𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳𝒳𝒱
Quería decir que... ¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS A valediaz1821!!! Un pajarito me dijo *cof cof* tu hermana *cof* que hoy es tu cumple y te gustan mis historia (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧ ¡Así que para celebrar este día especial, te dedico este capítulo! Que te la pases súper con tus seres queridos ;D
Capítulo 25: El Trío Improvisado
♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• ♥
Era una mañana normal en el Françoise Dupont. Los pájaros cantaban, los pocos profesores presentes caminaban lentamente al salón de maestros a tomar su café matutino, el director Damocles trabajaba en su rutina de "El Búho" la cual se podía ver a través de su ventana desde el primer nivel; apenas si habían estudiantes esperando el timbre de inicio de clases mientras que Adrien y yo nos encontrábamos solos en el área de lockers por los baños besándonos como si no nos hubiésemos visto en meses.
—______~— susurró, besando suavemente mi nariz y luego mi mandíbula.
—A-Adrien— solté un suspiro que hizo que apretara su agarre en mí.
Continuamos así por un par de minutos más hasta que él dio un paso hacia atrás, ambos respirando profundamente varias veces para recuperar el aliento.
—Si mis mañanas serán así de ahora en adelante, no me molestaría venir temprano todos los días— relamió sus labios, lanzándome una mirada coqueta.
Más que un tomate me es imposible estar, amo que a veces sea el Adrien tímido que se ruboriza con cualquier halago de mi parte y luego de repente toma la iniciativa y me coquetea desvergonzadamente, como cuando es Chat Noir.
—Lo mismo digo. Ahora ven aquí, gatito— hice un gesto con mis manos para que se acercara, el cual obedeció y lo besé dulcemente en los labios. La acalorada sesión romántica finalizó cuando comenzaron a escucharse más voces provenientes de afuera, provocando que suspiráramos decepcionados. [#NoLemon ;D].
—Sal primero, yo te sigo— señaló a la salida, no sin antes besar mi mejilla.
Solté una risita de retrasada y me apresuré a salir, chocando con la pared de por medio. Fui corriendo hacia las escaleras, lanzándome a abrazar a Nathaniel.
—¿De buen humor?— Preguntó ya que froté mi mejilla contra la suya repetidas veces.
Lo estrujé un poco más para luego soltarlo. —¡Es que es un beeeello día!— Sonreí de oreja a oreja.
Alzó una ceja. —Sí, seguramente no es porque Adrien y tú estaban de cariñosos— se cruzó de brazos.
—Tú me lees como un libro abierto.
—Soy tu mejor amigo, lo sé todo. Y porque los vi saliendo del mismo lugar. El rubio viene hacia acá— hizo un gesto con la cabeza.
—Buenos días, Nathaniel— el oji verde saludó contento.
—La verdad, el ver que se hacen felices entre ustedes me alegra y me satisface bastante. Más vale que me guarden un lugar en primera fila para la boda— besó mi mejilla y le dio unas palmadas a Adrien en el hombro antes de ir con Marc, quien recién había llegado.
—¿Eso quiere decir que ya no le desagrado?— Cuestionó mi novio, esperanzado.
Asentí. —Nos aprueba al cien por ciento.
La mañana pasó volando; a la hora de salida me despedí de mis compas y me fui caminando con Nath. A mitad del trayecto, el pelirrojo se fue a casa mientras que yo me dispuse a ir a buscar inspiración para dibujar.
P.O.V. de Marinette
—¿Ya viste lo nuevo que agregué en mi Ladyblog? Sin duda ha recibido muchas visitas— Alya comentó, mirando atentamente la pantalla de su celular mientras esperábamos que se pudiese cruzar la calle hacia mi casa.
—Sí, es una buena noticia, pero recuerda-
—Sí, sí. No comprometer las identidades de los tres superhéroes— respondió rodando los ojos. —Pero esta vez la noticia gira entorno a Angelight y su poder— al llegar a la panadería, saludamos a mis padres antes de subir directo a la sala. —Algo me dice que tiene mucho más poder del que usa y según mis investigaciones, muy poco se sabe de su miraculous. No se ha confirmado la existencia de otros portadores, al menos no desde 1500, luego es como si todo rastro desapareciera. Aunque me parece obvio que su miraculous sea su aureola, es decir, no lleva más accesorios consigo, exceptuando su arma claro.
(Ay no...) Comencé a sudar. (B-bueno, no es como si estuviese lanzando teorías de quién podrá estar bajo la máscara) pensé, tratando de ocultar mis nervios. Realmente es una excelente reportera.
Ambas subimos a la pequeña azotea de mi habitación.
—¡Y mira esto!— Exclamó emocionada, tecleando rápidamente en su teléfono.
—Eh ¿qué no es Leonardo da Vinci?— Alcé una ceja, sin comprender su punto.
—¡Exacto! Ahora presta atención a su sombrero con lo que lo representan— hizo zoom en la gorra oscura.
—No comprendo Alya.
—¡Ve de cerca!— Sonrió de oreja a oreja. —¡Su gorra tiene el mismo símbolo que aquellas pinturas en el museo del Louvre, la de los guardianes que tal vez sean encargados de proteger los miraculous! ¡Es pequeño pero se puede ver si acercas la imagen lo suficiente!
—Imposible— susurré anonadada.
—¡¿Y si Leonardo da Vinci fue el último portador del miraculous antes de Angelight?!— Los ojos de mi amiga brillaban.
Me congelé, no sabía qué decirle porque yo no conocía ese hecho. Es más, no sé nada del miraculous del ángel, solo lo que me dijo Tikki de que es muy inestable, sus poderes básicos y que estuvo oculto hasta ahora. —Y-yo n-no sé-
Los gritos de pánico de múltiples personas me interrumpieron. Nos apoyamos sobre el barandal para ver lo que sucedía.
—¿Qué es ese humo morado?— Cuestioné entrecerrando los ojos.
—De seguro es un akumatizado. ¡Tengo que grabar!— Salió apresuradamente, adentrándose nuevamente a la habitación antes de que pudiese detenerla.
—¡No Alya! Ugh— me facepalmeé. Tikki salió de mi bolsa.
—No puedes detenerla Marinette, es una reportera innata— comentó.
—Lo sé. Debo asegurarme de que no salga herida. ¡Tikki, motas! ¡SÍ!— Exclamé, dando inicio a mi transformación.
Desplegué mi yo-yo, balanceándome en busca del causante del humo extraño. No tardé en encontrar a la villana, la cual parecía tener una máscara anti gas y la mitad de su cuerpo donde debían estar sus piernas, se estaba derritiendo en forma de baba.
Lo que me preocupó es ver a tanta gente inconsciente a su alrededor, todos con un tono de piel blanco, muy anormal.
Aterricé frente a ella. —¿Qué les has hecho a estas personas?— Alcé la voz.
—Ah, Ladybug— me miró de arriba a abajo. —Finalmente apareces. No es que importe ni nada. En fin, los intoxiqué, es lo que hago después de todo— sonrió ampliamente. —Puedes llamarme Toxina— apuntó sus dedos en mi dirección y de ellos salió humo, pero esta vez, de color blanco.
Retrocedí, corriendo del lugar. Tenía que pensar en un plan, intenté llamar a Chat pero no contestó, llamé a ______ a su celular pero después de sonar mandaba a buzón. Bufé frustrada; sin embargo, no tuve tiempo de reaccionar cuando algo me golpeó en la parte trasera de la cabeza, mandándome al suelo.
—¿Qué es esto?— Toqué la sustancia viscosa.
—Veneno que se absorbe al contacto con la piel— Toxina se acercó.
Abrí más los ojos al sentir fatiga y dolor de cabeza.
—N-no puede ser— traté de ponerme de pie, consiguiéndolo a duras penas. —A-amuelto en- cantado— susurré y de mi yo-yo calló una granada.
(¡¿Tan violento?!) Grité mentalmente, sorprendida, pero sin dudar le quité el seguro y se la lancé a la villana, resultando en un muro de humo. Escapé de ahí lo más rápido que pude. El veneno se extendía cada vez más en mi sistema, y solo esperaba que no le haya afectado a Tikki.
P.O.V. de ______
—¡¡¿CÓMO MIERDA PASÓ ESTO?!!— Grité desesperada mientras miraba a mi celular flotar en el río Sena. Estaba que me arrancaba el pelo, y lo peor es que escuchaba que alguien me estaba llamando. —¡VERGA! ¡Angiee, yo te elijo!
—¡Angiee al rescate!— Salió volando con rapidez, tomando mi celular y dándomelo.
En seguida salí corriendo. —¡¡¡ARROOOOOOOOZ, ALGUIEN QUE TENGA ARROOOOZ!!!— Pregunté como retrasada a cada persona que veía, hasta que encontré a una señora cincuentona con varias bolsas de supermercado.
Sin pensarlo bien, me abalancé sobre ella, ignorando sus gritos, le arrebaté la nueva bolsa de arroz que tenía y la abrí descuidadamente. Vacié mi estuche que estaba en mi mochila para poner el arroz y echar mi celular.
Suspiré de alivio, con esperanzas de que tal vez aún podía salvar mi teléfono. Tenía demasiadas cosas importantes ahí.
—Estos jóvenes de hoy en día dependen mucho de esas cosas del diablo— negó resignada y recogió sus compras desparramadas en el suelo.
—Perdón por la violencia señora— me disculpé, ayudándole a recoger las cosas y hasta le pagué por el arroz que le quité así que no sé por qué se quejaba tanto.
Después de eso, decidí finalmente irme a casa; no obstante, mis planes cambiaron rotundamente cuando Ladybug aterrizó enfrente de mí, colapsando al instante.
—¡¡¡Motitas!!!— Grité preocupada y corrí a socorrerla. Angiee salió de mi cabello al oír el grito.
—__-______— tosió. —U-una akumatizada. V-veneno— tartamudeó. La ayudé a ponerse de pie y la llevé a un callejón para escondernos.
Al sentarla en el suelo, ella se destransformó. Sacó comida de su bolsa con torpeza para Tikki.
—Marinette, ¿estarás bien?— Cuestionó la kwami, muy preocupada.
—Sí, n-no te preocupes— respondió y se quitó sus aretes, haciendo que Tikki desapareciera. Me extendió su miraculous.
—¡¿Qué?! ¿T-tan mal estás?— La vi nerviosa.
—Es necesario...— Pausó, parpadeando lento. —Tikki no fue afectada y yo no puedo mover... me— cerró los ojos.
Me alarmé aún más. —¿Mari? ¡¡¿MARINETTE?!! Ay Dios mío— miré detrás de mí. —¡ANGIEE ILUMÍNAME!
Salí disparada del callejón al escuchar una explosión a la distancia. Me encontré con Chat, luchando codo a codo con la akumatizada en turno. Miré los aretes, dudosa, y me los puse. Tikki apareció.
—¡Ti-!
—¡Ow!
—¡CHAT!— Grité al ver que la misma baba blanca que tenía Ladybug estaba sobre el rubio pero a mayor escala.
La villana giró la cabeza con lentitud en mi dirección. —Ahora sigues tú.
Fruncí el ceño. Me acerqué un poco y la dejé ciega con mi poder. Tomé a Chat entre mis brazos y salí corriendo de la escena. Corrí por un par de techos para luego bajar al nivel de la calle. —¿Qué hago? ¿qué hago? ¿qué hago? ¡Esto va de mal en peor!— Murmuré repetidas veces, perdiendo la calma.
Subí nuevamente a uno de los techos y nos escondimos detrás de un anuncio gigante.
Él se destransformó. —Ten— se quitó su anillo sin vacilar y me lo dio.
Negué aterrada. No por usar nuevamente el poder absoluto, sino por el estado de Marinette y el del oji verde.
—Mírame, l-lo harás bien— sonrió y cayó inconsciente. Lo besé delicadamente sobre sus labios antes de salir hacia otra calle, en busca de la akumatizada.
Lo malo fue que ella me encontró primero. Creí que su estrategia solo era lanzarme bolas de baba blanca sin parar. La subestimé. Entre muchas de esas bolas de baba, alcancé a ver una anaranjada. Abrí los ojos como platos, traté de alejarme pero explotó cerca de mi cara.
—¡AH!— Exclamé cerrando los ojos y cayendo hacia atrás. Aguanté la respiración, lo que me duró poco cuando recibí una patada en el costado, haciéndome rodar lejos de la villana.
Tosí y me alejé como pude. —Esta morra... Solo un minuto antes de que mi transformación acabe... Debí hacerlo ante- agh— tomé mi costado mientras me sostenía de mi resorte con la otra mano.
(Me siento débil, y así no podré usar el poder absoluto o combinar otro miraculous con Angiee sin arriesgarme. Que putada) me quejé.
Lo único en lo que pude pensar fue en ir a casa de Nath. Até mi resorte a una chimenea de un tejado para moverme, sin embargo, caí a medio camino.
—C-C-coño— resoplé, levantándome con los puños.
Afortunadamente, mi suerte aún no me había abandonado y vi a Nath salir de una esquina y observar sus alrededores.
Sonreí levemente. —¡NATH!— Grité.
El oji turquesa al verme en el suelo corrió hacia mí, muy alarmado.
—¡__- ANGELIGHT! ¡¿QUÉ-?!— Dejó de hablar cuando tomé su mano y le dejé ambos miraculous. —Estos son— me miró con los ojos muy abiertos.
—Lady... Chat envenenados... Yo...— Hice una mueca de dolor, sintiendo mi cuerpo paralizarse poco a poco. Mi transformación se deshizo y Angiee cayó agotada. —A-Angiee... dale comida— con el resto de energía me quité mi diadema, dándosela a mi mejor amigo. Al menos no había nadie cerca para contemplar la escena. —Te encargo mi poder...— Le di mi miraculous. —Busca a dos más— señalé a duras penas los aretes y al anillo antes de que mi visión se tornara oscura.
P.O.V. de Nathaniel
—¿______? ¡¿______?!— Las lágrimas salieron sin control de mis ojos. Negué bruscamente de un lado a otro. No aceptando la posible muerte de mi mejor amiga.
Miré los tres miraculous en mis manos. (Solo soy un chico de secundaria impotente y tímido p-pero... Lo haré por ti) recosté mi frente sobre la de la peli___. Decidí primero llevarla adentro y dejarla en mi cama. Me puse rápidamente la diadema y Angiee apareció.
Le di rápidamente una galleta, la cual tomó y comenzó a devorar. —¡¡NATH!! ¡Menos mal eres tú!— Exclamó entre mordiscos, justo cuando terminó, las lágrimas no se hicieron esperar. —Mi pobre ______— se lamentó.
Apreté mis puños con fuerza. —Lo sé, pero debo actuar ya, para que regrese con nosotros— hablé con determinación.
Ella asintió. —Conoces mi poder y cómo usarlo, así que no necesitas explicación.
—Exacto. ¡Angiee, préstame tu luz!— Exclamé. La kwami sonrió levemente antes de ser absorbida por el miraculous.
—Me veo genial, ______— volteé hacia mi amiga inconsciente. —Prometo salvarte— pasé una mano por su cabeza y salí de mi casa, en busca de dos personas que pudiesen portar el miraculous de la creación y la destrucción.
Corrí en dirección opuesta al ruido que causaban las explosiones. No podía arriesgarme a que la akumatizada me viese aún.
Miré hacia las pocas personas que corrían por las calles, pero no reconocía a ninguna. (¿A quién...?) Me detuve cuando vi el hotel Le Grand París. Pensé un momento, yo no confiaba completamente en Chloe, pero ______ sí.
Fui directo hacia el hotel, aterrizando en la azotea y provocando que Chloe pegara un grito y cayera de la silla en la que estaba.
—¡¿Estás loco?! ¡¿Qué preten-?!— Se detuvo y su mirada reflejaba desconfianza. —A ti no te conozco, ¿quién eres?— Miró hacia mi aureola. —¡¿Y qué haces con el miraculous de Angelight?!— Señaló, alarmada.
—Soy ah, Angel Lord— inventé un nombre. —Te aseguro que me conoces en mi forma civil. Tengo el miraculous de Angelight porque ella no puede usarlo, fue... Fue envenenada— bajé la mirada al decir lo último.
—¿Qué?— Dijo con preocupación, me sorprendí, pues aún no era muy común para mí ver así a Chloe.
—Sé que ella confiaría en ti, por eso— le mostré ambos miraculous. —Necesito tu ayuda.
Ella quedó en estado de shock por un momento hasta que volvió en sí. —Lo haré— tomó el miraculous de Chat Noir y se lo puso. El kwami que sé por ______ que se llama Plagg, salió.
—¡¿EH?!— Exclamó anonadado.
—Creí que tomarías los aretes— me sorprendí de su elección.
—¿Qué? No, ya he usado mucho el disfraz de Ladybug, además estoy molesta con ella. No quiero su poder— hizo un gesto de desdén con la mano. Tuve que aguantar una risita burlona.
—Wow, wow, wow. ¡¿Quién rayos eres tú y por qué ella tiene el anillo?!— El kwami se puso a la defensiva.
—Soy cercano a Angelight, fue envenenada, ya sabes que Chat también, al igual que Ladybug. Mi amiga me pidió que eligiera otros portadores solo por esta misión.
—Hmm— entrecerró los ojos, aún no muy seguro.
—No hay tiempo, ¿cuál es tu frase? O lo que sea— apresuró la rubia.
—Plagg, las garras— murmuró con sus patitas cruzadas. —¡Pero después debes darme queso camembert-!
—¡Plagg, las garras!— Al finalizar su transformación se admiró, dando un par de vueltas. —Creí que el negro no me quedaría tan bien pero me equivoqué— hizo un par de poses más.
Respiré profundo, rodando los ojos. —Vamos, debemos ir por una nueva Ladybug— dije y los dos saltamos lejos del edificio. —Si ves a alguien conocido que creas que sea confiable dime.
—No veo a nadie por el momento, Angel Lord.
—Sigue buscando...
—Dime Fabulitty— [Fabulous(fabulosa) + Kitty(gatita)] alargó su bastón para transportarse.
Gaspeé. —¡Mira!— Señalé a cierta castaña.
—¿Lila?
—Mabela ahora— miré los aretes. —Creo que nos podrá ayudar.
—¿Seguro?
—Confié en ti ¿no es cierto?— Se escuchó otra explosión. A la distancia se distinguía una gran nube de humo morado. —Además, no creo que tengamos opción. Hay que apresurarnos.
Ambos aterrizamos frente a Mabela, haciendo que retrocediera de la sorpresa. —¿Qué? ¿Y ustedes quiénes son?
—Héroes provisionales. Varios han sido envenenados ya, y te conozco en mi forma civil para saber de tu cambio— comencé a explicar.
—Ya dinos, ¿nos ayudarás o no? Porque si no, debemos ir a buscar a alguien más. El tiempo importa ¿sabes?— La rubia habló con leve altanería en su voz.
—U-um, bueno ¿qué debo hacer?— Preguntó con inseguridad.
Respiré profundamente y le mostré los aretes de Ladybug, ganando otro gesto de sorpresa de su parte. —Debes prometer que me los devolverás al finalizar la misión.
—N-no creo— alejó mi mano.
—Necesitamos ayuda, por favor. Quien me dio los miraculous seguro confiaría en ti— traté de hacerla cambiar de parecer.
—B-bien. No quiero perder a mis nuevas amistades verdaderas— se colocó los aretes lentamente.
Tikki salió del miraculous y nos vio anonadada, tal como Plagg.
—No hay tiempo de explicar, los tres héroes fueron envenenados. Angelight confía en mí y yo sé que ella será de gran utilidad— le expliqué a la kwami.
La pequeña criatura miró a su portadora temporal. —Mabela Rossi. Oh, las ironías de la vida— Tikki río. —Solo di: ¡Tikki motas!
—T-Tikki motas— soltó un chillido cuando empezó su transformación.
—Mmm, nada mal— Fabulitty asintió con aprobación.
—Bienvenida al equipo...
—A-am M-Mir- Miraclect— [Miracle(milagro) + insect(insecto)].
Asentí con una pequeña sonrisa. —Bien, debemos idear un plan. Ya que los tres superhéroes de siempre están envenenados, lo mejor será atacar a distancia.
—Y hay que mantenernos ocultos y analizar la apariencia de la villana para ver en dónde se esconde el akuma— continuó la oji azul.
—Sigamos el ruido de las explosiones— dijo Miraclect antes de desplegar su yo-yo y salir a gran velocidad del lugar mientras gritaba.
Fabulitty y yo soltamos una risita y la seguimos a toda velocidad.
—¿Estás bien?— Le pregunté a la oji oliva mientras los tres corríamos sobre los techos.
—S-sí, solo me sorprendió la semejante fuerza que el yo-yo de Ladybug tiene cuando lo uso— bajó la mirada a dicha arma.
—Tranquila, ya te acostumbrarás.
—Shh, silencio— advirtió la rubia. —Estamos cerca.
Los tres nos escondimos detrás de un tejado y asomamos la cabeza para ver cómo era la villana.
—Ew— Fabulitty resopló, asqueada. —¿Qué no pudo elegir otra apariencia?
—Sí, parece moco— comentó Miraclect. Ambas soltaron una risita, rodé los ojos, sonriendo también. —El único objeto que posee es su máscara, de seguro es el objeto akumatizado.
—Creo que es el momento del... ¡Amuleto Encantado!— Exclamó la oji oliva. —¿Un ventilador?— Miró el objeto extrañada.
—¡Ya sé!— Choqué mi puño en la palma de mi otra mano. —Yo la distraeré, mientras que Miraclect se acercará a la akumatizada con el ventilador encendido para alejar todo humo morado. Seré tu escudo si trata de atacarte de otra forma y la dejaré ciega por unos segundos— miré a la mencionada para darle ánimos. —Fabulitty estará escondida, ¡esperando el momento justo para llegarle por la espalda y destruir su máscara con un Gataclismo!— Mis ojos brillaron con entusiasmo y nerviosismo.
—De acuerdo— la rubia asintió y se alejó de nosotros.
La castaña suspiró.
—¿Estás bien?— Cuestioné preocupado.
—S-sí, es solo que... He hecho muchas cosas en el pasado... Jamás pensé estar usando el miraculous de una de las más grandes heroínas de Francia, es decir, no lo merezco— me miró con tristeza.
—Claro que sí, estás haciendo un esfuerzo por cambiar y en este momento de crisis se te dio la oportunidad de ayudar y lo estás haciendo pensando en el bienestar de tus seres queridos. No... Estaba seguro de darles a ustedes los miraculous porque conllevan una gran responsabilidad, pero me alegra haberlo hecho. Ni siquiera yo estuve listo para cuando tuve que aceptar esto— me señalé con ambas manos, haciendo referencia a los poderes del miraculous de ______ y la situación.
Una pequeña sonrisa de lado creció en su rostro. —Gracias...
—Ahora pongamos el plan en marcha— corrí en dirección opuesta a Fabulitty, manteniendo un perfil bajo y saqué mi resorte, lo desplegué y lo até en la villana.
—¡¿QUÉ?!— Gritó sorprendida al verse restringida.
Miraclect bajó del techo donde se escondía, con el ventilador encendido, haciendo que el humo morado se dispersara. La villana, aún estando atada, intentó lanzarle bolas de baba color blanco a la oji oliva; sin embargo, logré actuar rápido. Aterricé entre las dos y liberé a la malvada, logrando a su vez bloquear los ataques haciendo un escudo con mi arma.
—¡Cierra los ojos!— Miré de reojo a mi compañera antes de exclamar. —¡Fulgor!
—¡¡AAaah!!— Exclamó la tóxica esa retrocediendo, de seguro mi ataque le dolió el doble por estar tan cerca de la luz.
—¡Gataclismo!— Llegó Fabulitty desde atrás y tomó la máscara.
—¡NO!
El objeto se deshizo, liberando al akuma.
—¡LO HICIMOS!— Salté sin contener mi alegría.
—Solo debo atrapar el akuma— dijo Miraclect, abriendo el yo-yo. —¡Te devolveré a la normalidad! Y ahora quedas curada— la liberó. —¡Miraculous Miraclect!— Lanzó el ventilador al aire, el cual se convirtió en mariquitas, reparando el daño.
—¡GANAMOS!— Los tres chocamos puños.
—Ugh, mi cabeza— se quejó la víctima. Era una chica de tez morena.
—¿Te encuentras bien?— Le ofrecí una mano para ayudarla a levantarse.
—Sí, gracias por salvarme. Y-y lamento los problemas causados— se disculpó.
—No te preocupes, para eso estamos— dijo Fabulitty con una sonrisa.
—Oigan, pero ustedes no son Ladybug, Chat Noir ni Angelight— alzó una ceja, dudosa.
—Nop, solo somos héroes provisionales— respondió Miraclect y los tres nos fuimos de ahí. Nos detuvimos en un callejón. —Esta si que fue una gran aventura.
—Sí. Estoy feliz de haber podido contar con ustedes— pedí ambos miraculous. —No creo que esta situación vuelva a suceder. Pero si pasa... Ya sabré a quiénes buscar— sonreí.
Ellas devolvieron el gesto y se destransformaron. —¡¿AH?! ¡¿CHLOE?!— Exclamó Mabela.
—¿Por qué te sorprende tanto?— Se cruzó de brazos, alzando una ceja.
Reí. Ambas me devolvieron los miraculous. —Gracias otra vez. Hasta luego, señoritas— me despedí con un gesto y salí de ahí con ayuda de mi resorte.
Regresé a mi casa, encontrándome con quien quería ver. —¡NATH!— ______ corrió a mí con una amplia sonrisa. —¡No mames! ¡Te ves super genial!— Dio varios saltitos.
—Te lo dije, aunque no me escuchaste— me lancé a sus brazos, la levanté para dar un par de vueltas y la dejé con cuidado en el suelo. —Cuando te vi colapsar y-yo...
Puso una mano en mi mejilla. —Tranquilo, perdón por poner esta carga tan pesada en tus hombros. Fui descuidada.
Negué y tomé su mano entre las mías. —Tú pronto serás la guardiana y tendrás más responsabilidades, y al compararlo con lo de hoy, lo que hice fue casi nada. Realmente eres increíble (T/A)— le sonreí para tranquilizarla.
Sonrió con los ojos cristalizados. —Lo que hiciste fue mucho más que nada, fue perfecto— nos volvimos a abrazar.
P.O.V. de ______
Nath se destransformó y Angiee y yo nos abrazamos, felices de estar juntas nuevamente.
—Vamos a darles de comer a los kwamis antes de regresarlos con sus portadores ¿okey?— Propuse, dándole un malvavisco a Angiee, de los que siempre llevo.
—Sí, y así te cuento lo genial que fue hacer equipo con Chloe y Mabela.
Me sorprendí y nuevamente sonreí de oreja a oreja.
Después de escuchar todo lo que sucedió y un par de chistes al burlarnos de la actitud de Tikki y Plagg al ver a sus portadores temporales, me despedí de Nath para ir a devolver los miraculous a sus respectivos dueños.
—¿Crees que el maestro Fu esté enojado por todo lo que pasó?— Angiee cuestionó, sentada en mi hombro.
—Nah, fue un caso de vida o muerte— fruncí el ceño y dejé de caminar. —Lo que ocurrió hoy no debe repetirse. Debo ser más cuidadosa.
—______, otra vez te estás poniendo mucha presión— resaltó con preocupación.
—Tranquila, lo bueno es que estoy ganando experiencia, y soy cada vez más fuerte, al igual que Lady y Chat— apreté un puño, sonriendo con decisión. —Cuidaré a mis seres queridos con mi vida.
...
Fui a casa de Marinette a entregarle sus aretes y luego me reuní con Adrien a espaldas de su padre. He de decir que la cara que pusieron cuando les conté lo sucedido y sobre los héroes provisionales fue épica.
Continuará...
♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•° ♥ •°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°• ♥
Holi, sé que está el asunto de qué pasaría si Adrien resulta ser un Sentimonstruo, pueeees la verdad, a parte del shock inicial de la revelación, no cambiaría nada porque los sentimonstruos creados para ser humanos crecen y tienen sentimientos como uno verdadero, lo que sí, es que Rayis iría con Gabriel a suplicarle que le de el objeto donde está la pluma con la que hizo a Adrien, para así dárselo al oji verde para que pueda ser independiente y que nunca más lo manipulen.
¡Y muchas gracias a mi fiel seguidora VickyGA5 por este HERMOSO y KAWAII dibujo de la Rayis y Plagg!
Y un meme xD
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro