más bebidas. De la nada aparece un Logan como si tratara de salvar su pellejo.

- ¡Lari! ¡Ayúdame!―estaba todo fatigado

- ¡Mira quien se digna de aparecer! ¿Cómo la estabas pasando con la tal Samantha? ¿Ah?―le reprochó Larisha, parecía un tono algo celoso

- ¿Estás celosa?―la miró maliciosamente mientras se acerba a ella

- ¡JA! Ni en tus sueños.―dijo sarcásticamente

- Claro, claro. ¡Como digas!―bufó -¿Podríamos irnos ya? Es que no aguanto más esa mujer.―Larisha se quedó pensativa, era mejor irse antes que Samantha la viera, si la ve allí es capaz de hacer teorías y desenmascararla

- Nos vamos de inmediato.―ella tomó su cartera de mano y justamente regresaba Mathew de la pista de baile -Mathew, ya nos vamos.

- ¿Ya?―dijo confuso

- Sí, ya es hora. Además hay que salvar a Logan de la víbora.―burló Larisha

- Está bien, no hay problema.―se volteó a donde Claudia -Fue un gusto conocerte, la pasé muy bien.―le sonrió ampliamente, Larisha y Logan intercambiaron miradas picaronas y volvieron a mirar esa escena

- Para mí también fue un placer conocerte.―sonrió tímidamente -Ya tienes mi número, háblame cuando quieras.―Logan abrió su boca de lo sorprendido que estaba de su amigo, ya que no había hecho algo así antes

- Lo haré sin duda alguna.―le sonrió y le dio un beso en la mejilla, a Larisha por poco se le escapa un chillido de felicidad.

Todos se despidieron y los tres mosqueteros se dirigían a la salida.

- Estoy orgulloso de ti, Mathew. Ya era hora que hicieras algo por la patria.―chisteó Logan y a Larisha se le escapó una risita

- Pues Larisha me dio el empujón que me hacía falta, a la verdad.―dijo mientras miraba a Larisha con felicidad -Gracias Lari.―le sonrió serenamente

- No me tienes que dar las gracias, Math. Para eso―

- ¿Ya te vas Logan?

Una voz profunda interrumpió a la castaña. Una voz que hace años no escuchaba y esta noche la escuchó por segunda vez. Al principio pensó que sentía miedo, pero no. Era rabia, odio y remordimiento. Los dos acompañantes de ella se voltearon, ella cerró su puño y se quedó casi temblorosa, tratando de controlar la furia que se regaba por sus venas.

- ¡Señor Khan! Perdón que me esté yendo sin avisar, no lo encontraba por ningún lado.―dijo apenado Logan

- No se preocupe, Patterson.―le sonrió ampliamente -¿Quiénes son los que te acompañan?―a Larisha se le detuvo el pulso por un momento

- Son mis amigos, señor.―sonrió tembloroso Logan -Él es mi amigo Mathew Fernsby y ella...―Logan se puso dudoso en si decirle o no, pero tenía que hacerlo -Ella es Valindra Dupont.

El hombre de ojos azules se acercó a donde Mathew y le estrechó su mano, Larisha seguía de espaldas y el hombre la miraba extrañado. Logan le dio un leve codazo sin que su jefe se diera cuenta y ella se volteó. Estaba cara a cara con su peor enemigo. El hombre la miró de arriba hacia abajo, su mirada de lujuria no se podía negar. A Larisha le empezó dar náuseas al sentir los ojos de ese hombre escaneando su cuerpo.

- Señorita Dupont...―susurró él y tomó la mano de ella postrando un beso sin quitar su mirada fija ante la mujer -Un placer conocerla...―le sonrió con cierta lujuria

Ella simplemente le asintió, a pesar de que no se había quitado su antifaz, no quiso tener mucho contacto visual con el hombre. Esquivó su mirada hasta que éste al fin soltó su mano que parecía que no lo haría nunca. Logan y Mathew tragaban fondo, no sabían qué hacer. Hasta que el rubio decidió que era mejor salvar a su amiga de esa situación.

- No es por querer ser descortés, pero tenemos que apresurarnos. Vivo algo lejos y no vine en mi coche.―dijo rascándose la cabeza, Khan asintió

- Vayan tranquilos, gracias por ser parte de esta velada. Fue un placer, conocerlos...dijo más directamente a Larisha que a Mathew. La miró tan penetrante, que a ésta se le revolvieron las tripas y sintió una descarga eléctrica en su cuerpo. Con la simple presencia de este hombre, bastaba para sentir repugnancia.

Todos asintieron al unísono y se fueron lo más rápido de allí. El señor Dickens, los observaba con cautela, pero en especial a ella. La encontró una mujer bastante interesante en todos los sentidos, una mujer que quisiera encontrarse en otra ocasión. Pero sus deseos no iban a quedarse como sueños o ilusiones. Eso pasaría tarde o temprano, pero de la peor forma que se puede imaginar. Porque al frente de él, tuvo al enemigo número uno que ha podido tener en toda su vida. Y eso pronto lo sabrá...

Logan y Larisha llegaron a la casa, el ojos claros estaba ya casi al borde la borrachera y no aguantaba casi sus pies. La mujer lo ayudó ir hasta su cuarto y lo lanzó a la cama, le dijo que se bañara en la mañana porque sino podría caerse en la bañera. Larisha se dio un baño para canalizar sus pensamientos, esa noche había vivido tantas emociones que creía que su cuerpo no las podía asimilar. Besó al hombre con el cual ella se había obsesionado, después de tantos años, al fin lo sentía suyo. Pero ella sabe perfectamente que no es bueno declarar victoria, no todavía. Ella lo quiere tener completamente, no piensa compartirlo con Sophie. Ser plato de segunda mesa no está en sus planes, ella quiere una familia. Quiere crear un hogar con amor, sí, amor, una palabra que ella no tiene la idea de que significa porque eso fue lo menos que recibió en el entorno de su hogar.

Ella se sentía satisfecha a pesar de que sólo fue un beso, pero un pensamiento inundó su cabeza y la hizo olvidar de esa escena. J.M. ¿Cómo ese hombre la había encontrado? ¿Cómo localizó donde ella vive? Porque ahora comprendió que ese auto definitivamente era de él y no de algún vecino. Eso no le preocupaba a ella, sino que le intrigaba, le carcomía la duda. El hombre sin duda alguna no es un idiota, eso le agradaba a ella. Odia la gente inepta y simple, ese tipo de gente la saca de casillas a veces. Sin darse cuenta, ella estaba sonriendo al pensar en él, se tocó su oreja y su mejilla. El calor de su aliento, sentir su voz susurrando cerca de su oído, sus labios suaves haciendo contacto con su mejilla. Esa voz, ese acento que la sacó de órbita, jamás se había sentido tan atraída. Sentir el peligro frente a ella, jamás había sido tan excitante. Bailó con alguien que estaba obsesionada con ella y ella bailó con el hombre en el cual ella estaba obsesionada.

Estaba preparándose para dormir y un mensaje llegó a su celular.

Mensaje de Stephen

He tenido la mejor noche de mi vida gracias a ti. Claro, a pesar de que fue interrumpida. ¿Cuándo nos volveremos a ver? 

S.H x

La mujer sonrió al leer el mensaje, sabía que él se encontraba en su casa y esa mujer lo iba a descubrir. Ella no le importaba para nada, pero el pensar en que Sophie los descubriera tan rápido y luego él se arrepintiera y la dejara a un lado, eso no lo podía a permitir.

Pasó media hora y la castaña comenzó a escribir un mensaje. Sinceramente no sabía lo que hacía, pero en el fondo de ella eso le estaba gustando.

Quisiera volverte a ver. Pero merecemos un encuentro digno. ¿No crees?

L. x

El hombre que ya se encontraba en su cama, aún no conciliaba el sueño. Estaba emocionado por todo lo que había pasado. Repetía la escena de esa noche una y otra vez en su cabeza como si fuera una película. Su celular sonó y al ver de quien se trataba, no pudo evitar formar una enorme sonrisa en su rostro. Leyó el mensaje y sintió cómo su cuerpo se estremeció, mordió sus labios al ver que en la firma había un beso.

Merecemos un encuentro digno de una reina como tú. No habrá antifaz de por medio, lo prometo, my darling.

J.M xxx

Esa noche ese par durmió plácidamente, sin pensar que su próximo encuentro sería al otro día.

***

- ¡Pssst! ¡Despiertaaa! 

¡DANG

Un golpe en su cara despertó a la mujer. Logan le había golpeado con una almohada.

- ¡¿PODRÍAS DEJARME DORMIR EN PAZ LOKI?!―le gritó

- Des-piér-ta-te. ¡Son las 9:00 a.m!―le exclamó quitándole las sábanas -Wow...
 susurró -Que pijamas tan sexys...―sonrió ladeado al ver que Larisha tenía unos pantalones cortos bien pegados de corazones con una camisilla a juego casi escotada. Ésta rápido se cubrió con la almohada

- ¿A eso vienes? ¿A ligarme en pijamas? ¡Enfermo! Sal de mi cuarto. ¡YA!dijo furiosa y le tiró las almohadas. Logan se echó a reír y salió corriendo de la habitación 

Ryan se encontraba esperándolos para servirle el desayuno, Logan entró al comedor y se sentó a esperar a Larisha. Ella terminó de prepararse y bajó rápidamente las escaleras para encontrarse con ellos en el comedor. Stafford les sonrió y fue por el desayuno; les había preparado crepas de chocolate y fresas, adicional, unos waffles con syrup y bananas rebanadas por encima.

- No me arrepiento en haberte contratado. ¡Qué delicias haces! ¡Dios!―dijo y se llevó un bocado a su boca y le señaló al chico para que se sentara junto a ellos a comer

- Para mí es un placer Larisha, gracias por permitirme sentarme junto a ustedes. Me siento como si fuera un amigo más.―sonrió tímidamente

- ¡Es que eres un amigo para nosotros! ¿Verdad Lari?―le sonrió Logan

Larisha se limpió con la servilleta -¡Pues claro! Y más cuando me diste un sermón ayer para que fuera a la fiesta. Ya con eso dejaste de ser un simple chef en esta casa.―todos rieron -Cambiaré un poco el tema. Perdón por ser tan abrupta... Logan, ¿todavía no te han sacado del periodo de prueba en la empresa?―lo miró la castaña, éste se encontraba picando un pedazo de crepa

- Todavía, el idiota de Erick no se indigna en aprobarme.―bufó y se llevó el pedazo a su boca

- ¿Idiota de Erick? ¿Y ese quién es?―frunció su ceño

- Un idiota que con mucha razón Stephen lo llama así, se cree un actor de Marvel.―rodó sus ojos -Desde que llegué a la empresa, las mujeres no dejan de acosarme y él se siente celoso. ― Larisha se rió un poco y él negó con la cabeza -Según Stephen, es capaz y no me aprueba.―a ella se le borró la sonrisa por completo

- ¡NO PUEDES PERMITIR ESO LOGAN!dio un golpe en la mesa que los hombres brincaron del susto en sus sillas

- ¡Ostia! ¡Me haz sacado el vivir mujer! ¿Por qué gritas así como una loca?―estaba asombrado y asustado por el semblante de Larisha, había cambiado por completo

- No... puedes perder ese trabajo Logan...dijo entre dientes acercando su cara hacia la de él, su mirada parecía mortal por unos instantes, el ojos claros tragó fondo y a Ryan prácticamente se le cayó la crepa de la boca con la escena que tenía ante él

- T...tranquila t...todo está bajo control.―tartamudeó, jamás había visto a Larisha de esa manera. Otras veces la había visto enojada, pero era una actitud normal. Pensó que como esto era algo más serio e importante, quizás por eso se había tornado así

- Yo... iré a lavar los platos. Ehhh... permiso―se levantó rápidamente Ryan de la mesa, como si su vida dependiera de ello y se fue a la cocina

- Sácate a todas esas estúpidas de encima, Logan. No estás para buscar mujeres, no te envié para eso.―lo miró fijo, pero su tono de voz era cortante

- Lo haré. ¡Por Dios tranquila!―le exclamó

- ¿Cómo me pides que me tranquilice? ¿Ah?―arqueó su ceja -¡Todo se va a ir a la mierda porque a ti te dio con ser el casanovas!―manoteó

- ¡QUE NO ME ESTOY HACIENDO EL CASANOVAS! ¡ESAS MUJERES PARECEN SAPAS ENCIMA!―se levantó de la silla y se jaló su cabello de la frustración

- ¡A MÍ NO ME ALCES LA VOZ!―gritó ella levantándose igual

- ¡TÚ EMPEZASTE!―bufó

- ¡¿AHORA SOY YO LA CULPABLE?!―se señaló su pecho ofendida

- ¡POR DIOS LARI!―exclamó histérico -¿Qué es lo que te pasa?―le dijo calmadamente, poniendo sus manos en los hombros de ella, la miró dolido. No había visto una actitud así de ella antes. Podía notar como el cuerpo de Larisha estaba tenso y luego poco a poco se relajaba, como si fuera un "click" que lo pones en modo combate y luego lo apagas a modo pacífico

- Yo... en verdad no sé...―susurró ella y se desplomó en la silla -Logan... yo... no soy alguien normal.―exhaló sin poder -Tengo mis problemas, no precisamente estos.―lamió sus labios. - Los tengo aquí.―dijo señalando su cabeza, él frunció su ceño y la miró confundido

- ¿De qué me estás hablando?―él se agachó a donde ella y acarició su cabello

- No quiero hablar sobre ello ahora, por favor no me presiones.―se llevó las manos a su cara y se apoyó de la mesa -Cuando me sienta preparada te contaré.―lo miró con una expresión decaída -Aunque espero que para ello, no sea tarde...―añadió con un hilo de voz que por poco no se escuchaba. Él quiso preguntarle, pero al verla así tan decaída, quiso respetar la decisión de ella y no la inundó con sus dudas

Un mensaje interrumpió ese momento tenso entre ambos. Larisha sacó su celular y exhaló fuertemente. Había olvidado por completo esa cita.

Mensaje de Malcom

Señorita Dupont, le hablo para confirmar nuestra cita. Espero que hoy nos vayamos con las manos llenas. Usted con una llave y yo con un cheque.

M.W

- ¿Quién es?―preguntó Logan curioso

- Una cita que tengo, vuelvo al rato.―dijo levantándose de la silla

- ¿Stephen?―preguntó algo molesto

- No, no es Stephen. Puedes estar tranquilo.―ella le mostró una falsa sonrisa, tomó los platos de la mesa y se dirigió a la cocina

- ¿Entonces quién?―dijo desconcertado

- Logan...―paró en seco y se volteó -No tengo que contarte todas las cosas que hago. ¿O sí?―arqueó su ceja

Suspiró -Me preocupo por ti...―ella puso los platos en la barra de la cocina y caminó hacia donde él, le dio una cálida sonrisa y puso su mano en la mejilla de Logan. Acarició su rostro y él sintió como su cuerpo se tensaba. Larisha se levantó un poco en puntitas, lo besó en su mejilla y lo abrazó. En otro momento él hubiera sentido reproche, pero esta vez no. Estaba haciendo caso a los consejos de su amigo Mathew, parece que estaban funcionando. Ella lo estaba buscando poco a poco. De momento se escuchó como cayó un plato al piso.

- Oops, perdón.―dijo Ryan apenado rascando su cabeza

Todos rieron y se pusieron a limpiar el piso. Larisha se despidió de los hombres y comenzó su rumbo hacia su cita.

***

Larisha llegó al lugar donde se encontraba el edificio, ésta admiraba lo bien que se veía por fuera. Notó que se veía reluciente, y tenía las luces encendidas. Parecía que "Malcom" se había tomado la molestia en dejarlo en perfectas condiciones para cuando ella viniera a verlo. Ella sonrió para sí misma, si así de magnífico se veía por fuera, por dentro iba a ser maravilloso.

