Miro a los ojos de mi novio, esos ojos azules en los que me pierdo y que me dan tanta paz y sus ojos también quedan fijamente enganchados a los míos, es una comunicación no verbal en la que nos decimos que no podríamos vivir el uno sin el otro, que no existe una vida para ninguno si el otro no esta, un lenguaje de miradas en el que se dice mas que con todas las palabras que conozco. Y después de decirnos todo con los ojos Peeta se acerca a mi y sus labios tocan los míos, los cuales reaccionan inmediatamente a su toque y nos fundimos en un beso, un beso que primero es tierno y se vuelve cada vez mas intenso, ahora no existe nada más para nosotros solo somos él y yo en un lugar fuera de este mundo, el beso es cada vez mas intenso, siento que una de mis manos se desliza hasta su nuca y hundo mis dedos en su cabello, no quiero que deje de besarme, no quiero soltarlo y el sostiene mi rostro con una de sus manos y acaricia mi mejilla con su pulgar, siento que me empieza a faltar el aire pero no quiero dejar de besarlo, finalizamos por falta de aire.
El se recuesta junto a mi en mi cama y me abraza.

Peeta y yo continuamos inusualmente callados, no hay mucho que decir en realidad, pero en verdad estoy agradecida de que Peeta este a mi lado. Empiezo a sentirme cansada, supongo que todas las emociones y situaciones que he pasado hoy me han dejado agotada, mi chico se da cuenta y me recuesta en la cama, deposita un dulce y tierno beso en mi frente y otro en el dorso de mi mano y me dice.
–Descansa, no me alejare de ti.
–¿Te quedaras conmigo?
–Siempre. –Después de escuchar esa palabra me quede profundamente dormida; hasta la mañana siguiente que una conocida e irritante voz me despertó
–¡Katniss, Katniss! ¡Despierta! ¡Hay buenas nuevas!
–Fulvia ¿qué ocurre? –Pregunto yo sobresaltada, malhumorada e irritable. Peeta también se despertó sobresaltado con los incontrolables gritos de la alucinante mujer.
–Pues qué va a ser, Effie y Haymitch están juntos, ¿lo sabias? –La mujer del Capitolio me mira emocionada y llena de alegría, yo doy un leve masaje en mi cabeza
–¿Y Johanna y Gale? –Pregunta mi chico rubio. –¿Saben algo de ellos?
–Se entregaron, dijeron que podían llevárselos al pabellón psiquiátrico y están fuertemente custodiados. Eso es lo que me mandaron a decirles, pero me distraje un poco. –Peeta y yo nos miramos y yo ruedo los ojos, el presiona mi mano.
–¿Y Haymitch? ¿Porqué no vino el a decirnos esto? –Pregunto yo.
–Haymitch me envió, el esta con Effie, además Plutarch esta con tu medico, parece que hoy te dará el alta y podrás presentarte en la junta de esta tarde, parece que será la última practica para ustedes los vigilantes, los Juegos ya están a la vuelta de la esquina, mañana la presidenta hará el anuncio públicamente y de ahí comienza nuestra cuenta regresiva, Effie y yo hicimos un gran trabajo consiguiendo a los estilistas y equipos de preparación, será fabuloso.
–Ok, ok de acuerdo eso es mucha información, tranquila. –paro la cháchara de Fulvia, la miro que vacila un poco, pero en eso se abre la puerta y entran mi ex mentor y mi ex escolta juntos ¿tomados de las manos?
–¡Oh, vaya eso es tan bizarro! –Exclamo y el chico rubio a mi lado afirma.
–Bueno, disculpen yo me retiro a buscar a Plutarch. –Dice Fulvia retirándose hacia la puerta, Haymitch levanta una mano (la que no sujeta a Effie) y le dice.
–Gracias Fulvia, dile a Plutarch que lo veo mas tarde.
–Claro, no hay problema. –Y la mujer de los tatuajes en las mejillas se va. Haymitch voltea y nos ve y dice:
–Bueno ahora estamos juntos. –Y levanta su mano unida a la de Effie. Una escena que jamás me imagine ver. Y continúa con la explicación.
–Le dije a Effie lo que siento por ella y sorprendentemente ella siente lo mismo por mi, así que ahora estamos juntos.

Effie quien no lleva peluca sino lleva su cabello natural que es de un castaño claro suelto acaricia la mejilla de mi mentor con su otra mano lo que provoca un extraño rubor en su cara, Peeta es quien habla primero.
–Es una gran noticia, estoy feliz por ustedes, se merecen ser felices, nos han ayudado tanto a nosotros para estar juntos y felices y ahora ustedes también lo están.

Yo inexplicablemente no puedo hablar y noto que lagrimas empiezan a correr por mis mejillas, lagrimas de felicidad pero también de tristeza, porque esto me hace recordar a Prim, ella un día antes de mi Gira de la Victoria me dijo que creía que Haymitch y Effie se amaban  en secreto y que algún día terminarían juntos y mi hermanita tenía razón.

–Katniss, amor ¿por qué lloras? –Me pregunta Peeta preocupado mientras trata de limpiar mis lágrimas con sus pulgares.
–Lloro de felicidad. –Fue lo único que pude decir y Peeta me abrazo, las lagrimas dejaron de fluir de mis ojos poco a poco mientras me sentía segura en los brazos de mi chico del pan.

Estábamos muy callados cuando la puerta se abrió y entraron el Dr. Robinson, la enfermera Cassey y mi jefe Plutarch.
–Señorita Everdeen tengo buenas noticias para usted. Esta dada de alta, puede regresar a su rutina normal, solo procure no hacer mucho esfuerzo y evite los golpes en la cabeza, principalmente en el área de su contusión.
–Gracias doctor, seguiremos sus indicaciones. –Responde mi chico al doctor; la enfermera Cassey se acerca a mí.
–Voy a quitarte tu IV, no te muevas y no te dolerá ¿de acuerdo?

Yo miro hacia otro lado y Peeta sujeta mi otra mano mientras la enfermera retira mi intravenosa, nadie dice nada, todos guardan silencio y cuando la rubia capitolina termina de quitar la IV me coloca una bolita de algodón sujeta con tela micropor y el doctor Robinson añade.
-Bien, ya todos pueden respirar. –E inexplicablemente todos reímos por el comentario, el doctor y la enfermera se despiden y se van. El siguiente en hablar es Plutarch.
–Estupendo, ahora que ya esta libre del hospital tienes un trabajo que terminar.
–Plutarch, creo que debemos llevar esto con calma. –Agrega Haymitch de manera tranquila pero firme, Plutarch se exalta pero trata de tranquilizarse y desabotona el botón de hasta arriba de su camisa y responde.
–Me gustaría que pudiéramos, de verdad me gustaría, pero no tenemos tiempo, la Presidenta mañana hará el anuncio y de ahí ya no hay marcha atrás ni retrasos, todo debe llevarse acabo en los plazos en los que estableció la señora presidenta.
–Esta bien, no hay problema, me siento mucho mejor y creo que podre trabajar sin ningún problema, al fin tendré las tardes para descansar. –Contesto yo, para que Haymitch no se preocupe de más. Plutarch empieza a sudar, se nota que esta muy nervioso y presionado ciertamente.
–Bueno Katniss en realidad a partir del anuncio de mañana no nos quedara mucho tiempo para descansar, mañana dará el anuncio la Presidenta y tendremos tres días para preparar la ceremonia de la Cosecha y al día siguiente el Desfile de los Tributos y la siguiente semana las sesiones de entrenamiento, en realidad no habrá muchos tiempos libres.

La realidad me golpea, no tendré tiempo libre, eso significa que no podre ver a Peeta hasta que acabe con los juegos, lo que podría durar meses, instantáneamente volteo a ver a Peeta, sus ojos se encuentran con los míos, entiende al igual que yo lo que significa lo que acaba de decir el Vigilante en Jefe. Haymitch nos mira, principalmente a Peeta, creo que algo se le esta ocurriendo y Haymitch lo interrumpe antes de que hable.
–Chico ¿estas seguro? ¿Podrás manejarlo?
–Si Haymitch, puedo y estoy seguro.
–¿De qué están hablando? –Pregunto yo mirándolos a ambos, es increíble el modo en que se comunican, mi mentor nos conoce tan bien que puede saber lo que pensamos con tan solo mirarnos, yo no tengo ni idea de qué esta planeando mi chico rubio. Mi novio voltea a ver a Plutarch quien se esta secando la frente con un pañuelo
–Plutarch, ¿aun podría integrarme al equipo de Vigilantes?

Todos nos quedamos mudos y sorprendidos menos Haymitch que esta mirando a Peeta detenidamente.

-Po... por... por supuesto que puedes integrarte Peeta, nos hace falta gente de hecho, ahora que Johanna y Gale están en tratamiento psiquiátrico, puedes integrarte hoy en la reunión de esta tarde, ahí te daré tu agenda de trabajo y te podremos al tanto de los avances que llevamos.
–Perfecto, mas tarde nos vemos en la junta. –Contesta el chico de ojos azules, Plutarch se despide.
–Nos vemos mas tarde, a las siete puntuales todos.

