𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳
Capítulo 10: Detención
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—Yyyyyy, ¿viste el mensaje que te mandé por la tele?— Miré de reojo a mi vegetal viviente favorito mientras revisaba todo el material posado sobre nuestra mesa compartida.
—¡Pues claro! Escupí mi bebida al oír Nick— rio por lo bajo. —Eso fue genial. Digno de mi coneja astuta— me lanzó una sonrisa cómplice.
Le guiñé el ojo e hice un gesto con la mano en plan buena onda.
Ambos estábamos en la clase de la señorita Mendeleev, realizando un experimento en parejas. Generalmente se me daba bien este tipo de ejercicios por como explicaba la maestra; sin embargo, el oji turquesa hacía que mi concentración flaqueara.
Mi mejor amigo soltó una risa mera extraña, sonando casi como un cerdo.
—¡O-oye! ¿No te traumó la vez en que casi te castigan por dibujar? Vas a meternos en problemas— le susurré gritando y volví a intentar verter un químico en el tubo de ensayo que estaba sujetando.
—Solo Demoilustrador y la vez que moriste me traumó... Bastante— se quedó viendo a la nada.
—Oooooh Nath...— Lo vi con cariño, bajando el tubo de ensayo, casi derramando el líquido fluorescente.
—¡Hey!— La señorita Mendeleev interrumpió nuestro momento. —Ahórrense las muestras de afecto para después de la clase— nos llamó la atención con su potente voz.
Ambos tuvimos que aguantar la risa y bajamos la mirada para que nuestras expresiones no nos delataran.
—Pssst— le susurré. —¿Irás al baile del que todo mundo habla?
—Sí, es lo normal. Es el evento mas esperado del año. Y ahora tengo a dos personas con quienes debo bailar aunque sea una canción— su sonrisa se volvió en una juguetona.
Lo vi complacida y un poco halagada. —Tú sabes que eso no se discute. Nunca me invitaron a bailar tanto... No en (Tu país)— me quedé nostálgica por unos segundos antes de seguir con el experimento.
—Es porque son unos idiotas que no tienen idea de lo que se perdieron— chocó suavemente su hombro con el mío.
No me molesté por el hecho de que casi me hacía botar el químico. —¡Ja!— Mi voz resonó más alto de lo que quería y le sonreí apenada a la maestra antes de continuar la conversación. —No se pierden de nada— negué. —¿Crees que en mi mundo hubiese podido escalar tanto como lo hice aquí? Todo lo agradezco a mi fanatismo y que mi deseo por conocerlos fuese mayor a mi timidez. Y solo fue coincidencia que conociera a Chat y Ladybug en su forma civil para luego ser amigos cuando fuesen superhéroes. Y lo de Angiee y Angelight solo fue suerte— mezclé el líquido del tubo de ensayo con otro en un recipiente de vidrio.
—¡Fue Destino!— Oí decir a Angiee. Nath también la escuchó porque miró hacia mi cabello.
—Distorsión— contradije y aferré mi agarre en el recipiente de vidrio.
—Debía pasar, con distorsión o no— replicó.
—El tema de la elegida— rodé los ojos, suspirando cansada por ese tema cliché.
—Nope, pude cambiar de opinión sobre ti y elegir a otro u otra— susurró. —Te ganaste mi miraculous por tu propia cuenta sin saberlo. Todo fue encajando como rompecabezas. Tú dimensión y tu llegada aquí. Aunque a un costo...— Murmuró lo último, seguro no quería que la oyera.
(¿Costo?) Mi expresión se tornó en una de preocupación y rompí inconscientemente el recipiente que tenía, derramando el químico sobre mis guantes y la mesa de trabajo.
—¡______!— Nathaniel exclamó soltando el cuaderno lleno de notas del experimento que tenía para alejarme de la mesa.
—¡Derrame químico!— Exclamó Rosita poniéndose de pie y yendo a mi lado con una toalla.
Los demás dejaron de hacer el ejercicio para enfocarse (oh Dios...) En lo que me pasaba. (Verg@, ¡me pongo más bruta de lo normal cuando todos me miran!) Pensé.
—¡Todo mundo cálmese! Llevaré a la señorita (Tu apellido) a la enfermería. Ustedes continúen— anunció la señorita Mendeleev con un tono autoritario. Me tomó de los hombros y me guio hacia la salida, con Nathaniel siguiéndonos de cerca.
Ignoré las miradas de preocupación que Adrien, Marinette, Alya y Nino me lanzaron. Hasta noté un cambio en la mirada de Chloe.
—Tienes mucha suerte que el líquido no tocara tu piel— habló la enfermera revisando mis extremidades. —¿Tienes alguna molestia? ¿Hormigueo, adormecimiento, dolor?
Negué sin decir una palabra. Mis guantes fueron desechados apropiadamente y mi bata de laboratorio no pareció afectada.
—¿Cómo rayos pasó? Es muy imprudente de su parte dejar que eso pasara— me regañó la maestra, aunque se le notaba su preocupación.
—Me distraje por un pensamiento y apreté de más el recipiente inconscientemente— dije mirando a la nada.
—Hay que limpiar el líquido y el vidrio roto— suspiró la mayor con lentes. No obstante, dejé de prestarle atención.
(Quiero respuestas...) Pensé y fruncí el ceño. (¡Ahora!) Me dije decidida y salí corriendo de la enfermería.
—¡______!/(¡Tu apellido)!— Gritaron Nathaniel y la enfermera respectivamente.
Oí pasos siguiéndome. —¿Qué te sucede?— Mi amigo me siguió.
—¡Me voy!— Respondí y entré al salón de química nuevamente y bajo las miradas preocupadas de mis amigos y compañeros, tomé mis cosas, guardándolas rápidamente. Nathaniel se detuvo por la puerta por un momento y comenzó a guardar sus cosas también en su mochila.
Sentí que me tocaron el hombro. Vi por un segundo a la persona. (Adrien). Puse un tirante de mi mochila sobre mi hombro, dejando que el otro tirante colgara. Nath me hizo el favor de cerrar bien mi mochila. —Luego te explico. Quédate aquí por favor ¿sí?— Le pedí.
Él no respondió, parecía indeciso, pero no le di tiempo a más. Salí corriendo de la clase hacia la puerta de la escuela. Nathaniel se me unió y corrió a mi lado, sonriéndome. Le devolví el gesto débilmente.
—¡______ y Nathaniel! ¡No tienen permitido abandonar la escuela por un accidente menor!— Escuché a lo lejos a la maestra de química.
—Ignórala— el pelirrojo negó, siguiendo nuestro camino.
Solté una pequeña risa. —En serio que soy una mala influencia— mis ojos se cristalizaron por lo extraño de la situación.
Ambos corrimos sin parar hasta estar frente a la puerta de mi casa. Entramos gracias a mi llave y al asegurarnos de que estaba cerrada, Angiee salió de mi cabello.
—Lo siento, no quería ponerte en este estado— dijo con tristeza. —Siempre debe suceder algo cuando estoy relacionada, no debí- no quería... Oh...— Se sentó en el sofá de la sala.
Dejé mi mochila en el suelo y me senté a su lado. Nath se sentó en el sofá para una sola persona.
—No es tu culpa Angiee, solo... Quiero explicaciones— la miré con una pequeña sonrisa, animándola.
Ella asintió.
—Esto no lo sabe nadie más que algunos pocos— inició. —Lo que tú llamas caricaturas son mundos diferentes que pertenecen a una misma dimensión, esta en la que estamos— abrí más los ojos por la sorpresa. —Y hay millones de mundos más en la espera de ser descubiertos por personas de tu mundo de origen quienes creen que fueron sus ideas, y dichos mundos de esta dimensión comienzan a funcionar una vez que la "producción" de esas "caricaturas" empieza.
—WHAT THE ACTUAL FUCK?!!!— Grité, cayéndome de mi asiento.
—¡¿Estás diciendo que existe un multiverso?!— Mi amigo exclamó, con la misma expresión que yo.
Angiee asintió. —Por ejemplo, el mundo de Miraculous estaba, por decirlo así, en pausa por mucho tiempo hasta que al que llaman su creador "Thomas" lo descubrió y ahora es su serie— resumió.
—¿Mi vida es una mentira...?— Nathaniel cayó desmayado en el piso.
—¡Mi*erda! ¡Se murió antes que yo!— Lo señalé mientras miraba a mi kwami. —¡¡Nathaniel llévame contigo!!— Fui a su lado y lo sacudí repetidamente de los hombros.
Él recuperó poco a poco la conciencia. Lo ayudé a sentarse nuevamente y los tres nos quedamos en silencio por un largo rato.
—¿... Y ahora qué?— El oji turquesa nos vio con una mezcla de emociones en sus ojos.
—No sé ¿nos morimos?— Saqué mi bate con clavos de detrás del sofá, mostrándolo.
—¡No dejaré que ninguno muera!— Angiee voló para estar enfrente de nosotros. —Dejen de ser dramáticos y de actuar como borrachos suicidas. ¡Enfrenten la realidad como es! Por esta misma razón muy pocos saben el verdadero funcionamiento del universo— comenzó a hablar con un tono más fuerte. —Estamos en una dimensión separada de la del mundo de origen de ______ ¿y qué?— Señaló a nuestro alrededor con sus patitas y me miró directo a los ojos. —¡Amas estar aquí! Ayudas a los otros y ellos te ayudan a ti. Encontraste el amor, encontraste tu camino, acepta que esto debía pasar— sonó como una entrenadora motivacional.
—P-p-pero ¡es que esto parece super random! ¡Durante todo mi tiempo siendo fan no te vi ni fuiste mencionada en ningún capítulo! ¡¿Cómo explicas esto?! ¡Capaz estoy en coma y todo esto es una fantasía ideal que produjo mi mente!— Exclamé alterada.
—No estás en coma— mi kwami se facepalmeó. —Y yo no hacía acto de presencia porque aún no era tiempo de llamarte. Lo que tú y la gente de tu mundo conoce es la línea temporal anterior a la que estamos, una en donde no eres necesitada para ser Angelight.
—¿Es decir que cuando Bunnix del futuro aparezca no sabrá quién soy porque no existo en esa línea temporal?— Alcé una ceja, entendiendo muy poco.
—Exacto, tú eres la primera ______ en aparecer, y ahora ya no serás la última, desde el primer momento en que pisaste el mundo de miraculous tú te volviste parte de la línea temporal y las que vienen detrás de esta.
—En pocas palabras, yo soy la que inició un gran cambio que se volverá lo normal para las ______ que sigan después de mí— resoplé frustrada.
—Ajá— asintió.
[Mi letra xD].
—¡Genial!— Dije sarcásticamente. —¿Nath te quedarías a dormir en una pijamada conmigo? No creo pegar ojo en toda la noche— me dio un tic en el ojo.
—Estoy muy ocupado desmayándome nuevamente pero sí, me encantaría celebrar nuestra primera pijamada— se recostó en el suelo.
—Dame espacio— me recosté a su lado y ambos nos quedamos noqueados por tanta información locochona que nos fue revelada.
...
Luego de levantarnos dos horas después de nuestro desmayo en conjunto, decidimos avisar a nuestras madres de la pijamada, quienes aceptaron encantadas. Ninguna sabía que fijo nos ganamos detención por irnos de la escuela antes de tiempo... Y enfrente de una maestra.
Recibí un chingo de llamadas preguntando si estaba bien, por lo que les dije que sí y que no me sentía bien emocionalmente. Sin embargo, obvio que le expliqué a Adrien y a Marinette que fue relacionado con Angiee pero me ahorré la explicación rara de los secretos del universo que mi mejor amigo y yo adquirimos sin querer queriendo.
—Gatito, estoy bien en serio. Gracias por llamarme— sonreí con la mirada hacia abajo.
—Te hubiese podido acompañar— Adrien respondió con inseguridad en su voz.
—No quería que te perdieras las clases que me salté. Voy a tener detención por eso y no quiero que cruces la línea, no por mi culpa, y menos sabiendo cómo es tu padre— me dio un escalofrío de solo pensar en cómo fue su castigo cuando nos escapamos a Chantilly. [Imagínenselo ustedes].
—Ya sabes que por ti no me importaría tener detención todos los días— dijo con dulzura.
—Aaawwwww, me derrites de amor— suspiré con una mano en el pecho.
—Y tú haces que vuele más allá de las nubes— habló con el mismo tono que el mío.
—No quiero ser aguafiestas pero ¡los dibujos no se harán solos ______!— Nathaniel gritó.
Rodé los ojos. —Disculpa amor mío— despegué mi celular de mi oreja y me dirigí al pelirrojo. —¡DÉJAME HABLAR CON MI NOVIO HIJO DE TU MADRE QUE CASI NO LO HAGO!— Rugí.
—¡LO VES CASI TODOS LOS DÍAS!— Alzó los brazos.
—¡QUE TE VALGA PITO! ¡YO NO ME INTERPONGO ENTRE TÚ Y MARC!
—¿Y Civil War?— Alzó una ceja.
—¡TE DIJE QUE NUNCA MENCIONARAS ESO, TRAIDOR! Anda, ve a ver si la pizza que puse en el microondas ya está lista— bajé mi tono al decir la última oración.
—Vale— salió de mi habitación.
—Ugh, odio cuando está en sus días— susurré. —¿Decías?— Retomé mi conversación con Adrien.
—O-oigo que han planeado muchas cosas para su pijamada, los dejo entonces— se le oyó levemente desanimado.
—La próxima pijamada será menos improvisada y prometo invitarte y convencer a mi suegris de que te deje venir— le propuse.
—Me encantaría— se animó.
—Además, no es como si fuese la primera vez que dormimos juntos— solté sin pensar haciendo un gesto como si no fuese gran cosa.
—Espera ¡¿cómo?!— Exclamó.
(Ferga). Sonreí nerviosa. —¡Oh! Ya llegó Nath ¡hasta luego!— Colgué rápidamente y lancé mi celular sobre la cama para encajar el diente en nuestra suculenta pizza.
Nos sentamos en el piso y pusimos una película de acción. —Oye, ¿que no habías comido pizza hace tres días con Talia y Roxie?— El oji turquesa me cuestionó.
—¿Y?— Me metí un pedazo de pizza con doble queso a la boca.
—Solo decía— se encogió de hombros y le dio un bocado al suyo.
Al siguiente día nos despertamos con resaca. Hicimos nuestra rutina matutina como tortugas y desayunamos aún más lento, y sí, teníamos ojeras.
—A la próxima no debemos quedarnos despiertos hasta las 2 de la madrugada cantando reggaetón antiguo— me quejé, caminando desganada a la escuela.
—Y lo peor es que nos caerá castigo— se restregó el rostro con una mano.
Al entrar, nos topamos con la señorita Mendeleev y el director Damocles, ambos nos miraban con seriedad. Detrás de ellos, un poco lejos, estaban Marinette y Alya viendo la escena, preocupadas.
—______, Nathaniel... Se quedarán a detención el resto de la semana— habló el mayor.
Nosotros solo asentimos y al sonar el timbre fuimos a clase. El resto del día pasó con normalidad y bien rápido. Sin darnos cuenta, nuestro momento ha llegado. Los dos nos paramos enfrente de una puerta que decía "Retenue".
—¿Detención?— Miré a mi amigo por una confirmación.
—Detención— asintió.
Marinette y Alya pasaron por nuestro lado.
—Se fuerte ______— la de lentes me dio ánimos.
—Tú también Nathaniel. Es la primera vez que tienes detención— (gracias Mari, más sal a la herida) entrecerré los ojos.
—Acabemos con esto— tomé a Nath de la muñeca y entré en la sala de castigo mientras lo arrastraba conmigo. —Oh...
—Santo...
—¡Inodoro!— Completé la expresión sorprendida al ver una clase gris, medio lúgubre y con mesas y sillas de metal.
Nath me vio con una ceja alzada. —¿Inodoro? ¿En serio?
—Trato de ser original— me quejé.
—No, tratas de ser dramática— rodó los ojos y de mala gana arrastró su mochila a un asiento. Yo lo seguí y me senté a su lado resoplando sonoramente.
De la nada, entró la señorita Mendeleev, con su porte serio y estricto de siempre.
—Muy bien alumnos, quiero un comportamiento ejemplar. No ruidos, no mensajes en papelitos, no celular y cero comida. Pueden hacer su tarea o beber agua pero nada mas— quería soltar un quejido. —La detención dura una hora y media. Yo estaré en la sala de a lado viendo el canal de geometría. Si llego a escuchar algún ruido se ganan otra detención ¿quedo claro?— Nos señaló con fuerza y se largó del lugar.
—Wey, creo que le damos asco— hice una mueca.
—Tu cara es la que da asco— respondió con seriedad.
—Bitch!— Exclamé con un tono no tan elevado y le metí un puñetazo en el estómago.
—¡Hump! Estaba bromeando— logró decir apenas.
—Mi cara es sagrada, prro— fue el último comentario que hice antes de quedarnos en completo silencio. Lo único que se escuchaba era el sonido de un lápiz garabateando sobre papel en la parte de atrás del salón.
Pasaron unos quince minutos y ya me estaba aburriendo bastante. Sin darme cuenta, comencé a dar golpecitos con mi pie en un gesto de desesperación.
—Detén eso, me pones ansioso— el oji turquesa reclamó.
—Baboso te pone— crucé las piernas y los brazos para evitar un impulso de idiotez. Otros tortuosos 5 minutos y sin querer queriendo una canción salió de mi boca.
https://youtu.be/_zzIGdXxsCM
______:
I'm not a bad guy~ canté en voz baja para no llamar la atención.
So don't treat me bad if I'm feeling sad, alright?
Please don't be mad
Nathaniel:
If I don't smile back, alright?~ Me sorprendí al oír la voz de Nath y lo miré.
If I fuck up my words, don't think I'm absurd, alright?
Alright?
Me lanzó una mirada cómplice y nos sonreímos.
______:
I'm physically exhausted
Tired of my knuckles beating
Nathaniel:
I'm chewing gum to pass this time of sadness
Can't you see it?
______:
You're too busy seeking selfish wishes
Don't care how I'm feeling
Nathaniel:
You write me up and say it's love
And I can't believe it
______:
Baby, can you meet me tonight in detention?
Nathaniel:
I can feel your blood pressure rise, fuck this tension
______:
Let me crawl up into your mind, did I mention?
Nathaniel:
Pretending everything's alright is detention
Ambos:
De-de-detention
De-de-detention
Pretending everything's alright is-
La maestra azotó la puerta de repente, dando un vistazo rápido al salón. —Hum— sospechó de nosotros pero no le dimos razón para regañarnos... Oh eso creía, y se fue.
______:
The teachers don't care about me
Fuck how I feel as long as I make money
Nathaniel:
They let them do whatever they want to me
They're the customer, I'm chopped meat
I'm chopped meat
______:
I'm physically exhausted
Tired of my knuckles beating
Nathaniel:
I'm chewing gum to pass this time of sadness
Can't you see it?
______:
You're too busy seeking selfish wishes
Don't care how I'm feeling
Nathaniel:
You write me up and say it's love
And I can't believe it
No me percaté en qué momento los estudiantes alrededor comenzaron a marcar el ritmo con los pies o estaban dando golpecitos a sus respectivas mesas con la mano.
______:
Baby, can you meet me tonight in detention?
Nathaniel:
I can feel your blood pressure rise, fuck this tension
______:
Let me crawl up into your mind, did I mention?
Nathaniel:
Pretending everything's alright is detention
Ambos:
De-de-detention
De-de-detention
Pretending everything's alright is detention
Nathaniel:
I wanna go home and you say, "Now is not the time"
______:
Fuck being all alone in back of the classroom, ah
Nathaniel:
Start calling up my phone trying to say that I've been out of line
______:
When all I ever asked was to go to the bathroom di unos golpecitos a la mesa.
Nathaniel:
Baby, can you meet me tonight in detention?
______:
I can feel your blood pressure rise, fuck this tension
Nathaniel:
Let me crawl up into your mind, did I mention?
______:
Pretending everything's alright is detention
Nathaniel:
Tonight, I can feel your blood pressure rise
______:
Let me crawl up into your mind
Nathaniel:
Pretending everything's alright
Ambos:
Is detention.
Todos en el salón lanzaron un grito contentos y hasta hubo unos aplausos. Sin embargo, no duró mucho porque la señorita Mendeleev entró de la nada, cual ninja.
—¡Oigo demasiado ruido!— Exclamó. —Tendré que quedarme a vigilarlos después de todo. No puedo confiar en ustedes— entrecerró los ojos y procedió a tomar asiento al frente, viéndonos con seriedad.
Nath bufó y yo rodé los ojos, fastidiada.
Pasaron 10 minutos y un terremoto comenzó de la nada, haciendo que cayera polvo y parte del techo. Todos, junto a los objetos inanimados, temblamos anonadados.
—¡¿Qué demonios?!— El pelirrojo miró hacia arriba y los dos nos pusimos de pie lentamente al mismo tiempo.
—No puede ser ¡todo mundo fuera!— La maestra exclamó levemente alterada.
Todos procedimos a salir con paso rápido, a pesar que ya había terminado el temblor.
—¿Cuál akumatizado crees que haya sido esta vez?— Mi tomatito se giró a mí mientras bajábamos las escaleras.
—No lo sé, pero a juzgar que Silenciador fue con el último villano que combatí y ahora tocaría Oni-Chan, debió ser uno de relleno. No importa— dije despreocupada, sin embargo, mi rostro cambió. —Pero Kagami no gusta de Adrien... ¿Supongo que evité un akuma indirectamente?— Pensé en voz alta.
—Espera ¿Kagami gustaba de Adrien?— Alzó una ceja.
Me encogí de hombros y saqué mi celular, procediendo a marcar el número del gatito más sepsi y zukulento de todos. —¡Hola! ¿Qué pedo con el temblor de hace rato?— Le cuestioné.
—No te preocupes belleza, Ladybug y yo lo tenemos controlado. ¿Cómo te va en detención?— Escuché ruidos de batalla de fondo.
—Bien, cantamos a dueto— miré contenta a Nathaniel, quien imitó mi gesto.
—¿Es ______? ¡Dile que le mando saludos!— Escuché la voz de la azabache a lo lejos.
—Amor, ¿separas tu comunicador de tu oído?— Le advertí con un tono dulce y procedí a gritar. —¡Hola Motitas!
Los demás me vieron extrañados pero me di la vuelta para no verlos directamente. —En fin, debo colgar ¿nos vemos luego?— Imaginé que él tenía una sonrisa encantadora en su rostro.
—Cuando tú quieras jejeje— suspiré como tonta y guardé mi celular.
Nath me revolvió el cabello. —Cambiando de tema, ¿quién de la pandilla te obligó a ir al baile? Seguro las chicas.
—Aunque yo no quería ir. Talia y Roxie...— Negué con una sonrisa.
—Era de esperarse.
—Bien— resonó la voz de la señorita Mendeleev, ya podemos regresar al salón para continuar el castigo, así que andando. No pierdan tiempo— aplaudió dos veces.
—¿Por qué a mí?— Nath y yo nos quejamos mirando al cielo antes de seguir a los demás hacia el segundo nivel.
Continuará...
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