El hombre fue puntual, ya a las 12:00 p.m se encontraba allí, se bajó de su auto y fue a donde ella. Él acordó esta cita con Larisha, pero había olvidado algo... no le avisó a su jefe y no tan sólo eso, no se imaginaba que su jefe se encontraba allí, en el edificio. En el último piso donde sería la oficina de su kitten. J.M fue quien se encargó de dejar ese edificio impecable, parecía otro. Amuebló cada piso de la forma más lujosa y amena posible. Su estilo, estaba firmado en cada pared y rincón del lugar. El acariciaba los muebles victorianos color rojo y dorado que le había conseguido a su reina; se sentó y empezó a tomar de su té, sin percatarse que afuera estaba su kitten, a punto de entrar con su mano derecha.

- Oh, mi Dios...―dijo toda sorprendida

- Cielos...―susurró Xavier para él. No había visto el lugar por dentro, su jefe contactó al dueño, compró el lugar y luego en todas estas semanas no le había dicho nada de que estaba decorándolo. Sólo le dijo que ya era de su propiedad, entonces pensó que ya era hora que se lo diera a Larisha.

- ¿Cuántos pisos tiene?―le preguntó emocionada

- Tiene seis pisos.―le devolvió la sonrisa -¿Le parece bien?

- Me parece perfecto, aunque ni sé cómo ordenar los pisos. Ya veré cómo lo hago.―negó con su cabeza

- ¿Nunca ha trabajado antes en una empresa o manejado alguna?―preguntó curioso aunque ya sabía la respuesta

- Trabajé en una más o menos, pero nunca he manejado una en mi vida.―lo miró fijamente, pero seguía risueña

- ¿Quieres conocer los demás pisos?

- ¡Vamos!―aplaudió emocionada y se dirigieron al ascensor

Iban piso por piso, la mujer se encontraba emocionada. La decoración del lugar era exquisita, le gustaba tanto que pensó en dejar todo como estaba. Se veía todo reluciente y nuevo, en realidad, demasiado nuevo para ella. Cada piso tenía una decoración diferente, sin perder el lujo. Ya estaba totalmente convencida que quería el lugar, pero quería ver el piso más importante, donde sería su oficina.

- Llegamos al fin al sexto piso.―le sonrió y le cedió paso para que saliera del ascensor ella primero

- Esto es impresionante Malcom... Este edificio me tiene derretida, ¡me encanta!―dio una pequeña vuelta en un mismo lugar, parecía que danzaba de felicidad. Xavier se rió internamente, la mujer parecía un clon de su jefe en esos momentos

- Me alegro que le guste, señorita Dupont.―sonrió ladeado

- Gustarme es poco.―dijo ella en un tono algo coqueto, pero no pretendía serlo

- Acompáñeme, le mostraré la que será su oficina al fondo.―le señaló y ella procedió a caminar primero. De repente, ella se detiene y se voltea a donde el hombre

- ¿Podrías decirme en dónde queda el baño?―estaba apurada la pobre

- Aquí a mano derecha.―ella asintió -Estaré esperándola en la oficina. Sólo vaya hasta el fondo a la izquierda.

- ¡Sí! ―exclamó ella mientras apresuraba su paso al baño

Xavier siguió su rumbo hacia la oficina, quería ver como el jefe había decorado todo. De seguro lo hizo de una forma especial, que lo distingue. Al abrir la puerta, estaba asombrado con la decoración, pero luego sus ojos se postraron en algo en específico, su jefe. J.M. alzó la mirada y arqueó un poco su ceja, no entendía porque su mano derecha se encontraba ahí sino lo había llamado en ningún momento para sus servicios.

- Xavier, ¿qué haces aquí?―preguntó curioso -¿Cómo sabes que estaba aquí? ¿También estas usando tus habilidades para seguirme a mí?―dijo sarcásticamente

- Señor ¿qué hace usted aquí?―dijo casi sin aliento, parecía paranoico mirando hacia la puerta

- ¿Perdón?―dijo incrédulo -¿De cuando acá eres tú el que haces las preguntas? ¡Cuidado como me hablas!―le reclamó su jefe, pero Xavier miraba de reojo la puerta -¡¿Qué tanto miras esa puerta?!―exclamó furioso

- Señor, baje la voz. Por favor...suplicó 

- No me hagas enterrarte una bala en la frente, Xavier...dijo entre dientes 

- No vine solo señor.―dijo en tono bajo, el hombre alzó sus dos cejas -Estoy con ella, está en el baño y en cualquier momento va a llegar.―al hombre se le formó una sonrisa nerviosa, perdió su compostura y por primera vez sentía nervios. Una cosa era prepararse para ver a su kitten y otra muy diferente es que ella llegara de sorpresa. No se sentía preparado y eso lo hacia temblar

- T...tengo que irme...―tartamudeó por primera vez en su vida, Xavier abrió sus ojos en par en par. Jamás había escuchado a su jefe tartamudeando -¡No te quedes parado como un estúpido! ¡Ayúdame a salir de aquí!

- Es mejor que usted se presente de una vez ante ella, señor.―dijo esto y su jefe lo miró furioso

- ¿Pedí tu opinión? ¿No, verdad? Entonces, ¡cállate!―J.M daba vueltas de lado a lado pensando que hacer

- Escóndase en el armario. Es lo suficientemente grande, cualquier cosa le digo que está lleno de objetos que se pueden caer al suelo, que de eso me encargo.―su jefe asintió, no le parecía mala idea. Rápidamente se metió al armario y justamente la puerta se abre

- Perdón por tardar, pero me quedé admirando la decoración del todo el camino hasta acá.―sonrió apenada -Wow... esta oficina está genial. ¡Me encanta!―J.M sonrió al escuchar a su kitten decir esto, se sentía satisfecho de que a ella le gustara, sabía que le daría al clavo

- Que bueno que le guste como está decorado el edificio.―sonrió

- Es una decoración exquisita, usted tiene un buen gusto. Me sorprende que un hombre sea tan detallista en este tipo de temas.―el hombre lamió sus labios y sonrió, se sentía orgulloso de sí mismo

- Eso significa que... ¿comprará el edificio?―preguntó con expectativa Xavier

- Usted y yo hicimos un trato. Si me gustaba, yo compraba. Y... ¡Me fascinó!―exclamó emocionada

- ¿Trato hecho entonces?

- Trato hecho.―ambos se estrecharon las manos -¿Trajo el cheque?

- Aquí está, ya le puse la cantidad.―sacó el cheque de su bolsillo y se lo extendió a ella para que lo firmara

- ¿Sólo 5 millones?―dijo asombrada

- En especial, para una mujer como usted.dijo coquetamente y eso no le agradó para nada a su jefe, ya que cerró su puño con fuerza. Ella sonrió ladeado y firmó el cheque

- Un placer hacer este negocio con usted, West.dijo algo coqueta y le extendió el cheque. El hombre se sentía celoso y ya estaba perdiendo el control

- El placer es mío, señorita Dupont.―tomó la mano de ella y postró un beso en ella. Larisha asintió y luego miró el armario

- Que armario tan grande, se ve perfecto.―dijo asombrada

- Le recomiendo que no lo abra, hay objetos míos todavía adentro y pueden caer al suelo, son frágiles. Si me da oportunidad, las quito de ahí hoy sin falta.―le dijo el hombre tratando de ocultar su nerviosismo

- No pensaba abrirlo, tranquilo.―sonrió ella y J.M tragó fondo de alivio al igual que Xavier -Me marcho entonces, gracias por venderme el edificio.

- Al contrario, le agradezco por interesarse. Aquí tiene su llave, que lo disfrute y que su empresa tenga grandes frutos.

- Así será... Definitivamente...―asintió ella orgullosa de su compra, se despidió del hombre y se marchó de la oficina.

Larisha salió del edificio feliz por su compra, pronto iba a crear su propio imperio. Sacará a Khan del medio y lo hará pagar por destruir su vida. Luego de eso, va a brindarle a Estados Unidos y al mundo entero, una empresa digna de exportaciones. No era lo que quería en su vida, pero fue lo que aprendió a la fuerza. Dentro de su oficina aún se encontraba ese par, J.M ya había salido del armario.

- ¿Era necesario tanto coqueteo?―le reclamó celoso

- Disculpe señor... sólo quería que esa compra se completara.

- ¡Te volaría la cabeza ahora mismo, pero no sé donde dejé mi arma!―exclamó furioso, los celos inundaron todo su cuerpo -¿Qué averiguaste anoche sobre ella?―le preguntó tratándose de tranquilizar

- Entré a la casa y verifiqué sus papeles como usted me ordenó. Ya es obvio el porqué le perdimos la pista hace un tiempo atrás. Había cambiado su nombre a Valindra Dupont, ha hecho todo bajo ese nombre. Viajes, compras, reservaciones, de todo... según sus documentos.―el hombre lo miraba atento

- ¿Encontraste algo más que me interese?―se sirvió té el hombre y le ofreció una taza a su mano derecha

- Tiene una caja fuerte.―tomó la taza -Pero mi presentimiento es que se trata de algo muy importante y no de dinero. Es de código de letras, por cierto.―tomó un poco del té

- ¿Cuántas letras?―preguntó su jefe luego de tomar también de su té

- Son ocho letras señor.―el hombre asintió

-Bien, parece que hoy mi darling y yo tendremos nuestro primer encuentro. Uno de verdad...remarcó él sonriente y tomó de su té, su mano derecha sonrió junto a él. Estaba ansioso por saber que podía lograr su jefe

***

La castaña llegó a su casa, luego de salir del edificio, se tomó la tarde y se fue de compras. Paseó por todo el centro comercial, se compró vestidos, ropa casual e íntima, maquillaje y algunas decoraciones para la mansión. Ya que desde que se mudó, no se había tomado el tiempo para decorar a su forma su nuevo hogar. Se sorprendió al ver que Logan estaba alistándose en su habitación al igual que Ryan.

- ¿Ustedes dos para dónde van?―dijo extrañada

- Nos vamos para una noches de chicos. Como es de chicos, tú no puedes ir.―burló Logan

- ¿Ah sí? Fíjate, me iré de una noche de amigas entonces un día.―respondió burlona

- Tú no tienes amigas.―bufó Logan, intentó decirlo a broma, pero a Larisha le dolió un poco escuchar eso -Digo, tienes amigos. Me tienes a mí, y ahora tienes a Mathew y a Ryan. ¿No es así Ry?―lo miró de reojo para que lo ayudara salir de la metida de pata que hizo

- C...claro, nos tienes a nosotros.―respondió nervioso -Además es un avance, las amigas suelen ser víboras entre sí. Se tienen envidia y eso...―Ryan no sabía lo que decía, pero con tal de salvar a Logan dijo lo primero que se le vino a la mente

- Por eso no las tengo.―respondió ella, dándose un golpe en el pecho como si lo que dijo Ryan es lo que ella piensa, ante la respuesta de ella, Logan suspiró aliviado

De repente se escuchó el timbre.

- ¡Yo abro!―dijo ella corriendo bajando las escaleras. Fue a donde la puerta y se encontró al rubio -¡Mathew!―él asintió sonriente y ella lo dejó pasar -¿Así que tú también estás en esto de la salida de "sólo chicos"?―preguntó ella dibujando las comillas en el aire

- Fue una idea que se me ocurrió para despejar la mente.

- Pero me podían llevar, pensé que yo era amiga de ustedes.―hizo puchero

- Estarás bien una noche sin nosotros. Estás bastante grande a la verdad.―chisteó Mathew

- ¡Está bien! Pero me vengaré, ya verán.―hizo trompa y Mathew besó su frente. Parecía una niña pequeña haciendo esa escena. Los dos chicos que estaban en el cuarto bajaron las escaleras

- ¡Hora de irnos!―gritó Logan mientras bajaba las escaleras

- Sí, ya lárguense.―cruzó sus brazos -Sales con ellos y desde que llegamos no me haz invitado a salir.―bufó

- Aún no me olvido que te debo una cena.―sonrió ladeado

- No quiero cenar afuera, ¡quiero salir!―se jaló los pelos algo histérica

- Diablos señorita... Tranquila―se rió Logan

- No.

- ¡Bueno ya! ¡Nos vamos!―dijo Mathew desesperado, Larisha y Logan intercambiaron miradas asombrados -¿Qué? ¿Tengo algo en mi cara?―dijo irónico

- "Cámate Mathew, po favo".bromeó Logan y el rubio rodó sus ojos y todos se rieron.

Los chicos se despidieron de Larisha, ella terminó de bajar sus cosas del auto y guardarlas. Se sentó a ver el episodio de Patrick Melrose, ya que no pudo disfrutarlo por irse a la fiesta, le gustaba ese personaje demasiado. Terminó de verlo y se preparó una pizza, miró la hora y aún era temprano. Así que buscó par de películas de terror para matar el aburrimiento, es algo miedosa en ese tema, pero no dejaba de ser masoquista. Se estaba quedando dormida, subió a darse un baño y se metió a la cama.

La noche transcurría, la mujer tenía un sueño ni tan profundo ni tan liviano. La puerta de su casa se abrió, unos pasos ahogados se empezaron a escuchar por todo el camino hacia la cocina, la persona preparó té como si la casa fuera de su propiedad, puso el té en la bandeja y subió las escaleras con cautela.

Esa noche no había terminado para Larisha, sino que apenas comenzaba. Puso la bandeja en la mesita que tiene ella junto a unos pequeños sofás que tiene en su habitación. La miraba con atención, se sentía feliz, pero a la vez nervioso. La presencia de ella y hacer esto tan abrupto lo tenían descontrolado, en parte no era malo eso, lo hacía ver más humano. Mirarla dormir era relajante para él, ya lo había experimentado en el avión. Pero verla en una cama y con una pijama de seda, era lo más excitante que él se pudo haber imaginado. Se preguntarán si tuvo una erección. Claro que la tuvo, pero cerró sus ojos y trató de controlar su respiración para hacerla desaparecer, cosa que no estaba funcionando en nada. Exhaló con desespero, optó por sentarse en el sofá, puso las tazas y la tetera en la mesita y cuando iba mover la bandeja a un lado, ésta cayó al piso. Al ser de metal hizo un estruendo en la habitación, la castaña se despertó asustada.

- ¡¿Pero qué carajos?!―gritó asustada, el hombre la observaba en las sombras. Por suerte la luna no estaba llena y no entraba ninguna iluminación. Él se quedó quieto, no quería ni tan siquiera pestañear.

Ella enfocó su vista, a pesar de todo, podía notar una silueta borrosa en la oscuridad. Pensó que estaba siendo paranoica ya que vio películas de terror, odiaba verlas porque siempre pasaba lo mismo. Pero ella estaba segura que no era ningún fantasma y nada de su imaginación. Se levantó de la cama y se quedó mirando fijo hacia el sillón.

- Ya sé que estás ahí... O me afirmas que estás sentado ahí o simplemente aplaudo y las luces de mi habitación se encenderán.―ella dijo esto, pero jamás se imaginó que era su hombre misterioso. De repente, ella escuchó dos aplausos como respuesta. La luz se encendió, ella cerró sus ojos y los talló, la luz le incomodaba. Cuando los abrió, se encontró con él, que había rozado sus labios levemente con su dedo y dio un paso al frente tratando de ocultar su emoción.

La mujer quedó asombrada al ver ese hombre frente a ella, sin duda alguna es un hombre elegante por como se ve y atractivo. Unos ojos bastantes oscuros, pero que reflejaban un cierto brillo al mirarla, una sonrisa matadora y un porte fenomenal. Ella se quedó embelesada observándolo, hasta que éste decidió romper el hielo.

- Valindra Dupont... ¿O debería llamarte Larisha Burrel Walsh?―sonrió maliciosamente

- ¿Qué? ¿C...cómo lo sabes?―dijo sin aliento

- Sé muchas cosas, Larisha...―sonrió y se acercó un poco a ella. Paró por un momento y la observó de arriba hacia abajo con detenimiento. -Jaymes Montanari, ¡hiii!―dijo en un tono cántico que envió una corriente por el cuerpo de la mujer

- Si viniste a matarme, hazlo de una vez. Aquí estoy, termina tu trabajo.―dijo con un hilo de voz, el hombre la observó fijamente, le dolió que su kitten estuviera diciendo una cosa como esa

- ¿Matarte? ¿Quién dijo que quiero matarte? ―le preguntó, pero claramente se notaba algo ofendido

- A verme no vienes. Claro que es para matarme.―rodó sus ojos

- ¿Qué pasa si digo que vengo a verte?―sonrió ladeado y la vista de Larisha se fue hacia sus labios. Sin darse cuenta, se mordió levemente los suyos

- Diría que pierdes tiempo y dinero.―bufó -No soy interesante ni entretenida para que andes perdiendo el tiempo atrás de mí.―burló

- ¿Té?―le extendió una taza

- No me gusta el té, pero ya que te tomaste el tiempo en hacérmelo te lo agradezco.―se rió un poco y él le prosiguió

- Toma asiento.―le señaló el sofá

- ¡Cuánta amabilidad! Es un honor para mí que me inviten a sentar en mi propia casa.―dijo sarcástica y él se rió. Se sentaron en los sofás, y él tomó de su té al igual que ella.

- Aunque no lo creas, eres interesante. Demasiado diría yo... ―susurró Jaymes

- ¿Eso crees?―le preguntó arqueando su ceja

- Somos iguales en varias cosas, pero hay algo que claramente lo tenemos en común.―sonrió

- ¿Qué tenemos en común Jaymes?―preguntó curiosa

- Ambos obtenemos lo que queremos.―sonrió ampliamente -Sólo que hay una pequeña diferencia en la forma en la que obtenemos lo que buscamos.

- A ver, explícame. ¿Cuál es la diferencia? ―se recostó del sofá atenta

- Tú, obtienes lo que quieres dando dos opciones, yo también. Sólo que tú, my kitten...―la miró fijamente y ella suspiró al escuchar ese apodo de sus labios -Tú das a escoger entre ser rico o quedarse pobre para siempre.―terminó su té y se levantó del sofá

- ¿Y tú?―se levantó ella y se paró frente a él, pero no tan cerca

- Yo doy a escoger entre vivir o morir. Esa es la única diferencia.

- Entonces, prefiero morir.―soltó la castaña y él la miró asombrado

- ¿Qué?―fue lo único que pudo decir con un hilo de voz

- Quieres algo de mí. Y antes de ceder, prefiero escoger a que me mates y ya.―se encogió de hombros

- Ni siquiera te he dicho...―susurró

- ¡Está bien! Pero que conste, que sea lo que sea.―pensó antes de continuar -Prefiero morir. Así que dime Jaymes Montanari, ¿qué es lo que quieres de mí?

- ¿Qué es lo que quiero dices?―se acercó un poco a ella -Te quiero a ti...susurró y lamió sus labios de la forma más mortal que Larisha haya podido apreciar

- ¿A mí?―dijo casi sin habla

- Sí y no tan sólo eso, quiero estar de tu lado.―ella lo miró confusa -Sé que planeas algo en contra de Khan Dickens y quiero ayudarte.

- ¿C...cómo sabes eso?―preguntó algo asustada

- Como te dije, sé varias cosas de ti.―sonrió

- ¿Qué tanto sabes?―lo miró extrañada

- Digamos, que soy tipo araña de la web. Sé los movimientos de mucha gente.―se encogió de hombros sin borrar su sonrisa

- ¡JA! Esto es el colmo.―dijo en tono irónico 

- ¿Perdón?―preguntó confuso

- Te crees Jim Moriarty.―burló -Es que esto es común en los criminales parece.―bufó -Los criminales colombianos tienen de imagen a Pablo Escobar, los mexicanos al Chapo Guzmán, los americanos son tan tontos que tienen de imagen al Joker y los del otro continente tienen a Jim Moriarty.―aplaudió poco a poco sin quitar su aire sarcástico y el hombre dejó escapar una pequeña risa

-No me equivoqué contigo. Desde el primer día que te vi...―se acercó más aún a donde ella

- ¿Desde cuándo me sigues?―le susurró ella

- Hace mucho tiempo, pero al fin te encontré. Sólo quiero que me dejes ayudarte.

- ¿Qué sabes de Khan? ¿Qué tienes contra él?―preguntó sin tomar aire

- No sé nada, sólo con observarte... Me he dado cuenta que planeabas algo en contra de él.―sonrió ladeado, él claramente le mentía, pero no le iba a decir la verdad

- ¿Cómo sé que no es una trampa y tú tan sólo buscas entregarme a él?―dijo mirándolo fijo y el hombre se estremeció

- No te voy a entregar a él, ni siquiera lo conozco. ―bufó

- ¡Estabas en la fiesta! Obviamente lo conoces, sino no hubieras estado ahí.―frunció su ceño

- Porque te seguí, my queen.dijo con una voz profunda 

- ¿Cómo me conseguiste?―el hombre se rió internamente, le encantaba que su kitten estuviera llena de dudas. Amaba cada palabra que ella le decía disfrutaba que al fin la tenía cara a cara, hablando "normalmente"

- Un cerrajero me contó.―se rió y ella rodó sus ojos -Ya sabes, siempre doy a escoger.

- Lo voy a matar...musitó ella, pero él alcanzó a escuchar y alzó sus cejas sorprendido, pero no de mala manera

- Vaya...cuanta maldad.―ya se había parado justo frente a frente a ella -¿Por qué te quieres vengar de Khan? Tiene que haber una razón bastante grande para que quieras destruirlo, ¿o no?―Jaymes la miraba a los ojos, pero de vez en cuando miraba los labios de ella. No podía casi controlarse

- No pensarás que te voy a contar... ¿O sí?―ella bufó y lo volvió a mirar a sus ojos, pero de vez en cuando tenía el mismo juego entre ojos y labios al igual que él. Pero en caso de Larisha, ella no comprendía el porqué

- Para que confíes en mí, te tengo algo que te pertenece.―ella arqueó su ceja -Mete tu mano en mi bolsillo.―sonrió pícaramente. La castaña al principio dudó, pero luego metió su mano en el bolsillo del hombre, estaban tan cerca que él no paraba de mirarla con lujuria. Ella rebuscaba en el bolsillo del hombre y él se aprovechó de la situación para percibir el aroma de su amada reina. Ésta tomó el objeto y se aparta de él, Jaymes sintió algo de decepción al sentirla apartada de él nuevamente. Larisha miró su mano y vio que era la llave de su casa y su auto -Ahí tienes, para que veas que soy alguien de confiar y que soy un caballero, claro.―ella bufó

- ¿Crees que soy estúpida? Sé claramente que tienes una copia.―rodó sus ojos -Ni me molestaré en cambiar la cerradura porque ya sabes donde vivo y puedes tener acceso cuando te de la gana.―él se rió, ama que su sunshine no sea una ilusa y use su cerebro

- Jamás pensaría eso de ti, darling...se pegó a ella -Jamás...puso sus dos dedos en la barbilla de su kitten, y levantó un poco la mirada de ella hacia donde él. Se acercó suavemente hacia donde ella y ésta no movió ni un sólo músculo. Sinceramente no sabía que le estaba pasando, cuando él estaba a punto de besarla. Se escucharon unas voces afuera de la casa cantando, el hombre se asustó y se separó rápidamente de ella. Tocó su saco para sacar su arma, pero su kitten lo detuvo

- ¡No! ¡Tranquilo! Son mis amigos, acaban de llegar de una salida de "sólo hombres". ―bromeó dibujando las comillas con sus dedos, él se rió un poco y suspiró aliviado

- Es hora de irme. Nos veremos luego, my kitten.dijo mirando sus labios 

- Hasta luego Jaymes, espero volverte a ver pronto. Tengo cosas por preguntar.―le sonrió ladeado

- ¿Qué tal una cita?―lamió sus labios

- Te avisaré a tu celular.―ella le sonrió ampliamente

- Como desees, my queen.―tomó la mano de su kitten y la besó sin quitar su mirada de ella. Larisha sintió un escalofrío por su cuerpo y él lo notó. Se volteó y antes de salir de su cuarto le dijo a ésta -Te quedan las pijamas de seda, te quedan a la perfección.dijo en tono coqueto y se fue de la habitación, ella se quedó ruborizada ante lo que él le acababa de decir

Ella pensó en bajar a donde sus amigos, pero se sentía tan incrédula con lo que había presenciado. Al fin tuvo cara a cara a su hombre misterioso y eso en parte la hacía feliz. Lo que no sabía era si confiar en él o no, para que la ayudara en su plan en contra Khan. ¿Pero de qué manera lo haría? y sobre todo, ¿por qué? Eso tenía que averiguarlo, ella se asomó por su ventana y vio que su antiguo carro Acura se encontraba allí afuera estacionado. Rápidamente buscó su celular y le texteó a su hombre misterioso.

¿Cómo le hiciste para traer el auto sin que me diera cuenta?

L.

Tengo mis habilidades, darling.

J.M xxx

¿Quieres ser un tipo de superhéroe para mí?

L.

¡Jajaja! Honey, I'M YOUR KING. No necesito super poderes.

J.M xxx

Ella sonrió con ese mensaje, ese hombre la estaba conquistando y ni ella misma se estaba dando cuenta. Apagó su celular y se acostó a dormir, luego al otro día iría a ver el desmadre de los mosqueteros en su sala.

***

Montanari se montó en el auto y Xavier procede a conducir. Mientras él estaba con su kitten, su mano derecha indagaba en la oficina de Larisha dentro de la casa. Tratando de descifrar el código de la caja fuerte.

- ¿Lograste conseguirlo Xavier?―soltó su jefe

- Se me hizo difícil al principio, hasta que me encontré con una nota en uno de sus libros.― Jaymes arqueó su ceja -Decía "VENDETTA", ahí comprendí que tenía 8 letras y me aventuré en ponerla en la caja fuerte y ésta se abrió. Y ahí confirmé mi teoría, no escondía dinero. Sino que escondía este sobre.―su mano derecha tomó del asiento de pasajero el sobre y se lo extendió a su jefe

- Excelente Xavier, buen trabajo.―le asintió mientras lo miraba por el retrovisor -Vamos a ver que escondes, kitten.sonrió ampliamente mientras observaba el sobre.

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¡Al fiiiiiiin! Se conocieron cara a cara. Nada de antifaces.

Ahora apenas esto comienza, poco a poco se irán desvelando los secretos que tanto les intriga a todxs

Ese Jaymes Montanari, me lo como a besos si me lo encuentro. Aquí abajo les dejo un meme de una de nuestras lectoras. Me mató de la risa, gracias a él he ganado lectoras. Jajajaja

Si les gustó el capítulo no olviden darle a la estrellita chicas, comenten que no muerdo. Yo trato de responder todo. ¡Gracias por su apoyo! Ya casi llegamos a las 3k lecturas y quiero decirles que pasé a la segunda ronda de uno de los concursos que estoy participando. Así que demuestren el apoyo a la novela, voten, comenten y recomienden.

PD: Las tres chicas de la fiestas, son lectoras. ¡Jajajaja! Veré cuando haga un nuevo personaje, añada a alguien más de por aquí.

Besisss, lxs amo. <3

Meme:

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