Único capítulo
Oscuridad y silencio total se manifestaban en un desolado pasillo de algún edificio al parecer, parecía que este lugar había estado deshabitado por años, sin embargo no lo era en verdad, tenues pero perceptibles sonidos se oían acercar a este pasillo, los cuales se convirtieron en pasos, que lentamente y al mismo tiempo causando una sensación de pavor; se dejaban escuchar en el lugar, por los pasos parecía hacer presencia en este pasillo una gran figura fantasmal, aunque también se podía escuchar un leve sonido de algún tipo de plástico que acompañaba a los pasos, los dos únicos sonidos que mostraba esta presencia, que tal vez era algún alma en pena que recorría el lugar donde transitaba en vida, pero era difícil saberlo; de pronto los sonidos se detuvieron y fueron reemplazados por el de una llave, la cual parecía abrir un cerrojo, para luego ser reemplazados por el sonido de una antigua puerta abriéndose, así, dicha figura fantasmal desapareció del pasillo e ingreso a lo que parecía ser una habitación, en donde se podía observar una leve pero muy leve presencia de luz, la cual pudo descifrar un poco la apariencia de esta figura fantasmal la cual era un ser vivo, específicamente un oso el cual llevaba en sus garras unas bolsas, lo que explicaba el sonido de plástico; dichas bolsas fueron soltadas en el suelo dejando caer algunas de los objetos que contenían, que eran al parecer alimentos, finalmente este gran oso miro hacia el frente y la tenue luz pudo darnos la identidad de este chico, era Ritz.
Ritz hace solo unos días acababa de salir de rehabilitación, luego de varios años, para entonces el ya no podía volver a la escuela Cherrynton (tanto por lo que hizo, como por su edad) , ni al hogar de sus padres, por lo que vive ahora en un departamento asignado por el gobierno para mantenerlo vigilado, al parecer retornaba de su trabajo y había comprado suministros en el camino de regreso; como oso, o mejor dicho, como carnívoro podía ver en la oscuridad, así que no tenía problemas en caminar por los oscuros pasillos del antiguo edifico donde se ubicaba su nuevo hogar; Ritz, sin recoger las bolsas, se acercó a lo que parecía ser una mesa y encendió una vela, por lo visto no había luz en este lugar o simplemente le gustaban las velas; con más luz pudimos ver su rostro, el rostro de un cansado y envejecido oso, a pesar que aún era joven, sin embargo, las ojeras, el pelaje maltratado y algunas marcas en su rostro y brazos (llevaba un camiseta sin magas) que daban la impresión de un anciano quien había tenido una vida muy violenta; el oso se quedó parado frente a la mesa, contemplando la luz de la vela, sus ojos no tenían expresión alguna, parecían marchitos, apenas si reflejaban la luz de la vela, al lado de esta, estaba su celular, el cual indicaba las 11 y 30 de la noche y que tenía como fecha el 31 de diciembre, es decir era la noche de año nuevo, una festividad alegre para muchos pero que no lo parecía para este oso. Con la luz de la vela se pudo ver que el departamento de Ritz era muy reducido, un espacio que funcionaba como sala, cocina y cuarto a la vez, una puerta al lado que daba al baño, el lugar era muy pequeño en verdad, pero al menos tenía al frente, un lindo balcón, al cual se accedía a través de unas puertas de vidrio corredizas; luego de unos minutos la vela se apagó debido al viento que entraba por el balcón, pues Ritz había dejado abiertas las puertas corredizas, así el oso volteo la mirada hacia este lugar y camino lentamente hasta llegar al balcón, leves corrientes de aire movieron su deteriorado pelaje, y el oso simplemente alzo la mirada, para observar la hermosa luna llena que se presentaba ante él, su departamento se ubicaba en el décimo piso lo que le permitía tener una vista panorámica de la ciudad, y escuchar las diversas celebraciones que se desarrollaban en esta, todo además de la blanca nieve que caía lentamente y adornaba la ciudad, el sonido de los festejos resonaba como eco en el gran oso, todos felices alrededor, todos menos el quien se quedó pensativo y dio un bajo, muy bajo suspiro, cuando, escucho una voz, una voz muy cercana, la cual dijo:
No es buen momento para estar triste ¿no?, es año nuevo después de todo.
Ritz, temblando y sudando frió volteo hacia el origen de la voz y por primera vez sus ojos marchitos cambiaron a unos muy aterrados, y es que a su lado estaba una figura conocida, una figura que le sonrió, a su lado estaba...Tem, la alpaca.
Sonidos sin significados salieron de la boca de Ritz, mientras retrocedía al interior de su departamento, cuando tropezó con unos trastes, pues su nuevo hogar no estaba aseado, el sonido del gran cuerpo del oso impactando en el suelo, fueron respondidos, cuando Tem dio unos pasos y le dijo:
-Tem: ¿Estas bien? parece que hubieras visto a un fantasma.
Ritz, ignorando el golpe, seguía tartamudeaba mientras retrocedía en el suelo, quería hablar, pero no podía vocalizar nada, estaba en verdad aterrado, Tem continúo avanzando hasta que paro justo en el punto donde la luz de la luna ya no entraba más al lugar, por lo que Ritz termino envuelto en la oscuridad, la alpaca continuaba sonriendo.
-Tem: Vamos grandulón ¿vas a decir algo?
El oso, tal vez habiendo analizado un poco la situación se reincorporo y balbuceo cosas como:
-Ritz: Te...Te...Tem...Tem...no...tu...tu...tu estas...
-Tem: Estoy...estoy...muerto ¿ibas a decir eso?, suena un poco grosero sabes, uno viene a visitarte para celebrar tu salida de rehabilitación y así lo recibes, no te recordaba así.
Ritz volvió a estar callado, parecía tratar de entender lo que pasaba a lo que Tem volvió a tomar la palabra:
-Tem: Uhhh este lugar no está mal, es más grande que mi habitación en la escuela, tú siempre decías que mi habitación era demasiado grande para mí, a pesar de que la compartía, igual te escuchaba y opinaba lo contrario, pero al menos lograba hacerte conversar, después de todo, fui tu primer amigo ¿no?
Ritz empezaba a calmarse, tenía al frente a un muerto, pero este hablaba tan naturalmente, el oso finalmente se levantó, a lo que Tem reacciono alzando la mirada, por lo visto la alpaca ahora podía ver en la oscuridad, era fácil notar la diferencia de estaturas, Tem seguía teniendo la misma estatura, así pensó Ritz.
-Ritz: Tem ¿eres tú?
-Tem: Eso es todo lo que dirás, pues... dah soy yo, quien más seria, sabes me estoy empezando a molestar de veras, eras más abierto conmigo.
Ritz seguía aún tratando de procesar la situación, en verdad era Tem, la voz, la apariencia eran las mismas, a pesar de que habían pasado años.
-Tem: uhh...este lugar, podrías prender la luz, me...
Tem se detuvo pues Ritz se arrodillo y lo abrazo.
-Ritz: Tem, por fin puedo abrazarte sin hacerte daño, odio haber pensado tantas cosas cuando te hice daño.
Tem escuchaba, la oscuridad del lugar y el silencio solo era opacado por la voz quebrada de Ritz, quien empezó a llorar, Tem no hizo nada, dejo que lo abrazara, este muerto tenía un cuerpo físico para que lo pudieran abrazar, aunque el oso no se fijó en eso, pero si se fijó que aún mantenía su aroma.
-Tem: Ya estás muy grande para esos lloriqueos, tienes más de 25 años ¿no?
-Ritz: Tu...luces exactamente igual.
-Tem: Eso es lo bueno de mi condición, pero puedo verme más adulto si quiero, hay ciertas ventajas que...
Ritz interrumpió de nuevo y dijo con todas sus fuerzas, mientras derramaba lagrimas a montón
-Ritz: PERDONAME, TEM...POR SER UNA GRAN IDIOTA, POR HABERTE QUITADO TU FUTURO, POR HABERME ECHO TU AMIGO, eso, fue lo que te condeno...Tem...yo...cofff.
Ritz hizo un sonido raro, pues Tem lo golpeo en la panza, los muertos pegan duro al parecer, Ritz dejo de abrazarlo y casi cae para atrás, pero pudo evitarlo mientras sobaba su estómago, Tem le respondió en voz alta:
-Tem: ESA...ESA ES TU DISCULPA, CREES QUE SE RESUELVE TODO ¿ASI?
Era la primera vez que Ritz lo escuchaba gritar, pues cuando lo mato, la mente del oso cambio los gritos de la alpaca por frases lindas.
-Ritz: Lo sabía, es justo, no merezco nada...sabes...siempre lo estuve pensando, pero los enfermeros me lo impedían, así que puedo hacerlo ahora que estoy en cierto modo libre.
-Tem: Hacer ¿qué?
-Ritz: Ir a donde pertenezco por mis actos.
Dijo el oso, a lo que tomo un cuchillo tirado por ahí y lo apunto a su cuello.
Ritz: Ni siquiera esto ayudara, pero al menos, quiero que veas que asumo mi culpa.
El oso se iba a degollar, pero de pronto el cuchillo que tenía en las garras desapareció, Ritz se quedó en duda.
-Tem: Cielos, así vas a actuar ahora, vamos levántate idiota, creo que fui algo excesivo, pero sabes, en verdad quería darte ese golpe y gritarte, así que vamos directo al punto que no me queda mucho tiempo.
Ritz alzo la mirada y vio a Tem avanzar de nuevo al balcón, Ritz se levantó y lo siguió.
-Ritz: Tem por favor déjame acabar con esto, no merezco tu compasión.
-Tem: Ok, sabes que cállate y escucha.
Ritz se calló, Tem se mantuvo en silencio y como antes, se escuchaban los sonidos de las celebraciones que empezaban a aumentar conforme llegaba la media noche.
-Tem: ¿Escuchas? esas son familias que viven en paz, pero que de una u otra manera celebran que un año más pueden vivir tranquilos, tanto carnívoros como herbívoros.
-Ritz: No entiendo, ¿que con ellos?
-Tem: Hay este chico, pues, si vas a saldar tu culpa, haz que esa paz se mantenga.
-Ritz: ¿Qué?
-Tem: Haz que carnívoros y herbívoros puedan vivir juntos, es difícil, pero tú sabes las consecuencias.
-Ritz: Entonces ¿no estas molesto?
-Tem: ¿Molesto?, que va, estoy muerto Ritz, molestarme seria hacer algo que los vivos hacen, además cuando Legoshi te entrego a la policía, ya te había perdonado, bueno también ya pude descansar más tranquilo, además que sería yo quien me disculpara por haberte maldecido cuando me comiste, aunque tu tampoco lo oíste, bueno da igual, lo único que quiero es que hagas lo que te dije.
Al terminar de decir esto Tem se subió a la baranda del balcón y en ese momento sonaron las doce de la noche, se escuchó el barullo de los ciudadanos y los fuegos artificiales adornar el cielo de la ciudad, entre estos sonidos Tem dijo...
-Tem: No puedes arreglar el pasado, pero puedes cambiar el futuro, ve, sal adelante y muéstrame esa cara de oso feliz que solías mostrarme, hazlo...por mí.
Ritz se quedó mirando, escuchando y no pudo evitar derramar más lágrimas, Tem sonrió, hasta que de pronto un fuerte viento ingreso al departamento e hizo que Ritz agachara la cabeza, para cuando se detuvo, volverla a alzar, solo...para ver que Tem ya no estaba, Ritz avanzo al balcón, miro la luna, sonrió y dijo.
-Ritz: Tem, gracias, fuiste mi único y mejor amigo, y si voy a hacer lo mejor para este mundo, lo hare...por ti.
Dijo Ritz, quien aun con los ojos llorosos, miraba también los fuegos artificiales que adornaban el cielo, de aquella noche que daba inicio, a un nuevo año.
FIN
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