Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XXVII

Como el día de la fecha mi bebé llegó a los 1k leídos voy a celebrar con un especial de dos capítulos.
Gracias por leer y comentar... Sobre todo gracias a viki1720 y a LeFullbuster08 por darle tanto amor a mi bebé.

Especial 1/2

Estaba teniendo un sueño en donde Ryeowook llegaba hasta mi casa y me decía que estaba enamorado de mi, que nadie lo había hecho reír tanto como yo como así también que nunca se había sentido tan cómodo con alguien.

Estaba por contestarle pero en eso Heechul me tomó del brazo y me hizo correr por el bosque. Yo me encontraba más preocupada por su pierna que por si alguien nos perseguía, pero a él parecía no dolerle en absoluto. Nos detuvimos en un lugar muy alejado de la casa y comenzó a hablar. Me repetía constantemente que me amaba, que era la única en su vida a pesar de que sería difícil creerle debido a su historial con las chicas, me juraba y volvía a jurar de que no estaría cerca de ninguna famosa a no ser de que el contrato lo exigiera. Estaba a punto de contestarle cuando Siwon apareció en la moto y me cargó sobre ella para alejarnos de Heechul.

Estaba más que confundida, no entendía lo que les pasaba a todos y el porqué de sus repentinas confesiones. Siwon manejó hasta el lugar donde estuvimos en la primera parte de nuestra cita, y una vez que bajamos al parecer Eunhyuk ya nos estaba esperando.

Nuevamente tomó mi mano para correr, Dios sabe dónde. ¿Por qué todos querían correr?

—Aysel yo... —Comenzó a hablar luego de varios minutos detenidos cerca del lago, en algún lugar de su extensión que aún no conocía—. Yo se que no soy tan lindo como los demás, pero tengo el mejor cuerpo de entre los chicos—. Ahora si que no entendía nada—. Yo se bailar. —Y tras decir eso comencé a reírme, sus argumentos eran ridículos.

—Ya para, por favor. —dije sosteniendo mi estómago con ambas manos por la risa—. Eunhyuk esto no tiene sentido. —Sus ojos se llenaron de lágrimas, su expresión había cambiado a una de derrota total.

—Aysel... —Su voz se oía demasiado lejos a pesar de que estaba parado frente a mi—. Aysel, ¿qué no tiene sentido? —Podía sentir cómo unas suaves manos me mecían con cuidado  por los hombros.

—Tu Eunhyuk, tu no tienes sentido. —En ese momento la alarma de mi celular sonó y como acostumbraba me desperté sentándome con los ojos cerrados.

—¿Me dirás ahora por qué no tengo sentido? —La pregunta me sacó de órbita por lo que luego de frotar mis ojos con mis manos miré a un lado de mi cama y me encontré a un Eunhyuk con una expresión muy divertida.

—¡Eunhyuk! —Me sobresalté y me hice hacia tras golpeándome la cabeza contra la pared.

—Ven aquí. —Suavemente tomó mi cabeza entre sus manos y con movimientos lentos frotaba la zona en la que me había golpeado—. Tienes que tener cuidado y tratar mejor a tu cuerpo. —Eso si me sorprendió.

—Gracias. —Con cuidado de no lastimar sus sentimientos tomé sus manos y las bajé para que dejara mi cabeza, que bastante desaliñada ya estaba—. ¿Qué haces aquí?

—Vine a despertarte, quería ser al primero que vieras en tu día, pero al llegar aquí me encontré con una sorpresa. —Una sonrisa se dibujó en su rostro dándome a entender que nada bueno saldría de ahí—. Por casualidad ¿estuviste soñando conmigo? —¡Dios! ¿Cómo lo supo?

—No. —negué rápidamente.

—¿Estas segura? —Se acercó un poco más a mi.

—Muy segura. —Esperaba que se lo creyera.

—Entonces dime... —Otro poco de espacio desapareció entre nosotros—, ¿por qué no tengo sentido? —Listo, ya está, hasta aquí llegó mi vida. Tuve el sueño más ridículo de todos los tiempos y él escuchó la última parte, o al menos eso quería creer.

—Yo no dije eso. —Lo negaría hasta después de muerta.

Eunhyuk me observaba divertido, se podía notar a simple vista por el brillo en sus ojos.

—Te daré una confesión que no será ridícula. —Sin más acortó el poco espacio que quedaba entre nosotros con un beso demasiado pasional, y cuando digo que fue pasional fue porque en un abrir y cerrar de ojos su cuerpo ya estaba sobre el mío y sus manos bajaron sin disimulo hasta mis caderas—. No siempre seré el hombre alegre que conoces. —Después de semejante declaración se marchó de mi habitación.

Mi cuarto de repente se sentía demasiado caliente a pesar de que el aire estaba encendido. Mi cuerpo no se movía, mi cerebro había quedado completamente en blanco, no tenía idea de lo que acababa de ocurrir, solo podía sentir el sabor de los labios de Eunhyuk.

—¿Aysel? —La voz de Shindong logró sacarme de mi aturdimiento.

—Pasa. —dije sin preocuparme por el estado en el que estaba, estaba más que claro que a nadie le importaba cómo me encontraba ya que entraban a mi cuarto cuando se les daba la gana.

—Solo vengo a decir que el desayuno ya está listo. —Hasta ahora el único decente en esta casa.

—Me daré una ducha primero y luego iré por si quieren ir desayunando sin mi. —dije sabiendo que iba a demorar en la ducha.

—De acuerdo... Y por cierto —Se detuvo antes de cerrar la puerta—, buenos días. —Su sonrisa lograba contagiar de alegría mi día.

—Buenos días oppa. —Le devolví el saludo y se marchó con una sonrisa más grande aún.

Me levanté y pisé con cuidado comprobando el estado de mi tobillo, al parecer ya estaba mejor, pero no me arriesgaría a usar tacos o a manejar la motocicleta, dejaría pasar un día más para ver cómo me encontraba.

Fue la ducha más rara en mi vida, ¿se preguntarán el por qué? Y eso se debía a que me debatía entre sacar el calor de mi cuerpo o borrar con el agua los rastros del olor del cuerpo de Eunhyuk.

Ganó el agua y es que tampoco podía ir a trabajar mugrienta, bueno de poder si podía, pero no era lo correcto, además de que yo amaba el agua.

Al salir de la ducha, algo más calmada a decir verdad, busqué en mi armario qué debería ponerme. Ayer los chicos me dijeron que habían alquilado un auto para poder moverse mejor sin la necesidad de estar molestando al mánager y además llamarían menos la atención así, por lo que opté por una falda o un vestido, hacía mucho tiempo que no los usaba debido a que conducía la moto.

Habré tardado alrededor de unos diez minutos en decidirme, y es que cuando encontré mi vestido verde militar las demás opciones fueron nulas. Por si no les conté amo el camuflado o el verde militar.

El vestido era algo holgado en comparación con las prendas que he estado usando, la parte de la falda estaba arriba de mis rodillas y lo ajustaba a mi cintura con un cinto de leopardo. Tenía mangas 3/4 con adornos de botones dorados sobre los hombros y en la parte superior, dejando un pequeño escote, lo suficiente para no morir asfixiada. El conjunto hubiera quedado genial con unas botas de taco alto negro, pero tuve que optar por unos zapatos sin taco de color salmón, menos mal que quedaban bien.

—¡Buenos días! —saludé animada a todos en la mesa.

—¡Wow! Te ves increíble Aysel en ese vestido. —Me gustó ver la reacción de todos.

—¿Verdad? —dije girando hasta llegar a mi lugar junto a Shindong.

—¿Y a qué se debe ese cambio de vestimenta? —Yesung me preguntó sin sacar la vista en mi falda, no era para nada disimulado.

—Es que hoy voy a aprovechar que Shindong me va a llevar al trabajo en auto. —dije tomando un sorbo de mi café.

—¿Yo? —Shindong preguntó señalándose bastante sorprendido al igual que todos.

—¿Es qué no quieres oppa? —Me hice la niña pequeña.

—No es que no quiera, simplemente pensé que le pedirías a cualquiera de los otros chicos. —Todos querían matarlo con la mirada.

—Entonces no se diga más. —Seguí desayunando y en eso mi celular sonó haciéndome saber que estaba recibiendo una llamada—. Hola, si acá estamos desayunando. ¿Cómo estuvo tu día? —pregunté bajo la atenta mirada de los chicos que notaron que no hablé en español, sino que seguí hablando en coreano—. Si, acá están todos. —afirmé generando más intriga en los demás—. Ok, cuando te levantes me mandas un mensaje. Que descanses. —Fue lo último que dije tras cortar la llamada.

—¿Quién era? —Leeteuk fue el primero en preguntar.

—Ryeowook. —Metí el último bocado de fruta a mi boca para levantarme y buscar mis cosas para ir al trabajo.

—Espera un segundo. —Heechul me detuvo—. ¿Cómo es posible que tenga tu número? —Podía notar cómo su cerebro estaba trabajando a mil por hora tan temprano.

—Yo se lo di ayer mientras conversábamos en mi cuarto. —Después de decir eso tomé el bolso y fui hasta la puerta—. ¿Vamos oppa? —dije mirando a Shindong quien buscaba bastante divertido las llaves del auto.

—Veo que te han dado algo de tu propia medicina. —dijo Shindong golpeando suavemente el hombro de su compañero que no salía de su aturdimiento—. Vengo enseguida. —Y tras decir eso nos fuimos con Shindong.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro