Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 23

Los latidos acelerados, las respiraciones entrecortadas.

—Quiero hablar contigo.

—No hay nada de qué hablar. —Celeste se cruzó de brazos.

¨¿A qué se refiere con eso?¨ se preguntó Ayato, molesto.

—Fuiste suficientemente claro aquella noche. No sientes nada especial hacia mí; solamente me ves como comida. ¡Como comida y nada más! —Reclamó la chica—. Nunca pensaste en cómo me lo tomaría yo, solamente lo soltaste... Así, sin más.

El joven no dijo ni una sola palabra, solamente observaba los ligeros y sutiles movimientos que hacía Celeste al hablar. Su ceño estaba fruncido, y podía oír con facilidad los latidos rápidos y fuertes que emitía el corazón de ella. Igual que el suyo, pareciera que quisieran descargan la ira de uno contra el otro, desatando una guerra.

Los labios sonrosados de Celeste, siguiendo cierta sincronía, hacían hechizar a Ayato al instante. Sus ojos oscuros, parecían espejos que querían reflejar el verdadero ser de la persona que tuviese de frente; parecían mágicos, sin ningún toque de maldad... Como los de un cervatillo perseguido por los cazadores.

El cabello rizado solamente era un complemento más para ella. Con un aspecto despistado, hacía verla ingenua y simple.

Ayato no supo cuándo había iniciado a caminar hacia ella, pero estaba cada vez más cerca.

—¡Aléjate! —replicó.

¨Ya me has dicho esto antes...¨

—¡Ayato! ¡Aya... -no terminó.

El joven pelirrojo yacía encima de ella, y parecía listo para atacar.

—¿¡Es que solamente ves las cosas malas cuando alguien te rechaza!? —recriminó Ayato.

—¡No tienes ninguna cosa buena! —se lamentó Celeste.

—¿Ah, sí?... Si fuera verdad lo que dices, ¿por qué has decidido enamorarte de alguien como yo? —Ayato retó.

—Yo ya no...

—¡Mírame a los ojos cuando me hables!

Los ojos de Celeste se alzaron hacia los de Ayato. Más oscuros de lo normal, admiraban la pequeña figura que tenían bajo sí.

El pecho de ambos subía y bajaba aceleradamente, centímetros los separaba en ese momento.

—¿Y bien? Continúa tu oración... Chichinashi.

Celeste soltó un gruñido cuando no logró apartarlo de ella.

—Mira que he tenido que acercarme para poder lograr ver algo...

—¡Pervertido! —Gritó Celeste—. ¡Quítate!

Ayato no lo hizo, de hecho, se puso a admirar con más detalle el pequeño cuerpo de Celeste.

Sus pequeñas pecas, apenas a esta distancia, se podían contemplar, y sus labios... Sus labios entreabiertos provocaban que Ayato sacase su instinto animal.

—Ayato, quítate de encima... Me estas lastimando.

Nuevamente, Ayato no lo hizo... Sus razones eran obvias para cualquiera, pero Celeste estaba cegada por el enfado en ése momento.

—¿¡Qué haces!? ¡Muévete!

—¿Estás enojada, Chichinashi?

—¡Pero claro que lo estoy! ¡Cuando estoy enojada con alguien no dejo de estarlo!

Ayato sonrió.

—¿Ah, sí?

—¡Sí!

—Veremos si es verdad...

Y la besó.

El beso era suave y tibio. Ambos podrían estar así durante horas... Podrían estar así durante toda la eternidad.

Rápidos y feroces, los corazones parecían querer salir de sus pechos. 

No había escapatoria para el nuevo sentimiento que los invadía en ése momento. Todo parecía mágico, sacado de alguna historia... Aunque, claro... Ésta era su historia.

Una vez terminado el beso, Ayato murmuró contra el oído de Celeste:

—Parece que no estabas enfadada del todo, ¿no es así, Chichinashi?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro