Acabó de matar a Snow, por fin Prim ha sido vengada y también Finnick, mi amigo, porque al final creo que era mi amigo, la gente a mi alrededor está feliz, los escoltas nos llevan de regreso a la mansión, me arde un poco la piel, me refiero a mi nueva piel, los vencedores que quedan van delante de mí, veo que Johanna está hablando con Haymitch, el mueve la cabeza pero no parece prestarle mucha atención a Johanna. Peeta es llevado al hospital y el resto somos enviados a nuestras habitaciones.
Llego a mi habitación, aún estoy un poco confundida por lo que me dijo Snow pero no tiene ningún sentido lo que dice, él era el sanguinario, el que le gustaba matar a inocentes, no Coin, la mujer para la que los niños son muy valiosos, pero ¿cómo consiguieron las bombas? Estoy pensando en eso cuando alguien toca mi puerta y entra, es Johanna.
-Hola descerebrado. –Me dice entrando y poniéndose cómoda sobre mi cama.
-Hola Johanna ¿todo en orden?
-Sí ¿por qué no habría de estarlo? Mataste al bastardo de Snow y Panem vive en paz, ahora sólo hay que organizar los Juegos.
-Cierto, ¿has hablado con alguien sobre eso? –le pregunto mientras ella da algunos botes sobre mi cama. –¿Sabes sí nos dejaran trabajar con Plutarch?
-Parece ser que sí, parece que Plutarch quiere personalmente que le ayudemos, pero al parecer no todos están de acuerdo, yo en lo personal quiero asegurarme que sufran así que yo lo haré.
-Creo que yo también ¿oye te siguen dando terapia?
-Sí ¿por qué? ¿A ti no?
-Nadie me ha dicho nada. –Justo en ese momento alguien llama a la puerta. Johanna se ofrece a abrir.
-Yo voy.
Nunca había sido así de amable, pero supongo que es porque ahora ya nadie puede dañarla y por eso no vive a la defensiva, se dirige a la puerta y abre, entra una mujer vestida de blanco y me entrega una nota, es de mi madre.
La enfermera me informa de mis horarios de terapia y se va.
Johanna dice que tiene que irse, que irá a visitar a Peeta al hospital.
-¿Por qué Peeta sigue en el hospital? –le pregunto yo.
-Pues todavía le entran algunas crisis de su versión malvada y quieren que sea completamente funcional para no matarte.
-Oh. –Es lo único que soy capaz de decir.
Johanna se va y me quedo sola, me quitó el traje de Sinsajo que no me he quitado y me pongo algo más cómodo que encontré en el enorme armario, unos pantalones sueltos color café y una blusa verde, siento que parezco un árbol, ando descalza por el cuarto, cuando vuelven a llamar a la puerta, voy hacia ella y la abro, es Gale.
-Hola Katniss ¿Puedo entrar? –yo me retiro de la puerta y lo invito a pasar.
-Claro entra Gale. –Gale entra en mi habitación y se sienta en la silla que está junto a la ventana, yo me siento en la cama y espero a que hable.
-Hola Catnip, quería hablar contigo antes de irme.
-¿A dónde vas?
-Voy al Distrito 2, Coin me ofreció un trabajo allá y me llevaré a mis hermanos y a mi madre, allá les podré dar la vida que se merecen.
-Vaya eso es bueno, creo ¿Y de eso querías platicar?
-No, quería aclarar lo que pasó con Prim y contigo y con todos esos niños, quería decirte que estuve investigando y que por fin supe que pasó. –Me mira en espera de alguna reacción de mi parte pero sólo permanezco quieta y sin expresión alguna en el rostro, aún me cuesta mucho hablar de Prim y ahora Gale viene a decirme porque murió, así que sólo lo miro y continúa. -Lo que he investigado y me han dicho es que tenían ese aerodeslizador como último recurso contra el Capitolio y que lo tenían cerca para en caso de una emergencia y estaba cargado con las bombas que Beetee y yo inventamos pero un completo idiota se quedó cuidando de la nave y unos allegados de Snow que buscaban desesperadamente un medio por el cual escapar encontraron la nave, mataron a los tripulantes y se hicieron con la nave, al ver cuál era su cargamento se cegaron por el coraje hacia Snow y por eso lanzaron las bombas a los niños en la plaza. –él me mira en espera de una reacción, pero yo no ofrezco nada, me quedo sin expresión alguna en mi rostro, Gale hace un mueca y se pone de pie. –Eso es lo que quería decirte y también que me siento muy mal por causar la muerte de Prim.
-Creo que puedo vivir con eso y me aseguraré que estos juegos sean inolvidables. –le contesto seria, el empieza a caminar hacia la puerta, solo un breve momento se detiene.
-Cuídate Catnip, vendré a visitarte y te llamaré, todavía tengo la esperanza de estar contigo pero sé que necesitas tiempo y te daré todo el que necesites.
-Gracias Gale. –Gale vuelve sobre sus pasos y besa mi frente.
Yo me quedo asimilando lo que Gale acaba de decirme.
Han pasado varios días desde la visita de Gale, Johanna viene a verme casi diario, le aburre estar en su habitación, mi otra visita constante es el Dr. Aurelius, es al único al que le he platicado sobre lo que Gale me dijo y me pregunto sí yo culpaba a Gale por la muerte de Prim pero no pude responderle, todavía no tengo claro lo que siento al respecto, el doctor al final de nuestra última sesión me sugiere que salga, que vague por la mansión. No es una mala idea pero no quiero hacerlo sola, por andar de curiosa la última vez encontré a Snow y sólo trato de confundirme, por eso ya no quiero salir, me siento segura aquí, es por eso que el doctor me dice que salga, no puedo quedarme eternamente encerrada, así que cuando venga Johanna a verme le diré que vayamos juntas.
Estoy en mi habitación viendo por la ventana la vista del Capitolio y como lo están reconstruyendo y como los Capitalinos están cambiando sus hábitos, ahora tienen que trabajar más duro y ya no pueden darse sus lujos como antes, además de que ya no pueden desperdiciar. Estoy mirando atentamente por la ventana cuando tocan a mi puerta, es muy raro, Johanna ya no toca, sólo entra y hoy no tengo terapia con el Dr. Aurelius, así que no sé quién sea, me levanto de la silla y voy a la puerta, la abro y es Haymitch.
-Hola Katniss
-¡Haymitch! –Yo sorpresiva ente para ambos lo abrazo efusivamente, el me devuelve el abrazo, no tan cariñosamente pero sí cálido.
-Tranquila preciosa.
-Que bueno verte, te ves diferente.
-Sí bueno he estado bebiendo menos y tengo un trabajo.
-¿Un trabajo?
-Sí soy la mano derecha de Plutarch para organizar los 76 Juegos del Hambre y también por eso vengo, queremos que tú, Johanna, Enobaria y Beetee nos ayuden también, sería un trabajo y se les pagará, Johanna y Enobaria ya han aceptado y Beetee lo está pensando, pero parece ser que sólo nos ayudara con la transmisión, así que qué dices ¿quieres trabajar con nosotros?
-¿Qué hay de Peeta? –El me mira confundido, como si me hubiese salido un nuevo ojo justo en la frente. Y niega con su cabeza.
-El todavía es inestable y no está de acuerdo con los Juegos.
-¿Puedo hablar con él primero? –Esa pregunta lo ha tomado por sorpresa y piensa mucho la respuesta.
-Será mejor que le preguntamos a los doctores, iré a preguntarles y vuelvo para decirte que dijeron.
-Ok, yo te espero.
Haymitch sale de mi habitación no sin darme varias miradas raras, como si buscara algo que me delante que soy otra persona y no la Katniss que conoce, yo mientras aprovecho y veo lo bien que está, le hace bien trabajar, gracias a él seguimos vivos, y no tendré jamás como pagártelo.
Mi mentor se va de mi habitación y yo me decido a darme una ducha y esperar a que Haymitch regrese, busco algo de ropa limpia y me decido por unos pantalones ajustados negros y una blusa de seda rosa pálido que cubre mi nueva piel, tomo ropa interior y me meto al baño, programó el ciclo con agua tibia y perfume y shampoo de lavanda para relajarme, me doy un baño corto, porque Haymitch puede volver en cualquier momento, salgo de la ducha y la alfombra seca mi piel y presiono el botón para alaciar mi cabello, me pongo mi ropa y salgo a la habitación, estoy trenzando mi cabello cuando entra Johanna.
-¿Que hay descerebrado? –y toma un cepillo para el cabello de mi tocador y se sienta en mi cama y empieza a sñcepillar su poco y corto cabello.
-Nada, vino Haymitch para unirme a trabajar en los juegos. –ella deja de juguetear con el cepillo de plata y mira mi reflejo en el espejo donde nuestras miradas se encuentran.
-Obvio dijiste que sí. –yo me giro en mi asiento para mirarla a la cara, doy un pequeño suspiro antes de contestarle.
-Le dije que primero necesito hablar con Peeta
-¿Hablar con Peeta? ¿Por qué? –su cara es de sorpresa total.
-Porque necesito saber que piensa el de que lo haga, no quiero empeorar las cosas con él. –le digo y me pongo de pie y empiezo a dar vueltas por el cuarto.
-No creo que eso lo empeore, de hecho cada día está mejor, ayer me pregunto por ti. –ella arroja el cepillo a cualquier lugar de la habitación y se recuesta sobre mí cama de panza con las piernas agitandose en el aire despreocupada.
-¿Y qué le dijiste? –me detengo para mirala atenta.
-Que estabas bien y qué no sales de tú habitación por lo que estás segura, pero creo que no le gusto eso porque se puso serio y ya no quiso hablar.
-No debiste decirle eso. –le digo reanudando mi caminata en círculos.
-Pará con eso. –me reprende y yo le doy una mirada de que no sé de qué habla. –de dar vueltas, harás un agujero en la alfombra y además ya sabes que yo no me guardo nada y digo la verdad.
-Dijo Haymitch que iría a preguntar, pero ya se tardó. –le digo ansiosa mirando hacia la puerta.
-¿Y sí vamos al hospital y lo buscamos? –me dice poniéndose en pie y estirando sus brazos.
-¿Podemos hacerlo?
-Claro, el hospital es un lugar público, ¿de verdad quieres salir? –me mira despreocupada mientras espera que me retracte.
-Sí, de hecho te iba a decir que sí salíamos a curiosear. –su cara es de una genuina sorpresa y después me da una de esas sonrisas que me dan escalofríos.
-Bueno pues ponte unos zapatos y vamos.
Me dirijo al enorme armario y escojo unos zapatos negros de charol de piso, me los pongo y Johanna me saca corriendo de la habitación, como si esperará que cambiara de opinión, me llevaba corriendo por los pasillos y subíamos y bajábamos escalones, hasta que nos detuvimos en la entrada del hospital, y comencé a recuperar el aliento, por la corrida que me hizo dar Johanna, cuando estamos por entrar sale Haymitch.
-¿Qué hacen aquí? –nos pregunta mirando a ambas alternadamente.
-Traje a Katniss para buscarte. –me avienta Johanna hacia Haymitch.
-Oh, bueno yo iba a verla para decirle que sí puede visitar a Peeta. ¿Quieres verlo ahorita? –me mira curioso, en espera de que me retracte, yo siento un nudo en la panza, podré ver a Peeta y hablar con él. Estoy nerviosa, pero para que esperar así que le digo.
-Sí, vamos de una vez.
¡Eh vuelto!
Bueno como lo dije en mi tablero, encontré esta historia en mis archivos y me quedé tan enganchada que creí que algo estaba haciendo bien y me propuse terminarla, para los que me conocían de mi otra cuenta sabrán que esta fue la primer historia que publiqué aquí en esta plataforma, para los que apenas me conocen, soy gran, gran fan de la maravillosa trilogía (próximamente saga) de Los Juegos del Hambre. Y por eso hice este fic. Espero que les guste, les guste las modificaciones que estoy haciendo a algunos capítulos y espero contar con sus votos y comentarios.
Karly 💙
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