Después de la charla unilateral con Lucius salí directamente de la mansión hacia el Callejón Diagon, rogando en lo más profundo de mi interior qué Harry y Remus hayan terminado de hablar con los Potter. Apenas salí de las protecciones de la mansión, me apareció en el callejón y entre las sombras camine hasta Gringotts, estuve un buen rato parado en la puerta hasta que logre ver a Harry que venía corriendo hacia mí, Remus detrás de él y a los Señores Potter detrás de Remus.

—Lamento la demora Sev— Me dijo Harry —Fue mucho más difíciles de lo que pensamos— Volvió a repetir y se acercó para darme un beso.

—No pasa nada— Le dije a Harry —Pero apresuremos que antes del anochecer tenemos que estar de nuevo en hogwarts— Le dije y le devolvió el beso.

—¿Están saliendo?— Pregunto Euphemia. —No dijiste que lo criaste como un hijo.

—Después les cuento, es una larga historia— Les respondí y no volvieron a decir nada más.

Cuando estábamos los cinco reunidos entramos al banco y fuimos directamente hasta el final, en ese momento me pareció muy extraño lo vacío que estaba el banco pero le di la más mínima importancia.

—Necesitamos lo más urgente posible una audiencia con el director de Gringotts— Dijo Euphemia al duende que estaba encima del pedestal.

—¿Una audiencia para quién? — Dijo el duende. —Hay muchas personas delante mío—.

Todo esto sin levantar la vista de los libros que estaba mirando.
—Al nombre de Severus Snape— Dijo Euphemia y pude ver cómo le aventaba una bolsa llena de galeones, no hay nada que impresione más a los duendes como el dinero y después de abrir la bolsa y ver cómo sus ojos casi saltaban de sus córneas, salió corriendo de la silla y pidió que lo sigamos, los pasillos parecen interminables, dábamos demasiadas vueltas como para acordarnos por dónde íbamos, parecen que los pasillos no tenían fin y se repetían interminablemente hasta que después de lo que pareció toda una hora entera llegamos a una gran puerta diez veces más grande que cualquiera de nosotros.

El duende la abrió como si no pesara nada y dijo que pasaramos dentro, cuando todos pasamos dentro de la habitación las puertas detrás nuestro se cerraron solas y el duende que nos acompañaba había desaparecido, delante nuestro había una majestuosa habitación y en el medio un escritorio en este lugar estaba el duende que manejaba todas las instalaciones.

—En los noventa años que llevo trabajando en este banco jamás había visto qué persona dadas por muertas están caminando en el salón— Dijo el duende —Cliserio Gustalimio es mi nombre y soy el duende en Jefe de Gringotts, debe ser un suceso muy relevante en la historia para que vea a dos personas muertas acá dentro—.

El duende de por sí, no era muy amable y no se veía muy amable tampoco pero de sólo sentir como nos miraba, pasaba un escalofrío por mi columna, algo que ni siquiera el Señor Oscuro había logrado en algunas ocasiones.

—Yo creo que está es demasiado charla, yo soy Euphemia Potter y él es mi esposo, Fleamont Potter y estoy bastante segura que hace dieciséis años nos dieron por muertos pero como verán estamos no tan muertos como dicen, estos últimos quince años hemos estado en un barrio semi mágico cómo muggles, entonces a mí me gustaría saber como eso es posible— Dijo Euphemia en ese momento, sí pensé que ese duende era aterrador, sin duda esta mujer lo era aún más, era como ver a Lily Evans en persona pero con unos años de más, parecía que con cada palabra que decía el duende se hacía cada vez más pequeño en su silla.

En ese momento por unos cuantos minutos me puse a pensar que había sido de Lily Evans porque si ella nunca fue la madre de Harry, entonces la noche de su muerte no existía pero entonces dónde estaría, qué había sido de ella o tal vez sí sabía que había sido de ella y no me acordaba, aún había demasiados agujeros en blanco en mi mente y la verdad a estas alturas de mi vida, eso no era ninguna prioridad, Harry tenía esos espacios tan llenos que ya parecían saturados.

—No tengo ni idea de cómo se la pudo haber dado de muerta, Señora Potter— Fue lo único que respondió el duende.

—Pero de alguna forma se hizo— Respondió rápidamente Euphemia —Y sea como haya sido, lo va a arreglar acá y ahora y, no se te va a ocurrir cobrarme un solo galeones, no quieres una demanda por unos cuantos millones porque estoy bastante segura que uno de sus departamentos se encarga de las actas de defunción de personas con mucho dinero en este banco— Dijo Eugenia, la verdad era que la mujer era aterradora más que cualquier Señor Oscuro.

—Sí señora, enseguida se va arreglar— Fue lo único que dijo él, hablando en un idioma que no entendí pero era algo como el elfo antiguo dos duendes se acercaron rápidamente con un montón de papeles.

—Entendemos que este probablemente haya sido un error del banco o de tercero que trabajan en el mismo, así que de verdad lo sentimos Sra Potter y enseguida le haremos su inserción de nuevo en la sociedad mágica y muggle— Dijo el duende y creo que usando cada fibra de su cuerpo dijo las próximas palabras— Será gratis.

—Me parece perfecto, igual eso no me devolverá los últimos años de mi vida— Habla por primera vez el Sr Potter —Aunque entiendo que tal vez haya sido su culpa lo del acta de defunción, ustedes no tienen la culpa de que hayamos terminado en el mundo muggle cómo simples personas normales, a lo que yo llego a entender, esto no es completamente su culpa pero tiene gran parte de la culpa y para remediarse nos van a ofrecer gratis una prueba de sangre— Dijo Fleamont —Después de todo una demanda no suena muy placentera—.

—¿Una prueba de sangre? — Preguntó el duende —¿Para qué necesita una de esas menos? —

—Menos preguntas y más aceptación— Hablé por primera vez.

—Está bien, ya traemos los papeles—  Como resultado de todo esto trajeron tres amarillentos y viejos papeles que pusieron encima del escritorio, recién entonces tomamos asiento en unas sillas que había cerca del escritorio, primero lo hizo Fleamont, esta prueba consistía en simplemente pincha tu dedo con una aguja mágica y deja caer algunas gotas de sangre en el pergamino, la herida rápidamente se cerraba y en el pergamino aparecían letras negras que decía de la procedencia de una persona como una acta de nacimiento muggle, dicen cosas como el nombre, los padres, el día de nacimiento y la hora, dice si las personas tiene dinero en el banco, también podía parecer las bodegas que tenían, también aparecían las fortalezas y debilidades mágicas, sí poseídas una herencia de criatura, tus padrinos y madrinas, las personas que son titulares tuyas y ese tipo de datos, cuando una persona era influenciada por hechizos o maldiciones, si estás eran muy fuertes y llamativas también aparecían en este tipo de pergaminos, la de Euphemia y Fleamont no era tanto para ver esos datos sino para comprobar si realmente eran ellos y no impostores, pues los duendes siempre decían que la sangre no miente a diferencia de las personas.

Después de esperar que si sean las personas correctas y hacer todos los papeles correspondientes por ambas personas, tocó el turno de Harry, este pinchó su dedo con la aguja mágica y tres gotas de sangre cayó en el pergamino, cuando la herida se cerró y comenzaron a aparecer letras negras como normalmente lo haría.

Nombre: Harrison James Riddle Potter.

Fecha de nacimiento: 31 de Julio a las 4:00.

Padre: James Charlie Potter Brown.

Padre gestante (madre): Tom Marvoro Riddle Gaunt.

Tipo: Mago gestante de rango Alto.

Padrino: Sirius Black III.

Madrina: Lilian Rosemary Evans.

Herencia: ¼ Tritón y ½ vampiro. (Sin presentar)

Propiedades: (bloqueado)

Bodegas: 12,13,14,15, 27, 42,138, 139 y 203.

Fuerza mágica: 133 puntos mágicos (40% bloqueada).

-Bloqueadores de magia, pociones de repulsión y obediencia.

Oclumancia y legeremancia: Bloqueadas.

Magia Oscura: Bloqueada.

-Dos testamentos sin abrir.

De sólo verlo causaba náuseas, no solamente era correcta todas las cosas que pensábamos de Harry, si era hijo de Tom riddle, quien actualmente es conocido como Voldemort sino que Harry está bajo bloqueadores de magia, algo que está prohibido desde hace siglos y lo más bajo de lo bajo que un mago puede hacer, es como si te negaran a existir, nuestra magia es parte nuestra y bloquearla fácilmente podría volvernos locos o extinguir nuestra magia por dentro hasta matarnos, dice 40% de la magia debe de estaba bloqueada, eso significa que sus valores mágicos eran por encima de los 200 puntos, casi igual que los fundadores de Hogwarts de sólo pensarlo era aterrador e impresionante, además de saber que Harry si tenía una madrina la cual era Lily, la cantidad de bodegas que tenía también era impresionante pero lo que a mí más me llamó mi atención además de todas las pociones y bloqueadores de magia.

Era la herencia, solamente un mago de mil poseía una herencia de criatura, cuando cumples diecisiete años se presenta, es algo increíble y al mismo tiempo impresionante que Harry posea dos herencias de criatura, casi que ni siquiera se lo podía considerar humano, lo cual me impresionó mucho y por unos minutos me entró esa duda, ¿será el compañero destinado de Harry, el que hará feliz a sus criaturas? ¿Seré una molestia en su vida? ¿es sólo un enamoramiento juvenil? pero dejando eso de lado me preocupa más la salud de Harry, pociones de obediencia y repulsión y, bloqueadores de magia además de magia oscura, oclumancia y legeremancia, esas cosas debían de ser naturales para Harry cómo respira para cualquiera de nosotros pero tener los bloqueadores es como intentar negar parte de lo que eres, va en contra de tu ser, creo que no sólo a mí me impresionó y me daban ganas de matar a las personas que puso este tipo de cosas en Harry sino que creo que sus abuelos también pensaba lo mismo.

—¡Sosténme Fleamont! rápido creo que me voy a desmayar— Dijo Euphemia cuando miró el pergamino, su esposo que estaba tan impactado como estaba yo,  solamente la miramos a diferencia de nosotros ella no se veía para nada impactada ni calmada parecía todo una furia en cualquier momento con su magia podría derrumbar todo el banco. —¿¡Quién?!¿¡Quién fue el bastardo que le hizo esto a mi nieto?! ¡Sí me llego a enterarme quien fue, lo único que va  a conocer va a ser el frío suelo por el resto de su eternidad!— Las cosas comenzaron a temblar y daba miedo como si su cabello rojo se volviera cada vez más intenso.

A todo esto creo que Harry no entendía lo que estaba pasando, ni la magnitud de lo que significaba bloqueadores o pociones, creo que no estaba enterado de lo que le podía a ser a su cuerpo o no entendía que estas cosas podrían haberlo dejado como un squib o hasta haberlo matado por qué Harry todo lo que murmuraba era "vampiro, tritón" "vampiro, tritón", creo que quedó algo impactado con saber que tiene herencia de criatura en su sangre.

—¿Harry estás bien?— Le pregunté.

—Sí creo que sí— Me respondió en un susurro— La verdad es que jamás sentí que ella fuera mi madre a pesar de las cosas que me contaban o las fotos, que tenía sus ojos, nunca sentí un verdadero vínculo a pesar de escuchar sus gritos cuando está cerca de los dementores ahora que lo pienso porque escuchaba sus gritos en mis recuerdos, si supuestamente no murió a manos de Voldemort— A pesar de las cosas que decía Harry no parecían tener mucha importancia en este momento, él tenía razón las cosas no tenían mucho sentido y la verdad es que yo tampoco me acordaba de ese momento, me acordaba de algunas cosas entre la neblina de recuerdos pero no del momento en el que supuestamente murieron sus padres.

—La verdad es una pregunta a la que no tengo respuesta— Le dije a Harry —Pero te prometo que vamos a buscarle una respuesta, no voy a dejar que las personas que murieron en esta farsa lo hayan hecho en vano— Le susurre al oído y le di un beso en la frente.

—¡Quiero que le quiten todos los bloqueos a mi nieto! ¡YA!— Gritó Euphemia, llamó tanto la atención que todos los que estábamos en la habitación nos quedamos mirándola incluidos a Harry y a mí —!PERO YA! ¡AHORA! ¡RÁPIDO! ¡NO ME IMPORTA EL PRECIO!— En ese momento fue cuando los tres duendes comenzaron hacer todos los preparativos, dos salieron corriendo a buscar las cosas y el que estaba sentado casi que arrastró Harry a la fuerza por el pasillo.

—¿A dónde me llevan Severus? ¿Amor, abuelos? Me están secuestrando— Grita Harry.

—A pesar de la situación que usted está pasando me hace reír— Dijo Euphemia

—Tranquilo amor, sólo te van a hacer un ritual de purificación, no va a doler— Fue lo único que respondí.

—¡Sev, los duendes dicen que quiere que me desnude! ¡¿Eso es obligatorio!?— Volvió a gritar Harry.

—No sé mucho de rituales de purificación— Gritó Fleamont —Pero creo que sí.

—Es cierto, si lo es amor— Gritó Euphemia —¡Sólo haz lo que te digan, van a terminar rápido y vas a ver qué te vas a sentir mucho mejor después! —.

Después de eso ya no hubo más gritos ni pregunta de parte de Harry en ese momento fue cuando nosotros tres nos volvimos a sentar esperando que Harry volviera y le dimos la cara al duende que había vuelto.

—¿Quiero saber el hombre que le puso esos bloqueo, protecciones y pociones a Harry?— Le dije al duende.

—Enseguida Señor— Me respondió —También quiero ver los dos testamentos que hay para Harry sin abrir y porque razona, nadie le avisó a Harry de estos, el pobre ni siquiera sabía que tenía bodegas en Gringotts— Dijo Freamont.

—Nosotros avisamos a todas las personas de los movimientos que hacen en sus bodegas y si dejan algo a su nombre, como es el un menor de edad, estas cosas van directamente a su tutor legal en este caso su tutor legal es Albus Dumbledore para el mundo mágico y Petunia Dursley para el mundo muggle, todas las notificaciones a lo largo de estos quienes años fueron mandados a Albus Dumbledore y mensualmente se envía a los parientes de Harry Potter, la plata para su manutención— Respondió el duende.

—¡Manutención!— Grité — ¡Petunia Dursley pero si Harry no vive con ellos desde que es un niño  cuando Harry era un pequeño niño, la madre biológica de Harry lo sacó de esa abusiva casa porque lo trataban peor que la mierda y usted me está diciendo que en estos últimos quince años están cobrando manutención por él! — La furia que tenía era algo incomparable, sentía las ganas ahora mismo de ir y no dejaron más que los huesos de esas personas.

—¿Cómo que Harry no vive más con ellos en los papeles figura que pasa todos los veranos con Petunia Dursley y su hijo? No puede ser esto posible porque a nosotros jamás nos han dicho nada de un cambio de tutela— Dijo el duende.

—Es lógico que nadie le dijo nada duende inútil— Le dije furioso —Albus Dumbledore está detrás de todo esto que creen que le van a decir, ese niño fue sacado de esa casa por su madre biológica por que lo no dejaban acercarse por protecciones que dejaban a cualquier mago afuera, casi salió muerto con el cuerpo de su hijo por las protecciones y entregado a mí por él para que yo lo criara, mientras él no podía, usted cree que Harry terminó en sus manos por arte de quién, sabiendo que esa mujer ni siquiera es nada de Harry a dejar, usted mismo lo puede ver en este papel.

—Bueno, no sé qué decirles, me siento apenado por todos los errores que hemos cometido— Fue lo único que respondió el duende después de estar un buen rato callado en ese tiempo, los duendes volvieron con otros tres papeles amarillentos— Según estos papeles la firma mágica que puso los bloqueos, creó las pociones y bloqueo instinto de supervivencia básicos es Albus Dumbledore.

Ese momento creo que quedamos impactados por lo menos Freamont y yo, los dos nos veíamos a los ojos sin poder creerlo, mentir, engañar o incluso matar, eso eran cosas que no se comparaban con bloquear instintos básicos de un mago, bloquear su forma de ser o pensar y esos serán delitos que se podían considerar hasta más grave que una violación o el asesinato y pensar que este hombre podía hacer algo así era inhumano, ni siquiera el Señor Oscuro se atrevería a hacer algo así, el por lo te mataba sin dolor y muy pocas veces se recurría a la tortura o una violaciones, no te obliga a vivir tantos años bloqueando lo que eres y de sólo pensar que si el inútil de Lomgboton no hubiera arruinado esa poción, Harry podría haber muerto el día que cumpliria diesisiete años, al entrar en su herencia.

En ese momento fue cuando sentimos que todo comenzaba a temblar y los libros comenzaban a caerse de los estantes, en ese momento fue cuando deje de mirar a la nada y vi a Euphemia, su cabello se había tornado rojo, aún más rojo que normalmente y parece como si llamas salieran del mismo y un llanto que penetraba los oídos, pareciera como si rebotara haciendo un ruido tres veces más fuerte entre todos esos gritó escuche las palabras de Freamont.

—¡EUPHEMIA ES ⅛ DE FÉNIX VIVIENTE! — Grito Freamont en ese momento fue cuando supe que si no logramos calmarla en los próximos minutos, sería capaz de incendiar o derrumbar el banco entero y ahí fue cuando agradecí que estuviera tan vacío.

Continuará...

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Justo a tiempo! Espero que les este gustando la historia! Nos vemos el próximo viernes!

Que les parece la historia hasta ahora?