CAPITULO 10 Una bienvenida poco cotidiana, ¿respuestas o más preguntas?
CAPITULO 10
Una bienvenida poco cotidiana, ¿respuestas o más preguntas?
Al salir el alba, fui a despertar a Damian, le serví el desayuno, comimos, luego prepare mi maleta. Un poco de ropa, mis cosas para escribir, la computadora y un mapa que me había dejado Hermes para salir hacía el campamento mestizo.
Al llegar sentí una presencia rara y no tenia ganas de entrar pero Damian me insistió, (vamos a aclarar soy hija de Cronos no creo ser muy aceptada allí era estúpido ir); pero no me pude negar a la cara de cachorita y termine avanzando junto a él.
Mientras avanzaba pude divisar un gran pino en la cima de la colina con un dragón el roscado que aparentemente protegía el vellocino de oro del cual Damian me había hablado todo el camino. Entramos no sin antes ocultar mi collar.
Allí dentro unos mestizos me atacaron, saque mis espadas para proteger a Damian pero no lo atacaban a él sino a mi; a ver mi aura no era exactamente rosa, debería de haber estado expulsando una gran cantidad de poder y no necesariamente del bueno.
Deje de resistirme, dejando que me atacaran y derrotaran; no se por que lo hice pero no quería dañarlos, cuando me derribaron me tomaron entre dos, lo cual me dio gracia, uno de los que metenia me pregunto de que me reía y yo me le quede callada. Unos minutos después aparecieron dos personas; un hombre regordete vestido con una remera hawaiana, unos pantalones cortos y sandalias; junto a un hombre de mediana edad, que de la mitad para abajo era un corcel blanco.
En eso un montón de semidioses me rodaron, comenzaron a hablar entre ellos a decir comentarios típicos como; "¿Quien es ella?" "Parece poderoso" pero el único fuera de lo común fue "no lo puedo creer, su aura es tan poderosa y... y ¡¿Mixta?!" trate de buscar aquella voz pero no la encontré; mientras que Damian estaba con una chica rubia parecida a él y un muchacho de cabello negro, ella lo estaba retando mientras que el joven la calmaba, era una escena muy graciosa aquellos dos parecían sus padres, no pude evitar sonreír al menos el estaba a salvo. Luego que aquellas dos personas me inspeccionaran con la mirada el centauro (mitad caballo, mitad humano) hizo un gesto con la mano, todos callaron y dijo:
-Has llegado, te esperábamos- lo mire con sorpresa.
-Si se nota... hermosa bienvenida...- dije con sarcasmo.
-Quirón ella es uno de ellos- dijo uno de los mestizos que me tenia.
-¿Tu eres Quirón? - Pero él no contesto. Damian me había hablo de él una buena parte del camino.
-Tal vez, pero eso lo juzgaran los Dioses en este caso el señor D- dijo señalando al hombre regordete junto a él- muéstrame tus manos- mis manos rara vez las miraba en esos tiempo, me recordaban a él y no era un lindo recuerdo, pero también eran las que me convertían en lo que soy, o así lo veía. Los semidioses que me tenían se las extendieron Quirón saco los guantes y al verlas se paralizo.
-¿Qué pasa?- pregunto el regordete.
-¿Es ella?- le pregunto Quirón al señor D, el hizo un gesto desganado al verlas.
-Puede ser, pero vino antes, además ya tiene la marca, eso no es bueno.
-Tal vez pero ya está aquí, y sobre las marcas teníamos las sospechas de que pasaría ¿Verdad? Y si esta aquí es porque ya tiene el regalo de Hermes o ¿No Dionisio?- este asintió "y como mierda supo del collar" pensé; para confirmar fue hasta mi cuello y lo encontró.
-Si eres tú- dijo Quirón- suéltate y demuéstranos de lo que eres capas.
-¿Quieres que lucha con los que la están teniendo? Pero son los más fuertes del campamento - dijo Damian confundido.
-Así es, es lo único que tenemos para saber si es ella.
-No, ¿Por qué lo haría? Además no te ha alcanzado con ver mis manos y el collar...
-Hazlo, y no, no es suficiente hay que estar 100% seguros- "perfeccionista" pensé.
-¡¿QUÉ QUIERES SABER SI SOY LA HIJA DE CRONOS?! SI, SI LO SOY SOY SU MALDITA HIJA...- todos quedaron paralizados, es que yo estaba en un ataque de nervios, y comenzaba a gritar- además- dije más calmada- yo no lucho por luchar, y aunque lo hiciera ¿qué me pasara? Tus mestizos ya creen que soy el enemigo.
-Cálmate, no pasara nada solo lucha con esos dos, piensa que es un entrenamiento nada más- luego se acerco a los que me tenían y les susurro algo que no pude oír y ambos soltaron una sonrisa sádica.
-Está bien- dije cansada- en guardia- Entonces derive a los dos de un golpe, ellos se pusieron de pie y luchamos por unos quince minutos hasta que me aburrí y los derrotarlos, no fue muy complicado después de todo solo eran dos armatostes con espadas, fuertes pero rígidos, tardamos unos quince minutos solo porque jugué con ellos. Al hacerlo todos estaban duros y sorprendidos, sobretodo Damian y los jóvenes de hace un rato. Dionisio se acerco a mi y con cara aburrida dijo:
-Nos vamos...
-Pero... yo...- mire a Quirón y su cara me dijo que lo siguiera sin chistar y allí fui tras de él.
Al llegar,a lo que yo supuse que era el Olimpo (osea era un lugar muy angelical que partes del suelo era de nubes y había muchas estatuas de los dioses, vos que pensaría "estoy en un Mc Donal's"), me dejo en la gran puerta dorada y dijo que debía seguir sola, desapareciendo dejando un leve aroma a uva. Osea no tenia muchas opción era entra o correr como maniática por el Olimpo; Así que como persona cuerda me decidí a entrar, toque la puerta apenas y esta se abrió.
Dentro había trece tronos ubicados en U, además de varios tronos más pequeños por debajo de estos, todos estaban ocupados menos uno, el del centro. Cuando entre todos me miraban y hablaban entre ellos, Obvio que al tener quichisientos(Hay muchos dioses como para contarlos) gigantes de tres metros de altura que te están mirando y hablando en vos baja de ti, es un poco molesto, aunque tampoco te arriesgarías a decir palabra, ¿verdad?. Al llegar a la mitad de la sala todos se callaron, no se si fue por el susto o que, pero me pare en seco y vi a los dos dioses que estaban separados por el trono vacío, supuse que eran Zeus y Hera, (a la derecha del trono vació estaban ubicado los dioses y a la izquierda las diosas,). En eso me arrodille enfrente del trono vacío y Zeus dijo:
-Bienvenida- lo dijo con toda amabilidad.
-Hola- el tono de Hera era como si lo último que quisiera fuera estar allí, aunque pensándolo bien yo tampoco quería.
-Ho..- antes de que pudiera decir algo, una mujer bellísima con el cabello rubio, los ojos más azules que el mismo cielo nocturno, vestida con una túnica blanca con solo un hombro al mejor estilo griego; algunos brazaletes en sus muñecas y una cadena con un dije de la letra alfa muy parecido al mio pero sin la guadaña. Esta diosa apareció de detrás del tronos y se ubico en él con su forma de tres metros, para este momento mis manos dolían a más no poder. Y tenia la sensación de que dos fuerzas muy poderosas luchaban en mi.
-Hola ¿como estas?- dijo ella muy amable y como si aquello fuera lo más normal del mundo, obvio era una diosa debía estar acostumbrada a ver mestizos todo el tiempo, de hecho ellos los creaban. Pero yo soy hija de cronos no soy como el resto y no estaba segura de que tuviera que ser tan amables conmigo, ni siquiera sabia quien era mi madre, no me conocía ni yo, como podían confiar tanto en mi. Quería salir corriendo, volver a mi bosque ese era un lugar seguro para mi; en cambio allí ellos me veían como una más y no quería eso, no es que quisiera que me tuviesen pena o que me odien ni nada por el estilo, es solo que sentía que ellos ocultaban algo, y ese algo era importante, en fin no tenia muchas opciones así que decidí callar mis instintos, que muchas veces me habían salvado y seguir el juego o lo que sea que sea eso.
-Hola... bien- fue todo lo que dije, pero solo lo dije porque si no explotaría y ese no era un lugar seguro para hacerlo.
-Me alegro- dijo ella con voz dulce pero tenia ese toque de autoridad que te advertía que con ella no debías meterte nunca, JAMAS- De pie- demando y sin dudarlo dos veces lo hice.
-Parece muy confiada- dijo una diosa pero no se cual. La mujer bajo del trono, y se ubico en frente mío- Dame tu mano- continuo, otra más que me pedía mis manos, la verdad que si estaban todos en un curso de lectura de manos debían dejarlo o por lo menos dejarme de usarme para practicar, pero en fin. De todas las personas o dioses en el mundo, a ella no se las negaría, porque sería de loco negarse la mano a lo que supuse que era la reina Serenity (La diosa más poderosa) ¿Verdad?. Se la entregue ella me quito los guantes que Quirón me había devuelto antes de irme; miro una palma, luego la otra y me dedico una sonrisa amable, hizo una pausa y dijo.
-Te duelen ¿no?- hizo otra pausa más larga- ¿Eres tu?- dijo por fin. Y luego miro a Zeus, como si supiera lo que iba a decirle asintió, entonces me abrazo diciendo- Has llegado mi niña- eso dejaría paralizada a cualquiera, pero a mí no de todo lo que me había pasado en ese año, que te abrase una diosa no es para tanto, puesto que no era una cosa de vida o muerte, hasta el momento; Cuando me soltó dijo- te extrañe hija- ahora si creo que mi vida no podía ser más rara; esa era la gota que rebalso el vaso de la anormalidad y la última pieza del rompe cabeza que estaba armando desde aquel día que parecía tan lejana.
-Esta confundida- dijo otra voz.
-Has llegado princesa hace años que te esperábamos- dijo Zeus.
-¿Qué? ¿Qué has dicho?
-Has llegado.
-No, no luego de eso.
-¿Princesa?
-Si, si eso.
-¿QUE?
-Prin-ce-sa, ¿Qué no sabes lo que es?- dijo Hera en un tono bien burlón y sin mirarme pues estaba concentrada en sus uñas.
-Si se lo que es, pero ¿yo una?
-Si, mi vida tu eres mi... mi hija- parecía acostarle decir esa palabra.
-¿Tu hija?- dije muy, pero muy confundida.
-Si- dijo ella segura.
-Pero eso me convertiría en...Una...
-princesa... hay que eres lenta-dijo Hera parecía irritada y no era para menos hasta yo me estaba molestando.
-Y en una diosa- dijo Zeus en forma de aclaración.Y tú vendrías a ser mí...
-Tu tío, y te vamos a mimar mucho- dijo Poseidón.
-Yo no-dijo Hera, poniendo la cara de mal humor más grande que pudo (y no es decir poco porque estaba midiendo tres metros).
-Mira como recupera la confianza- dijo la primera voz de antes parecía ser una conversación.
-Siempre igual- dijo Poseidón- podrías cambiar la cara ¿no?
-No, pues todos olvidan que es hija de Cronos- (les diré tres cosas de ella que descubrí allí 1. es muy exasperarte 2. me odia y 3. podía ser la más acertada en ese momento) yo era hija de Cronos, yo podía ser su enemiga y me trataban como a una de ellos y entonces la secunde.
-Ella tiene razón nunca debí llegar al campamento- hice una pausa- ¿POR QUE ME TRAJERON?- grite/pregunte yo no quería decir eso; pero lo dije y todas las miradas que antes estaban en otra cosa me miraron curiosos.
-¿Serena?- pregunto Poseidón confuso. Esa misma estaba en todos los presentes menos en tres, los culpables de que yo este allí; la que era mi madre; esta miraba a Hera con odio, Hermes; el tenia la otra gran parte de la culpa y Dionisio, aunque a él no lo cuento por que quería salir de allí al igual yo; y derecho lo intente pero mi madre me descubrió y me tomo de la muñeca.
-No- dijo dirigiéndose a mi cuando, vio que no me iría miro a Hera y dijo- recuerda que tú, Zeus, Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y yo también somos hijos de Cronos.
-Si... ¿Y?- dijo restandole importancia.
-Estas diciendo que mi hija no se quedara por ser hija de Cronos aunque todos lo somos- la verdad mi madre tenían un buen punto.
-No es lo mismo...
-Si es lo mismo, además es mi hija.
-Eso es lo que más me preocupa... además ella tiene la marca de Cronos- mire mi palma- ella no es como nosotros, es propiedad de Cronos- y mirando al resto- ¿NO SE DAN CUENTA?- grito/pregunto ella tenía razón, Cronos lo había dicho, yo le pertenencia no importa cuánto luche por negarlo, yo era de su propiedad.
-Ya veras...- cuando vi que iba a lanzarse sobre ella, la pare, lo último que faltaba que se armara una batalla en el Olimpo por mí, cuando había un millón de cosas más importantes que resolver, aunque en ese momento descubrí que lo de impulsiva era del lado de mi madre.
-Buenos reflejos-sentencio una de las dos voces.
-Cálmate- le dije al oído- no te preocupes estaré bien, además tiene razón y ambas lo sabemos... Cronos me marco, soy suya y vos mejor que nadie lo sabes.
-cordura eso es bueno- gire para irme, cuando llegue a la mitad del salón, mi madre grito.
-HIJA...
-No te preocupes por mí, tienes cosas más importantes que hacer...- y seguí, vi como ocultaba sus ganas de llorar.
-NO- grito Zeus.
-¿Eh?- me detuve y solo me di vuelta.
-Tú debes quedarte...- dijo Zeus muy serio. Su esposa paresia matarlo con la mirada, el resto de los dioses no lo entendía.
-De verdad- dijo mi madre.
-Si- en eso mi madre vino corriendo como una adolescente que ve a su novio después de un mes. Pero yo estaba petrificada. La duda me invadía aunque solo dudo unos minutos pues entendí lo que pensaba Zeus. En una guerra yo serviría como aliada o sino así seria más fácil acabar conmigo, era más fácil tenerme cerca pero seguí el juego.
-Mamá- Dije con alegría,dos podían jugar, yo también tiraría mis cartas, debía tenerla de mi lado al resto de los dioses por cualquier tracción proveniente de él o de Hera.
-Pero no aquí- "mantenerme cerca, pero no tanto para no tener aliados en el Olimpo, es bueno" pensé o "eso o estoy paranoica"
-Esta bien, ira al campamento- dijo mi madre sin discutir. Entonces me dio un ultimo abrazo me dijo al oído- te amo, ah y toma- me devolvió los guantes y volvió a su trono, desde donde le hizo una seña a Dionisio y el bajo, para situarse a mi lado y diciendo:
-Yo la escoltare- decidí mejor no preguntar nada. Y lo seguí, pero antes de irme Zeus me dijo.
-Eres muy madura eso tal vez te ayudara- Hice una reverencia.
-Es buena su cerebro no dejo de trabajar- y entonces repase en una diosa rubia de ojos grises que hablaba con la diosa junto a ella una joven de no más de doce años con un vestido platinado y un arco a la espalda; ambas diosas me miraban y examinaban con detenimiento "Atenea y Artemisa" pensé ellas eran las que habían hablado todo el tiempo aunque nadie les prestaba atención, les dedique una sonrisa y me fui con Dionisio.
Al llegar al campamento, Dionisio me dejo sola, pero antes de irse me dijo.
- Atenea y Artemisa te observaban, si ellas te aprueban todos allí lo harán, ah y Damian te guiara- le sonreí y él se fue a los dos minutos. Damian venia corriendo hacía mi.
El me mostró todo el campamento, la cancha de voleibol, la pista de carreras, el lago con su playa, el estadio para entrenar, la casa grande y por ultimo las cabañas que eran veintiuno y dijo:
_ Mira esta recién terminada- se lo quedo pensando- bueno en realidad apareció de la nada,pero bueno- me reí. Mi cabaña estaba ubicada entre la de Hera y la de Zeus, a la derecha estaban la de los dioses, y a la izquierda de de las diosas, enfrente a estas otros dioses como Hades, Hecate, Iris, Hipnos, entre otros.
Cuando íbamos a las cabañas me presento a, Percy Jackson un chico muy guapo debo decir, ojos verde mar, con su cabello negro despeinado, hijo de Poseidón, a su novia Annabeth Chase , rubia de ojos grises, hija de Atenea, era muy parecida a su madre y sus ojos me inspeccionaron de la misma manera; (ellos eran los que estaban con Damian anteriormente) y a Grover Underwood, un sátiro. Con los cuales me hice amiga al instante.
______________________________________________________
capitulo nuevo wiiii voten y comenten
solo quedan unos cuatro capitulos comenzamos la cuenta regresiva...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro