Si tienes problemas con imagen corporal o inseguridades, lea está historia bajo riesgo propio debido a contener un protagonista inseguro y con un cuerpo no ajustado a la norma.

Solo puedo recordar a mis padres siendo distantes...Mi padre solo me veía con asco y me evitaba, y mi madre me veía con una mezcla de...Enojo y disgusto.

Nunca me han dejado salir ni aparecer frente al pueblo, dicen que no soy digno de ser visto.

Hoy es el día de la coronación de mi hermano, Darren, él apenas tiene 15 años...
Yo solo podía asistir por el balcón, oculto entre guardias gigantes, y solo lo hacían por petición de Darren.

El balcón lúgubre me mantenía en una silla elegida por mi madre, los guardias casi que cubrían toda mi vista para que nadie me logrará ver, estábamos cubiertos por una gran cortina negra, haciendo casi imposible ver, tanto la gente hacia adentro, como yo para afuera.

Él me veía desde abajo, me contó que la gente creía que había un fantasma porque sentían una "presencia" en el balcón entre los guardias...

—Y para mi único hijo—La voz de mi padre resonó mientras se quitaba su corona de color negro con sus dos manos—Te heredo mi corona, tras mis 30 años de reinado, te confío a ti, Darren Crow, el reino...—Colocó la corona en la cabeza de mi hermano, cubriendo casi todo su cabello marrón.

Sentí como mi pecho se apretaba, me mordí el labio inferior para aguantar las lágrimas, viendo esa escena, me sentía como un extra en mi propia familia, y ni siquiera entiendo el porqué me tratan así... O bueno, si lo sé, mi apariencia.

Mientras veía a mi hermano dar un discurso ante el reino, su alegría y emoción ante el nuevo gobernante, mientras yo estaba escondido, para ellos no existo, soy un posible espíritu hecho de rumores y leyendas...

Cuando sentía mi cuello siendo apretado por un alambre de púas, aguantando las lágrimas, un guardia me tomó del hombro y me levantó.

—Ya acabó la ceremonía—Me dijo, con una pizca de desdén en su voz, veía a la gente levantándose y hablando entre si mientras Darren abrazaba a nuestros, sus padres.

—Vamos—El otro guardia exclamó con calma mientras me dirigían adentro del palacio, ni bien cerraron el balcón, el guardia que me tenía del hombro, me empujó suavemente, dejándome caminar hasta mi habitación.

El sonido de la alfombra azul bajo mis pasos duró varios minutos, las ventanas iluminando levemente el piso, mi único acompañante era mi sombra.

Finalmente llegué a mi cuarto, que se encontraba am final del pasillo, abrí la antigua puerta para entrar.
Fuí bienvenido por una cama de una plaza de sábanas azul grisáceo, un escritorio donde veo mi pequeño escape de la realidad: el origami.
Y finalmente, el viejo espejo de cuerpo completo cubierto con una vieja manta, hace como...2 años que me niego a verme a mi mismo.

Cuando estaba apunto de sacar algunas hojas para hacer mis pequeños trabajos, sentí un golpe en la puerta, al abrir, estaba Jayden, de pie, sosteniendo la corona en sus manos que estaban cubiertos por guantes negros, mirandome con sus ojos verdes, llenos de cariño.

—Hola Darren—murmuré, lo quiero mucho...pero no puedo parar de sentir envidia pura al ver como lo tratan, como lo han tratado con amor y calidez toda su vida.

—Hola Lys—me sonrió, esa sonrisa que me hacía sentir un mounstro por envidiar su corta y lujosa vida—...Papá quiere hablar contigo—su sonrisa se deshizo un poco, mi corazón se aceleró, temiendo que podía ser...

—Ya voy—Respondí, cerrando mi puerta para acomodarme la ropa, cuando llegue a la parte de mi camisa blanca, mire mi estómago, la grasa que cuelga me asquea, pero todavía no sé que hacer para dejar de sentirme así.

Cuando termine de acomodarme para verme minimamente decente, salí, Darren se había ido, podía verlo caminando hasta la salida de la izquierda, que llevaba a la escalera del piso inferior, que llevaba a dónde ellos siempre me hablaban, el comedor.

Lo seguí, no podía parar de sobrepensar lo que se venía, mi corazón latía a mil mientras en mi cabeza corrían mil escenarios, ¿Es todo una broma y realmente me aman? ¿Me van a echar y vender como un esclavo? Maldición, ¿Que a ser?

Cuando baje por las escaleras, vi a mi madre hablando con un hombre alto, de cabello rubio y bastante flaco, tenía canas y lentes.
Cuando me vio bajar, me mostró una sonrisa, que a pesar de ser falsa, fue algo que nunca había visto de su parte...

—...¿Que sucede?—pregunté aturdido, mi padre se acercó a mi y me tomó del hombro, llevándome hacia la cocina vacía—¿Padre?—murmuré viendo cómo su sonrisa se borraba a una mirada de molestia y asco ante mi presencia.

—Te vas a casar con el principe del reino de Girasole—Soltó la bomba, su desdén en la voz me hizo la piel de gallina—Comportate como un ser humano decente y preséntate ante el principe Flores—Me llevó bruscamente al comedor de nuevo, tratándome con delicadeza ni bien pisamos el lugar.

—No sabía que tenían un hijo mayor—el Rey de Girasole exclamó con sorpresa, su hijo apareciendo, era casi igual a su padre, pero irradiaba más vida, y a la vez, me intimidaba...—¿Dónde estuviste todo este tiempo, eh?—me cuestionó, no supe que responder.

—Ah!—mi madre interrumpió—Es que–! Es muy tímido y no sabe cómo manejar el reino, entonces nunca salió, pero porque mi pequeño niño no quiso—se acercó a mi para abrazarme, podía sentir el asco que ella sentía al hacerlo, y siendo sincero, a mí también me asqueó, he estado tanto tiempo buscando su amor, que ahora su mínima muestra me da asco...

—Si, si, lo que dijo Lilo—dijo mi padre con una sonrisa fingida.

—Oh, entiendo, entonces, Lysander?—me llamó—Te vas a casar con mi hijo, Jayden—su hijo, con algo de incomodidad bastante visible, me saludó cortésmente.

—...¿Y por qué?—cuestioné con curiosidad mientras sentía a mi madre alejarse del abrazo y la escuchaba limpiarse las manos con su larga falda gris.

—Tenemos unos problemas con nuestra economía, y tú padre, como un gran amigo, me ofreció casarte con Jayden para compartir la riqueza y los reinos!—Quedé estupefacto, yo estaba siendo un intermediario para que un reino del que ni conocía su existencia, no se fuera a la ruina!

—Ah...entiendo—murmuré, aún procesando aquella información, vi a Jayden acercarse a mi, ofreciendome su mano—...¿Estás bien?—pude sentir los ojos de mi madre quemando el lado de mi cuello cuando hice esa pregunta...

—Dame tu mano—me respondió, su rostro serio me hizo tragar saliva mientras hacía lo que me pidió, pude ver cómo se la acercaba a los labios, dándole un pequeño beso—Es un gusto, principe Lysander.

Continuará.

Holi
eeee
no nada, 1130+ palabras lol.
Para irlc4tb0y
–

Lem