Capitulo 4

El camino sigue, de nuevo a buscar el portal

Solucionando el problema de mi poder, por el momento, debíamos de ponernos en marcha en busca del portal para cerrarlo.

Lo cual no fue complicado, los Quirópteros no eran necesariamente las criaturas más disimuladas, aunque su número les daba mucha ventajas; encontrarlos fue la parte fácil, pero el hecho de seguir las pistas del portal, el cual se seguía trasladando, y cuando parecía que por fin había aparecido, el mismo volvía a desaparecer, y a todo este no sabíamos como era el portal, solo lo podía sentir; lo cual formaba otro gran problema. Pero como siempre buscaba la calma en las ojos de Salomón; ellos eran los que me animaban a seguir y no rendirme. A seguir luchando sin parar ni dar marcha atrás. Así seguimos lucha tras lucha.

Pasaron unos meses y mi fuerza se volvió a ir por completo. Mire a Salomón en busca de respuesta en nuestra ultima lucha y él se paro enfrente mio diciendo que debía dar el siguiente paso, no basto más para saber lo que se refería.

Respire profundamente, me pare en puntilla (ya que era más alto que yo) y mordí su cuello para beber su sangre. Cuando lo hice volví a sentir ese poder de la ultima vez y como una sensación placer, como cuando sacias aquel gran deseo de comer algo a medianoche o cuando veces agua fresca en un día muy caluroso.

A esta altura ya nada me resultaba raro, si no nuevo, como un niño cuando le cuentan un nuevo cuento, por muy extraño que sonara hasta me emocionaba la idea de alejarme cada ver mas de lo que podría llamarse "Estereotipo del adolescente moderno" o algo así, sentía que cada nuevo paso que dábamos, dejaba de ser la niña que había sido hasta entonces y comenzaban a ser una especie de mujer muy diferente de la cual me hubiera imaginado o deseado. Entonces vi mi camino más claro que nunca, como aguas cristalinas, debía acabar con las amenaza las que atacaban mi mundo; solté su cuello, conteniéndome de no volver a morderlo, pose mi mirada en sus ojos verdes unos instantes vi la pena en sus ojos, sabia que en el fondo él no quería que sea eso, que una parte de mi se convirtiera en parte de su mundo pero no le di importancia porque en cierta forma temía formar parte de él.

En una de nuestras batallas posterior a este suceso aparecieron Diva y Amshel; en la batalla ella no lucho pero sus Quirópteros si, ella observo, en un tremendo silencio casi molesto, que yo no era la misma, que no solo mi fuerza, había cambiado si no que mi manera de pensar y reacciona habían cambiado; me había vuelto más fría y calculadora; era un cambio que hasta yo me daba cuenta.Aunque a Salomón no le gustaba mucho la idea. Cuando por fin Diva hablo.

_ Has cambiado... pensé que estarías más...débil- me dijo, al escuchar eso  Salomó dejo de pensar y ataco. sino fuera por que Amshel se atravesó y lo corrió, la hubiese atravesado. Ellos comenzaron una lucha que luego de solo unos instantes dio por finalizada, ya que Diva le dijo a Amshel:

_Debemos irnos.

_Espera un minuto, que acabe con él- dice mirando a Salomón.

_Ahora...

_Muy bien.

_Que buen trabajo estas haciendo, ya llegara el momento de que cumpla su cometido.

_Cállate- Salomón se lanzo hacia ella, lo pare si no en ese momento hubiera muerto.

_Cálmate...- susurré en su oído.

_SERENA- cuando se fueron solté a Salomón de golpe.

_¿Qué pasa?- me dijo preocupado.

_Se mueve- dije preocupada.

_¿A donde?

_A mi ciudad, a mi casa- dije.

_Vamos- el comenzó a irse y lo frene.

_Salomón... ¿Qué soy?

_Serena... tu...

_Si.. ¿Soy como Saya o Diva?

_No exactamente, no puedo decirte que eres exactamente, lo tengo prohibido, solo que tienes la habilidad de amoldarte a tus enemigos.

_Lo entiendo, vamos- y me subí a su espalda.

Cuando llegamos a una plaza de las afueras de la ciudad descubrimos que era una trampa, y que el ultimo encuentro solo fue un retraso, ya que Diva tenia a mis amigas, de todos modos no me importo, pude ver en sus ojos felicidad, horror, tranquilidad, las note relajadas pero sabia que su paz, su alegría no les duraría mucho; debía ayudarlas e irme como en el ultimo tiempo. mientras Salomón luchaba contra Amshel, fui a desatar a las chicas, deje el sable en el suelo trate de desatarlas pero Diva no quiso esperar, y antes de acabar, ella ataco clavándome su espada, para luego retirarse, un claro movimiento de provocación. Entonces tome mi sable, me pare y con un rápido movimiento corte las sogas para luego ir contra ella que me esperaba con su espada lista, llena de mi sangre, ese era el ultimo rastro que quedaba de la herida que me había causado. Corrí hacia ella y antes de que pudiera hacer algo, la acorralarla en un árbol y sin que se enterara lo que pasaba, le quite espada y le clavarle mis colmillos (Si tenia colmillos los adquirí junto con la dieta nueva), ella retrocedió instintivamente y vi como dejaba caer su espada junto con su cara de sorpresa, tardo unos minutos pero por fin reacciono.

_ Ahí, me mordiste...- dijo Diva como una niña pequeña.

_ No si te di un beso...- dije sarcástica.

_ No uses ese sarcasmo conmigo...- me regaño.

_ No me jodas...- dije molesta.

_ Deja de comportarte como una niña...- dijo en tono autoritario.

_ Tu no eres mi madre- le retruque.

_ Esto es una estupidez....

_ Basta....- y así dio finalizada la charla más estúpida del mundo.

_ Vamos Amshel- dijo molesta

_ Otra vez...

_ Vamos...- hizo una pausa y se quedo mirando a Salomón mientras decía- Esta casi lista- otra vez Salomón se lanzo hacia ella y lo tuve que frenar, volví a sentir el portal que se movía, para esto ellos ya se habían ido.

_Otra vez..- dijo cansado.

_Si, se movió- afirme.

_Muy bien... - él se aparto de mi, ellas estaban, en un estado de shock total, así que tome mi sable que estaba en el suelo lo envaine y ya con Salomón a mi lado amagamos a irnos, en eso mis amigas me llamaron:

_¿Estas pensando irte así sin más?- dijeron con cierta molestia.

_ Em... si- no sabia que hacer, estaba paralizada y entonces Salomón me dirigió una mirada Que me decía "ve". Me quede parada, ellas se acercaron pero a los dos metros pararon de golpe como si hubiera una gran barrera que nos separaba; cuando Salomón se dio cuenta de lo que sucedía me susurra al oído.

_Déjalas pasar, las necesitas- dijo con calma.

_No, solo las lastimare- ellas parecían no entender o no escuchar, solo estaban allí paradas.

_Déjalas- lo dijo casi como una orden.

_No- dije con firmeza.

_Muy bien, como quieras- y el comenzó a irse. Quería gritarle que no se fuera, me sentía tan vacía sin él necesita su mirada para calmar, pero no lo hice. Vi como se quedo esperando que las deje pasar, y al ver que no lo hacia lo hizo él. Al ver que partía.

_¿Donde vas?- pregunte preocupada.

_A ver a Saya, quédate aquí- me ordeno.

_Pero...- dije tratando de negarme.

_Déjalas pasar o solo ocúltate pero espérame aquí...- dijo serio.

_No me dejes...- dije casi sin pensar, era la primera vez que le mostraba a Salomón que lo necesitaba a mi lado, mi voz suplicaba su piedad, o la mía la verdad no se.

_Tranquila estarás bien...- dijo muy lento, como si le hablara a una niña pequeña pero aun no le cría, en eso poso sus ojos verdes en los mios, tomo con su mano mi barbilla y puso sus labios en los mios, en un pequeño beso y luego susurro a en mi oído- adiós pequeña, prometo volver ¿si? Solo espera, déjalas entrar y comer algo, la sangre no basta...

_No...- logre decir pero ya había desapareció como una briza de verano, dejándome con una sensación de vacío.

Me sentía, como en un cubo de cristal, atrapada, encerada, sola, tanto que caí de rodillas y comencé a llorar, esto duro unos minutos, hasta que todo se derrumbo. Mis amigas se removieron como despertando y fijaron sus miradas en mi, decidiendo que hacer, luego de unos minutos, me pare y seque mis lágrimas. Estaban indecisas si acercarse o no, mire la preocupación en sus ojos, me sentía rara, es decir ellas están allí con miradas preocupas, pero eran las mismas de meses atrás, y yo no había un abismo entre ellas y yo.

Me quede uno minutos mirándolas una a una, analizándolas, recordando cada momento vivido, Elian, ella se veía frágil, aunque por dentro no lo era tanto, aun así tendías a protegerla como a una pequeña muñeca de porcelana, ella era tranquila y callada, perfecta, una artista, una de la las personas mas dulces y tiernas de todas; Patry, ella se veía fría, pero ella era loca, dulce, tierna, divertida, única, a veces estando de mal humor chocábamos pero sabia que siempre estaría para mi, era una persona especial capas de crear grandes lazos en cortos lapsos de tiempo, una de las que más me entendía sin casi mirarnos, la conexión que teníamos era extrema y aveces hasta nos asustábamos (aunque no creo que en ese momento estemos tan conectadas, parecíamos tan distantes, no se como alguien puede cambiar tanto en tan como tiempo, pero lo había hecho); Dalian, ella se veía Distante, pero en realidad era loca, especial, diferente, apurada, extrovertida, energética, a veces era como una hermana mayor que me cuidaba. Las personas más importantes de mi vida, y con solo mirarlas quería salir de allí dejarlas escapar, pero a la vez quedarme protegerlas, dar toda y nunca dejarlas sin protección. Decidí irme; pero cuando me estaba yendo ellas me pararon:

_No te vallas- Dijeron al unisono.

_No puedo quedarme- dije sin mirarlas.

_Estas mal, no puedes irte- Dijo Elian.

_Vamos a un bar- Dijo Patry.

_Necesitas comer..- Dijo Dalian. Y las cuatro salimos de allí. Me deje llevar, a un bar, allí me atosigaron con pregunta sobretodo Patry con su preguntas sobre Salomón, no me importo estaba feliz y las extrañaba aun que sabia que no podía quedarme mucho por que Diva podría volver y las pondría en peligro, y al poco tiempo paso, tuve razón como siempre (Aveces odia tenerla),allí aparecieron como cien Quirópteros, que debía combatir, siempre debía de luchar, era mi tarea (nunca en mi vida me había gustado hacer tareas fuera de la escuela, y les diré que si de mi dependiera reprobaría la clase de matar Quirópteros, obvio que eso no era la escuela y no estaba poniendo en peligro solo mi vida sino la de todos; gloriosos momentos en los que no odias tanto la escuela) En fin el punto es que debía matar a los monstruos pero no sabia que hacer con mis amigas y el resto de las persona nunca había luchado con tantos Quirópteros a la ves, sola y con tantos humano allí, dude pero a los pocos segundos saque el sable y lo desvaine, me dije a mi misma que si no los podía salvar en ese momento nunca podía, vi como las chicas y todo el resto de la gente salia afuera mientras yo mataba a los Quirópteros uno tras otro pero cada ves venían más, y para completar el circo apareció Diva quien no ataco, ella espero a que me debilitara, y cuando ya estuve muy débil como para luchar, los Quirópteros se lanzaron contra mi, no pude luchar más ni hacer nada deje caer el sable por primera ves desde que lo tuve en la mano, me quede en un completo silencio, con la imagen del ultimo adiós de Salomón, su ultima promesa y la ultima partida de mis amigas. Quería gritar, llamarlo, en aquella situación, me sentía completamente sola, derrotada, como muchas otras veces, pero nunca me había sentido tan mal, era mi fin, deje de pensar, de razonar, solté un ultimo adiós en un suspiro, mientras sentía a los Quiróptero morderme por todo lados, el suelo frío bajo mi pecho (había caído boca abajo), mi mirada estaba posada en un punto apartado fuera de el terreno de los Quiróptero, Diva, ella me miraba con satisfacción, como alguien que había cumplido su objetivo, pero que no estaba completamente conforme, como que le faltaba algo a su logro, mis gritos, supuse pero no había soltado ni un solo grito de dolor desde que los Quiróptero comenzaron alimentarse con mi sangre, y poco a poco comencé a cerrar los ojos ya no podía más y con un último pensamiento o deseo ("ellas estarán bien") caí inconsciente.

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