Capítulo XL
Obtuvimos el tercer puesto en un concurso, mi bebé es la primera vez que gana así que para festejarlo les dejo un capítulo antes del fin de semana.
Me tomó algunos minutos poder tranquilizarme y soltarme de los brazos de Leeteuk, pero cuando por fin pude hacerlo nos dirigimos al auto.
—Me alegra saber que te preocupas por nosotros. —Él habló mientras hacía funcionar el arranque del auto.
—¿Y cómo no hacerlo cuando son tan importantes para mi? —respondí sin dejar de ver el ramo de flores.
—¿Contenta por conocer el detrás de escena? —Al parecer quería evitar el silencio.
—Obvio que estoy emocionada, pero... —Me detuve a pensar por unos segundos—, ¿qué excusa le darán al resto del personal para justificar mi presencia allí? Supongo que no cualquiera puede pasar a ver y menos si ustedes están trabajando allí.
—No es necesario que te preocupes por eso con Siwon ya nos encargamos de ese pequeño detalle. —dijo orgulloso con la vista en el camino.
—¿Y qué se supone que han dicho? Necesito saber por si me preguntan. —dije curiosa por saber qué excusa habían inventado.
—Si abres la gaveta lo descubrirás. —Me dedicó una sonrisa mientras sus ojos veían fugazmente el compartimento que se hallaba a su derecha, justo en frente de mi.
Algo insegura puse mis manos en el pequeño compartimento que se encontraba delante de mi, su textura áspera me ponía un poco nerviosa y el color gris tampoco me generaba una buena sensación, estos chicos podrían haber inventado cualquier cosa.
—No es nada malo, solo ¡ábrelo! —Teuk notó que estaba indecisa y para no hacerlo esperar lo abrí.
De allí salió un colgante con un pase en la parte inferior. Lo tomé para leer de cerca lo que decía y me sorprendió ver en él una foto mía y debajo la leyenda que decía: "Traductora exclusiva de SuJu". Tuve que leerlo tres o más veces para poder caer en lo que estaba escrito, y cuando por fin lo hice no me contuve y comencé a gritar como loca.
—Por lo visto te ha gustado. —Leeteuk acariciaba alegremente la parte superior de mi cabeza como si fuera un cachorrito.
—¿Es broma? Han cumplido uno de mis sueños aunque sea ficticio. —dije sosteniendo la credencial fuerte contra mi pecho.
—¿Y quién ha dicho que es ficticio? —preguntó con una mirada pícara mientras estacionaba en el estadio donde sería el recital.
—Dijiste qué lo inventaron tu y Siwon. —Estaba segura de haber escuchado bien.
—Dije que nos encargamos de eso no que lo inventamos, así que a partir de hoy día eres nuestra traductora oficial, y debes prepararte porque mañana se revela la noticia del concierto y tendremos que asistir a varios programas. —Terminó por explicar mientras nos bajábamos del coche mientras yo volvía a gritar pero ahora incluso había incorporado saltos.
—Ahora si terminaron de cumplirme los sueños. Empecé a aprender coreano esperando poder trabajar algún día como intérprete para ustedes. —Él detuvo mis saltos tomando mi mano y entrelazándola con la suya, ese simple gesto hizo que mi vida se detuviera por un instante.
—Me alegra oír eso. Ahora vamos que nos deben estar esperando y si nos demoramos más estoy seguro que algo más que un par de focos se van a romper. —Me arrastró suavemente hacia él para encaminarnos hacia la entrada del estadio.
—¿No tendríamos que haber comprado la comida? —Recién caía en la cuenta de que no traíamos nada para almorzar y podríamos haber comprado algo cuando compré el almuerzo de las chicas.
—Nuestra anchoa ya se encargó de eso. —dijo refiriéndose a Eunhyuk.
Caminamos hasta la entrada tomados de la mano, pero al llegar a la gran puerta abarrotada de hierro le solté la mano por lo que me dedicó una mirada extrañado.
—No creo que sea bueno que te vean de la mano con tu traductora. —Me aferré a mi ramo de flores con la cabeza gacha algo avergonzada por la situación.
—De acuerdo. —Leeteuk era muy comprensivo—. Pediré que las pongan en un recipiente con agua, sino se marchitarán hasta que vayamos a casa. —Yo simplemente asentí dándole las flores y colgando sobre mi cuello mi tan preciada credencial.
—¡Oh! Por fin llegas. —Heechul apareció de la nada frente a nosotros—. ¿Y esas flores? —preguntó al ver el inmenso ramo de flores.
