Capitulo Único: Ojos Rojos.
La mayoría de las parejas segundos después de convertirse en padres sienten que están en la cima de todo. Atrapados en una dicha que solo quieren alargar y alargar.
Los momentos en que padres y bebé se conocen son descritos como los momentos mas bellos que pueden existir en la vida del ser humano.
Hua Cheng tuvo que esperar a los sucesos después de su muerte para conocer por el mismo esa gloria, y conocer a su propia carne en forma de una pequeña persona.
Cuando acordaron que querían un bebé fue fácil.
Cambiar su propia historia de amor para que Xie Lian fuera adorado como una mujer y consiguiera una forma femenina fue también fácil.
Usar la forma femenina y concebir fue mucho mas fácil, además de claro placentero. Hua Cheng calculaba que lo lograron hasta la tercera vez.
Las cosas se comenzaron a complicar cuando Xie Lian asimilo que debería mantener su forma femenina al menos 10 meses si quería que el crecimiento de su bebé fuera exitoso.
Xie Lian soporto los mareos y el dolor de pies. Los antojos y el asco a sus preciados bollos e incluso su propia comida casera - veneno- también pudo soportarlo, Hua Cheng era el esposo mas consentidor que conocía y se aseguro de llenarlo de delicias. Pudo soportar el tener noches de insomnio porque sencillamente ninguna posición le permitía conciliar el sueño, fue Hua Cheng quien al notar el problema le hizo una especie de nido de cojines para que estuviera cómodo.
Con mucho pesar soporto el subir de peso, dejar de lado su ropa normal, los entrenamientos con espada y sentir como el mínimo roce inadecuado hacia doler a sus pechos cuando estos comenzaron a llenarse de leche. Si Xie Lian tuviera que describir su embarazo seria: cambios, dolor, esperanza, sueño, alegría, hambre, ganas de orinar y unas contracciones que no quiere volver a sentir en unos 50 años. Fue una etapa de aprendizaje, malestar y también mucha ilusión.
Sin embargo, después del tenso y largo trabajo de parto que había puesto en alerta a toda la mansión Paraíso, Mu Qing y Feng Xin sintieron que les volvió el alma al cuerpo cuando se aseguraron que el príncipe estaba a salvo.
Después cuando la bebé lloró por primera vez, sintieron la dicha de tener el titulo de tíos. Mientras Hua Cheng se encargaba de que su esposo descansara, los generales sostuvieron a la recién nacida. Teniendo una corta pelea sobre como cargarla.
- Deja de pelear tarado, esta durmiéndose- le reprendió Mu Qing al general Nan Yang, fue el quien tuvo mejor técnica para cargar a la bebé.
Feng Xin solo por esa ocasión no siguió discutiendo y se acerco al otro para ver mejor a la bebita.
- Seré el mejor tío- declaro con orgullo, ya podía imaginar que esa niña seria la "querida de los cielos" por toda la Corte Celestial.
Poco después Shi Qing Xuan se metió entre ambos, Xie Lian había insistido en que se podía pasar a la ciudad fantasma a bañarse y conseguir ropas limpias cuando quisiera, mientras que Hua Cheng le busco un curandero meses atrás para que le ayudaran con sus extremidades. No dejaría que el ex dios atolondrado y lisiado tratara de cuidar de su hija en el deplorable estado que tenía.
- Nan Yang no diga eso, soy el mejor amigo de Su alteza, desde luego yo seré un mejor tío-
- No es por ofender Qing Xuan pero sus heridas no están curadas aun, ese idiota de Lluvia Carmesí no dejara que se acerque a la bebé hasta que este sano- repuso Mu Qing.
Feng Xin sonrió con picardía al notar la sombra que estaba hablando con Hua Cheng y devolvió su mirada al ex señor del viento.
- Mejor debería habla con el caballero al lado de Lluvia Carmesí que Protege un Flor-
Tontamente, Qing Xuan hizo caso pero cuando diviso los ojos ámbar de He Xuan mirándole con intensidad en la habitación, decidió huir a esconderse por la mansión antes de empeorar el humor del supremo de negro. He Xuan y él realmente han hablado muy poco desde la batalla final. Sus conversaciones han sido....bueno, extrañas y siempre terminan discutiendo y mas confundidos de lo que estaban.
Poco después, la partera echo a todos de la habitación diciendo que perturbaban el descanso de Xie Lian, fue así que Hua Cheng se rio y se quito las botas para subirse en la cama donde su tierno esposo despertaba.
Con cuidado la mujer le paso al príncipe a su hija para que pudiera conocerla pues había caído rendido al cansancio cuando escucho que su hija era una niña. Cuando la partera salió los dejo en un agradable silencio interrumpido solo por los ruiditos de la bebé.
Teniendo este momento en que todos sus amigos y conocidos los dejaron a solas para saborear su nueva familia, el dios marcial sentía que todo valió la pena.
No lo repetiría en un tiempo....pero valió la pena.
Ver el pequeño bultito que dormía en brazos, arropado con sabanitas rosadas calmaba toda preocupación de su vida. Xie Lian jamás pensó mucho en tener hijos. Solo dedico su vida a su cultivación y a salvar a la gente común. Tuvo una vida ajetreada y paso por muchos años de carencias, difícilmente imagino tener pareja, lejos pensó en una familia. Pero al estar con Hua Cheng quería todas las cosas que en el pasado no se permitió imaginar. Cuando su esposo bromeo sobre unos hijos, Xie Lian le hizo una rabieta expresando que él si había pensado en tener un pequeño y fue ahí que comenzaron a planearlo.
El nombre del bebé fue de lo mas difícil. Xie Lian lucho y lucho por el nombre "Hong" como el apodo de la infancia de Hua Cheng. Aunque el fantasma se lo nego varias veces, su esposo nunca desistió diciendo: En el pasado perdí la oportunidad de tomar al pequeño Hong'er en mis brazos y cuidarlo. Este Hong'er será mío y le cuidare tan bien como desee cuidarte a ti.
Así fue como Hua Cheng se rindió, y dejo que su amada alteza eligiera el nombre.
Hong Mei.
El apellido seguía siendo un debate. Cuando hablaban de ello Xie Lian decía que Hua Cheng era el padre y que debía apellidarse "Hua".
Hua Cheng le debatía que su apellido ni era real y que Xie Lian era un príncipe, que él era el consorte y que la niña debía apellidarse "Xie". Pasando así noches y días discutiendo por que apellido debería llevar su criatura.
Xie Lian aun se acostumbraba al peso de su hija en sus brazos, su cuerpo estaba un poco débil por el parto, pero mejoraba con rapidez gracias a su condición como dios marcial.
La bebé a pesar de la naturaleza de sus padres, nació completamente mortal, una sirviente celestial que en su vida mortal fue partera explico que la niña decidiría su destino en el futuro, sin embargo también dijo que si hubiera muerto después del nacimiento se habría vuelto fantasma y crecería como uno hasta que su tiempo se congelara.
- ¿No es preciosa?- pregunto el dios pasando su dedos en una suave caricia por las cejas oscuras apenas pobladas de la bebita, admirando su naricita respingada como la de Hua Cheng.
Hua Cheng asintió, claro que era hermosa. La matita de cabellos castaños y lacios enternecían al fantasma, aliviado de que su pequeña se pareciera tanto a su esposo. No sabría que hacer si esa niña se pareciera a él.
- En, es muy tierna porque se parece a Gege- anuncio Hua Cheng, prestándole a su marido su pecho para que se apoyara mientras acariciaba las sabanitas con ternura.
Su esposo seguiría en su forma femenina al menos un mes más, para las tomas de leche de su pequeña, después aun no tenían muy claro si cambiar de forma temporal para alimentar a Hong Mei o conseguirle una nodriza.
Xie Lian acerco su rostro para darle un beso en la frente a su hija, sin poder contener la ternura que le evocaba. Hua Ceng, por su parte beso primero la cabeza de su esposo y después se atrevió a cargar a su bebé para igual besar su frentita.
Hong Mei debió sentir el cambio de temperatura entre la cálida piel de su madre y el frio que cubría la piel de su padre, porque abrió finalmente sus ojos.
Y cuando Hong Mei abrió por primera vez sus ojos, el corazón de Hua Cheng cayó roto.
Porque los iris de esa niña eran rojos.
Aterrado Hua Cheng le paso la niña a su esposo y se levanto de la cama dando vueltas en circulos por la habitación. No era solo un ojo, eran dos. Su mente se comenzó a martillarle de recuerdos de un pasado que creía bloqueado, causando que su cabeza punzara.
Mamá, mariposas, hermano, golpes, hambre, frio, rojo, miedo, monstruo, su culpa, muerte, mamá, maldito, lagrimas, lodo, rojo, monstruo, flores, su alteza, hambre, temor, peleas, su alteza, su alteza, su alteza...
Por otro lado Xie Lian no cabía en su felicidad interna, todas las noches oraba porque su bebé sacara ese rasgo de su esposo que el adoraba. Sus plegarias fueron escuchadas y así obtuvo a su pequeñita de ojitos rojos.
Pero no espero la reacción tan desastrosa de su esposo ¿Tan desconsiderado era su deseo? ¿Había herido a su amado?
Miro a su esposo que parecía al borde del colapso y trato de llamarle para aclarar las cosas.
- San Lang, escucha- pero antes de seguir hablando Hua Cheng ya se había arrodillado al pie de la cama, su cuerpo estaba tenso. Era una reverencia de profundo arrepentimiento, Xie Lian sentía la niebla en su corazón ¿ Por qué hacia eso? ¿De verdad Hua Cheng creía que rechazaría a la niña por sus ojos?
Antes de poder expresar su descontento, Hua Cheng hablo, su voz sonaba torpe, arrepentida y llena de dolor:
- Su alteza, este devoto se disculpa...mi sangre maldita ha manchado a su hija. Merezco cualquier queja que tenga, ¿Cómo se me pudo ocurrir manchar la sangre de Su alteza con mi tonto capricho? Solicito ser castigado, hechizare a Hong Mei todos los días para que nadie hable de sus ojos.
El dios marcial tuvo que pellizcar su mano para asegurarse que no estaba delirando por el cansancio del parto. ¿Hua Cheng acaba de decir que macho su sangre? Xie Lian tenia la peculiaridad de que podía ignorar cualquier insulto hacia su persona, pero cuando insultaban a Hua Cheng, ahí era cuando no se quedaba de brazos cruzados. Aun cuando el que se estuviera maldiciendo fuera el mismo Hua Cheng.
Aclaro su garganta y decidió iniciar su discurso:
- San Lang, me parece muy ofensivo lo que dices. Tu eres mi esposo, d-decidí tener una familia contigo y no voy a tolerar que se insulte a mi familia, debes saber que yo no me siento infeliz o molesto por los ojos de nuestra hija.
El fantasma levanto la cabeza y miro al príncipe, cundo se veía así de determinado y decidido, Hua Cheng veía al hombre que a sus 15 años le robo el corazón para hacerlo suyo siglos después.
Xie Lian al ver que su esposo no siguió debatiendo, continuo hablando.
- Se quien eres, se que tu vida mortal no fue fácil, se de donde vienes. Acepto y amo cada cosa que te hace ser quien eres, incluso las que tu odias e intentas esconder de mi. Porque te han vuelto la persona que eres ahora y nunca te he encontrado desagradable, ni siquiera cuando eras un niño cubierto en harapos y vendajes. Para mi eres como Hong Mei, el pequeño mas hermoso que vi.
El señor de la ciudad fantasma tuvo que enfocar su mirada en las lamparas para evitar que su llanto cayera, su esposo era el ser mas hermoso y comprensible de mundo, mas ahora que le sonreía con tanta pureza.
