Diestra
Mirarla marcharse llevándose en su diestra mi vida, cada paso que da son los segundos que me quita de vida y antes de que empiece a esfumarme agarro un cigarro que me acompañe hasta el horizonte.
He visto tantas estrellas radiantes pero mujer me has dejado con las sombras de aquel cementerio y ya loco ando por la orilla de las calles y nadando en aquel infierno de tus labios que no me responden.
Y a pesar de todos los poemas que escriba ya destrozada tengo el alma.
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