Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ANA ROMINA VIII

“Lo-Lo siento, es solo que…” – ella tenía una cara de confusión, lo que hizo que mis nervios se hicieran más grandes – “Quería saber si le gustaría volver a tener un duelo conmigo” – ‘¿De verdad, fue lo único que se te ocurrió?’

“Amm claro, porque no” – su cara demostraba más que confusión y era lógico acabamos de tener uno donde salí apenas ileso y se lo propongo de nuevo.

“Bueno… creo que ya es hora de irme, que descanse su alteza” – estuve apunto de volver a tomar su brazo, pero me detuve.

Una vez que salió y me quedé solo, me empecé a reclamarme a mi mismo.

“¿Acaso fue esa la mejor excusa que pude haber encontrado para justificar el que la haya tomado del brazo? ¡Idiota, eso eres, un completo idiota! No se te ocurrió otra cosa ¿No?”

***

Después de eso los días transcurrieron con tranquilidad, la princesa y el príncipe rara vez tenían un duelo, eran más que nada prácticas donde ambos competían entre si y no contra si.

Cuando menos se lo esperaron ya habían pasado dos años, ambos seguían practicando juntos, pues su relación se fortaleció con el paso del tiempo, él ya sentía que se había enamorado perdidamente de ella. Por otro lado, ella negaba rotundamente todos los sentimientos que estaba empezando a sentir por Richard y cada que sus sentimientos querían traicionarla está iba al área de tiro y practicaba hasta que se oscurecía para tratar de disipar los, pues no quería que esos sentimientos se hicieran cada vez más grandes hasta el punto donde ya no los pueda controlar, pues sabía que si eso pasaba ese sería su final.

Ambos habían crecido, él, con cabello un poco largo y oscuro, sus ojos tenían un color aún más intenso que antes, pues si antes parecían flamas, ahora eran idénticas a las llamas de la fogata más ardiente, ella por su parte su cabello se volvió un poco ondulado y castaño, y sus ojos esos ojos violetas que cada que el sol les pagaba, en ellos se podían ver pequeños destellos rosados, seguían iguales, pero está vez tenían un color más intenso.

Ella ya había logrado controlar el elemento aire y él logro controlar el elemento fuego, pues anteriormente él solo podía controlar dos elementos, agua y tierra ambos los pudo controlar en cuatro años y después le llevo igual que a la princesa, cuatro años controlarlo.

Ellos estaban en un duelo, pues ambos les gustaba solo tenerlos para pasar el rato, ya que están en proceso de controlar su último elemento.

“El día de hoy si que fue agotador”

“Si, fue agotador. Por cierto recuerda que quedamos en ir por los ingredientes para la cena”

“Lo recuerdo, tranquila seguramente llegaremos antes que el mago a la cena que hasta nos tocará prepararla, jajaja” –  él estalló en risa al decir eso.

“Quizá, pero no importa. Es mejor ir ahora antes de que anochezca, vamos”

Su cara era de cansancio, pero sin embargo se levantó y ambos caminamos hasta llegar a un bosque lleno de árboles, de ellos colgaban distintas frutas y más adelante habían algunos terrenos de cosecha con otras frutas y verduras.

“Bien, ¿Qué le parece si usted va a los árboles y yo a los terrenos?”

Pues la verdad yo no tenía ganas de trepar los árboles.

“Muy bien, me parece bien”

Ambos nos dirigimos hacia donde teníamos que cortar las frutas y verduras. Yo estaba en el terreno cortando algunas legumbres y una que otra fruta, él por su lado estaba trepado en un árbol cortando manzanas, cuando de pronto escucho un golpe, así que me pare de golpe y cuando corrí al lugar de dónde provenía el sonido, lo vi a él tirado en el pasto.

“Jaja lo siento, me caí, no quiera espantarla” – ahí estaba él poniéndose de pie y sobándose la cabeza algo avergonzado, pues tenía las mejillas sonrojadas, se veía tan lindo e inocente que no pude evitar reír de él a lo que el también me siguió la risa.

Después de eso ambos nos dirigimos hacia el lugar de la cena.

***

“Y de pronto ¡Pum!, pensé que era un animal pero no, era él que se había caído del árbol” – estalle en risa al recordarlo, pues cuando llegamos dejamos las cosas y corrí a contárselo al mago.

“Me hubiera gustado verlo, aún recuerdo cuando los tres fuimos por primera vez aquel invernadero”

“Claro, como olvidarlo, Richard estaba insistiendo en subirse al árbol más grande que lo hizo a escondidas porque no lo dejo y termino cayendo” – de solo recordarlo volví a estallar en risas.

Sin embargo cuando lo voltee a ver estaba rascándose de nuevo la cabeza avergonzado, y con las mejillas nuevamente sonrojadas, creo que nunca me cansaré de verlo así. Supongo que lo mire por un momento hasta que el mago nos dijo que fuéramos a preparar la comida.

Después la cena transcurrió sin ningún problema, todos nos la pasamos recordando el pasado y demás, pues estaba prohibido hablar durante la cena sobre el entrenamiento y demás.

***

Y sin más, sin que nos dieramos cuenta ya habían pasado dos años más, pues nuestro entrenamiento estaba completado, tanto él como yo logramos controlar nuestros poderes al máximo, ambos ya no teníamos nada que hacer en esa isla por lo que nuestra hora de irnos había llegado.

“Planeo quedarme un poco más, no se quizá una semana más y tú ¿cuando te irías?” – me dijo viéndome a los ojos, lo que se me hizo imposible decirle la verdad.

“Aún no lo sé, quizás pronto, muy pronto” – pues no pude decirle que partiría al amanecer.

“¿Y por qué no se queda? Solo unos días más, podemos partir juntos”

“No lo sé, tendría que pensarlo”

“Bueno” – en su respuesta se escuchaba tristeza y después se escuchó un largo suspiro.

“Supongo que extrañaré estás pláticas, sin formalidades, ni reglas para hablar..”

“Hablar sin temor a cometer un error en las palabras” – termine lo que estaba diciendo – “Si yo también lo extrañaré, y sin duda también extrañaré la compañía en las noche de luna llena”

Se volteo para verme, pero era tanta la vergüenza que sentí que no lo pude voltear a verlo, sin embargo tomo mi rostro y lo atrajo al suyo, dándome un beso en los labios.

Claro no es como si nunca antes lo hubiéramos hecho, pero siempre era yo la que rompía el beso y se alejaba, en esta ocasión no pude hacerlo, saber que ya nunca más lo volveré a ver y que está será la última vez que lo tenga así, me arrebato por completo las ganas de apartarlo y huir de ahí, así que le seguí el beso hasta que nos separamos por falta de aire, cuando quiso volver a besarme, me aleje y me levanté para irme. No podía seguir con esto, al continuar le iba a dar falsas esperanzas y lo que menos quería era eso, así que me fui de ahí hasta mi cabaña, pues tenía que preparar mis cosas para mí partida.

***

Al amanecer, el príncipe aún no se despertaba, lo que para el mago resultó muy extraño, pues Richard siempre despertaba al amanecer y caminaba por la orilla de la playa, pero está vez no fue así, sin embargo cuando dirijo su vista hacia el muelle, pudo ver a Ana Romina ahí parada y con una capa, sin duda ella partiría en ese instante, por lo que se apresuró a llegar hasta el lugar.

Una vez estando detrás de ella, dijo:

“Así que te vas”

“Si, quería ir a despedirme antes de irme, pero al ver qué está aquí pues de una vez prosigamos a la despedida” – dijo ella, volteándose hasta terminar aquellas palabras
Ella se para enfrente del mago y procede a arrodillarse ante el diciendo le.

“Maestro, te agradezco por todas tus enseñanzas, no solo me ayudaste con mis poderes y me forjaste como una guerrera, también me enseñaste todo lo que una princesa debería de aprender y me forjaste como tal, por ello el día de hoy te doy las gracias, así como mi infinita lealtad hacia ti”

El mago toma de los hombros a Ana Romina y la levanta poco a poco.

“Levanta te Ana, no hace falta tales formalidades” – el mago terminando de decir esas palabras, extiende sus brazos para darle un abrazo a la princesa, pues estaba seguro de que tardaría mucho tiempo en volver a verla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro