Pasaron cuatro semanas muy tranquilas aunque estresantes por los trabajos, exámenes y proyectos que los profesores enviaban cada que podían. Mark estaba algo decaído, seguía recordando lo mucho que quería a Nicolas y lo mal que lo trató en cambio, también recordaba ambos asesinatos con horror, pues parece que a pesar de tenerles un asco que no podía ni verlos él no los hubiera matado.

Fran hizo todo lo que estuvo en su mano para verlo sonreír, cosa que le costó mucho más de lo que le hubiera costado antes de todo esto. Pero había algo que le preocupaba y eso era que el 20 de octubre era día de muertos, no sabía exactamente qué pasaba esa noche y Mark no estaba muy por la labor de darle información debido a su decaído estado.

Toc-Toc

Fran: puedes abrir tú?

Mark: sí, quien –se sorprende- Zeus!

Zeus: Mark amigo! –le da un abrazo- te ves muy decaído, y si nos vamos al parque o a pasar la tarde juntos?

Mark: -más animado- sí, porque no? Acabo de terminar mis deberes y pues pensaba en estar toda la tarde con Fran.

Zeus: -serio- no me cae muy bien tu amigo, aparte de que ya te hizo daño.

Mark: pero eso fue por un mal entendido! Ya está arreglado; Fran, me voy con Zeus asique no te olvides de hacer la compra.

Ambos lobos se fueron al parque, un sitio tranquilo que muy pocas fursonas frecuentaban, un lugar en donde la gente se relajaba y disfrutaba de la tranquilidad del lugar. Había más de un parque en la ciudad pero ese era de los pocos que no se llenaba debido a su lejanía del centro.

Zeus: vaya tranquilidad, necesitaba esto para relajarme y pasar un buen rato con mis amigos.

Mark: -se sienta en un banco- jeje, pero solo estamos tú y yo.

Zeus: -se sienta- es cierto, solo estamos tú y yo.

Hubo un incómodo silencio entre los dos, no estaban seguros de que conversación podían empezar.

Mark/Zeus: y como te ha ido el verano? Jeje

Zeus: empieza tú.

Mark: no, tú.

Zeus: bueno, el mío ha sido un tanto normal a los otros, me he ido al campo y he estado con mis amigos de allí. Nos hemos estado casi todos los días en la piscina de un pueblo de alado y por las noches cada que había una fiesta a ese pueblo que nos hemos ido.

Mark: que interesante, yo había comprado unos billetes para irme con Nicolas a las Caleras, era lo más parecido a esas islas que me gustan tanto, pero debido a que me dijo que estaría haciéndose cargo del negocio de sus padres pues no ha podido ir, que viendo ahora todo me parece que solo lo hizo para no separarse del perro. Fran me propuso ir con él y no me pude negar pues ya me había gastado el dinero en actividades, hoteles, restaurantes...

Zeus: oh –molesto- no pensé que te llevaras a alguien que acababas de conocer además de pegarte.

Mark: bueno, ha sido lo más amable posible para intentar que disfrutara a pesar de lo ocurrido y debo decir que he pasado buenos momentos con él –decía feliz-

Zeus: -molesto- ya, cambiando de tema, voy por unos helados, lo quieres de algo en especial?

Mark: sí, lo quiero de fresas.

Zeus: -sonriendo- me imaginaba eso.

El lobo tardo cinco minutos en ir a por dos helados, él tenía uno de chocolate cubierto con mermelada de fresa. El otro era de fresa cubierto con sirope de chocolate y ambos tenían una guinda sobre las bolas de helados.

Mark: mmm, que buena pinta –empieza a comer el helado- mm, está muy rico!

Zeus: jeje, casi siempre sé que te gusta, por eso te he traído ese helado.

Mark: oooo, te preocupas por mi...

Zeus: -sonrojado- sí, bueno últimamente estas un poco decaído y he pensado que esto te puede levantar los ánimos. Por culpa de lo que te hizo ese –enfadado- hijo de la gran puta.

Mark: -sonriente- tranquilo, jeje, ahora puedo buscar a alguien mejor, alguien que le importe, que se preocupe por mí, que me quiera y este a mi lado sin importar qué.

Zeus: -pensando- está hablando de mí? Yo no soy como él piensa pero me preocupo, me importa, le quiero y estaré a su lado sin importar qué.

Mark después de haber terminado su helado apoya la cabeza en el hombro de Zeus, lo que este solo pudo sonrojarse y abrazarlo. El lobo más alto se dio cuenta que tenía una mancha de chocolate sobre su labio y avisó a su amigo de limpiársela, pero ante la incapacidad de encontrar la mancha Zeus le lamió haciendo que Mark se sonrojara.

Mark: -sonrojado- esto... ya?

Zeus: -muy sonrojado- sí.

La incomodidad que sentían ambos les hizo probar otra manera. En esta ocasión, Mark se sentó sobre Zeus quedando cara a cara y a continuación se apoyó sobre su pecho. El lobo grande no pudo evitar ponerse rojo y hasta empezar a erectarse, pero rápidamente empezó a pensar en otras cosas evitando poner incomodo a Mark. Sin darse cuenta, el lobito ya estaba dormido, muy tiernamente por cierto, lo que hizo que el corazón de Zeus se acelerara.

Estuvieron en esa posición por cerca de una hora, a Zeus no le importaba estar así sin poder moverse para no despertarle y ante las miradas de los que paseaban por la zona. Sin poder evitarlo, le dio unos cuantos besos en la frente, Mark abrazó por un momento al lobo y acto seguido metió sus manos por debajo de la camiseta de Zeus llegando a recorrer su espalda de vez en cuando.

El sonido de una multitud armando un gran escándalo hizo que el pequeño lobo se despertara de su sueño para encontrarse que seguía con sus manos por debajo de la camiseta y abrazándole. Ambos sonrieron al mirarse a los ojos, se levantaron del banco y se marcharon cada uno a su casa, mientras regresaban Mark recordaba ese bonito momento en el que se quedó dormido en el pecho de Zeus, pero por alguna extraña razón llegó a pensar que a quien estaba abrazando era Fran.

Mark: -alegre- Fran ya estoy –se queda parado- en casa...