Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo LXXXI

La cabeza me dolía y sentía un bip constante taladrando mis oídos. Traté de abrir mis ojos pero me pesaban demasiado y tras varios intentos por fin pude abrirlos.

No reconocía el lugar en donde me encontraba, y en ese momento en el que me hallaba tan confundida recordé lo que había pasado y el cuerpo inconsciente de Zoran. De inmediato me senté en la cama más cuando quise ponerme de pie un montón de cables hicieron que retrocediera mi brazo.

—¿Qué piensas que estas haciendo idiota? —Lena que venía entrando al cuarto no dudó en correr hasta mi al verme intentando safarme de tantos cables.

—¡Zoran! Necesito verlo. Él no puede estar muerto. —gritaba mientras luchaba con Lena que intentaba frenarme.

—Tranquila. O te calmas o te calmo. —Me amenazó y yo no paraba de llorar al recordar todo lo que había sucedido.

—¡Lena! El idiota se estaba muriendo en mis brazos. —No dejaba de llorar y es que era imposible después de ver como recibía una bala en mi lugar.

—¡Que te calmes! —Y ella golpeó suavemente mi cabeza haciendo que me dolier debido al golpe que me había dado.

—¿Te parece que es momento para que me trates como una cría? —Le recriminé con mucho enfado.

—La culpa la tienes tu por no escuchar... ¿acaso piensas que estaría tan tranquila si estuviera muerto? —Al escuchar sus palabras y al hallarle lógica me quedé tranquila.

—¡Aysel! —Mila entró llorando a la habitación con mi pequeño repollo en brazos para abalanzarse sobre mi.

En el momento en que me abrazó una corriente eléctrica atravesó todo mi cuerpo logrando que gritara del dolor. Jamás había experimentado un dolor tan infernal, era como si miles de agujas se clavaran en mi hombro. Al parecer la bala que Elian había disparado contra mi solo había rozado el hombro.

—¿Dónde está Zoran? —Su imagen no abandonaba mi mente y hasta que no lo viera no podría quedarme tranquila.

—Se está recuperando en la habitación de al lado. —Lena explicaba tranquila por fuera, porque bien sabía yo que por dentro no paraba de llorar—. Se llevó la parte más dura, aún así la bala no tocó ningún órgano vital pero tiene que recuperarse de la cirugía que recibió. —Lena tenía en brazos a Alai para que su madre pudiera parar de llorar.

—Ya deja de llorar porque no me he muerto. —reproché a mi amiga que lloraba como una magdalena desconsolada en los pie de la cama en la que estaba—. ¿Al infeliz que le pasó? Por favor que alguna me diga que me lo dejaron vivo para arrancarle las pelotas yo misma. —La rabia no abandonaba mi cuerpo y moría por hacerlo sufrir y matarlo lentamente.

—Está preso. —Mila habló mientras sorbía su nariz.

En ese momento me quedé en silencio, estaba feliz de que tras las rejas no pudiera lastimar a nadie pero la sangre me hervía al pensar que la había sacado demasiado barata, tendría que haber sufrido más.

No se qué hubiera sucedido si los chicos no hubieran llegado a tiempo. ¡Cierto! ¡Donghae! Lo último que recordaba es que Elian había disparado contra él.

—¿Dónde están los chicos? ¿Hae se haya bien? —pregunté con los ojos nuevamente llenos de lágrimas, cómo podía ser tan imbécil de no recordar que también le habían disparado.

—Estabas tardando en preguntar por ellos. —Lena se burlaba de mi.

—No han querido entrar todavía pero ninguno ha dejado el hospital. —Mila, ya más tranquila y con mi niña nuevamente en brazos me hacía señas para saber si abría la puerta.

A pesar de que tenía el suero y de que tenía el hombro vendado sin contar en el estado deplorable en el que me encontraba, las chicas me ayudaron a cubrirme con una bata que tapara mi desnudes y me puse de pie para abrir la puerta.

En cuanto puse un pie en el suelo todo mi cuerpo tambaleó del dolor, pero aún así quise ir a buscarlos.

Cuando abrí la puerta los vi a todos excepto a Hae y pensé que también estaba en una habitación lo que hizo que mi corazón se detuviera por un segundo, pero me volvió el alma al cuerpo cuando lo vi aparecer con dos cafés en sus manos.

El verlo sano y caminando, al parecer sin ningún rasguño provocó una gran alegría en todo mi ser, y fue ahí que comprendí a quién le pertenecía mi corazón.

—¿Aysel? —preguntó quedándose estático al verme de pie frente a él haciendo que todos giraran a verme.

No le di tiempo a nada y soportando el dolor corrí hasta él y acorté completamente la distancia que había entre nosotros con un beso.

Hae se quedó sin moverse unos segundos, no sabía qué hacer ya que lo estaba besando delante de todos, pero al parecer comprendió el mensaje y me aferró a su cuerpo con fuerza evitando que me escapara de su lado, si supiera que no tenía intención de hacerlo.

—Nos alegra ver que estas bien pequeña. —Shinshin habló haciendo que nos separáramos y después de mi repentino ataque de coraje ahora me daba vergüenza ver a la cara a Teuk y a Yesung.

—Si estoy bien, si se puede decir. —contesté sin dejar de mirar el piso.

—Levanta la cara que no tienes porqué avergonzarte de tus sentimientos. —Escuhar esas palabras por parte de Teuk dolió y se que a él también.

—Sabíamos que esto podía pasar y fue un riesgo que decidimos tomar. —No merecía tanta comprensión por parte de Yesung. No pude contener las lágrimas ante sus palabras y cuando levanté la vista para enfrentarlos me hallé unas sonrisas hermosas con mucha tristeza en sus ojos.

—¡¿Qué hace fuera de la cama señorita?! —La enfermera, que al parecer venía a revisar mis heridas, me retaba a los gritos mientras se acercaba a nosotros.

—Que quede claro que no fue mi idea. —Lena se atajó saliendo del cuarto junto a Mila y Alai que en cuanto vio a Hae se lanzó desesperada a sus brazos.

Mila tomó los cafés que tenía para entregarle a la pequeña, ya se había resignado a que mi niña y yo teníamos los mismos gustos.

La enfermera me hizo entrar por poco a los tirones de oreja mientras que  sacaba a todos de ahí para una revisión. Mis gritos no se hicieron esperar en cuanto el alcohol tocó mis yagas abiertas, y es que dolían como la jodida mierda.

—Nosotras nos vamos a cuidar a Zoran ahora que estas muy bien acompañada. —Lena me guiñó un ojo de manera pícara al ver que los chicos  se quedarían conmigo.

—No nos mires así, ya oíste a la enfermera mañana podrás verlo. —Mila notó lo desesperada que estaba por verlo, yo solo asentí resignada ya que hoy pasaría el día en observación y mañana me darían el alta, sin contar que mañana por fin era el concierto de los chicos.

—Diles que en un rato vengo por ella. —Mila señaló a la pequeña Alai que no abandonó los brazos de Hae.

—Está bien. —afirmé y luego ella se marchó cerrando la puerta.

—¿Cómo te sientes? —Eunhyuk preguntó en cuanto la puerta se cerró.

—Duele un infierno. —admití al señalar mi hombro con vendas nuevas.

—Lamentamos no haber vuelto más temprano, nunca tuvimos que habernos ido en primer lugar. —Yesung apretaba su puño contra su cuerpo al ver las heridas en mi rostro y cuello.

—Me hubiera sentido peor si no hubieran ido a trabajar. —Los miré tratando de reconfortarlos—. Elian estaba determinado a estar conmigo así que con o sin ustedes hubiera actuado igual o peor, quizás al verlos se hubiera puesto mucho peor. —expliqué para que se quedaran tranquilos ya que pensaba que en cualquier momento hubiera sucedido lo mismo.

—Puede ser, pero igual nos sentimos impotentes al verte así. —Siwon recordaba cómo me encontraron.

—Por cierto ¿cómo fue que llegaron temprano? —A pesar de todo estaba consciente de que ellos deberían haber llegado mucho más tarde a casa.

—Nos alarmamos cuando nos dimos cuenta de que todavía no nos avisabas de que Zoran había llegado. —Hee explicaba sentado a mi lado sobre la cama, aún en situaciones como esta le gustaba provocar a los chicos, este hombre jamás iba a madurar.

—Decidimos llamarte pero tampoco contestabas el teléfono, nos preocupamos y decidimos dejar todo e ir a casa. El resto ya lo sabes. —Wookie explicaba angustiado ante mi estado.

—No recuerdo nada después de que le dispara a Hae. —admití algo avergonazada—. De hecho creí que le había dado y por eso me desmayé. —Bajé la vista debido a que en verdad me sentía muy avergonaza porque conocieran ese lado de mi.

—Estuve muy asustado, y pensé que me había dado pero logré esquivarla a tiempo. —Me dedicó una sonrisa que me dejó sin aliento.

—¿Quién diría que nos serviría nuestros años de servicio en una situación como esta? —Heechul habló con su mano en su mentón de manera pensativa logrando que todos estalláramos en una carcajada demasiado sonora.

Los chicos pasaron el resto del día a mi lado, a pesar de que les había pedido de que fueran a casa a descansar.

La enfermera vino más de tres veces a hacernos callar, y es que Hee y Shinshin no dejaban de hacer que riéramos como focas retrasadas.

Mila se marchó con mi pequeño repollo que viajaba de los brazos de Donghyeo a los brazos de Teukie, esa niña no era para nada tonta.

Lena se quedaría a cuidar de Zoran debido a que nadie de su familia vendría a verlo, y eso se debe a que antes de irse se encontraban en pésimos términos y las cosas no han cambiado nada.

Ahora me hallaba sola en la habitación, y era mi momento de descansar, mañana podría ver cómo estaba mi amigo, tenía mucho que agradecerle.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro