Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10| Ni rastro


"Las palabras son pistolas cargadas"

—Sartre

—No me cae bien

Fue lo que dijo Daiana justo después de que Amanda se fuera. Guardé el celular en mi bolsillo y la voltee a ver.

—No entiendo por qué dices eso, a pesar de todo, es una linda chica.

—Es que...agh, no me entiendes, acaso ¿no recuerdas por los problemas que pasaba esa chica cuando a penas teníamos 17 años?

Suspire resignada a no poder hacerle cambiar de opinión. Hasta cierto punto tenia razón, Amanda a pesar de que siempre me hablaba y me ayudaba–como con lo de Leonardo y sara– la chica tuvo muchos problemas en la adolescencia y por mala suerte siempre me llevaba entre las patas a mi.

—Sinceramente...apoyo a Daiana, cuando estudiábamos juntos pareciese que la niña solo necesitaba una cosita mínima para lanzarse a llorar o tirarse de un puente, tenía demasiada baja autoestima, aun no entiendo como es que la soportabas en clases.

Dijo Leonardo poniéndose del lado de Daiana, quería defender a Amanda de los comentarios–hasta cierto punto ofensivos–de Leonardo pero no tenia ningún argumento para hacer que Leonardo se retractara de sus palabras ya que todo lo antes dicho era cierto.

—No es que la "soportara"—dije haciendo comillas con mis dedos—es más bien que trataba de comprenderla y hacerle sentir que no era todo lo malo que ella creía, supongo que por eso ella se juntaba mucho conmigo ya que a diferencia de ustedes, en vez de solo decirle las cosas a la cara y sin filtro, yo la escuchaba y la aconsejaba para hacerle saber que no estaba sola, nadie merece sentir lo contrario.

Después de decir eso, Leonardo se quedó callado al igual que Daiana, al parecer se habían dado cuenta de que lo que decia era cierto y que su manera de actuar fue un tanto inmadura cuando estábamos aun en el colegio.

—Dejemos de lado ese tema y hablemos de algo mejor y más interesante como por ejemplo ese chico sexy que te está mirando.

Voltee mi rostro instantáneamente a donde se dirigía la mirada de Daiana y me arrepentí de eso en ese mismo instante ya que al voltear tan repentinamente, la mirada del chico y la mía conectaron por unos segundos antes de que yo desviara de nuevo la mirada con un leve sonrojo en mis mejillas.

—No seas tarada, mejor ya ve y dile que te quieres casar con el, más obvia no pudiste ser...oh no...Maldicion dime que no estoy viendo doble.

Frunci el ceño mirándola extrañada por sus palabras hasta que discretamente–por fin–voltee hacia donde su vista se dirigía.

—Son gemelos

No lo iba a negar, los chicos si que estaban a como querían, ambos traían la misma ropa, remarcando lo obvio. Que eran gemelos.

Vestían de una manera simple–no como en los libros de romance en el que te encuentras a un chico sexy con una playera negra ajustada y su chaqueta de cuero–traian una sudadera de color azul marino y un pantalón de mezclilla. Como dije, simple.

—Ve y pídeles su número.

Dijo Daiana codeandome y sonriendo como una maniática.

—Primero¿Debo recordarte que estas casada?, segundo, quieres que llegue, les pida su número así como si nada para que después salgamos, seamos novios y después de un año finalmente nos casemos.

Dije con un deje de sarcasmo en mis palabras, obvio no llegaría y les pediría su número, me vería como una chica necesitada de atención a parte de fácil, porque si señores, en esta sociedad no está mal visto que un hombre se acerque a una mujer a  pedirle su número ya que es considerado "Casanova", en cambio, si una mujer llega con un hombre y hace exactamente lo mismo que éste, es considerada fácil, puta y muchos otros adjetivos que será mejor no mencionar.

—Yo estoy mejor

Daiana y yo volteamos a ver a Leo con cara de "¿es enserio?", no es que leonardo fuera feo solo que ninguna de las dos podia pensar en el de alguna otra forma que no fuera la de un pequeño hermano mayor-vaya la redundancia- ya que en edad somos mayores pero en altura el nos supera a ambas. No creo que alguien pueda ver a su hermano como sexy, o guapo ya que nunca te haz puesto a pensar en ello.

—No es por ofenderte, pero tienes cara de rata

Comencé a reir después de decir eso ya que era algo que le decia desde que eramos pequeños y discutíamos.

—¿No es por ofenderte? ¿en serio? Siempre que alguien dice "no es por ofenderte" termina ofendiendote y por cierto...me dice cara de rata, la ¿rino ciclon?

Al oir ese estupido apodo deje de reirme y en cambio leonardo comenzo con un gran ataque de risa seguida por la de Daiana. No crei que recordara ese viejo apodo que inició a decirme desde primero o segundo de secundaria; supongo que si yo me pude acordar el tambien.

Ese apodo nació desde que en primero de secundaria decidiese quitarme el flequillo y dejarmelo crecer, al principio no dijo nada ya que me acomodaba el fleco de lado a medida que iba creciendo pero cuando realmente le di razones para decirme asi, fue cuando mi cabello-antes fleco- creciera lo suficiente para poder agarrarmelo todo en una coleta y dejando libre mi rostro de algún mechón de cabello, cuando llegue por primera vez a la escuela con el cabello todo amarrado, iniciaron los apodos como mega mente, rino ciclon etc, todo porque según el tenia una frente muy "grande" como la de un personaje animado de la serie animada kung fu panda.

Pero pues como muchos dicen "Sin bullyng no hay amistad",no literalmente, el bullyng es malo.

—¡Hola! Oye, le gustaste a mi amiga.

En el momento en que escuché esas palabras salir de la boca de Leonardo, sentí como si todo a mi alrededor se hubiera detenido. Parpadee varias veces repitiendome a mi misma que esas palabras habían sido parte de mi imaginación y que realmente Leonardo no las había dicho.

—Crei que el pasar de los años había disminuido tu nivel de idiotez, pero aquí vamos, de nuevo destruyendo mis esperanzas.

Al terminar de decir eso, observé como uno de los gemelos se acercó a nosotros. Sentía mis manos sudar un poco, no tanto porque el chico estaba guapo, sino porque temía lo que me fuera a decir después de que escuchara lo que Leonardo dijo.

—Hola, un gusto conocerlo. Mi nombre es Alex y ¿cual es el tuyo guapo?

Al escuchar su voz grave decir esas palabras dirigidas a Leonardo entendí perfectamente lo que pasaba frente a mi. El chico guapo era gay.

—No-puede-ser

Me susurro mi mejor amiga en el oído–de manera discreta–tratando de no soltarse a reír al ver el rostro sorprendido de Leonardo quién nos pide ayuda con la mirada.

—Oye, ¿vamos por un helado?—le dije a Daiana sonriendo satisfecha de que la travesura de Leonardo al decir que me gustaba el chico lo saliera perjudicando a él.

—Por supuesto

Leonardo dirigió de nuevo su mirada hacia nosotras rogandonos que hiciéramos algo a lo que yo solo alce mi mano derecha y me despedí.

—Los dejamos solos, aprovechen el tiempo.

Le guiñe un ojo a Leonardo y toma de la muñeca a Daiana para salir de la tienda de electrónicos.


Después de todo el berrinche que nos hizo Leonardo por haberlo dejado solo con ese chico, Daiana y yo nos encontrábamos en mi habitación acostadas hablando de cosas triviales.

—¿Cuál fue uno de los primeros grupos musicales que escuchaste?

Apreté mis labios pensándolo un poco.

—Mmm creo que One direction, si, one direction.

La primera vez que supe de ese grupo fue cuando estaba en cuarto grado de primaria y una de mis amigas estaba obsesionada con ellos, por lo tanto me pegó el gusto.

—Mmm si, creo que igual fue la mía,no recuerdo bien.—dijo Daiana

—¿Algun idioma que te guste?

Las respuestas a estas preguntas ya las sabíamos de memoria pero ninguna de las dos tenía sueño así que optamos por hacernos preguntas a lo loco.

—El italiano

Respondió sin pensarlo dos veces.

—El mio es el coreano

Ambas asentimos en un silencio compartido dándonos a entender que no hay ninguna otra pregunta que hacer.
La observé tomar su celular y checar sus redes sociales y hasta ese momento es donde recaigo en el hecho de que en todo el día, no resivi una llamada de esa persona, no hubo ni rastro de él.

—Supongo que funcionó.

Susurre para mi misma esperando que al cambiar mi celular esa persona no me pudiera volver a hablar ni a molestar.

¿Se escucha muy fácil no?

A veces las cosas que nos parecen difíciles son más fáciles de lo que creemos, solo es cuestión de perspectiva.

O eso creía yo.




















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro