0.1 Trabajando para alguien
Puede que les resulten extrañas estas numeraciones, pero si leen en el orden cronológico igual y no les da tantos feels. Estos capítulos extras que no son de números enteros o positivos serán más cortos o más largos que los habituales. Teóricamente este capítulo va antes que mi oneshot de Conexión Cuántica.
Disclaimer: Miraculous Ladybug no es de mi propiedad intelectual ni similar. Marie Tompson Hatsukoi pertenece a MaJo Arvi y Alee-Ku Mclean Toripuretto pertenece a Alex Reyna.
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NUEVOS HÉROES
CAPÍTULO 0.1
TRABAJANDO PARA ALGUIEN
Aquel chico de largo cabello recién salía del trabajo. Con esos 30 ºC le estaba siendo molesto ir con su largo cabello, suelto. Necesitaba comprase algo para sujetar su cabello con mucha urgencia o le volverían a descontar algo de su paga en la cafetería.
Ese día había salido bastante más temprano. Eran vacaciones de verano, pero en vez de preferir descansar, le agradaba trabajar de medio tiempo en aquel café por la simple razón de que adoraba el ambiente que tenía ese lugar. Quedaba a pocas calles de la ubicación de la Torre Eiffel, se daría una vuelta ya que el día de hoy habría un mercado de pulgas; iría con el objetivo de encontrar algún tipo de broche para sostener toda su melena.
Durante el camino comenzó a hartarse del calor, por lo que como pudo se sacó su collar que simulaba el de un perro y con ello intentó sujetarse el pelo en una coleta alta, lo único malo era que se mostraban algunas marcas que llamaban la atención de algunas personas.
– ¡Que les importa! – Susurró con enojó
Por un momento sintió como si algún insecto se posara sobre su cuello, de alguna forma intentó matarlo o por lo menos espantarlo, pero cuando se dio cuenta el desgraciado ya lo había picado en el cuello. Esa comezón junto a ese calor era demasiado incómoda. ¡Tenía que encontrar rápido algo para el cabello e ir a casa a darse un baño!
Con ese pensamiento en la mente, un anciano que cubría su cabeza con una especie de turbante le ofreció una especie de hebilla con pelo de algún animal, tal vez un venado pues era de un tono café-naranja con algunos manchones blancos. El joven le vio algo extraño, ya que cerca de sus ojos parecía tener dibujado un mal antifaz blanco que no contrastaba muy bien con su piel quemada. Trató de no darle mucha importancia y tomó aquel objeto entre sus manos, quería examinar la resistencia de aquel objeto con sus propios ojos; tras no encontrarle ningún pero y verla más que ideal para su inmensa melena lo compró por sólo 3 euros.
Se fue rápidamente a su hogar, como ya había planeado se bañaría primero y después estrenaría su nuevo accesorio que no combinaba del todo con él, pero parecía ser de muy buena calidad. Al llegar a aquella enorme mansión que debía llamar hogar, no encontró ni a su tía ni a su hermana, por lo que sabía que podría tomar un baño tan largo como él quisiera.
Realmente no duró tanto en el baño, sólo unos veinte minutos. Todo ese tiempo era más que nada por lo tardado que podía llegar a ser el lavar su propio cabello. Entró a su habitación y notó que tenía mensajes del otro sitio en el que a veces trabajaba, aunque no siempre le gustaba, tenía una cita programada para el día siguiente. Lo ignoró, después lo respondería.
Se vistió exclusivamente con un bóxer ajustado y fue ahí cuando se observó en el espejo de cuerpo entero que tenía en su cuarto. Aquel espejo había sido un regalo de su hermana, por lo que estaba adornado en las orillas con frases que le había dedicado, alguna que otra foto de ellos, notitas cariñosas y en la esquina superior izquierda estaba escrito con su letra Alee-ku, era algo que su hermana le pidió para poder tener finalizado ese obsequio. La mayor parte del tiempo lo usaba para verificar que las marcas que su segundo trabajo le dejaba no fueran visibles al usar su ropa de civil.
No tardó mucho en quitar la vista sobre su cuerpo, no le agradaba demasiado ver cicatrices, moretones y costras sobre su piel. Pero así eran las cosas y al momento llegaba a disfrutarlas. Bueno, dejando eso de lado secó su cabello tanto con una toalla como con la secadora. Después lo cepillo de una forma un tanto vanidosa, para peinarse y así finalmente colocarse la hebilla. Casi al instante un pequeño ser similar a un venado apareció frente a él. Los grandes ojos del venadillo y los ojos del muchacho se cruzaron. No dijeron ninguna palabra y no apartaron la vista el uno del otro.
Un minuto.
Cinco minutos.
Diez minutos.
Quince minutos.
Veinte minutos.
Treinta minutos.
– ¿Quieres una rosquilla? – Preguntó el joven que le señaló una cajita que estaba sobre su mesita de noche.
– ¡Claro! – Respondió el pequeñín con gran ilusión.
Se sentaron sobre la su cama, cerca de aquel mueble. El joven abrió la caja y le ofreció aquel pan glaseado a su acompañante, el cuál tomó la de sabor mora. Cada fue comiendo una rosquilla a la vez de esa caja que contenía una docena, mientras tanto hablaban. El muchacho se presentó como Alee-ku Mclean Toripuretto, estudiante del primer año del bachillerato en el Instituto Françoise Dupont con apenas 17 años cumplidos; mientras tanto el ser explico ser un kwami que era el responsable de esa hebilla para el cabello, la cual era un Miraculous, su nombre era Lloyd y le daría habilidades especiales para alcanzar su objetivo. Alee-ku preguntó si era algo similar a lo que eran Ladybug y Chat Noir, los héroes parisinos. Lloyd respondió de forma afirmativa, pero no era muy adepto a los ideales que ellos tenían, él solía ser más fiel a lo que su dueño le indicase.
– De todas formas, yo traigo un mensaje para ti. – Dijo seriamente el kwami.
– ¿Y eso es?
– Hawk Moth te ha elegido como su discípulo.
– ¡Ja! Parece que ese anciano ha admitido que es un maldito inútil para conseguir los poderes del insecto y el gato.
– Eso parece.
– Sabes Lloyd, creo que eres mi pase a un nuevo objetivo. – Se levantó sonriendo de forma siniestra. – Tú y yo seremos grandes amigos.
– Creo que ya te entiendo. – Exclamó el mencionado colocándose frente a él.
– Será mejor ir donde Hawk Moth.
– Sí.
– Lloyd, transfórmame.
El muchacho de larga cabellera siguió las indicaciones que el diminuto ser le dio, cuando llegó al lugar indicado ya estaba el villano en su lugar. Era una fábrica de textiles abandonada que se encontraba a las afueras de Paris, lo primero que pensó el chico es que esa no era la guarida ideal para un verdadero ser que sólo buscaba el mal. Aquel hombre de traje, le estaba dando la espalda.
– No te preocupes, esta no es mi guarida. – Interrumpió los pensamientos del chico. – Es sólo un lugar temporal donde podremos reunirnos.
– Está bien.
– Supongo que Lloyd te dijo todo.
– Sí.
– Entonces, si estás aquí, es porque has aceptado.
– Claro.
– Bueno... – Hawk Moth se dio la media vuelta y con su bastón le indico al chico que se arrodillara. – Serás mi discípulo, ¿me serás fiel?
– Sería un honor para mí, Hawk Moth. – Una de sus manos estaba sobre su pecho, mientras la otra, en su espalda, le permitió cruzar sus dedos en señal de que era una mentira. – Yo, Lord Hirsch, seré fiel a tus ideales para ayudarte a obtener los miraculous de Ladybug y Chat Noir.
– Perfecto.
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Algunos estarán sorprendidos de que este capítulo no siga el orden cronológico y mucho menos tenga un número entero como título. Bueno, es una variación que quería probar para explicar algunos detalles sin tener que basarme en recuerdo o hacer fics alternos. Lo verán mucho en este fic, pero no se preocupen que intentaré no usarlo como relleno. De hecho, ya tienen un orden asignado :) Disfrútenlos y nos vemos en el siguiente. ¡Ciao!
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