—Lo llevaré a que lo pongan en agua, llévala con los demás. —Leeteuk desapareció con el inmenso ramo y yo me quedé mirando a Heechul que me observaba muy divertido.
—¿Qué es tan divertido? —pregunté retrocediendo un poco, por momentos su mirada solía ser algo intimidante.
—Me gusta como te queda la credencial. —Para decir eso se acercó hasta estar a centímetros de mi y cuando pensé que me iba a besar solo giró un poco su rostro y me dedicó una sonrisa ladina demasiado traviesa—. Vamos Eunhyuk ya trajo la comida. —Tomó mi mano y me guió para que no pudiera perderme.
—¿Cómo van los preparativos? —Traté de entablar una conversación para que el silencio no se volviera incómodo.
—Hasta ahora bastante bien, y ahora que estas aquí vamos a estar más motivados. —Me gustaba escuchar que mi presencia los motivaba a trabajar con más ganas.
Llegamos hasta donde se alzaba un escenario inmenso en medio de las gradas que se erguían en todas direcciones. Sobre el escenario se preparaba un armazón de hierro que supongo que contendría algunas plataformas de elevación como así también algunas pantallas. En medio del escenario cinco personas agitaban sus brazos en nuestra dirección por lo que no quedaba ninguna duda de que eran ellos.
—Espera... —Heechul me detuvo cuando empezaba a caminar hacia los chicos.
—¿Qué pasa? —pregunté mirándolo mientras que los demás no dejaban de hacer señas para que nos acercáramos hacia ellos.
—Es solo que si no hago esto ahora no se cuándo podré hacerlo y estoy seguro de que luego me arrepentiría. —No entendía a lo que se estaba refiriendo cuando sin aviso previo me vi envuelta en un abrazo muy tierno—. No importa lo que pase, si necesitas hablar o descargar tu frustración puedes hacerlo a mi lado. —Hasta ese momento no conocía ese lado suyo, pero sus palabras sonaron tan sinceras que no pude hacer otra cosa que corresponder su abrazo.
—Gracias, en verdad no esperaba este gesto de tu parte. —dije aún rodeando su espalda con mis brazos.
—Lo se, soy genial ¿no lo crees? —preguntó rompiendo el abrazo y dejándome ver una sonrisa traviesa, la seriedad no duraba demasiado en él.
—Vamos antes de que a los demás les de un ataque. Mira ya no se mueven —Señalé a los cinco que parecían estatuas y, a pesar de la distancia, podía ver sus mandíbulas caer al suelo—, creo que los hemos perdido. —Sonreí y comencé a caminar hasta el escenario.
Mientras más me acercaba más era el nerviosismo y la adrenalina que recorría mi cuerpo, el hecho de saber que en algunos días ellos se presentarían allí arriba delante de miles de ELF me volvía loca de alegría, pero más lo hacía el hecho de saber que yo estaría mucho más cerca de ellos de lo que esperaba.
—¿Qué fue ese abrazo? ¿Qué te dijo Heechul? —Eunhyuk se acercó primero para interrogarme por lo que había ocurrido minutos atrás.
—Nada que te importe. —Heechul se apresuró a interceptarlo mientras que los demás nos rodeaban para saludarme.
—¿Ya comieron? —Fue lo primero que se me ocurrió preguntar para evitar peleas, una cosa era que lo hicieran en casa y otra en su lugar de trabajo, a su mánager no le gustaría.
—Todavía no, los estábamos esperando. —Yesung volvió a lo que estaba haciendo anteriormente de una forma indiferente.
—Aquí traigo la comida. —Leeteuk apareció con unas bolsas en sus manos y Donghae se movió hacia él para ayudarlo, el resto nos sentamos sobre el escenario en un círculo mientras ellos repartían los alimentos.
—Gracias. —Le agradecí a Donghae cuando me pasó la bandeja que me correspondía—. ¿Cómo les ha estado yendo? —pregunté descubriendo que la comida de hoy era pasta.
—Eunhyuk y Shindong son los directores de este show por lo que las cosas avanzan rápido porque saben lo que queremos y qué cosas nos hacen destacar más. —Siwon contestó antes de meter un bocado a su boca.
—Eso es muy bueno, los felicito. —dije dejando la bandeja con comida sobre el suelo mientras que con mis manos acariciaba sus cabellos debido a que ambos se habían sentado a mi lado, parecían dos cachorros felices.
La comida continuó entre risas y charlas, otro momento que apreciaba era poder estar con ellos de esta manera como si nos conociéramos desde siempre.
Era imposible no amarlos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro