Capítulo LXXVIII
No puedo creer que hallamos pasado los 3k leídos... Estoy muy feliz y todo se lo debo a mis lectoras fieles que siempre están dando su amor con sus comentarios y sus estrellitas y también a los lectores fantasmas que colaboran aunque yo prefiero llamarlos lectores tímidos.
Y como no podía faltar les dejo un capítulo de regalo.
Me desperté en cuanto sentí a alguien acariciar mi mejilla y no me sorprendió encontrarme con Hae a mi lado mirándome con preocupación.
—Deja de verme así. —dije molesta pero no me aparté de su lado.
—¿Así cómo? —preguntó sin dejar de acariciarme.
—Lleno de preocupación como si me hubiera pasado algo terrible. —Me acurruqué entre su cuerpo buscando ese rincón de seguridad y confort que me brindaba.
—¿Y cómo quieres que no lo esté? Podría haberte pasado algo peor, si ya se animó a golpearte no me quiero imaginar qué más podría ser capaz de hacer. —Sus ojos se oscurecieron al enfocar su mirada en las marcas de mis muñecas.
—Pero no me hizo nada, así que puedes estar tranquilo. Tienes que enfocarte en el concierto que será en unos días. —Lo tomé del rostro con suavidad para que se enfocara en mi y no en mis heridas.
—Trato pero no puedo. —Donghae miró hacia un costado y eso me dolió un poco aunque sabía el porqué lo hacía.
No había necesidad de pensarlo demasiado, era algo que necesitaba hacer, mi cuerpo entero lo exigía así que volví a tomarlo del rostro y lentamente me acerqué hasta él para besarlo. Al principio el beso fue lento y suave, era como si estuviéramos saborando cada rincón de nuestros labios, pero en cuanto Hae posó su mano en la parte baja de mi espalda se fue todo al carajo. La intensidad comenzó a subir al igual que el calor entre nosotros.
Nos detuvimos para buscar aire, pero en el momento en el que nuestros ojos se encontraron la llama se encendió. En un abrir y cerrar de ojos me hallaba sobre su cuerpo quitando su camisa que estaba estorbando mientras él ya había hecho desaparecer mi remera y estaba en camino de desaparecer el brasier.
Donghyeo me tomó de la nuca para acercarme a su boca y devorarla. En cuanto necesitó aire comenzó por jugar con mis pechos, que al decir verdad habían extrañado su lengua.
Le bajé el pantalón y el bóxer para poder sentir mejor a su miembro y cuando estaba por penetrarme Hyuk avisó que iba a entrar. Donghae como pudo se tiró de cabeza de bajo de la cama y yo me escondí dentro de las sábanas tapando mi rostro para evitar que notara lo agitada que me hallaba.
—Solo vine a decirte que el almuerzo está listo y si quieres comerlo con nosotros o te lo traemos a la cama. —Se acercaba a mi con una expresión algo difícil de descifrar, pero podía jurar que había diversión en él.
—En seguida voy. —Traté de que mi voz saliera lo más natural que fuera posible.
—¿Te encuentras bien o estas teniendo mucho calor debido a la fiebre? —Eunhyuk se acercaba sigiloso como si estuviera cazando a su presa.
—Tengo algo de fiebre todavía. —A esta altura no sabía si era verdad o era culpa de Hae el calor que sentía.
—¿Y por eso te estas desvistiendo? —Hyuk tomó entre su mano mi brazier que estaba en el suelo.
—E...eso es... Es que me estaba incomodando para dormir. —mentí descaradamente, aunque en cierto punto si molestaba en mi cuerpo.
—Claro, como tú digas. —Eunhyuk se abalanzó sobre mi de manera horizontal y agachó su cabeza para ver debajo de la cama—. También venía a avisarte que el almuerzo esta listo y Teuk te está buscando. —¡Me cago en la santa mierda! Se había dado cuenta de que Donghae estaba escondido y lo peor fue que estaba semidesnudo.
Eunhyuk se levantó de arriba mio con cuidado mientras que Hae salía de su escondite colocándose la remera y acomodando su pantalón, menos mal que le dio tiempo de subirse el bóxer.
—Esta vez no diré nada, pero podrían al menos aguantar hasta cuando la casa esté vacía. —Nos miró a los dos sonriendo, le habíamos dado un motivo para que nos molestara por el resto de nuestras vidas—. Y si te descuidas iré detrás de ella. —dijo muy serio dirigiéndose hacia Donghae que lo observaba sin reírse.
—Ni sueñes con hacer el intento, ella es mía. —afirmó con total naturalidad a lo cual yo me sonrojé.
—Te espero en la cocina, tómate tu tiempo para recuperarte. —Fue lo último que Hyuk dijo antes de marcharse con Donghae detrás suyo.
En cuanto se fueron terminé por soltar el aire que estaba guardando y me desplomé sobre la cama. ¿Cómo haría para mirarlo a los ojos y no morir de vergüenza? Ahora estaba a su merced, tendría que soportar todas las bromas que quisiera hacerme, había cavado mi propia tumba.
—¿Estas mejor? —Ryeowook preguntó al verme llegar a la cocina.
—Creo que todavía tiene algo de fiebre ¿No se ve muy pálida? —Eunhyuk desde su lugar en la mesa había comenzado a molestarme.
—Puede que esté algo pálida si se ha pasado el día vomitando. —Yesung salió en mi defensa. Mi niño gruñón era todo un amor.
—Estoy bien, no se preocupen. Solo necesito algo de comer para reponer fuerzas. —dije mientras me acomodaba lado de Shinshin y de Donghae.
—Mejor siéntate a mi lado. —Hyuk me observaba con diversión, señalando el lugar vacío a su lado—. Soy más rápido para reaccionar en situaciones inesperadas. —Lo estaba gozando, se le notaba y Nemo no lo pasaba por alto.
—¿A qué te refieres con situaciones inesperadas? —Heechul tampoco dejó pasar la situación y su pregunta me decía que quería entrar en el juego, y es que ni enferma me dan tregua.
—Nada, a solo si se desmaya o tiene que correr al baño, soy más rápido para abrirle paso o sostenerla en caso de que se caiga. —Iba a morir en mis manos y lo siento por sus fans.
—Creo que el que no se encuentra bien es otro. —Leeteuk se acercó con los platos repletos de comida—. ¡Toma esto! Come esto y deja de hablar tonterías. —Metió en su boca un trozo de pan para que dejara de hablar y en verdad se lo agradecía.
Mientras todos comían deliciosamente yo solo obtuve caldo de verduras, aunque yo quería lo mismo que ellos, y por más que chillé y pataleé Teuk me dejó en claro que no probaría nada hasta que me mejorara. Estúpido sentido de lo correcto que no me beneficiaba en nada en este momento.
Como era de esperar no me dejaron levantar ni un solo plato, así que cuando me dirigía a aburrirme en mi cuarto tocaron la puerta y caminé a paso apresurado, no quería que fuera algún reportero que había conseguido mi dirección y que descubriera que los chicos estaban aquí.
—Buenas tardes. —Me saludó el hombre que venía a salvar mi vida.
—Buenas tardes. Pase, pase. Dígame qué necesita. —dije haciéndolo pasar, el hombre al entrar se quedó estupefacto al ver en escena a ocho personas orientales hablando un idioma que no entendía de lo más naturales.
—Nada. Si me lo permite voy a dar la vuelta con la camioneta para no tener que mover tanto el vidrio. —dijo concentrándose en mi.
—¿Va a necesitar ayuda? Puedo decirles que lo ayuden. —Ofrecí a los chicos que se habían quedado observando con recelo nuestra conversación.
—No es necesario, mi asistente esta en la camioneta esperando. —habló confiado agradeciendo mi ayuda.
—Entonces lo espero a la vuelta. —dije sonriendo mientras lo acompañaba a la salida para esperarlo en mi dormitorio.
—¿Quién es ese anciano? —Siwon preguntó enfatizando el "anciano".
—Es el hombre que viene a salvarme. —dije toda dramática en tono divertido.
—¿Qué? —preguntaron todos lo que me causó gracia.
—Nada, es solo el señor que viene a arreglar el ventanal de mi cuarto. Así que no quiero escándalos. Se me comportan. —amenacé y me dirigí a mi habitación para ayudar en lo que necesitara.
—Permiso. —El hombre era muy amable—. Este es mi acompañante. —Señaló al joven que venía con el vidrio en las manos. Su rostro estaba cubierto por una gorra y estaba concentrado en no romper el vidrio por lo que no pude verle bien la cara.
—Hola. —saludé animadamente pero cuando dejó el vidrio en el suelo y levantó el rostro sentí todo mi cuerpo derrumbarse.
—Hola. —Elian me saludó como si nada hubiera pasado y como si esto fuera una simple casualidad, pero algo me decía que no lo era.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro