CAPITULO 6 :FANTASIA
Disclaimer: Naruto no me pertenece. Sus derechos están en posesión de Kishimoto Masashi y hago esto sin fines de lucro, solo por amor a la escritura y como un homenaje a esta pareja.
Nota: Disfruten de la lectura.
-"ABCD"- Kyuubi hablando
ABCD kyuubi pensando
-"ABCD"-gente hablando
ABCD gente pensando
Notas: Puntos esenciales al final del fic
Nueve cuentos del zorro.
6.-Fantasia
Despierta…
Solo despierta… tienes que despertar…
El sol de la mañana penetraba las ventanas donde una figura reposaba tranquilamente, el cantar de las aves en una tonada hipnotizante llenaba el ambiente de paz y una inexplicable harmonía que era difícil de imaginar, simplemente se podría decir que el lugar era un mundo de ensueño.
Aquella persona que reposaba tranquilamente en una cama improvisada dejaba escuchar suspiros de un sueño inocente en el cual se había perdido por el cansancio de una ardua rutina de trabajo honesto y simple, sin embargo algo que lo hacía feliz.
Si pudiera decirse aseguraría que esa persona pudo y pudiera dormir para siempre en ese mundo de encanto, pero lentamente sus ojos se abrieron observando la misma escena rutinaria a la cual ya estaba acostumbrado, una sonrisa no pudo ocultarse e ilumino su cara poco a poco.
El joven se levanto y froto levemente sus ojos mientras su visión se acostumbraba lentamente, su mirada pasiva se poso en su pequeña casa hecha apenas de madera y heno en el tejado, una mera choza se podría decir, una pequeña casa nada mas, pero lo suficientemente grande para que se pudiera vivir cómodamente asta dos personas.
Sin mucha prisa camino hasta la mesa de madera donde se encontraba un recipiente de agua el cual roció un poco en su rostro para ayudarse a despertar, su mirada se poso de nuevo hacia la ventana improvisada donde se podía ver algunas otras casas de madera sencillas con un viejo estilo oriental igual que la suya.
La vista también mostraba al sol iluminando las calles arenosas y los arboles que rodeaban en su mayoría a ese pequeño pueblo en el que residía, algunas personas caminaban con canastas llenas de provisiones básicas para brindar a su familia un buen desayuno.
Una vez más suspiro mientras pensaba en lo bueno que era la vida en esos momentos, tal vez demasiado le pareció en algunos momentos… casi una fantasía.
-"vaya… estas despierto ya"- una voz femenina se escucho y antes que pudiera voltearse esta se manifestó en un abrazo cariñoso que lo envolvía desde la espalda.
La misteriosa mujer comenzó a abrazarlo con más necesidad mientras sus finas manos comenzaban a acariciar su torso y daba pequeños besos en la espalda desnuda de su amante llegando lentamente hasta su cuello donde el joven se inclino para corresponder a los deseos de su pareja.
-"me encanta cuando duermes sin nada puesto ¿lo sabías?"- la chica susurro al odio de su compañero mientras este volteaba para rodearla con sus brazos.
-"debes tener en cuenta que llevo pantalones puestos… eso no se puede tomar como nadapuesto"- el hombre respondió mientras hacia unas caricias a la mujer delante suyo y esta reía levemente llenando de felicidad a su pareja.
-"eso puede arreglarse y tú lo sabes"- ella hablo con un tono pícaro para hacerlo sonrojar instantáneamente. Las caricias comenzaron de nuevo en un pequeño juego de amor como todos los días que recordaran.
Después de unos minutos las risas cesaron y se separaron para continuar con la rutina de un buen día. El joven tomo asiento en la mesa de madera esperando el desayuno que su querida esposa había preparado esta mañana.
Su mirada no pudo dejar de admirar a la mujer que tanto amaba, su cabello castaño rojizo hasta la cintura, sus rostro hermoso y delicado, sus mejillas con un toque delicado rosa contrastando con su piel cremosa, sus ojos castaños hipnotizarte, su figura delicada con su kimono sencillo que le daba un toque maternal y esa sonrisa que solo le mostraba a él.
-"Naru-Kun, aquí tienes"- La mujer hablo poniendo un tazón de arroz blanco junto con un pescado asado encima de una tabla de madera que puso en frente de el.
-"gracias Akane-chan"- el dijo dando un beso en la mejilla a la castaña antes de que ella comenzara a levantarse para hacer algunas rutinas del hogar y luego retirarse al pequeño lugar donde trabajaba.
No paso mucho antes que los alimentos fueran arrasados con rapidez, con una sonrisa satisfecha dio gracias por la comida y se levanto poniendo su plano encima de un pequeño balde de metal dejándolos en agua para quitar sus restos.
Sin mucha prisa salió de su casa donde dio algunos pasos cercanos hacia una improvisada estructura en la cual había una pequeña sección donde se encontraba el cuarto de baño y la lavandería por así decirlo ya que eran apenas a medio construir con algunas rocas por sus escasos materiales.
Con un rápido acto enjuago su boca y los restos de comida, su mirada se poso en el artefacto traído de las grandes aldeas que le habían vendido en el mercado local el cual servía para limpiar sus dientes, uno de los pequeños lujos que creía indispensable para su vida.
El joven comenzó su cepillado y miro fijamente a un espejo roto que había adquirido a un buen precio, su mirada se poso en su persona la cual no era de los más interesante según él. El era un hombre simple, un joven de cabello corto castaño caído y desordenado, su piel bronceada por trabajar arduas horas en el campo y de ojos negros como la noche.
Después de terminar acomodo de nuevo su lujoso artefacto dental y sonrió sin importancia, una vez más comenzó a caminar de nuevo hacia su hogar, pero algo sucedió en esos instantes, algo que muchas veces había pasado ya. Sus ojos miraron de nuevo al espejo, su reflejo veía la incertidumbre de su expresión o más bien la del sujeto que ahora se reflejaba en su lugar.
En el espejo ahora se encontraba un joven que no conocía, pero le resultaba extrañamente familiar. El joven era de su misma edad cerca de los veintidós años, de piel clara con marcas en las mejillas en forma peculiar como un zorro, su cabello rubio como el sol levantado de formas extrañas, sus ojos penetrantes azules como el mar y vestía con unas ropas extrañas anaranjadas.
Su visión de ambos se cruzaron por unos momentos y el castaño sintió una punzada de dolor en su cabeza eh inmediatamente sus manos se posaron en su cráneo tratando de calmar el dolor repentino que salía de la nada. Algunas imágenes que no tenían sentido cruzaron por su mente, batallas, amistades, perdidas que nunca había vivido.
Despierta… tienes que hacerlo
El dolor sin embargo fue disminuyendo y lentamente volvió a mirar al espejo solo para darse cuenta que estaba su imagen de siempre y el extraño sujeto rubio se había desvanecido. Después de algunos instantes regreso a su casa donde se acerco a su mujer que lo observaba con esa mirada de preocupación.
-"¿te sucede algo Naru-Chan?"- ella le pregunto al castaño que tenía una mirada tensa y algo de sudor en su frente que rápidamente quito con una pequeña tela cercana.
-"No… solamente creo que aun estoy cansado"- la mirada de Akane miro con relajación hacia su marido que parecía no querer saber del asunto.
-"bueno, debo irme, seguramente Hiko-san me regañara de nuevo por llegar tarde si no me apresuro para ir a la cosecha de este año"-el castaño dio un rápido beso a su amante antes de salir corriendo hacia el centro del pequeño poblado.
Por unos instantes la castaña se quedo en silencio en el lugar, el gesto de felicidad rápidamente se torno a uno de irritación y con fastidio tomo asiento en una silla cercana a ella, un suspiro de cansancio salió de sus adentros.
Su mente dibujaba en los sucesos que le sucedían a su pareja recientemente, esas visiones y las constantes perturbaciones eran algo que tener en cuenta, no podía dejar que se diera cuenta de la verdad que le escondía. Por unos instantes la duda y la preocupación se convirtieron en ira y su puño se estrello en la mesa dejando una cuarteadura, sus ojos se cerraron tratando de calmarse por este pequeño tropiezo.
Al abrirlos en sus ojos castaños se podía notar la ira y la violenta agitación, sin embargo lo más notable es que ahora su color de ojos era totalmente rojo y rasgados, malignos llenos de locura contenida casi demoniacos.
-"no… cálmate"- se dijo a si misma respirando profundamente –"listo… solo fue una… pequeña perturbación, no se dio cuenta de nada… ya pronto no sucederá de nuevo"- Una sonrisa salió de ella mientras sus ojos volvían al parecer a la normalidad.
Casi al instante su mirada se convirtió en la de esa mujer sencilla y calmada, con una sonrisa en su rostro camino de nuevo hacia la puerta de su casa y también tomo un rumbo hacia algún lado del pueblo hacia su pequeño empleo en la tienda de flores medicinales.
Sin embargo solo un pensamiento cruzaba por su mente… "solo es cuestión de tiempo"
Mientras tanto en otros lugares un grupo de personas comenzó a observar el paisaje tranquilo del pequeño poblado a las orillas del país del fuego, el verde paisaje con abundante vegetación y densos arboles que daban un toque antiguo a la pequeña comunidad.
Mientras se internaban en el lugar podían observar la humildad de la zona ya que a simple vista no era más que un poblado provisto de lo necesario, no había tecnología alguna o algún sistema de organización como un señor feudal, era de esperarse ya que en sus mapas no aparecía este sitio, habían dado ahí por las indicaciones de algunos mercaderes que se dirigían ah esa dirección para dejar productos e intercambiarlos por las cosechas exóticas de ese lugar.
Sus miradas comenzaron a apreciar a las personas del pueblo con detenimiento mientras parecían buscar algo o específicamente a "alguien". Sin embargo el poblado en general parecía estar conformado de personas simples que trabajaban duro en los campos de cultivo o siendo cazadores.
-"Muy bien tienen sus ordenes comiencen la búsqueda, pregunten a las personas y nos reuniremos cuando el sol se oculte"- una voz proveniente de una mujer de ojos blancos aperlados que solamente vio como sus subordinados comenzaron a dispersarse para interrogar a las personas del poblado manteniendo en sus manos unos pequeños carteles con imágenes con la figura de su objetivo.
La mujer se dio vuelta para entrar por la calle principal para comenzar de nuevo con su misión, sin embargo varias cosas habían pasado por su mente, de hecho por la de ella y varios de sus compañeros que la acompañaban voluntariamente hacia la búsqueda del desaparecido Naruto Uzumaki.
Todo había sucedido muy rápidamente en esos distantes ya hacía seis largos años desde que la cuarta guerra ninja estaba en su apogeo, las inevitables batallas habían cobrado cientos si no miles de vidas y todo por la obsesión de un demente que deseaba capturar a los dos últimos bijuu.
Madara Uchiha había llevado a sus planes hasta las últimas consecuencias y había obtenido la ventaja inesperada, su fuerza junto a la de Kabuto habían diezmado a la mayoría de los ejércitos de las cinco naciones muy gravemente.
A pesar de los grandes esfuerzos por salvar y proteger a los dos Jinchurikis, Naruto y Killerbee habían sido acorralados por Madara y después de una gran lucha el contenedor del Hachibi había sido capturado y muerto posteriormente al ser despojado de su bijuu.
La noticia se extendió con rapidez ya que Naruto había escapado milagrosamente con lesiones graves, había cometido el mayor error en la lucha la cual era subestimar a su oponente, la pérdida del hermano menor del Raikage había sido demasiado dura para él y gran parte de la fuerza física y mental de sus aliados. Naruto había caído en una negación y depresión inimaginable, su estado fácilmente se deterioro, su mente comenzó a centrarse en matar a quien había quitado a la mayoría de las personas importantes en su vida.
Su estancia corta en la base de las cinco naciones dio muestras de que estaba perdiendo la razón en busca de su venganza contra ese hombre, sus amigos habían tratado de hacerlo entrar en razón pero nada parecía funcionar, incluso Tsunade había fracasado en el intento y tomando una dura decisión ordeno que Naruto fuera encarcelado para evitar que Madara lo capturara en ese estado frágil.
Lo que nadie sospechaba era que él era por algo el ninja menos predecible y más astuto del mundo, gracias al poder del Kyuubi había logrado fugarse antes que los ejércitos se agruparan para dar caza al Uchiha y no quedo rastro de su pista.
Cuando Tsunade se había enterado había enviado grupo tras grupo en su búsqueda ya que era evidente que iría tras Madara. Sin embargo nadie se había imaginado su ira y poder en ese entonces y mucho menos se imaginarían lo que sucedería.
Tras recorrer kilómetros se podrían apreciar los rastros de lucha intensa reciente, cientos de cuerpos calcinados de Zetsu blanco yacían en los suelos, los restos igualmente de la invocación de la técnica maldita del Edo Tensei también eran víctimas.
Pero lo que mas era impactante era que en la zona rondaba los restos del Chakra maligno del Kyuubi, no era como el Chakra que Nartuto había obtenido al tener control sobre el nueve colas, sino que se sentía como el mismo demonio en persona, en esos instantes algunos Shinobi que había sobrevivido al ataque a Konoha por parte del bijuu reconocieron ese instante la esencia asesina del monstruo.
