Capítulo 9: Compras y... ¿Silenciador?

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—¡WEY! ¡Te encantaría ir allí, es la Disneylandia de los degenerados!— Exclamé en mi celular mientras caminaba con una bolsa de compras. —Oh, otra llamada, te dejo Damian— me despedí de mi amigo.

—Ok, luego te paso más memes recién horneados— rió levemente.

—Los estaré esperando— aseguré y contesté la otra llamada. —¿Quién me habla?

—Hola ______— sonó la voz de Luka.

—Hey rockero ¿cómo va su video?— Pregunté, ya que al salir de clases él y Marinette me contaron de una especie de concurso organizado por el padre de XY, como odio a ese señor.

—Genial, estamos a punto de enviarlo, ¿quieres venir?

—Lo siento, ya planeé un picnic con Talia y Roxie.

—Oh, entiendo que se diviertan— se despidió.

—Lo mismo digo— colgué. —Bueno, mejor me dirijo al lugar acordado— me dije a mí misma.

Angiee salió de mi cabello y se sentó en mi hombro. —¿Por qué no le dijiste que les robarían su idea tanto de música como de vestuario?

—Porque amo ver el mundo arder— sonreí mostrando los dientes.

—Muajajajajajaja— soltamos una risa malvada al unísono, haciéndonos parecer como psicópatas.

Fui en autobús hacia la Torre Eiffel. Cerca de la base del monumento me esperaban una de mis parejas yuri favoritas.

—¿En serio creen que es seguro? Digo, a los akumatizados les encanta atacar la Torre Eiffel— comenté casual abrazando a Roxie y después a Talia en modo de saludo.

—Hola a ti también (T/A)— la chica con pecas soltó una risa.

—No vamos a estar en la torre, estaremos por la torre. Justo allá— Roxie señaló a un área verde un poco alejada de nuestra ubicación.

—Qué pereza caminar— me desanimé, soltando las compras que había hecho.

—¡Traje pizza!— La peli negra mostró la caja, incitándome a seguirlas.

—¡Esa es la palabra mágica!— Al instante me animé y las seguí hacia el lugar señalado.

Talia extendió una manta que trajo consigo y las tres nos sentamos. Roxie colocó la caja de pizza en el centro. Yo saqué platos desechables, cubiertos, vasos y servilletas de la bolsa que traía, junto con un par de sándwiches de queso y Talia puso un pastel al final.

—Sí que vamos a tener un banquete— bromeó la de mechas rojizas.

—¿Qué?— Cuestioné mientras me atiborraba de pizza y dos sándwiches a la vez.

Mis amigas rieron y comenzaron a comer también. Inevitablemente, salió un tema que ya me esperaba que iba a ser propuesto.

—¡Después podemos ir de compras!— Exclamó Talia emocionada.

—Uuuuuuugh— bufé dramáticamente inclinándome hacia atrás. —Eso es muy cliché en las salidas de chicas ¿que no hay otras cosas que hacer?— Hice un gesto con la mano.

—______, recuerda que tienes que tener un perfil bajo después de lo que sucedió con Nathaniel y la estación de policía— recordó la peli negra. Yo hice una mueca.

—Además, es la oportunidad perfecta para buscar vestidos para el baile que se aproxima y opinar entre nosotras— continuó la peli café.

La miré extrañada. —¿De qué me perdí? ¿De qué baile me hablas?

Ambas gaspearon, sorprendidas. —¿Cómo que "cuál baile"?— Dijeron al unísono.

Talia procedió a explicar. —Hay varios carteles pegados por toda la escuela hablando del baile escolar anual.

—Ah— dije despreocupadamente con un gesto de desinterés. (De lo que hablaba Alya cuando me cacheteó). —No voy a ir— me encogí de hombros.

Volvieron a gaspear más sonoramente. —¿Cómo puedes decir eso?— La peli café me tomó de los hombros.

—Tienes que ir, es un evento único— Roxie habló en un tono imperativo. —Te la pasarás bien con nosotras, Violet, Bob, Nath y Marc— aseguró. —Hasta podemos intentar meter a Luka de contrabando, no se le nota el año de más que tiene— rio. [Aquí en este fanfic el Luka va a tener un año más que Juleka como antes se había dicho :v ¿ok?].

—Bien— rodé los ojos. —No tendré un baile con Chat pero al menos podré hacer pendejadas junto a mi pandilla— sonreí de lado.

—¡Hurra!/¡Viva!— Exclamaron la pareja al unísono.

—Podemos ir a ver a Galerías Lafayette— propuso la peli negra.

Mi expresión cayó. —Por su aspecto exterior ahí me quedo más pobre de lo que estoy. Suena muy caro, ya que es uno de los centros comerciales más famosos y bonitos del mundo— agité mi celular. —Según Google.

—Pero eso no nos impide ir a echar un vistazo— la chica de pecas le lanzó una mirada de complicidad a su novia.

Ambas me tomaron de los brazos, poniéndome de pie. —¡Vamos!

—Okey...— Accedí suspirando.

Recogimos nuestra basura y fuimos primero a casa de Talia para dejar la manta que utilizamos, y entre las tres nos repartimos la comida que sobró.

Después, me llevaron casi a rastras al dichoso centro comercial ese para explorar por tiendas bastante conocidas y como me lo esperaba, con precios elevados.

—¡Uh! ¡Comencemos por aquí!— La oji violeta señaló a una tienda popular con vestidos muy bonitos en exhibición.

Talia y Roxie salieron corriendo en direcciones diferentes a buscar varios vestidos que probarse.

—Um...— Me quedé parada como mensa viéndolas ir de un lado a otro.

—Excusez moi, mademoiselle— escuché a una chica a mi derecha. —¿Necesita ayuda?— Preguntó con una sonrisa.

—No gracias— negué apenada. —Solo acompaño a mis amigas— en ese momento, ambas llegaron y me jalaron hacia los vestidores.

Me senté en una silla a esperar a que salieran.

—¿Qué tal?— Talia fue la prima en salir, corriendo las cortinas y pidiendo mi opinión sobre un vestido turquesa.

—Ugh, ni muerta— hice un gesto bastante exagerado.

—Mmmmh, tal vez el azul marino— susurró para sí y se adentró nuevamente en el vestidor.

—¿Cómo me veo?— Roxie salió luciendo un vestido verde esmeralda.

—Wow, que pésimo gusto tienen para elegir vestidos— sudé frío.

—No me digas eso— sollozó dramáticamente y se metió al vestidor.

—¡Oye!— Talia asomó su cabeza por las cortinas, haciendo que me sobresaltara. —No es divertido si tú no te pruebas vestidos también— reclamó.

—Bieeeeeeen— con paso pesado fui a tomar dos vestidos que llamaron mi atención y procedí al probador al lado de Talia bajo la mirada incesante de esta.

Las tres abrimos las cortinas al mismo tiempo y comenzamos a desfilar frente a los espejos que habían enfrente. Hicimos poses sensuales, cara de pato y luego hicimos muecas, claro que no pudo faltar la evidencia fotográfica. Roxie y yo no encontramos ningún vestido que fuese de nuestro gusto, pero al menos las risas no faltaron.

Caminamos por los pasillos en busca de otra tienda.

—¿Saben qué? Creo que mandaré a hacer mi vestido con un profesional. Así me lo hace a la medida— comenté.

—¡Oh! ¿Irás con esa chica Marietta?— La de pecas me miró mientras balanceaba su bolsa de compras de un lado a otro.

—Marinette— corregí. —Y no, no quiero ponerle mas trabajo. Seguro ella hará su vestido— Miré hacia los puestos de comida para ver si uno llamaba mi atención. —Además, pienso que a veces es lo mejor. Algunos vestidos tienen mucho pecho o no me quedan bien del todo.

—Agh, te entiendo amiga— Roxie rodó los ojos. —¡Entiendan! No todas tenemos buena pechonalidad ni retaguardia— alzó las manos.

Nos carcajeamos.

...

—Nos vetaron...— Susurró Talia desanimada. Las tres estábamos sentadas al borde de la banqueta con los codos sobre nuestras rodillas.

—Perdón, pero ese niño me faltó el respeto— Roxie balbuceó, poniendo sus manos en ambas mejillas.

—Fue mi culpa, yo fui quien lo persiguió por todo el segundo y tercer nivel— hablé viendo a la nada, con la mirada perdida, decepcionada.

—No, yo fui quien se colgó del techo con ese adorno— siguió la de pecas.

—Creo que tenemos un problema— suspiré, rendida.

—En fin, al menos logré conseguir mi vestido— miró hacia su bolsa de compras.

—Yo no :(— la de mechas rojizas hizo un puchero.

Puse una mano en su hombro. —Vamos, no te desanimes. Seguro que hay miles de lugares con vestidos bonitos.

—Sí, es cierto. Al diablo con este centro comercial— le sacó el dedo de en medio.

—¡Sí, al diablo!— Talia exclamó y le sacó la lengua.

De repente, escuchamos un sonido de silbato de policía. —¡Uy! ¡Esa es la señal!— Las tomé a ambas por el brazo y salimos pitando como correcaminos del lugar.

Terminamos yendo al Jardín Des Plantes. Recorrimos la mayoría del lugar y me detuve enfrente del zoológico cuando mi celular sonó.

—¿Aló?— Contesté.

—¡______ hay un akumatizado!— Adrien habló con un tono apresurado.

—Ugh, ni Luka se salva del Mariposón— cerré los ojos por un momento. —Voy en seguida— colgué. —Bien, debo inventar una excusa creíble— me dije mientras regresaba con mis amigas.

—¿Todo bie-?

—¡Tengo diarrea!— Solté sin pensar. Talia se sorprendió.

—¿Necesitas ir al baño?— Roxie alzó una ceja, extrañada.

—Mejor me voy a casa. Creo que tanta comida me cayó mal, creo que me empaché— sonreí apenada frotando mi pancita.

—Oh, en ese caso te acompañamos— sonrió la peli café, comprensiva.

—¡No! Está bien, de veras— negué con las manos comenzando a caminar de retroceso. —Disfruten del zoológico por mí. ¡Ahí nos vemos!— Exclamé corriendo lejos del lugar para transformarme.

—¿En serio? ¿Diarrea?— Angiee me vio con cara de "Really Nigga?".

—Wey, creo que en verdad me dio indigestión— hice una expresión de dolor.

—Tranquila, pasamos a una farmacia por el camino— me consoló.

Asentí y dije mi frase para dar inicio a mi secuencia de transformación. Salí disparada del suelo gracias a mi resorte, haciendo que me elevara a gran altura.

—¡Veo mi casa desde aquí!— Señalé emocionada antes de descender. Flexioné mis rodillas para mantener el equilibro al aterrizar y corrí y me balanceé hacia donde Ladybug y Chat estarían, por el ayuntamiento.

—¡Holo!— Caí entre los dos de pie.

—¿Qué tal belleza? Te veo animada como siempre— el rubio sonrió de lado.

—Pues claro, es ¡hora de aventura!

—Llama a tus amigos~ — comenzó a cantar.

—Vamos a tierras muy lejanas~ — continué.

Ladybug se interpuso entre nosotros y me miró mientras agitaba los brazos rápidamente, era bastante cómico.

—Oye, ¿tú le entiendes?— El oji verde señaló a la azabache con el pulgar.

Ella hizo una rabieta en mute. No pude aguantar la risa.

—Supongo que trata de decir que Luka fue akumatizado en Silenciador y quiere vengarse de Bob Roth yendo al ayuntamiento, donde le robara la voz al alcalde y así atrapar a ese estafador. Oh, y el akumatizado le robó la voz y por ende no puede invocar su Amuleto Encantado— expliqué, sonriendo al final.

La oji azul me abrazó con una amplia sonrisa para luego extender su yo-yo e ir a buscar al villano en turno.

—Las chicas se entienden entre sí— le dije a Chat en tono burlón antes de seguir a mi amiga.

—Ay sí, ay sí, solo porque sabes que pasará— rodó los ojos y nos siguió. Los tres aterrizamos en un edificio frente al ayuntamiento. —Bien chicas ¿se les ocurre algún plan? ¿Además de intentar imitar la voz de Ladybug?— Nos volteó a ver.

La mencionada hizo un par de mímicas.

—Eeh ¿traducción?— Se inclinó hacia un lado para mirarme, ya que yo estaba junto a Ladybug, quien estaba en medio.

—Silenciador debe decir Amuleto Encantado con la voz de Motitas.

—Eso sí suena a un plan. ¿Pero cómo?

—Fácil, ella hace un Amuleto Encantado chafa, engañando al malo.

La azabache me señaló asintiendo múltiples veces.

—Me siento excluido— Chat se cruzó de brazos.

—Es porque lo estás— sonreí mostrando los dientes y la azabache y yo chocamos los cinco.

—¡Hey! ¿Acaso es el día de ir en contra de mí?— Se quejó frunciendo levemente el ceño.

—No, ese día fue cuando intercambiaron miraculous— recordé a Muñekta y el comportamiento un tanto irritante de Marinette siendo Lady Noir.

Ladybug comenzó a reír pero se veía extraño ya que no producía ningún sonido.

El momento fue interrumpido cuando vimos a Silenciador correr fuera del ayuntamiento y dirigirse al edificio donde se transmiten las noticias. Lo seguimos a una distancia prudente.

—Ve Motitas, te cubriremos la espalda— le dije señalando a la entrada con la cabeza.

Ella asintió y se adentró al lugar. Esperamos unos minutos para entrar nosotros y ejecutar el plan.

—Oye, no hacía falta ser tan cruel— el rubio hizo un puchero.

Le revolví su perfecta cabellera. —Cálmate, estoy bromeando. ¿Es que no notas que al estar transformado eres más impulsivo?— Toqué el cascabel de su traje. — No te preocupes, aún así te amo— corrí a las escaleras riendo sin revisar si me seguía o no.

Subimos un par de niveles y nos detuvimos en un pasillo vacío. Nos miramos y asentimos.

—¡Ladybug aquí estamos!— Exclamó con un tono levemente forzado.

Me facepalmeé. —¡Motitas! ¿Estás bien?— Dije con una actuación basta convincente.

—¿Chicos? ¡Aquí estoy!— Escuchamos su voz.

Yo señalé hacia arriba, indicando que el akumatizado estaba por encima de nosotros. —¡Lograste recuperar tu voz!— Volví a hablar.

—¡Entonces ya venciste a Silenciador!— Chat continuó.

—¡Eh sí! Todo está bien, vayan a la entrada del estudio— resonó la voz nuevamente.

Ambos nos sonreímos y corrimos al lugar que Silenciador dijo. En el camino, Ladybug se reincorporó teniendo en su mano una lámpara pintada de rojo con motas negras.

—¿Ocupada?— El rubio preguntó. Ella asintió.

—Buen Amuleto— le guiñé el ojo, ganando una risa silenciosa de la chica motas.

El akumatizado nos interceptó justo enfrente de las puertas del estudio.

Nos detuvimos. —¡Ja! Perdiste Silenciador, Ladybug pudo invocar su Amuleto Encantado— Chat habló con confianza señalando a la lámpara.

—¡Ah que no lo esperabas!— Salté divertida por la reacción del villano.

Terminamos engañando a Silenciador y Ladybug recibió una aspiradora como Amuleto Encantado. Entramos al estudio y con un silbido le pidió al oji verde su cinturón, quien se lo dio y puso la aspadora en su espalda.

—¡Ya vino la CAZAFANTASMAS!— Exclamé señalando a mi amiga, quien hizo una pose.

Chat y Silenciador se concentraron en su pelea uno a uno. Yo saqué mi arma y la lancé hacia el akumatizado, haciendo que se tropezara y le diera vía libre a Chat para usar su Gataclismo en el casco. Las voces fueron liberadas y aspiradas por Ladybug y su aspiradora. Ella atrapó la suya de paso.

—¡SÍ! Headshot!— Celebré.

—Eres adorable— Chat llegó a mi lado.

Le lancé un beso y fui con Luka, quien seguía en el suelo. Ladybug purificó el akuma y reparó todo.

Ayudé al oji azul a levantarse. —¿Estás bien?

—S-sí pero, ¿qué sucedió?— Aceptó mi mano para ponerse de pie.

Ladybug llegó a nuestro lado. De repente las puertas se abrieron, llamando la atención de todos.

—¡ESTO ES RIDICULO LADYBUG! ¡ME ATASTE Y ME DEJASTE ENCERRADO EN EL VESTIDOR!— Bob Roth se quejó, arrastrándose con sus pies.

—Escucha cara de nalga, a eso se le llama estrategia— le recriminé.

—¡¿Cómo te atreves?! ¡Te delataré con el mundo por insultarme y nadie más te querrá!— Me amenazó.

—¡Escucha tú-!

Detuve a Chat poniendo una mano enfrente de él. —Me vale pito— sonreí con el ceño fruncido.

—Puedo darte tu merecido como al niño ese— señaló a Luka con la cabeza. —¿Crees que le diría la verdad a todos? ¿Que robé las ideas de tu banda Kitty División para darle todo a mi hijo sin talento?

(Bla, bla, bla) rodé los ojos. —Hey— me acerqué a XY, quien me miró desanimado. Mi expresión se suavizó. —No le hagas caso a tu padre, todos tenemos talento para algo. Si realmente amas tu carrera, entonces debe divertirte inventar algo nuevo por tu cuenta, sin robar ideas ajenas— puse una mano en su hombro.

—Mmm, pensándolo bien... No disfruto mucho de esta fama falsa, ni siquiera canto bien— se encogió de hombros. —De hecho ¡siempre he querido ser bailarín!— Hizo una pose que utilizan los bailarines de hip hop.

Le sonreí. —¡Entonces hazlo! Prometo verte bailar.

Se sorprendió por mi respuesta y asintió múltiples veces, sonriente.

—¡Oh! ¿Es esa una cámara de TV?— Me emocioné y fui corriendo a ella, que era sujetada por Chat. —¡Wow estoy en la tele! ¡¡¡Hola mami!!! ¡Hola Nick!— Guiñé un ojo.

Mis compañeros superhéroes rieron pero el pitido del miraculous de Ladybug los interrumpió.

—¡Debo irme! ¡Hasta luego chicos!— Se retiró del estudio.

—¡Oh! Yo también, se supone que tengo diarrea y debo estar en cama— sonreí kawaiimente y salí de ahí antes de que pudieran cuestionarme. Fui a un callejón alejado y me destransformé.

—¿A la farmacia?— Mi kwami me miró.

—Ya rugiste— asentí. —Luego vamos a mi entrenamiento con el maestro Fu— corrí hacia la farmacia más cercana en busca de Pepto-Bismol.

Continuará...

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