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Capítulo 7

(Contiene un lime entre Severus y Harry)

Apenas desperté de mi sueño lo primero que vi o mejor dicho la primera persona que vi, fue una versión adulta de Malfoy, en ese momento me di cuenta que este era su padre y que estábamos en su mansión.

Él me ayudó a sentarme y ponerme contra el cabezal de la cama, aún sentía un dolor bastante fuerte en la cabeza y mi vista estaba algo nublado pero igual logré darme cuenta de la belleza de la habitación y que mi abuelo junto a Severus estaban sentados en una esquina de la habitación, cuando mi vista comenzó a estar más enfocada logré darme cuenta del peso que estaba al lado mío, Lucius Malfoy está sentado en la cama justo a mi lado.

-¿Cuánto tiempo?- Le pregunté a Lucius, esperando que entendiera la pregunta.

-Casi tres horas- Me respondió.

-¿Estás bien? ¿síntomas?- Me pregunto Lucius.

-Algo mareado y con dolor de cabeza pero estoy bien- Le respondí, no era la verdad más blanca del mundo pues mi cicatriz parecía que palpita como un corazón extra pero si lo ignoro, el dolor parecía disminuir, todos ellos me miraban como si esperaran que yo tuviera las respuestas a todo.

-¿Tenemos que volver a Hogwarts?- Le pregunté a Severus.

-Por desgracia, no nos podemos quedar más tiempo en 'La Mansión' estuvimos demasiado tiempo fuera de la escuela, si tenemos suerte tal vez nadie notó nuestra ausencia- Respondió Severus. -Pero Lucius nos contó cosas muy interesantes después de que comprobamos que estabas vivos, mañana tenemos que volver, ¿Te puedes levantar? Mis habitaciones privadas están conectadas a la mansión.

Intente levantarme de la cama con la ayuda de Lucius y del abuelo, después de unos minutos que pasara el mareo, comenzar a caminar, un poco apoyado con el abuelo en ese momento rogaba que fuera Severus y para mi maldita desgracia la habitación en la que estábamos quedaba ubicada en el sexto piso de la casa, ¿¡sexto piso?! ¡Qué persona tenía una casa así!

Cuando llegamos a la chimenea Severus me sostuvo de la cintura para que no me cayera, así fue como pasamos por la floo hasta sus habitaciones privadas a pesar de haber estado ahí antes ahora se veían aún más increíbles.

-Ya es de noche, te voy ayudar a llegar a los dormitorios- Me dijo Severus en estos momento me sentía muchísimo mejor hasta entusiasmado diría yo, mi amiguito estaba cooperando conmigo, están en la habitaciones de Sev, muy cerca de su mullida y gran cama, junto con un Severus que se había quitado la túnica todo resultado culminaba en sexo, ¡vamos son un adolescente! Yo culmina con sexo a mi edad, además desde que Sev comenzo a recordar algunas cosas de su pasado ya no lo hacemos.

-Severus- Dije con voz pícara y pegue mi torso junto a su brazo y comencé a desabrochar los botones de su camisa, sin la túnica se veía mucho más de lo que podía dejarle a mi imaginación.

-¿Qué piensas que haces?- Me preguntó Severus pero no me detuvo, termine de desabrochar todos los botones de su camisa y me detuve a mirar su torso de piel blanca pero saludable, muy suave y extremadamente fácil de dejar marcas de chupones. En ese momento me di cuenta que las marcas que había hecho hace días ya no estaban hace bastante tiempo que no veía su piel tan solitaria.

Me solté de su brazo y pasé mis brazos por la cintura de Sev, mis manos fueron por debajo de su camisa para tocar toda su fuerte espalda y me lamí la boca por la saliva que se estaba formando, no había nada más placentero que el toros de Sev. Era mi punto débil.

Cuando comencé a llenar de besos, lamidas y mordiscos la zona me encanto como se comenzaban a formar zonas rojas era simplemente placentera, será que al ser mitad vampiro me encantaba morder tanto, ver algo de sangre después de algunas mordidas no era raro entre nosotros pero ¿será por mi naturaleza?

Estuve un muy buen rato en una tarea tan importante, los pezones eran de mis partes favoritas después del cuello y su abdomen firme y con algo de músculo era increíble también, después fui directamente a su boca, un ataque directo a esa zona.

Una batalla de lenguas epicas, igual al ser el sumiso de nuestra relación no significa que no me guste dominar de vez en cuando y esta era una de esas veces en la que la lengua de Severus no me iba a ganas, éramos algo violentos en cuando a relaciones sexuales de tratase. Como dije, no me detenía hasta que hubiera sangre de por medio.

-Papi, quiero me agarres muy duro y muy fuerte contra esa cama, la ducha y el sillón- De dije en una inocente voz al oído, no se si era momento de sacar el tema de que mal o bien el me crió por unos años y en algún momento lo llame papá sin el índice sexual pero en este momento me parecía algo extremadamente sensual.

-¿No tendría que volver a su casa jovencito? ¿Donde sus mejores amigos lo esperan para cenas?- Me dijo con voz autoritaria como de un padre, esta nueva parafilia entre nosotros me comenzaba a gustar, un buen catálogo en el sexo siempre terminaba con un yo muy feliz. Sus manos indagaban muy contentas las cuevas de mi trasero.

-La verdad si pero mañana les crearemos la mejor mentira- Le respondí con voz infantil- Solo que mi papi no se entere, el odia las mentiras, si se entera de seguro me castigará.

-Oh, Señor Potter, usted ya está castigado- Las palabras de Sev vinieron acompañadas de unas buenas nalgadas.

A la mañana siguiente:

-El director le ha pedido al Profesor Snape que me entrené en Artes Oscuras para poder vencer a Voldemort esto es ultrasecreto, el director me dijo que no lo andes divulgando y que tenía que quedar entre nosotros dos pero ya que ustedes son mis mejores amigos les quería decir, por eso no estuve en casi todo el día de ayer con ustedes- Les dije, no me digan que era una mala mentira, era brillante.

-Oh, Harry, me tenías tan preocupada, ¡Pensé que algo malo te había pasado!- Dijo Hermione y abrazó a su mejor amigo.

-Sí amigo, nos tenías preocupados pero sabiendo que fue algo que ordenó el director, debe de estar bien- Dijo Ron -¿Cómo la estás pasando con el murciélago de las mazmorras, te trata bien o es como si fueras basura en sus zapatos?-.

-No, está haciendo muy cortés conmigo hasta más, te podría decir lo que el director le ordenó que no me tratara mal- Les dije a los dos, Hermione me abrazo y Ron me golpeó el brazo y todos, ya está arreglado.

Apenas terminé mi desayuno, les comenté que hoy tenía que volver a entrenar con el profesor y que si no me veían en todo el día que no se preocupen, ellos entendieron y no preguntaron nada más, después de todo, ¿Quién negaría las órdenes del director?

Apenas termine todo mi desayuno fui directamente a las habitaciones de Severus, la gran mayoría de Slytherin aún se encontraban en las mesas desayunando, las mazmorras estaban casi desiertas, además de encontrarme a dos fantasmas y a unos chicos de segundo caminando a varios metros mío que no me reconocieron supongo, no me encontré a nadie más, sigue el camino hasta las habitaciones y sin tocar la puerta entre directamente, ya había visto salir de la Gran Mesa a Severus hace un buen rato, por lo que supuse que ya estaba en sus habitaciones.

Hoy era domingo por lo que se encontraba haciendo lo mismo que todos los domingos, sentado en su escritorio corrigiendo pergaminos de los estudiantes, aún no entendía porque este colegio no usaba una pluma normal y corriente con pluma y tinta costaba horrores entender las letras, nos saludamos como si no nos hubiéramos visto hace tan sólo unas pocas horas y después fuimos directamente a la chimenea para irnos a la Mansión Malfoy.

Cuando llegamos mi abuelo y Lucius ya se encontraban cambiados y desayunados, ambos estaban sentados en un sillón charlando, apenas aparecimos por la floo, nos acercamos a los dos y nos unimos a ellos en el sillón contrario.

-Hasta donde supe Regulus mientras servía Voldemort, su trabajo principal y único trabajo era el de mover los horrocruxes de lugar cada vez que una persona se encontraba cerca de la ubicación actual de uno, según se rumoreaba entre el círculo personal de Voldemort, Regulus tenía escrito cifrados con las ubicaciones en un cuaderno personal por si el mismo olvidaba las localizaciones de los objetos. Esto fue tan sólo unos pocos meses entre lo que pasó en la mansión y la supuesta muerte de Voldemort pero ya que en este tiempo Regulus no estaba conmigo, supongo que este o estos cuadernos deberían estar en el Número 12 de Grimmauld Place, si podemos encontrar estas anotaciones seguramente encontraremos los horrocruxes de Voldemort con suerte, y aún con más suerte, actualmente la casa le pertenece a Harry desde la muerte de Sirius Black, la casa ya no se usa como sede de la Orden del Fénix- Las palabras de Lucius fueron interrumpidas por Severus.

-¿Cómo saber la localización de la Orden del Fénix?- Preguntó Severus.

-Esta mañana cuando me desperté comencé a tener muchos nuevos recuerdos que antes y he estado en la casa antes hace muchos años y en cuando lo de la Orden del Fénix, Voldemort siempre supo en dónde estaba la sede pero jamás pudo ingresar a la casa- Respondió Lucius - Lo que me deja como conjetura que las protecciones de la casa son mejores que buenas-.

-Entonces es hora de meternos en una casa vacía con una muy tenebrosa historia de fondo- Dijo el abuelo -¡Qué divertido!-.

La verdad es que si sonaba divertido desde la muerte de Sirius que no entraba a la casa a pesar de que ahora era mía.

Después de esas palabras nos pusimos a pensar que tan serios eran estos rumores sobre las anotaciones, ¿Existirían? Lo cual rogamos que si, lo más probable es que se encuentren en la única habitación de la casa que estaba cerrada, la de Regulus Black, a esta habitación jamás pude ingresar, nunca supe bien porque, si era porque no se podía o porque no querían pero hasta la fecha la habitación seguía cerrada, eso si, nadie la había intentado abrir, rápidamente fuimos a la habitación de la mansión que estaba destinada para parecernos y nos dirigimos hacia la ex Orden del Fénix.

Cuando llegamos, cruzamos la calle y yo hice que las casas se separaran para que apareciera el número 12,entramos fácilmente, la puerta ni siquiera estaba cerrada con llave y mucho menos contenía algún hechizo, cuando entramos estaba todo justo igual a como lo recuerdo, solamente que con algo más de polvo muchos más polvo y tierra, sin prestarle atención a nada más, los cuatro nos fuimos directamente por las escaleras hasta la habitación que tenía un cartel con las iniciales de Regulus en ese instante comprendí, cuando Lucius extendió la mano para abrir la puerta, esta hizo un ruido y enseguida se abrió, sin ningún problema, mi padrino mantenía la habitación cerrada por sentimientos o remordimiento, tal vez simplemente quería mantener los recuerdos tal y cómo estaban, sin tocar, la habitación de su hermano menor por el cual sentir remordimiento seguramente.

La habitación era bastante pequeña comparada con alcoba principal, había una cama de una plaza y media con sábanas verde oscuras, un escritorio el cual estaba vacío, estantes llenos de libros con muchas telarañas y polvo, encima de la cama había un gran ventanal con gruesas cortinas negras, en la pared había un cuadro con el logotipo de Slytherin, en una pared cerca de los estantes había tres cuadros con tres fotos distintas, lo único hacía que está habitación se viera más personal, una foto en donde estaban los dos hermanos Black, otra era una foto de Regulus y algunas personas, que supongo que eran sus compañeros cuando estuvo en Hogwarts y la otra, la que parecía más rara de todas y que dejó a Lucius mirándola con ojos llorosos, era una en donde Regulus sostenía a un bebé bastante pequeño de dorados cabellos frente a un ventanal de cristal.

Tal vez Regulus Black si se acordaba de su hijo, no lo sabía pero que él tuviera una foto así en su pared tenía que significar algo ¿No? Solo espero que no haya tenido que morir en vano y con tristeza en su corazón.

Mientras Lucius se quedaba mirando el cuadro en la pared anonadado, mi abuelo, mi novio y yo comenzamos a dar vuelta la habitación buscando lo que pareciera ser un libro o un cuaderno o libreta personal, Severus estaba buscando en el escritorio, mi abuelo buscaba en los estantes con los demás libros y yo estaba en la zona donde estaba la cama.

Buscamos por un muy buen rato pero al final debajo del colchón encontré lo que parecía ser un cuaderno de portada negra y dura, que decía el R.A.B en la portada con grandes letras Rojas y lo abrí, dentro había una cuenta como de un negocio con lugar, fecha y hora, ahí estaban todos los seis horrocruxes conocidos, apenas lo tuve en mis manos les avisé a las otras tres personas y lo más rápido que pudimos salimos de la casa. La verdad es que sí parece una casa embrujada, Lucius se terminó llevando la foto que estaba colgada en la pared y los cuatro partimos nuevamente a la mansión Malfoy.

Ya habíamos acabado con el primer paso, el cual era encontrar el cuaderno y eran ya las dos de la tarde, en la mansión los elfos nos trajeron algo para almorzar y rápidamente mi abuelo y el Señor Malfoy se pusieron a mirar el cuaderno, después de comer Severus también se unió a ellos, creo que a pesar de haber encontrado el cuaderno y ser el hijo del alma que intentábamos unir, no era suficiente para poder ver el libro, pasaba el tiempo en una hora, las tres personas se peleaban por entender las ubicaciones, había pasado como dos o tres horas sentado y aburrido, mirando el techo hasta que lo tres se pusieron de acuerdo en las ubicaciones.

-Bueno, por lo que pudimos deducir y al final logramos ponernos de acuerdo, uno de los horrocruxes, era el diario, el cual fue destruido, otro estaría haciendo el relicario pero pareciera que yo no contiene el alma de Tom Riddle. Entonces, no estarían quedando cuatro más, según este cuaderno serían una copa, una diadema, una serpiente y un anillo, en total nos quedarían cuatro más, aún nos quedan unas cuantas horas más entonces, enseguida vamos a partir. Fleamont va a ir por la copa, yo voy a ir por el anillo y Severus para la diadema, todos sabemos la ubicaciones, si no volvemos antes de las diez de la noche es cuando te comienzas a preocupar- Me dijo Lucius por lo visto el es líder de toda la operación en cubierta.

-Esperan un minuto y ¿yo a dónde voy?- Les pregunté, tú te vas a quedar en la muy impenetrable mansión y muy a salvo dentro de ella, sin mover un solo pie de estos límites. Ya escuchaste a Lucius, si no volvemos antes de las diez de la noche, tu comienzo a estar preocupado antes no- Me dijo Severus.

-Está bien, entiendo que me quiera mantener a salvo pero creo que les sería muy útil, yo mientras estaba inconsciente, yo sé que esto va a sonar como una locura pero mientras estaba inconsciente hablé con una parte del alma de Tom, creo que yo soy de algún modo el séptimo horrocrux y cuando toque el relicario directamente con mis manos, el pedazo de alma del relicario se juntó con el mío, es como compatibilidad con mi alma, no sé cómo explicarlos y se que suena muy loco pero si voy con ustedes no hace falta que traigan los objetos con sólo tocarlos, se vuelve parte de mí y después yo los puedo unir a Tom y por lo que esta parte de su alma me explico, juntando tan solo cuatro horrocrux debería ser suficiente para que sus recuerdos vuelvan, para que sea mismo de antes- Les dije.

-¡Un segundo ahí Harry! ¿Me estás diciendo que mientras estuviste inconsciente hablaste con Tom Riddle? ¿Aún hay algo de él ahí, en ese hombre monstruo?- Dijo Severus como si dudara más de que Voldemort volvería a su antiguo ser a que yo tuviera un sueño con un alma.

-Sí, por lo visto parece que el alma está formada como, por un montón de personitas iguales al de verdad que mantienen una mansión en perfecto funcionamiento para que no nos volvamos locos- Les respondí.

-¿Seguro que está bien, no tendrá daño cerebral?- Escuché al abuelo preguntarle a Lucius.

-Estoy bien, no estoy loco, lo que digo es verdad y ustedes van a hacer tan amables de llevarme para que yo pueda mirar los objetos, tocarlos, sacar el pedazo de alma de adentro y dejar el objeto sin que el director se dé cuenta no es un plan perfecto-.

-Aunque suene como una locura ¿Cuántas opciones tenemos?- Preguntó Severus -La verdad no suena tan ilógico, además Harry no tiene tanta imaginación para inventar algo así. Yo he leído sus ensayos de adivinanza, no tiene mucha imaginación.

-Creo que en eso Severus, tienes razón- Dijo el abuelo.

-Gracias por apoyarme- Le dije.

-¿Entonces si lo que tú dices es cierto, quieres arriesgar tu trasero en tres expediciones distintas que pueden acabar con tu vida en segundos con el simple propósito de usarnos como escudos humanos?- Pregunta Lucius.

-Justamente eso estaba pensado- Le dije sonriendo.

Continuará...

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Espero que les este gustando mi historia!!

Nos vemos el próximo viernes!

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