resucitó
y parecía acabado cuando levantó
ante la mirada de todos
seguía luchando, no huyó
más valiente que el mundo.
Con la mano levantada
gritaba sin voz su verdad
no había ruido en aquel lugar
todo sonaba por dentro.
Aquel era el espíritu del poder
el poder del pueblo
levantado contra su enemigo
temblando pero erguido
llorando pero sin moverse
venciendo sin dar un golpe.
Porque no hay mayor arma que la palabra
el conocimiento
la verdad
la humildad contra el ego
el rojo ondeando por el bien del pueblo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro