Capítulo 25
—¿Ya entendieron todo? —Valeria dejó su taza de té en una pequeña mesa de la sala.
—¿Quieres decir que por eso vinieron? —Quiso asegurar Shu—. ¿Por el cumpleaños de Yui?
—¡Exacto! —Celeste sonrió—. Como sabrán, ella cumple el veintiocho de diciembre... Y teníamos que venir semanas antes para que no sospechara nada.
—Entonces... ¿No vinieron para llevarse a Yui?
—No, Shu, no. —Lo tranquilizó Celeste— Al inicio, sí queríamos llevarla con nosotras... Pero Valeria decidió que mejor se quedará...
—Eso no fue lo que dije... No exactamente —Valeria se apresuró a decir—. Lo que quería hacer notar, o marcar, en aquel momento, Celeste, era que Yui tenía que quedarse aquí, aunque no quisiéramos. Ambas familias, Mukami y Sakamaki, la necesitan... Aunque son unos completos idiotas...
—¡Val! —reclamó Celeste.
—Bueno, bueno... Como sea. Ella no podría irse de aquí, así sin más... Ya ha creado una nueva vida en este lugar, y parece ser feliz con Shu. No le quitaré ese ¨privilegio¨ que tiene... —Valeria murmuró al final, haciendo comillas a privilegio.
—Sí, claro... Privilegio... —masculló Reiji.
—No arruines el momento, ¿quieres? —sonrió Celeste contra el oído del chico, haciendo que frunciera el ceño.
Valeria suspiró, cansada.
—Mejor no te acerques de esa manera a otros chicos, Celeste-chan —advirtió Kanato antes de apuntar a su hermano, Ayato—. No sabes cómo se pone cuando está celoso... ¿No es así, Teddy?
Aún con su sonrisa, Celeste dirigió su vista hacia su novio actual.
Con las mejillas un poco sonrosadas, Ayato desvió la mirada cuando Celeste lo observó.
—Definitivamente, es deprimente saber que no tienes pareja... —aseguró Laito en un suspiro—. Hasta Bitch-chan 2 tiene a alguien...
—¡No me digas así! —replicó la joven, con las mejillas rojas a causa de la vergüenza. Subaru, al ver aquella escena, no pudo evitar sonreír.
—¿A qué venía todo esto? ¿Para qué nos han contado acerca del tema? —quiso saber Ayato, tratando de actuar natural.
—Porque necesitamos su ayuda para hacerle una fiesta sorpresa, obvio... —Respondió con indiferencia Valeria.
Borrando su sonrisa, Celeste asintió.
—Sí... ¡Y ya tenemos los planes!
Confundido, Reiji dijo:
—¿Qué tienen planeado?
—Como Shu es su pareja, será quien se encargue de distraerla... Y, como lo conocemos y puede que se quede dormido, Yuma irá con él...
—¿¡Los Mukami estarán!? —Protestó el rubio, molesto.
—¿Estás idiota, acaso? —Valeria murmuró—. ¡Obviamente! Bien, como decía, Yuma y Shu se harán cargo de cuidar a Yui... Ruki y Reiji se harán cargo de los platillos principales, Kanato tendrá como deber hacer el pastel... Ayato, Subaru, Azuza, Celeste y yo nos haremos cargo de las decoraciones, las cuales ya tenemos.
—¿Qué haremos Kou y yo? —preguntó Laito.
—Como queremos que sea de disfraces la fiesta, puesto que a Yui se le hace muy divertido eso, Kou y tú se harán cargo de buscar los atuendos —informó Celeste—. ¿Está entendido todo?
—¿Carla y Shin no participarán? —preguntó Subaru.
—Ellos nos ayudaron con la aportación de adornos para la fiesta... Como ven, tenemos todo preparado.
—¿Y cómo pensaron en eso, si no nos conocían? —Reiji cuestionó.
—Verás, querido Reiji, sabemos actuar rápido —Valeria sonrió hacia él antes de dirigirse hacia los demás.
—¿Está todo aclarado?
—¿A dónde llevaremos a Yui? —preguntó Shu en ése momento.
—Algún lugar lejos de la mansión Mukami, tal vez de compras... ¡Pero hagan como si no supieran nada del tema!... ¡Como si se olvidarán de su cumpleaños! —Celeste advirtió.
Ayato observó a su chica en ése instante.
—¿Por qué en la mansión Mukami? —preguntó.
—¿Por qué no? —Valeria dijo por su amiga, la cual no supo qué responder.
Dándose cuenta de que la observaban todos los hermanos, Valeria suspiró.
—Bien, bien... Es que Ruki me dijo que me prestaría libros... Y ya leí todos los que parecían interesantes aquí...
Reiji suspiró, cansado.
¨Definitivamente, no son normales¨ Pensó en ese momento.
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