- Gege....yo-
- Lo entiendo, tienes miedo. Yo también lo tengo, pero el miedo no ayudara a que nuestra hija sea feliz. Somos personas que han atravesado muchas adversidades....podemos con cualquiera que se atreva a decir algo de Hong Mei - declaro el dios marcial. Pronto Hong Mei lloro para pedir su atención y Xie Lian obediente se descubrió el pecho con un poco de vergüenza, para que su hija se alimentara.
Las encías de la bebe se cerraron alrededor de su sensible pezón, causándolo un quejido. Dolía. Dolía más porque la niña le apretaba con fuerza el pezon, sedienta y su pecho apenas daba unas gotas de leche.
Es por ello que la bebé poco a poco forzaba que la piel diera más paso a su alimento.
Hua Cheng al ver esto, decidió dejar su tonta inseguridad de lado y subir a la cama. Su amado lo necesitaba, se quedo junto a Xie Lian admirando a su hija y dándole caricias a su esposo para pasarle su animo - y energía espiritual-, si en algo tenia razón Xie Lian es que esta experiencia no se la podía arrebatar la inseguridad.
- Mirala...ni siquiera habla y ya nos mira como si fuéramos su mundo- dijo el dios apretando con sus dedos el pecho para un mejor flujo de la leche, había practicado mucho para hacer las cosas bien, quería ser alguien preparado para la llegada de Hong Mei.
Hua Cheng asintió ante esas palabras. Desde que Hong Mei abrió sus ojos ya no quiso cerrarlos, no podía dejar de ver a sus padres, acostumbrada solo a su voz pero ahora sentía su tacto, los veía - borrosos- y su naricita se movía en señal de que captaba sus aromas, hija de Hua Cheng después de todo.
Hua Cheng sentía mucho pesar en su corazón, su vida fue llena de penas y carencias. Su propia familia lo rechazo creyendo que tenían un niño maldito, una muy pequeña parte de él aun creía que su madre murió por su culpa.
Lo que menos deseaba en el mundo era que su propia hija sufriera lo mismo. La gente muchas veces no se pone en el lugar de otras personas, ¿nunca nadie trato de imaginar que Hong'er no pidió nacer así? ¿nadie creyó que le dolían sus insultos o sus golpes? Hua Cheng perdió su hogar a una edad temprana y pudo volver a hacer uno 800 años después, al lado de la única persona que lo amaba y aceptaba todo su ser.
El fantasma apoyo sus labios en la frente de su hija.
Nunca dejaría que pasara las mismas dificultades que él, si, el mundo pateo a Hua Cheng en el pasado pero ahora podía moldear el mundo para Hong Mei, su princesa, su propia Hong'er.
Una única lagrima rodo por el ojo sano del fantasma, Xie Lian le acaricio el cabello con ternura sabiendo la batalla interna que libraba su esposo.
- Lo siento Gege...me precipite en mi reacción.
- Me alegra que puedas cambiar tu pensar. Se que será difícil San Lang pero si eres tu, si es por ustedes puedo enfrentarme a todo el mundo. Mi fuerza viene de ti y de Hong Mei- declaro el dios con orgullo, Hua Cheng no reprimió sus ganas de llenar esas mejillas de besos cuidando no interrumpir a la pequeña.
- Gege se ha robado mis palabras - comento con el animo mejorado - Lamento mis palabras Hong Mei, tu padre aun tiene mucho por crecer.
Le dijo a la niña, esta enfoco sus orbes rojizos en el y debió tratar de sonreír porque la leche se comenzó a derramar. Rápidamente el fantasma tomo un trozo de tela que habían destinado a ser "toallitas" para limpiar a su hija y limpio el rastro de leche junto con los labios de fresa de la pequeña.
- San Lang no la interrumpas, estoy lleno de leche y ella es la única que puede aliviar el peso de mis senos- se quejo el dios haciendo un puchero con sus labios. Hong Mei se froto sus ojitos y bostezo, se había terminado la hora de comer.
Hua Cheng soltó una risa enternecida, fue su turno de cargar a la niña para sacarle el aire y arrullarla de nuevo si quería que su esposo recuperase la energía.
- Parece que la princesita de esta ciudad ya va a dormir- anuncio Hua Cheng, un eructo escapo de los labios de Hong Mei quien poco después se aferro a las túnicas de su papá dándole inicio a su llanto por buscar el sueño. Xie Lian los miro con ternura desde la cama mientras su esposo, descalzo y con el hombro de la túnica manchado de baba, mecía a la bebé caminando por la habitación para arrullarla.
"Ah, esto es una familia" fue el primer pensamiento del dios marcial al estar dentro de esta situación, paso por ahora el problema, pero Xie Lian era consiente de que vendrían mas cosas que debería superar junto a Hua Cheng.
Por ahora se dedicaría a dormir, pues su amado ya había recostado a la bebé de lado, en la parte de en medio de su cama y mientras Hua Cheng apoyaba su cabeza en su mano. Su mano libre daba palmaditas en el cuerpito de la pequeña para que siguiera su proceso se dormir y una suave melodía en un idioma perdido y antiguo los comenzó a arrullar.
Xie Lian conocía la canción porque Hua Cheng siempre la cantaba cuando no podía dormir o simplemente después de hacer el amor, sin embargo siempre que preguntaba Hua Cheng inventaba un pretexto diferente por lo que, estaba seguro era algo relacionado a su infancia. Estaba bien así, la voz de su esposo cuando tarareaba se volvía dulce y siempre arrastraba a Xie Lian al sueño, también calmaba a Hong Mei, desde el vientre su padre le cantaba cuando no dejaba de patear y moverse por la noche.
Tal y como en ese momento, la presencia de papá también funcionaba...
Esto nació en un hilo mío de twitter y no me lo pude sacar de la cabeza. Aquí esta plasmado mas o menos como lo imaginaba, aun tengo problemas con los diálogos pero la esencia de la historia quedo bien.
Si tienen duda, toda esta historia transcurre con Xie Lian en una forma femenina aunque me refiera a su persona como "él" es solo para no causar confusiones.
¿Cómo tuvo el Hualian una bebé? bueno en la novela se explica que las formas masculinas/ femeninas se obtienen por medio de tus adoradores, como Shi Qing Xuan quien era adorado como la señora del viento porque a creencia de los mortales era mas lógico una señora que un señor del viento (además de emparejarlo con Shi WuDU), también tenemos el caso de Ling Wen a quien los mortales adoran como hombre concediéndole una forma masculina. Bueno, pues aquí el Hualian hizo que se corrieran rumores de su historia de amor, cambiando el sexo de Xie Lian a mujer, logrando así que fueran adorado como la "diosa del amor" para así concebir a su hija y posteriormente de la fertilidad - tras el nacimiento de Hong Mei-
Sobre Hong Mei; creo que si Hualian tuviera descendencia seria un gracioso accidente o algo MUY planeado. Me decidí por la opción de que fuera una niña planeada para introducir mi idea de la forma femenina de Xie Lian - que podría ser canon dentro del mundo de tgcf-, el apellido no pude decidirlo porque Hua Hong Mei no tiene mucha armonía vocal, en cambio Xie Hong Mei me gusta más pero podría haber opiniones en contra.
Hong Mei se escribe con el carácter 红 (Hóng) que significa rojo y el carácter 美 (Měi) de la palabra belleza, entonces seria algo asi como "Rojo bello" o "Rojo hermoso". Si agregamos el apellido de Xie Lian 谢 (Xiè - dar gracias) sería Xie Hong Mei creo que quedaría como "La gracia del rojo bello" y si usamos el apellido de Hua Cheng 花 (Huā - flor) seria algo como "La flor roja que es bella). Por ello me quede con el nombre.
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