Capítulo 14 | La última llamada pt1
"Solamente del misterio se tiene miedo"
-Saint-Exupéry
"¡No la toques!" "¡Callate y corre!" "Perdón..."
Desperté agitada. Automáticamente toqué mi rostro que se encontraba empapado. No sabía si era a causa de las lágrimas o del sudor. Esas palabras sonaban una y otra vez en mi mente hasta que ocasionaban que me despertara. Por alguna extraña razón, la voz de la persona que gritaba "¡No la toques!", se me hacía demasiado conocida pero en el momento en que trataba de recordar nuevamente lo que sucedió, me comenzaban a dar punzadas en el lugar del golpe por lo que, por mi bien, no debía esforzarme en recordar eso.
Hace dos días había salido del hospital y mi tía Gaby venía casi todos los al departamento para dejarme un poco de comida. Mi madre, a pesar de estar aquí, ella no paraba de trabajar, recibía llamadas cada cinco minutos de su empresa y por lo tanto casi siempre era imposible entablar una conversación larga con ella. Chris, por su parte, había estado desapareciendo todos los días. Leonardo dijo que era normal para un chico de su edad y que debía de ser paciente, que de seguro se había encontrado con una chava linda y que estaba saliendo con ella. Traté de creer sus palabras pero era casi imposible no comenzar a creer que Chris estaba metido en grandes problemas. Todas las noches regresaba alrededor de las 11 de la noche, siempre con el mismo atuendo. Una gorra, un cubre bocas y unos lentes negros. Juraría que si no fuera porque es mi hermano, si yo lo veo así en la calle, lo primero que pienso es que me va a asaltar.
—Melissa, cariño, ¿Cómo estás?—escuché la voz de mi madre detrás de la puerta de mi habitación para que casi, de manera inmediata, estuviera a mi lado con una sonrisa plasmada en su rostro.—¿Puedo dormir contigo?—sonreí al igual que ella y asenti, tenía tanto tiempo que no compartía un momento así con mi madre y vaya que lo iba a disfrutar ahorita.—Creí que dirías que no, cuando eras más pequeña te molestabas y decías que yo no te dejaba dormir....que por que te daba calor,porque me movía mucho o porque simplemente no puedes dormir con alguien a tu lado...—reí levemente haciéndole un espacio a mi lado.—Perdón, siempre me ha gustado tener mi privacidad...muy privada—dije soltando otra risa leve al darme cuenta de lo que había dicho. Tenía muchas ganas de reír un poco más alto pero tomando en cuenta que eran las dos de la madrugada y que los de más-a parte de mi y mi madre—seguramente están dormidos, lo mejor era no despertar a nadie.
—Te extrañe mucho...necesitaba tener entre mis brazos a mi pequeña escritora—dijo mi madre abrazandome sin borrar la sonrisa.—Me acuerdo de que cuando eras chiquita, me enseñabas los primeros capítulos de tu historia o bien ibas a mi cuarto y me contabas la idea que tenías para comenzar a escribir otro libro...siempre estuve muy orgullosa de ti mi niña—dijo acariciando mi cabello mientras que con las otra mano nos tapaba con la sábana a ambas—¿Sabes?...cuando me dijiste que no te querías ir de aquí conmigo y con tu hermano, realmente no me lo creí. Pensé que después de al menos un mes, vendrías con nosotros. Pero no fue asi...te quedaste aquí.
Sonreí de lado dandome media vuelta para poder abrazarla también.—También te extrañe mamá... y mucho. Yo realmente tampoco creí poder aguantar mucho tiempo viviendo sin ti y sin mi hermano.—dije sinceramente mientras sentía como mis párpados pesaban cada vez más.
—Duerme nena...descanza un rato de todo esto.—No supe que más dijo y tampoco recuerdo si le respondí pero si puedo decir que esa noche, me sentí realmente segura en los brazos de mi madre.
—Mamá dijo que te tienes que tomar esto—dijo Chris mientras yo lo veía con los ojos aún entrecerrados por el sueño.
—¿Tan temprano y ya me estás jodiendo?—si algo me molestaba era que me despertaran y eso era algo que Christian sabía muy bien.
—¡Son las 12 del día! Aish...como sea, te tomas esto porque mamá lo dijo y punto. Por cierto, deja de cerrar la puerta temprano, sabes que llego tarde y siempre tengo que mandarte un mensaje para que salgas a abrirme la puerta.
Suspire frotando mis ojos y tomando la taza de Té que me daba.
—Ahora que lo mencionas...¿A dónde vas? ¿Por qué regresas tan tarde? Chris, con todo lo que está pasando ¡no deberías ni salir en las noches!
Dije ya sin ni un rastro de sueño. Lo que decía era verdad y me preocupaba que Chris estuviera expandiéndose y poniendo en riesgo.
—No es nada del otro mundo, solo quiero salir a divertirme a una fiesta.
—¿Y qué tipo de fiesta es esa? ¿La fiesta "lleva la misma ropa todos los días y se bienvenido"? Me estás iniciando a preocupar. Igual, ese día en el hospital, te alteraste y me gritaste, luego en un arrebate saliste de la habitación cerrando la puerta. ¿Qué es lo que está pasando?
Chris solo apretó sus puños y negó.
—Mira...solo te diré esto porque no quiero que te preocupes más ¿okey? Estoy...hablando con una persona que nos puede ayudar a atrapar al asesino...solo ten paciencia y por favor...no se lo puedes decir a la policía.
Asenti mirándolo extraño. ¿Con qué clase de persona hablaba como para que no pudiera dar aviso a la policía? No lo sabía y tampoco quería averiguarlo. No quería meter en problemas a mi hermano.
—Bien... No diré nada. Solo dime algo...¿Qué tan seguro es que te reunas con esa persona a tan altas horas de la noche? Te puede suceder algo.
—Melissa... No me pasará nada ¿okey? Ahorita viene mamá a ver como amaneciste, dice que en la madrugada vino a acostarse contigo y que tenias un aspecto pálido y sudoroso. Eww...—rei y le solté un pequeño golpe en la cabeza.—¡Hey! Soy tu hermano menor, dame amor, no golpes.
En ese momento entró nuestra madre y Chris se despidió con un ademán exagerado.
—¿Cómo amaneciste?—sonreí al darme cuenta de que efectivamente eso era lo primero que preguntaría
—Muy bien...aunque para la otra despiertame tú. Cuando me despierta Chris solo me dan ganas de golpearlo.
Escuché la risa de mi mamá mientras tomaba asiento en la orilla de la cama.
—No creo que haya sido la primera vez que te levanta. ¿Y las anteriores veces que ha venido? No me digas que no te levanta...
Hice una mueca extraña al escucharla ¿Anteriores veces? Esta era la primera vez que había visto a Chris desde que nos separamos cuando salí de la Universidad.
—¿A qué te refieres? Es la primera vez que viene...—dije ahora más confundida al ver el ceño fruncido de mi madre después de escuchar mis palabras.
—¿A qué te refieres tú? Chris ha estado viajando desde hace un mes para acá. Me dijo que se había estado quedando a dormir en tu departamento...a ver Melissa, no estoy para este tipo de bromas ¿De acuerdo?—dijo ya mirándome a los ojos como si estuviera completamente segura de que yo era la que mentía.
—Mamá...es la primera vez que veo a Chris desde que salí de la universidad, el no se ha estado quedando a dormir aquí en el último mes y de eso Leonardo es testigo...
—Melissa...esto está muy raro ¿okey? Chris dijo que estabas teniendo problemas. No me especificó cuales pero dijo que estaría contigo para ayudarte. Pero si tú dices que él en ningún momento llegó a tu departamento, ¿A qué se supone que venía?
Solo me quedé con la mirada gacha tratando de procesarlo todo. Mi hermano nos había mentido y ninguna de las dos sabía el por qué.
Después de unos minutos, mi madre solo se levantó de la cama sin decir ni una sola palabra. Yo, por mi parte, estaba segura de que lo que haría terminaría siendo una estupidez.
Moví el teléfono de cable que tenía en mi habitación de una mano a otra hasta que finalmente me decidí a hacerlo.
-¿Hola?—escuché cuando finalmente contestaron mi llamada—Soy Melissa...—le había marcado al oficial que estaba a cargo de mi caso quién me había dejado su tarjeta por si en cualquier momento lo necesitaba. Como éste por ejemplo.—Podría...¿podría solicitar una revisión a mi familia?
—¿Desconfía de su familia?
"Si"
—No, solo quiero estar segura de que ninguno corre peligro. ¿Podría revisar sus celulares? Tengo miedo de que la persona que ha estado llamándome y matando a las personas, pudiera estar tratando de comunicarse con mi familia. Ellos son la parte más importante de mi vida y creo que esa persona lo sabe.
—De acuerdo, así será. Estoy dedicado a tiempo completo a su caso señorita así que vamos a estar en su casa en aproximadamente dos horas. ¿Le parece bien?
—Perfecto. Gracias, aquí lo esperaré.
Sentí un nudo en la garganta al colgar la llamada. Sabía que estaba mal en desconfiar de mi propia familia pero en caso de que alguno de ellos tuviera que ver cono todo lo malo que me había estado pasando, las palabras que me dejó Daiana cobrarían total sentido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro