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Capítulo XVII

Ni en mis sueños más locos hubiera imaginado vivir un día como el de ayer.

Luego de que terminamos de ordenar Leeteuk nos trajo de vuelta a la casa y después de despedirme de todos caí en un profundo sueño, el día había sido muy agradable y completamente agotador.

No recuerdo haber soñado nada, cómo habré estado de cansada para no recordar nada, generalmente soy de las personas que recuerdan lo que soñaron durante la noche, aunque hoy fue la excepción.

Los rayos de sol entraban de lleno en mi habitación golpeando con fuerza mi rostro, había olvidado correr la cortina, ¡qué estúpida! Lentamente fui voltéandome y al abrir los ojos me llevé el susto de mi vida.

Quise gritar del susto pero Siwon me cubrió la boca con su mano ahogando el sonido de mis cuerdas vocales. Siwon se hallaba recostado a mi lado con esa sonrisa tan compradora y esos ojos repletos de picardía que no dejaban de mirarme con diversión.

—Buenos días princesa. —Me saludó haciendo que mis emociones se encontraran, por un lado sentí un cosquilleo de felicidad en cada rincón de mi cuerpo, pero por otro lado la sorpresa de su visita en mi cuarto y más precisamente en mi cama no dejaba que me relajara, por el contrario me mantenía en estado de alerta—. Si me prometes no gritar y despertar a los demás sacaré mi mano de tu linda boca, aunque en realidad estoy muy tentado a volver a sellarla pero con la mía. —dijo en un tono divertido a lo que yo respondí con una mirada de reproche frunciendo mis cejas.

—¿Qué haces en mi cama? —Fue lo primero que pregunté cuando retiró de forma lenta su mano, como si estuviera disfrutando del roce en su piel.

—¿Recuerdas que dije que te iba a incomodar? —Sus ojos no se apartaban de los míos y su sonrisa se ampliaba cada vez más.

—Si lo recuerdo. —Quise retroceder un poco, el espacio entre nosotros era escaso, pero él me tenía aprisionada con su brazo sobre mi cuerpo.

—¿Recuerdas que te gané en la carrera? —¡Maldita sea! Lo había olvidado por completo—. Pues ya se lo que quiero. —Escuchar esas palabras solo me pusieron más nerviosa, una vez que Siwon tenía un objetivo claro parecía no descansar hasta alcanzarlo.

—¿Y por eso tenías qué venir hasta aquí y tenerme de esta forma solo para recordármelo? —pregunté luego de señalar con la cabeza su brazo tomando prisionero mi cuerpo—. Y bien ¿qué es lo que quieres? —No pensaba seguirle el juego, tenía que mantenerme firme en mis reglas, sobre todo en la regla número diez.

—Tendremos una cita, solos tu y yo, así que cámbiate que la primera parte de la cita está por comenzar. —No me preguntó ni me pidió permiso, y como si fuera lo más natural entre nosotros me besó para luego ponerse de pie, dejándome atontada—. Si estas pensando qué deberías ponerte, solo te diré que por ahora te vistas con ropa muy cómoda, en diez minutos vengo por ti, si no estas en la puerta de entrada volveré aquí a buscarte. —Tras informarme se marchó de mi cuarto.

Me senté en la cama con mi cabello revuelto dejando ver los rastros de lo bien que había dormido anoche.

"...En diez minutos vengo por ti si no estas en la puerta de entrada volveré aquí a buscarte..."

Sus palabras comenzaron repetirse en mi cabeza y pensando en que podía volver y alguno de los chicos nos podía ver y malinterpretar la situación, en especial Donghae, no se porqué pero me preocupaba mucho lo que él pensara, me atormentaba demasiado.

Prácticamente me tiré de la cama hacia el armario y me vestí con lo primero que encontré, un short y un top deportivo a juego de color azul eléctrico con franjas blancas. Fui hasta el baño para enjuagarme los dientes y lavarme la cara, aunque ya estaba más que despejada culpa del idiota de Siwon.

Faltaba un minuto para que viniera a mi cuarto, así que entre saltos y tropezones me coloqué las zapatillas buscando tener cuidado con mi esguince, y atando mi cabello en una coleta alta llegué hasta la puerta de entrada observando que él se encaminaba hasta mi cuarto.

—Estaba de camino hasta tu cuarto. —dijo en un tono bajo casi susurrando para que nadie lo escuchara.

—Podrías haberme dado un poco más de tiempo considerando mi condición. —Señalé mi pie izquierdo todavía vendado, aunque ya no dolía tanto como ayer.

—Lo tengo en cuenta, por eso he preparado ésto. —dijo mostrando las llaves de ¿mi moto? Y dos cascos.

—¿Esas son las llaves de mi bebé? —pregunté aún asombrada.

—Primero salgamos. —Y tomándome de la mano me encaminó con cuidado hacia afuera.

Una vez afuera la mañana era agradable, se sentía una leve brisa fresca que provenía del lago. La moto estaba estacionada a la salida de la casa y a su lado una mochila que a simple vista se veía súper cargada.

—Se que es tuya pero en tu condición no puedes conducir. —afirmó haciendo girar las llaves sobre sus dedos—. Tampoco puedes correr por lo que tuve que pensar en otra cosa. —Sonrió de manera dulce—. Por ahora solo sube, eso si —Se detuvo una vez que ya se había montado en ella—, tendrás que ser responsable de esa mochila. —Señaló la mochila con contenido misterioso.

—De acuerdo. —respondí resignada, apuestas eran apuestas y yo había perdido, lo justo era que cumpliera con mi palabra.

Tomé la mochila que se hallaba en el suelo y la cargué sobre mis hombros, ¿qué demonios traía este hombre aquí adentro, piedras? Me coloqué el casco de forma segura y me aferré a su cintura cuando la moto arrancó.

—Primera parada de nuestra cita allá vamos ¿Lista? —Volteó su cabeza para preguntarme dejando salir su voz con mucho entusiasmo, a pesar de estar usando el casco su voz sonaba muy clara.

—Lista. —Fue lo único que respondí y al confirmar mi respuesta la moto comenzó a moverse.

Pensé que saldríamos a la autopista pero nunca lo hicimos, en su lugar se aventuró a andar por en medio del bosque a través de un camino que no conocía. Se podía notar por cómo tensaba los músculos de su cuerpo que buscaba andar con el mayor cuidado posible a pesar de estar en un camino irregular.

A nuestro paso se habría un paisaje completamente verde, los árboles se alzaban al cielo enredando sus ramas con las de otros árboles, las flores silvestres daban un toque de delicadeza al ambiente y a nuestra derecha el lago siendo abrazado por los rayos del sol naciente eran digno de una pintura.

Después de un viaje de casi treinta minutos Siwon por fin se detuvo y me ayudó a bajar.

—¿Estuvo bien el viaje? —Estaba preocupado, se le notaba.

—He visto a peores manejando. —bromeé con él para que se relajara—. Estoy lesionada no inválida —Le ofrecí una sonrisa para que pudiera tranquilizarse.

—Eso me deja más tranquilo. —afirmó tomando la mochila de mis hombros.

—Por cierto ¿Dónde estamos? —Miré a mi alrededor observando todo, el lugar era simplemente mágico.

—Descubrí este lugar mientras corría en la mañana y pensé que sería un lindo lugar para desayunar contigo teniendo en cuenta de que amas la naturaleza. Estoy seguro de que nunca antes lo habías hecho por más de que te murieras de ganas. —Empezó a sacar las cosas de la mochila, entre ella una manta que extendió en el suelo y un montón de cosas más.

—Es la verdad no lo voy a negar, a pesar de vivir en un lugar tan bello mi trabajo no me permite tomar ese tipo de tiempo para mi. Gracias. —dije lo más sincera que podía ser mientras me acercaba hasta donde él estaba preparando todo para sentarme en frente suyo.

—No se bien cuál es tu gusto, tampoco soy un buen cocinero como Teuk y Shindong, así que espero que te guste. —Dejó al descubierto una gran variedad de bocadillos mientras me ofrecía una taza con café.

—Veo que te has esforzado. —Lo miré agradecida por el gesto.

—Esto es solo la primera parte de nuestra cita. —Se recostó sobre mis piernas sin dejar de mirarme ni un segundo, en verdad buscaba ponerme incómoda y eso lo divertía—. Cuando terminemos aquí te llevaré al trabajo y desde el almuerzo hasta la cena serás solo mía. —Este hombre amaba jugar con mis nervios y mis emociones.

—Claro, lo que usted ordene mi general. —Hice el típico saludo militar, tanto que le Causó gracia estallando en una sonora carcajada.

—¡Perfecto! —Juntó las palmas de su mano mostrando que realmente estaba emocionado—. Por ahora disfrutemos.

Debía darle créditos por la primera parte de lo que el llama "cita", siempre quise hacer este tipos de cosas teniendo un hermoso paisaje como fondo de mi casa, por lo que por hoy solo me relajaría.

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