Siguiendo su paso podían observar los mismos escenarios de lucha, todo destruido por igual sin compasión, lo más aterrador fue cuando llegaron a una zona donde el cadáver de Kabuto estaba descuartizado con una mirada de terror en su rostro enfermizo.
No muy lejos de allí el cuerpo en igual estado de Uchiha Sasuke, su cuerpo despedazado por algún tipo de animal salvaje, lo más notorio eran sus ojos que parecían haber sido derretidos, las partes de su cadáver putrefacto eran nauseabundas a la vista, aun se podían escuchar por la mente de los presentes el grito de horror de Sakura Haruno al ver al amor de su vida masacrado como un animal.
Sin embargo el equipo de Shinobi de Konoha siguió su paso hasta el punto donde los estruendos de la lucha eran casi ensordecedores, los rugidos bestiales junto los gritos de los jutsu eran primeramente lo mas terrorífico que podían haber escuchado en esos momentos.
Al llegar finalmente se podían apreciar a Naruto que sostenía por el cuello uno de los cuerpos de los antiguos Jinchuriki que el Uchiha había tomado para sus perversos planes, las partes de los cuerpo estaban regadas por donde se volteara la vista. Pero lo más impactante era que el rubio no estaba en su forma usual del control total del nueve colas, su aura dorada en esos momentos era roja intensa, nueve colas se agitaban violentamente atrás suyo y sus rasgos eran tan sólidos que se podría decir que era una pura masa de Chakra enfurecida.
Casi al instante el grupo había saltado a detenerlo solo para ser repelido por Naruto, su mirada llena de locura empeoraba conforme cada segundo desconociendo incluso a sus amigos, varios ninjas del grupo fueron víctimas de los ataques irracionales de su propio amigo y compañero. Aunque la situación parecía estar en las peores condiciones el grupo no había notado la figura que sobresalía del fondo de las sombras.
Un rugido potente de la bestia que era su amigo se escucho al ver al causante de todos sus problemas enfrente suyo, Madara Uchiha se reía de la desgracias del rubio mientras lo empezaba a atacar con grandes jutsus por la falta de conciencia de Naruto. La batalla había comenzado a su parecer, sin embargo a pesar de lo que hubieran imaginado el grupo no se desarrollo un gran encuentro sino que algo mas terrorífico sucedió.
Naruto se detuvo, su cuerpo no parecía estar más en un estado de locura por la sangre y la pelea, ahora unos cuantos murmullos salían de su ser llamando la atención del Uchiha que se detuvo para escuchar las palabra o más bien las risas terroríficas que brotaban espeluznantemente.
En unos segundos el Chakra del Kyuubi había salido disparado del cuerpo de Naruto a proporciones inimaginables, se podía ver el rojo maligno rodeando a su amigo mientras se dirigía paso a paso hacia Madara, este se le podía notar atreves de su máscara los ojos de sorpresa y terror por algo que solo el sabia.
"No" fue el único grito que soltó antes de que con un golpe rápido su pecho fuera impactado por un rasengan de Naruto que sonreía con una sonrisa de demencia al ver la impotencia de Madara que ni siquiera tuvo oportunidad de volverse intangible.
"no esta vez Uchiha… no esta vez" La voz que provenía del rubio había cambiado por una mas aterradora y siniestra, pero antes que cualquiera pudiera reaccionar un estallido mas de energía maligna del Kyuubi se sintió en grandes proporciones. Una gran explosión ocurrió en ese instante, la mayoría de los shinobis había tapado su vista por la exposición de luz que había ocurrido por el suceso, no obstante tan rápido como había sucedido había terminado.
La miradas de los presentes se tornaron asustadas al ver finalmente los resultados de semejante ataque, la mayoría de la zona estaba devastada, algunos Shinobi reposaban inmóviles en el suelo por la venenosa cantidad de Chakra de Kyuubi que habían absorbido sus cuerpos y un gran cráter se encontraba donde una vez estuvo su amigo.
Y así finalmente fue la última vez que habían tenido conocimiento de Naruto Uzumaki, el joven rubio había desaparecido sin dejar rastro, al pasar el tiempo la guerra se detuvo a pesar de lo que se pensara, Madara había seguido con el juego unos dos mes enteros pensando que el contenedor del Kyuubi aparecería después de masacrar a los ejércitos por si mismo pero nunca se presento y por lo ocurrido había optado un cambio de planes buscando al su objetivo entre las sombras de nuevo.
Las cinco naciones suspiraron al ver que la amenaza daba un "breve alto al fuego". Sin embargo su tarea principal fue buscar al Jinchuriki con intensidad para que no cayera en manos de Madara. Pero al pasar los meses y no encontrar rastro las naciones comenzaron a desanimarse por no obtener resultados.
Todas las naciones elementales comenzaron a ver que su breve unión se destruía por las consecuencias de la guerra, la pérdida masiva de shinobis, el dinero perdido, los campos de siembra y animales que se sacrifico para los ejércitos, las víctimas inocentes y la visión de su mundo se apoderaba del miedo en sus corazones.
La tención termino por separar la alianza y cada pueblo había acordado no involucrarse mas para la desgracia de Konoha, esta aun estaba empeñada en encontrar a su más fuerte miembro, sin importar las consecuencias, sin embargo el golpe duro por la guerra decía otras cosas.
A pesar de los reclamos de la mayoría de los clanes y la misma Hokage no podían evitar afrontar la crisis de esos sucesos, el consejo civil tenía la ventaja en esos momentos al ser el grupo laboral más fuerte en cuanto ingresos a la aldea de la hoja, los ingresos por misiones no eran tan altos y la gente desconfiaba de los shinobis por la guerra que acababa de suceder y no había los suficientes en buena salud para tomarlos.
Tsunade había estado intentando lo imposible y tratando de convencer a las cinco naciones de comenzar una búsqueda masiva, pero los líderes optaron por negar su petición, ellos no querían perder más hombres y dinero por algo que no era "indispensable". Sus razones eran fuertes, al no estar Naruto Uzumaki no había guerra, nadie trataría de destruir a los pueblos para tomar al Kyuubi, no había necesidad de mandar hombres a la muerte por proteger a uno solo, nadie en su sano juicio arriesgaría la vida por un hombre que no conoce y mucho menos dejara sus familias solas por morir por él.
Solamente el Kazekage se puso a favor de Konoha para encontrar a su amigo. Gaara había logrado un pequeño tratado en el cual un reducido grupo de búsqueda tendría el poder para buscar en las naciones sin ser reprendidos por los shinobis del pueblo en que estuviesen, pero en caso de que algo ocurriese por mínimo que fuera serian asesinados sin preguntar… no querían otra guerra innecesaria con otra nación o Madara en caso de que encontraran a Naruto.
Así que después de lo que parecieron años Tsunade había declarado que en cada misión que fuera, grande o pequeña la prioridad en todo caso sería recuperar a Naruto Uzumaki si es que lo localizaran. Sin embargo a pesar de lo que se pensara Konoha no estaba interesada en todo en recuperar al rubio, la paz momentánea se había convertido en un alivio para todos y mientras siguiera así mejor, no importa que fueran civiles o shinobis la mayoría pensaba igual.
Solamente sus amigos se habían ofrecido de voluntarios en su búsqueda, su fe en que algún día encontrarían a su preciado amigo no había decaído a pesar de las adversidades, su búsqueda había iniciado desde los más conocidos lugares hasta los más inhóspitos y escondidos como esa pequeña aldea sin nombre, sin embargo la dura verdad estaba sobre sus hombros, ya habían pasado más de seis años desde la desaparición de Naruto, casi no quedaban esperanzas.
Una vez más la chica de ojos blancos volteo a ver al único acompañante que le quedaba para esperar ordenes como usualmente sucedería en esos casos.
-"Neji-nissan tomaremos este sendero y asegúrate ninguna de estas personas mienta"- la joven hablo solo para recibir el usual gesto de información de su primo y comenzar a caminar en su búsqueda interminable.
Los pasos del castaño eran apresurados, una sonrisa de felicidad se apoderaba de su rostro mientras tarareaba una tonada alegre, en sus manos apretaba con suavidad un ramo de rosas que había comprado a su querida esposa, su felicidad era cada vez mayor por los sucesos que acababan de ocurrir en su lugar de trabajo.
Después de varios meses por fin las cosas parecían mejorar para él y su esposa, el trabajo en la siembra era duro pero lo suficientemente bueno para subsistir, sin embargo el quería mas para darle a su mujer, el quería desde el fondo de su corazón las mejores cosas para ella.
Hoy día en después de su jornada laboral su jefe Hiko Takeshi lo había citado en su humilde casa y le había invitado una taza de té para tener una charla sobre la propuesta que estaba por ofrecerle. Su jefe le había dicho que él fuera su mano derecha en el comercio de compra y venta de su producto por los largos años de esfuerzo y dedicación a diferencia de otros empleados.
Esto significaba más dinero para él, una casa más grande para su futura familia y en poco tiempo también podría empezar a tener sus propias hectáreas de tierra para cultivo. El sabía muy bien que eso era una oportunidad de oro y en todo caso también había sido invitado a la casa de Hiko para festejar en una pequeña cena.
Finalmente las cosas parecían ir mejor cada vez, este era un sueño hecho realidad.
El castaño continuo su paso seguro hasta toparse con un pequeño negocio al aire libre en las esquinas del pueblo, su mirada se poso en la figura de la mujer que recogía con delicadeza las plantas medicinales del negocio para guardarlas como cualquier día de trabajo duro.
El joven miro con una sonrisa el rostro de la chica, su imagen de serenidad y sencillez hizo que su corazón se estrujara de alegría y con un rápido movimiento entro al establecimiento envolviendo a la mujer en un feroz abrazo haciendo que esta soltara un grito pequeño de alegría y sorpresa.
-"Naru-chan"- ella grito de alegría al sentir a su marido que se aferraba a ella con singular felicidad –"¿Por qué estas tan contento?"-.
-"es porque te tengo a ti y por eso yo soy el hombre más feliz del mundo"- el castaño hablo volteando a su esposa para besarla en una ferviente muestra de amor.
La risa de la pareja se expandió por varios minutos haciendo que varias personas que pasaban cerca de ahí fueran abordadas por la felicidad de la juventud, provocando que recordaran viejos tiempos donde también fueron jóvenes enamorados. Incluyendo al propietario que solo podía mover la cabeza en signo de aceptación por la pareja que veía como sus hijos desde hace mucho.
Momentos después la pareja había abandonado el sitio entre la plática de los recientes sucesos, Akane no podía evitar sonreír ante el castaño y su felicidad y se aferro de su brazo caminando entre risas, besos y sueños para el futuro. No paso mucho tiempo antes que los dos llegaran a su hogar y se prepararan para irse de nuevo a la cena junto al jefe de Naru.
Rápidamente se habían cambiado de atuendo, ahora el joven traía consigo una yukata sencilla de color crema y unas sandalias de madera, su mirada se poso en su esposa que tenia consigo un kimono con una imagen de un árbol de cerezos el cual solamente se ponía en ocasiones especiales.
-"Akane-chan casi es hora de que nos vayamos hacia la casa de Hiko-san, no tardes mucho"- Naru hablo mientras salía de su hogar para enjuagarse el rostro y quitar los restos de polvo indiciado.
Por otro lado la castaña sonreía mientras terminaba por acomodar su kimono para lucir sencilla y espectacular a los ojos de su marido, una suave canción salía de su ser apenas perceptible para cualquiera, la tonada alegre tenía un toque profundo y siniestro en el fondo.
-"si… perfecto"- la joven se dijo a si misma mientras se acomodaba su largo pelo en un moño de tela blanco que acababa de conseguir. Todo era perfecto, su mente daba vueltas ante lo bueno que era su vida, todo estaba saliendo según lo planeado.
Con tranquilidad la chica comenzó a acomodar los últimos detalles y tomo un pequeño espejo de mano que traía consigo, pero algo extraño se reflejaba en el artefacto, en vez de mostrar a la sencilla y bella mujer que era ahora se encontraba en su lugar una figura diferente. Una mujer de piel blanca, sus rasgos finos y profundos, su cabello rojo de fuego que caía por sus hombros, sus ojos rojos y rasgados como los abismos del inferno, marcas bigotes en sus mejillas como las de un zorro y colmillos en esa sonrisa demente, sin embargo lo más peculiar eran las orejas de zorro que brotaban de su cabeza y las colas que alcanzaban a verse detrás de ella.
Una sonrisa mas escalofriante se mostro en el demonio que se escondía detrás de aquella joven, los recuerdos eran inevitables en su ser, los recuerdos de cómo se había liberado tras la breve locura de su carcelero, su triunfo y posterior escape de su prisión. Todo había sucedido muy rápido para su gusto, aun podía recordar cómo era estar encerrada en el fondo de esa mente de Naruto Uzumaki.
Fue hace años en que su plan maestro había comenzado, durante la guerra contra Madara había aceptado que aquel humano de cabellos de oro la había vencido, su locura por tal hecho había estado haciendo estragos en la mente del demonio, cosas que nunca había sentido o siquiera pensado que existieran.
Su obsesión por su venganza fue creciendo cada segundo, cada minuto, cada hora y cada día solo podía pensar en cuanto lo odiaba, en la mente de Naruto el tiempo no tenia control, podían pasar días, meses incluso años en cuestión de segundos, así que en cada momento sus pensamientos giraban en torno a su carcelero.
Ella lo odiaba, ansiaba destruirlo así como a todos sus seres queridos, quería descuartizarlo, quemarlo vivo, arrancarle la piel en vida, rasgar cada uno de sus músculos y romper sus huesos uno por uno, destruir cada parte de el para qué rogara por su vida, que gritara por la piedad que nunca recibiría y que sus gritos se escucharan hasta la eternidad.
Pero a cada segundo su mente era invadida con nuevas ideas, malvadas y crueles, tal vez lo mantendría con vida para torturarlo hasta el fin de los días, tal vez se apoderaría de su voluntad para hacerlo su esclavo, que el mismo llevara la destrucción en su nombre, hacer que su voluntad solo fuera para ella y solo ella. Muy pronto esos pensamientos habían cambiado en el frágil estado de la mente del bijuu, una semilla de locura creció en sus pensamientos que se mezclaban en sus fantasías rebosantes de locura, deseo y su reciente obsesión.
Miles de escenarios cruzaron por sus pensamientos, cada uno implantando ideas perversas, pensamientos donde su carcelero estaba bajo su control absoluto, para morir, sufrir, gritar, obedecer… y amar solamente a ella. Casi podía escuchar las palabras de la boca del rubio "Kyuubi-Heika" "Kyuubi-kakka" "Kyuubi-sama" "Kyuubi-dono" fue entonces que su mente se había quebrado ante ideas más atractivas "Kyuubi- no kimi" "Kyuubi- ue" "Kyuubi-san" "Kyuubi-hime" "Kyuubi-chan" … "Kyuubi- Koi"
Si… tal vez el tendría derecho de llamarla de esa manera, ya que había decidido que Naruto le pertenecería en cuerpo y alma, desde la punta de sus cabellos dorados hasta el fondo de sus sandalias seria de su propiedad. Nadie tendría derecho de siquiera tocarlo, verlo o siquiera escuchar su voz sin sufrir las más dolorosas consecuencias… el solamente le pertenecía a ella.
La locura se apodero totalmente de Kyuubi y para su suerte la muerte del contenedor del hachibi había sido de gran ayuda, la mente de Naruto había empezado a destruirse lentamente por el dolor, su razón fue decayendo así como el control de sus acciones, todo era como un regalo del cielo ahora no había nada que la pudiera detener.
Y entonces fue que el rubio había sucumbido ante sus instintos de dolor y odio, ella había otorgado todo su poder para que escapara de sus amigos, demasiado ocupado en su venganza para notar que ella ya no estaba aprisionada dentro de su mente, y demasiado estupido para notar que ahora tenía más control sobre el que nunca, solo tenía que esperar el momento justo.
Así que cuando finalmente se enfrento a Madara era momento de actuar, la pelirroja tomo el control del cuerpo de su contendor, no iba a dejarse capturar por el Uchiha nunca más y tendría que hacer algo que para su estatus de demonio era imperdonable… escapar de una batalla, humillante pero necesario.
Ahí comenzó su gran idea en marcha, con astucia de un zorro había escapado del escenario de batalla sin dejar rastro de su presencia, había corrido lo más rápido posible durante días con la ayuda de su poder, tenía en su control total al rubio y nadie sabía que eso sucedió. Asi que paso la mayor parte en las sombras sin mostrar ningún rastro de su existencia.
Su primer acto era sencillo, había que destruir lo que quedaba de cordura en la mente de su carcelero, eso era fácil en su estado, no tomo mucho tiempo, en menos de un mes de ardua lucha había deteriorado tanto la mente del rubio que no sabía ni quién era, sus pensamientos, su vida, su forma de ser estaban para siempre atrapado en sus manos… sus demoniacas manos.
El siguiente paso era la apariencia que tendieran, fue ahí que otro inconveniente había surgido, el trabajo de cambiar la forma física era una habilidad solo demoniaca a diferencia de los débiles Henges humanos que solo eran patéticas ilusiones, esa fase requería de un gran esfuerzo, pero valía la pena. Por los siguientes días se dedico a modificar la apariencia física de Naruto, su cabello, los huesos del cuerpo, el color de sus ojos, el sanar las cicatrices de su rostro y otras heridas, cubrir con piel regenerada nueva el sello del Shinigami y pequeños detalles que lo harían perfecto como acomodar las vías donde pasaba el Chakra para confundir hasta los más avanzados doujutsus, no importa cuál fuera nunca verían el sello y los restos de su Chakra en Naruto ya que estaban en cantidad mínimo gracias a sus modificaciones.
El dolor de su carcelero fue inimaginable, horas y días de terribles tormentos para su suerte no lo recordaría… y para deleite de ella se podía regocijar en su dolor, sin duda una obra maestra a su parecer.
Después vino el ultimo y final paso, su escape del cuerpo de Naruto, esa parte era sin dudas un reto, ciertamente no podía romper el sello, pero podía "engañar" el proceso. El sello había sido puesto para que un alma estuviera atada al rubio hasta su muerte, utilizar su poder y posteriormente llevarla al otro mundo, por eso mismo había capturado a una joven de una aldea cercana para usarlo como su nuevo cuerpo, no había nada de extraño que esos días después de la guerra los bandidos raptaran una que otra joven y nunca la volvieran a ver, eso sucedía todo el tiempo.
Con la ayuda de todo su poder había hecho un"intercambio de almas", había podido cambiar de cuerpos con la pobre chica, por unos momentos había sentido lastima por ella solo para reírse de su destino al imaginar que ella pagaría su deuda. Sin embargo el poder cambiar necesitaba un sacrificio muy grande, la mayor parte de sus poderes se habían ido como compensación por engañar al shinigami el cual estaba furioso e indignado, ahora solo tomaría el alma de una mortal y no la de un demonio, solo podía burlarse del dios de la muerte que juro que un día volvería a terminar el trabajo.
Ahora mismo no poseía no más que de sus colas como máximo y tendría que esperar mucho tiempo para recuperarlas a si como su forma original.
Era un pequeño precio por la libertad y su nueva vida.
El tiempo y poder restante lo había utilizado para implantar recuerdos falsos en Naruto y las personas de este pueblo lejano en el que habían terminado después de un año entero de vagar en la naciones elementales, sería como si ellos fueran parte de este lugar desde el inicio de su vida, nadie sospecharía nada, no había dejado nada para ser descubierto.
Pero la parte más importante seria ver como los humanos caían en la desesperación y la estupidez por no encontrar a Naruto, lo que imaginaba estaba sucediendo ya, la separación inminente de las naciones, la búsqueda escasa por el rubio, que Madara pasara a las sombras para una búsqueda seria y finalmente que cesara los esfuerzos por encontrarlo.
Ella misma sabía que no tardaría mucho antes que el bastardo Uchiha se volviera loco por encontrar al Kyuubi, no le servía de nada tener a los otros ocho bijuu en su poder sin el ultimo restante para llevar a cabo su plan, de seguro empezaría otra guerra para sacar a la luz a Jinchuriki y terminaría haciendo algo estupido y moriría en el intento.
Ella se burlo por ello, Madara podía buscar todo lo que quisiera, ahora mismo podía estar parado enfrente de ella con su horrible rostro de mono sin pelo y no se daría cuenta de nada, ella no tenía ya más poder demoniaco que la delatara, si por si acaso se podría tomar su Chakra inestable como una línea de sangre inferior o un error genético, en ese mundo tan grande siempre había personas similares.
Sus ojos no podrían hacer nada sobre ella ya, sus defensas mentales eran más fuertes que nunca y si lograba acaso entrar dentro de su mente podría solo ver los "recuerdos" de esa joven al que le había arrebatado su vida y Naruto era un trabajo tan bien hecho que ahora solamente era una persona más en el mundo. Y podían pasar años o décadas hasta que ella recuperara el poder suficiente para ser notada y volver a ser un demonio poderoso sin miedo a morir y en el trayecto le daría la inmortalidad a su esclavo para estar a su lado para siempre… tal vez en algún convertirlo en esa arma que trajera destrucción al mundo.
Solamente quedaba esperar algunos años viviendo como un humano, no era tan malo después de todo, siempre encontraba cosas interesantes en esa forma sencilla de vivir que no había tenido la oportunidad de experimentar como un demonio, experiencias que podían vivir con su nueva pareja hasta que se aburriera y comenzara de nuevo su reino en la tierra.
"No te saldrás con la tuya…"
Una voz hablo mientras que una perversa sonrisa salió del rostro del demonio al ver de nuevo a su espejo de mano, una diminuta figura se había plasmado en el artefacto, la mirada de desesperación en esa persona de cabellos dorados se reflejaba mientras golpeaba con furia la barrera invisible que lo separaba del mundo real.
Kyuubi veía con morbo como esa persona seguía golpeando tan fuerte como podía el borde del espejo tratando que quebrarlo hasta el punto de que sus manos sangraran por la fuerza, pero no importara cuanto se esforzara cada momento que pasaba lo volvía mas y mas débil ante su prisión.
"No te saldrás con la tuya, un día de estos voy a salir de aquí y recuperare mi cuerpo, te arrepentirás de todo lo que has ocasionado sucia bola de pelos."
Las amenazas del rubio hacían que la felicidad de la mujer se incrementara al ver a su antiguo contenedor o lo que quedaba de su razón y alma atrapada para siempre en sus manos, solo para desaparecer con el tiempo el cual estaba a punto de terminar.
-"Sabes Naruto-kun…"- el Kyuubi hablo con aquella voz imponente que daba muestra de su verdadera naturaleza –"si no hubieras sido tanestupido como para rechazar mi primera ofertatendrías lo que siempre has deseado"-
"Yo nunca aceptaría nada de ti maldito demonio"
-"yo te ofrecí el paraíso, te pude a ver dado unavida tranquila sin guerra o muerte, sin amigosque te traicionen, personas que te lastimen o teodien, una vida llena de alegría, y amor… teofrecí amarte hasta el fin de los tiempos si teme unías… pero NO"- el demonio hablo enfureció hasta que su voz se fue reduciendo para calmarse.
-"tenias que creerte el héroe y rechazar migenerosa oferta, por eso tuve que hacerte estoNaruto-Kun, tuve que hacerte de nuevo desdeel inicio, ahora te tengo en mi poder…solamente que esta es una mejor versión de lacual tu nunca podrás ser en tu vida"- una risa macabra salió de la mujer lo suficientemente alta para ser escuchada nada mas por su prisionero.
"Ese no soy yo, eso que esta allá fuera no es real"
-"en eso te equivocas… él es tan real como tú lofuiste una vez, tan real para darse cuenta deque yo soy lo mejor de su vida"-con voz triunfante el Kyuubi miro con decisión a su prisionero para acabar con el asunto de una vez por todas -"me estoy cansando de esto Naruto-Kun… mi Naru-chan espera para irnos"-
"Mis amigos vendrán pronto, me liberaran y juntos te mandaremos directamente al infierno"
-"si lo que tu digas…"-la mano de la mujer apretó fuertemente al espejo causando pequeñas cuarteaduras en el –"ahora no faltamucho para que desaparezcas para siempre yno seas más que un recuerdo en la mente detus estúpidos amigos que tuviste… solamentepiensa que si hubieras aceptado tu vida talcomo era no estarías en esta situación miquerido Naruto-Kun"- fue entonces que la ira del demonio estallo y aventó a la pared más cercana el objeto causando que se estrellara en pedazos aun con la imagen de Naruto en ella la cual gritaba mientras la mujer aplastaba con furia el espejo hasta que no fuera más que polvo.
-"por fin"- Akane hablo con una voz normal y tranquila mientras acomodaba algunos de sus cabellos que se habían desordenado en su ataque de ira –"es hora de irnos"- la castaña dijo mientras salía de su hogar para ver a su pareja esperándola viendo como el sol se ocultaba lentamente dando paso a la noche iluminada por luna las estrellas y algunas viejas lámparas de los hogares cercanos.
-"espero no haberte hecho esperar"- El joven sonrió tímidamente al ver a su esposa que no había cambiado nada desde que recordaba.
-"no… claro que no"- ambos comenzaron a caminar lentamente mientras ella se aferraba de su brazo, la plática no se hizo esperar y sus voces alegres llenaban las calles donde pasaban hacia rumbo de su cena importante.
Sin embargo no paso mucho tiempo antes la mujer se detuviera de repente con una mirada inquietante en su rostro, Naru se quedo mirando a su mujer mientras trataba de imaginar los motivos los cuales causarían ese efecto en ella.
Su mirada paso a dirigirse enfrente de ellos donde se encontraban un grupo de personas las cuales vestían extraños atuendos como para ser de ese lugar, su apariencia del decía que claramente eran extranjeros de una de las grandes aldeas que solamente había alcanzado a oír de mercaderes que viajaban con regularidad. El grupo se conformaba de una mujer de cabello rosa, un chico de cabello con un corte de tazón y cejas muy, pero muy grandes, otro con unas extrañas marcas en las mejillas, un tipo misterioso con unos extraños vidrios oscuros en su rostro, una rubia que le cubría su corte a medio rostro, un sujeto de cabello levantado como una piña, un hombre enorme y corpulento, una joven de cabello castaño y peinado como bollos en su cabeza, y los más peculiares los cuales eran una parejas de ojos blancos como si fueran ciegos.
El grupo de personas estaba deteniendo a varios de sus conocidos y algunos vecinos que tenia, en sus manos había carteles con la imagen de una persona la cual pensaba el que estarían buscando, tal vez algún criminal o el hijo perdido de algún señor feudal o un rico excéntrico… o ambos.
Antes que pudiera hablas sintió como su esposa se aferraba a él con más fuerza, tal vez por miedo por los rumores de esas personas las cuales no eran más que asesinos, para el eso eran… nada más que ladrones y asesinos, ya que eso era exactamente lo que hacían a las personas honestas y trabajadoras como a su esposa y el.
Lentamente vio como una de esas personas los vio y se acerco a ellos con una mirada de cansancio, la joven de cabello oscuro azulado y ojos blancos se veía en un estado de fatiga y una mirada decaída, sus ojos tenían bolsas bajo ellos por la falta de sueño, sin embargo le resultaba extrañamente familiar.
-"Disculpe por interrumpirlos pero necesitamos hacerle unas preguntas, esto no tomara mucho tiempo"- la mujer hablo mientras levantaba la imagen para mostrarla a ellos dos. En la imagen se podía apreciar a un joven rubio de cabello alborotado levantado en puntas, sus ojos azules contrastaban su apariencia sencilla y su extraño atuendo naranja, unas marcas en sus mejillas en forma de zorro le daban una curiosa apariencia.
Naru miro la imagen con detenimiento mientras sentía como Akane apretaba con un poco de mas fuerza de lo usual su brazo como sintiendo miedo de algo, sin embargo sus pensamientos pasaron rápidamente a el nombre del cartel"NARUTO UZUMAKI".
-"¿han visto a este sujeto, su nombre es Uzumaki Naruto, sería de gran ayuda si tienen cualquier información?"- la mujer hablo con seriedad como lo estaba haciendo todo el día.
Mientras tanto la ninja delante de ellos miro con detenimiento a la pareja, no había nada en especial en aquellas personas la mujer aferrada al brazo de aquel castaño, se podía ver incomodidad en sus ojos y no era raro por la forma de que muchas personas reaccionan al ver Shinobis delante de ellos.
Pero aquel joven le resultaba extraño, su aspecto era sin duda igual que muchos de los de este poblado, pero por un momento su mirada había cambiado, en su rostro había una mirada de confusión y sorpresa que eran imperceptibles para cualquier civil, sin embargo para ella fue claro como el agua.
Hinata analizo con cuidado al hombre, por unos instantes sus ojos se contrajeron con miedo y sorpresa al ver en ese hombre la misma expresión que la de cierto rubio, dentro de la mente de la Hyuuga varios pensamientos comenzaron a correr a velocidades insospechadas la cual le gritaban que algo no andaba bien aquí.
-"¿dis-disculpe po-podrían decirme sus nombres?"- la chica temblorosa hablo mientras daba una orden sigilosa a su primo y compañero de grupo para inspeccionar al sujeto.
-"oh, ella es Akane mi esposa y yo soy Naru"- el castaño dijo causando otro sentimiento confuso en la ojiblanca al esperar una respuesta de sus amigos que ya había comenzado a analizar a ese sujeto.
Hinata sentía un extraño temblor dentro de sí misma, una débil gota de esperanza ante la simple idea de las coincidencias que le sugerían que este tipo podría ser su Naruto que había estado perdido tanto tiempo, su corazón le gritaba desesperar que por fin su búsqueda había terminado.
Sin embargo cuando sintió un sentimiento extraño al ver a la pareja del castaño, la mujer asustada no parecía mostrar ningún otra expresión, pero su corazón se detuvo por unos instantes al ver sus ojos, en ellos se podía sentir algo extraño, algo malo, algo que le gritara que apartara su vista o morirá solo por ver esos ojos.
Sus pensamientos fueron interrumpidos y casi salto de sorpresa al sentir una mano en su hombro la cual pertenecía Shino su compañero de equipo, que la miraba con seriedad negando su suposición sobre ese sujeto. Ella dio las gracias de nuevo dirigió su mirada a las dos personas delante de ella.
-"no… no me parece conocido"- la voz de Naru se escucho causando un alivio en las dos mujeres por distintos motivos.
-"gracias por su cooperación, lamento haberlos interrumpido"- la Hyuuga hablo tratando de sonar lo más profesional posible y tratando de controlarse por la impresión y el susto.
-"no hay problema"- fue entonces que la pareja comenzó a caminar lentamente alejándose de la vista de los ninjas que miraban interrogantes a la pareja que tomaba un rumbo desconocido. Hinata se había quedado petrificada en ese lugar por unos segundos hasta que volteo a ver a sus compañeros que miraban cansados a su líder.
-"Lo siento Hinata-sama, pero parece que aquí no lo encontraremos, lo inspeccione con mi Byakugan y no pude detectar ninguna de las características de Naruto en el o algo extraño en su compañera"- el castaño de pelo largo hablo de manera usual.
-"esa persona no era, no pudimos evitar ver que tenía un gran parecido, sin embargo mis insectos me afirmaron que él no era Uzumaki"- Shino dijo mirando a la pareja alejándose aun.
-"Akamaru no pudo detectar su olor y mucho menos algo extraño en el"- Kiba hablo sin interés al ver que sus esfuerzos eran en vano. Hinata suspiro de nuevo al ver sus esperanzas desaparecían al ver el fracaso, sin embargo ella era su líder y decidió no desanimarlos más.
-"está bien, tomaremos un descanso y mañana partiremos hacia otro pueblo"- la Hyuuga dijo mientras comenzaba a caminar hacia el lado contrario de aquella pareja, no había más que hacer por ese pueblo, solamente podía desear que tuvieran más suerte en el próximo.
No obstante su paso se fue deteniendo por una susurro extraño en el viento, casi fantasmagórico e infernal.
"hasta nunca Hyuuga …"
Sus ojos se agrandaron ante el miedo instantáneo, el sonido de aquel murmullo era agonizante, casi familiar, pero sin duda podía escuchar la voz de Naruto en ella, después de unos segundos se negó a si misma antes de seguir el paso de sus compañeros.
No muy lejos la pareja seguía caminando hacia su importante cena, el silencio había tomado el poder de ellos encerrándose en sus propios pensamientos. El castaño no podía dejar de pensar en la imagen del joven rubio, su apariencia le era demasiado familiar como si se tratase de un amigo de la vida y las de esas personas eran por igual el mismo caso.
Pero las imágenes que pasaban por su mente eran borrosas y sin sentido, igual que sus sueños o cuando se veía en el espejo.
-"¿Naru-chan estas bien?"- la voz de su esposa hablo causando que se alejara de nuevo de esos pensamientos.
-"si… solo que esas personas… me parecían extrañamente familiar"- fue entonces que el rostro de Akane había tomado un liguero aspecto enojado que paso totalmente inadvertido para él.
-"no creo recordarlos… tal vez fueron clientes de Hiko-san o protegían a uno de sus otros clientes"- ella hablo causando una sonrisa en el castaño.
-"si… eso debe ser"- una vez la voz del joven se escucho con entusiasmo antes de voltear a ver a su pareja que le sonreía tranquilamente.
Él le devolvió la mirada antes de mirar sus ojos que tanto amaba, pero esta vez no estaba la mirada de amor que tanto reflejaba, sino que pudo sentir un extraño presentimiento, era como ver algo desagradable y perturbador. Con un movimiento rápido sacudió su cabeza para ver de nuevo esos ojos eran como los de siempre.
Suspirando hizo caso omiso del asunto, siempre había ocasiones en el que cuando veía a su esposa sentía que algo no iba bien, que eso no era bueno, que simplemente su vida no era real… como si estuviera dormido y todo fuera una mentira.
Pero eso eran tonterías… esto era su vida, estaba en su mejor momento, con una esposa y un futuro brillante de hoy para delante.
-"vamos Akane-chan se nos hace tarde"- Naru dijo dándole un beso a la castaña y aferrando su mano con la suya dejando de lado ese sentimiento extraño y diciéndose a si mismo que solamente era pensamientos suyos.
Ella sonrió ante el acto de su marido y apretó más su mano de manera posesiva y dio una suave risa para deleitar a los oídos de cualquiera cercano.
-"Claro que si Naru-chan ya es tarde"- el demonio escondido dijo mientras se deleitaba en sus pensamientos.
Eventualmente todo será revelado, pero mientras tanto podía darse el lujo de divertirse de esta manera, Kyuubi no era un ser paciente y lo sabía muy bien, pero podía intentarlo, después de todo tenía a su esclavo en esos momentos y siempre había nuevas maneras de matar el tiempo.
Si… podía acostumbrarse a esto durante un tiempo…
"Solo por ti… mi Naruto-Kun"
Fueron las últimas palabras que se deslizaron en el viento atreves de las calles solitarias de ese pueblo antes de que sus figuras desaparecieran en la oscuridad momentánea de la fría y fantasmal noche.
FIN
N.A.1.- Estoy de vuelta con otro fic de mi pareja favorita de Naruto… Naru/FemKyuu, he de decir que la idea de esta pareja me fascina más y más en cada momento.
Los nueve cuentos del zorro será una colección de one-shot donde pondré a prueba diferentes tramas y como son nueve capítulos nada mas será mas sencillo.
N.A.2.- Bueno. Antes que nada quiero darles una disculpa por tardar en sacar mas capitulos, pero con todas las cosas en la vida a penas podía dar el lujo de escribir y blablabla, (inserte la razón que más les parezca)
N.A.3.- Esta idea en especial rondaba por mi cabeza tanto tiempo pero no la sabia expresar, espero que no sea en una trama que no llene las expectativas y disfrutaran de este corto fic.
Bueno, yo se que "MADARA UCHIHA" no es quien todos creíamos detrás de la mascara y eso manda al infierno a la mayoria de teorias y FICS que muchos teniamos con la trama como villano principal y/o secundario, literalmente nos dio una patada en las bolas al hacer esa jugada a los escritores... no estoy de acuerdo pero lo respeto, por eso asta que no se diga quien es en realidad lo voy a dejar como villano principal.
Ademas que le dio a Madara otro poder de gran alcance (los que hayan leído el manga asta su capitulo actual sabrán a lo que me refiero) casi dándole la victoria a cualquier enfrentamiento, te maldigo Kishimoto
Ahora algunos datos que seguramente serán de ayuda como los títulos que puse:
Honorificos japoneses
"Heika"=majestad
"kakka"=su excelencia
"sama" = gran señor
"dono" =extremadamente forma (como "Don" o "Doña"
"no kimi" = mi señor
"ue" = significa literalmente "por encima", denota un alto nivel de respeto.
"san" = señor o señora en todo caso como muestra de respeto
"hime" = princesa
"chan" =indica afecto
"Koi" = se utiliza en las parejas
Un dato extra mas seria el nombre de Naruto en este fic,
NARU = significa llorar pero a mi me pareció mejor en su contexto alterno "Transformarse" y no fue solo por recortar el nombre.
Depende del contexto y la manera en que se escriba
Por ejemplo puede ser un nombre (con significados diferentes de acuerdo al kanji), también puede ser una conjugación del verbo "volverse", "transformarse" o del verbo "dar fruto" o del verbo "sonar", etc. etc.
Si por alguna razón estoy equivocado mis disculpas ya que no soy muy bueno en el japones
N.A.4.- bueno… ¿que les parece? ¿Esta mal, bien, mejor nunca escribo de nuevo otra vez y me retiro a las montañas para ser un viejo ermitaño?... espero sus repuestas
Ultimamente hay un error en que el programa de editar deja muchas palabras juntas, si omití alguna avísenme por favor- gracias
N.A.5- Solamente me queda agradecer cualquier comentario que quieran hacer, yo espero que sea de su agrado y nos leeremos en otra ocasión.
Ya sea un "MUY BUENO" o "ME GUSTA" agradezco sus comentarios que son bienvenidos, ustedes escritores o lectores saben bien que comentar sobre sus obras hace maravillas al actualizar más y más rápido, nos dan ánimos de seguir escribiendo.
N.A.6.- Agradezco personalmente aquellas personas que se toman su tiempo de leer mis historias y dejar un comentario, tal vez yo no sea el mejor escritor o el mas constante pero me gusta escribir y saber las opiniones de mis obras y ahora me retiro para dejar comentarios a las personas que leo a diario.
Por un maravilloso mundo que puede plasmarse en una hoja en blanco…
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