Y se va, Effie por fin suelta a Haymitch y toma mi mano entre las suyas y empieza a planificar el resto del día.
–Bien, iré por algo de ropa para ti, después podemos salir los cuatro a comer por ahí a festejar que ya salieron del hospital y que por fin estamos juntos y felices, después podemos pasear un rato y llegar con tiempo a la junta.
–Me parece fabuloso ese plan cariño, ve por ropa para Katniss y Peeta deberías ir a ducharte y cambiarte para salir, yo cuidare a la preciosa.

Complementa Haymitch, Effie acaricia mi mejilla y empieza a caminar hacia la salida, Peeta me da un tierno y rápido beso y se va detrás de Effie. Haymitch se sienta en la silla junto a mi cama y le pregunto.
–¿Crees que sea buena idea que Peeta trabaje con nosotros en los Juegos?
–La verdad preciosa no lo sé, supongo que lo comprobaremos mas tarde.
–¿Pero y si le entra otra crisis por el estrés y los horrores que provoquemos e intenta matarme de nuevo?
–Debemos tenerle confianza en que sabrá manejarlo y si llegara a pasar algo así de nuevo no dejare que se hagan daño, estaré muy pendiente de ustedes.
–Gracias Hay. –Mi mentor se ríe por como le dije y cambia de tema.
–Johanna y Gale se entregaron, los internaron en el hospital y trataran su demencia, el doctor encargado de Gale me comento que en los estudios que le realizo hay una notable alteración en una parte de su cerebro, parece que sus recuerdos han sido modificados, por lo que creemos que alguien ha estado manipulando con algún tipo de lavado de cerebro. No le he dicho de esto a nadie mas que a ti, el doctor y yo decidimos que hay que revertir el lavado de cerebro pero para eso necesitaremos de tu ayuda, la de tu madre y la de Hazel, mas tarde las llamare y les comentare esto, pero nadie mas debe saberlo porque quien le este haciendo esto no debe saber que lo sabemos hasta que Gale recupere sus recuerdos.
–De acuerdo, esta bien ¿Y Johanna?
–Johanna tiene una demencia temporal, le darán medicamentos y terapia y en algunas semanas estará bien y emocionalmente estable, con el corazón roto pero bien.
–Bien es un alivio. –Se abre la puerta y entra Effie con una pequeña maleta.
–Bien, te traje algo de ropa, zapatos, un poco de maquillaje, por si acaso y perfumes.
–¿Todo en esa maletita? –Pregunto yo riéndome por lo organizada y precavida que es Effie
–¿No has escuchado el viejo dicho de "Todo cabe en un jarrito, sabiéndolo acomodar?

Y ambas reímos, me empiezo a levantar Haymitch me ayuda a levantarme, me ayudan a llegar al baño, siento mis piernas algo inestables pero se que es normal después de tantos días en cama, Effie deja la maletita en un banco y me dejan sola, preparo el ciclo de baño con  perfume de lavanda, me quito la ropa del hospital y la arrojo por los ductos de la ropa sucia y me meto debajo del agua tibia, me doy un baño rápido pero relajante, me seco en la alfombra y desenredo mi cabello con el botón, me envuelvo en una toalla y saco la ropa que me trajo Effie, saco un vestido de encaje rosa pastel sin manga hasta la rodilla, me pongo la lencería rosa que me trajo y me pongo el vestido, me miro en el espejo de cuerpo completo, veo que todavía se notan los parches de injerto de piel en mis brazos, alejo mi vista del espejo y busco en la maleta algo mas, saco un saco de seda blanco, me lo pongo y me vuelvo a ver en el espejo, mucho mejor, así ya no veo mi mutilada piel, busco los zapatos, saco unas zapatillas de tacón de aguja rosa, eso jamás, sigo buscando y encuentro unas balerinas blancas, mucho mejor, me las pongo doy otro vistazo a mi reflejo en el espejo, definitivamente no me veo como la vieja Katniss pero decidí ser una nueva Katniss, veo que mas hay en la maleta, encuentro un brillo labial transparente pero con olor y sabor a coco, me coloco un poco en los labios, doy un último vistazo al reflejo y salgo del baño.
Peeta ya ha regresado, se acerca a mí, me da un beso casto y dulce en la boca y me dice al oído.
–Te ves hermosa. –Lo que hace que me sonroje, me toma de la mano, Effie se acerca me quita la maleta y la deja sobre la cama diciendo.
–Ahorita no necesitamos esta, la dejaremos aquí ya después alguien la llevara a tu casa, vamos ya se a donde podemos ir a desayunar.

Todos salimos de mi habitación siguiendo a Effie.

Karly 💙