Ahora mismo Izuku estaba recortando algunos cupones mientras escuchaba la televisión, sino se cortaba los dedos, la razón por la que hace eso es que están teniendo un problema en ese lugar.

Bakugo: ¿Me estás diciendo que tenemos un problema de dinero?

Izuku: Sí, y no me sorprende, has estado saliendo a fiestas y compras cosas que no necesitamos.

Bakugo: Claro que no.

Izuku: En el armario hay ocho llantas de tractor.

Bakugo: Era una promoción, compraba siete y me regalaban la octava.

Izuku: Ay, dan ganas de darte en la...

Bakugo: Tranquilo, solo hay que buscar empleo.

Izuku: ¿Como el último que tuviste?

Bakugo: Cierto, ser presentador de las noticias de las mañanas.

Izuku: Como si fuera a olvidarlo.

Bakugo: Buenos días, Japón, estás son las últimas noticias. Estoy despedido.

Izuku: Eres un idiota, ¿cómo se te ocurre coquetear con la hija del jefe de la cadena?

Bakugo: Tranquilo, se me ocurrirá algo.

Izuku: Si, claro.

Bakugo: Ya sé, ¿qué tal de albañiles?

Izuku: Hermano, te puedo ganar de forma muy fácil en unas vencidas, no aplicas en eso.

Bakugo: ¿Eso crees? Hagamoslo.

Siete minutos después.

Bakugo: Otra vez, estaba calentando.

Izuku: Esta es la séptima vez que te gano.

Bakugo: Ocho de diez.

Izuku: ¡Sólo perdemos el tiempo!

Bakugo: ¿Entonces?

Izuku: No lo sé, tenemos que buscar algo que hagamos toda la semana, así tendremos el tiempo de estudiar y trabajar.

Bakugo: Conserje de la U.A.

Izuku: Hijo de...lo peor es que es buena idea.

Bakugo: Así que eso será.

Izuku: Mejor buscaré en el periódico, tu de mientras has lo que estás haciendo.

Bakugo: Estoy sacando mi teléfono de la caja fuerte que tengo.

Izuku: ¿No tienes la combinación?

Bakugo: Se me olvidó, pero no te preocupes, ya lo tengo todo planeado.

Izuku: Solo asegurate de no destruir el lugar.

Bakugo: Tranquilo, compré poca dinamita.

Izuku: Está bi...¿qué dijiste?

Después de una hora todos los inquilinos estaban afuera del edificio viendo como los bomberos estaban apagando el fuego que salía del apartamento de Bakugo, tanto él como Izuku estaban cubiertos de polvo.

Bakugo: Mira el lado bueno, ya tengo mi teléfono.

Lo tenía en su mano para después ver cómo se desintegraba por la explosión.

Bakugo: Ahora no.

Izuku: Te odio con toda mi alma, si llego a tener un hijo voy a usarte como ejemplo.

Bakugo: ¿En serio?

Izuku: Sí, pero de lo que va a suceder si no estudian *Tosiendo humo*

Bakugo: Al menos nadie salió herido.

Izuku: Me voy de aquí, suerte con ella *Alejándose*

Bakugo: ¿Ella?

Al voltear se fija en como su madre estaba ahí con un rostro bastante enojado.

Bakugo: Estoy muerto.

Izuku de mientras estaba llegando a la parada de autobús, sacude su pelo para quitarse todo el polvo que tenía.

Izuku: No puedo quejarme, es mi único amigo.

Durante todo su viaje el chico veía la ciudad en un día caluroso, no sabía si lo sucedido fue algo bueno para él o no, pero no quería pensar en eso. Ahora solo iba a un destino que le traía muchos recuerdos, un lugar al que no ha visitado en mucho tiempo.

La cabaña que hizo con su abuelo.

Ya habiendo llegado ahí se fija en como nada ha cambiado en ese lugar, nadie ha querido visitar la cabaña en bastante tiempo, incluso su padre y tio no han ido a visitarla.

Izuku: Que recuerdos.

Se dirige al sofá para sentarse en este y al hacerlo deja salir bastante polvo.

Izuku: Maldita sea, tengo que limpiar este lugar.

De esa forma se pasó toda la tarde, todo el lugar estaba lleno de polvo y él es el responsable de la cabaña, no la ha visitado ya que eso le recuerda los momentos que tuvo con su abuelo que lo llevan a tener una pequeña crisis en su mente.

Izuku: Si no acepto el puesto de CEO...¿significa ir en contra de mi abuelo?

En eso encuentra una caja y ve que adentro habían varios habanos de su abuelo.

Izuku: ¿Por qué los ricos solo fuman esto? ¿Es diferente de un cigarro?

Yagi: No, es muy dañino para ti.

Izuku: ¿Y por qué los fumas entonces?

Yagi: Algunas personas fuman porque los tranquiliza, otros porque saben que con eso van a morir más rápido.

Izuku: ¿Y cuál de los dos eres tú?

Yagi: Prefiero no decirlo.

De su bolsillo saca su caja de cigarros y la tira en el bosque para luego guardar los habanos de su abuelo.

Izuku: Supongo que ya es hora de cambiar.

Al final vuelve al apartamento con una bolsa blanca y ve como Bakugo estaba sentado en la calle con un moretón en el ojo.

Izuku: Tu mamá te dio una paliza, ¿verdad?

Bakugo: Algo así.

Izuku: Ja, que idiota eres.

Bakugo: ¿Tu a donde fuiste?

Izuku: Fui a hacer algunas cosas.

Bakugo: ¿Y esa bolsa?

Izuku: Fui al banco a vaciar mis tarjetas de crédito.

Bakugo: ¿Y el banco no va a sospechar?

Izuku: Lo harán, por eso lo hice a tres ciudades de aquí, ¿por qué crees que tardé mucho en volver?

Bakugo: Ya veo.

Izuku: Esto nos dejará vivir tranquilos por mes y medio, vamos a tener que buscar trabajo.

Bakugo: Y ya lo pensé muy bien.

De esa forma pasamos al día siguiente, Fuyumi estaba en BLACOWS viendo quien era el cajero.

Fuyumi: Esto es sorprendente.

Izuku: ¿Ya vas a pagar o no?

Fuyumi: Sí, perdón, es solo que...esto es muy raro de ver.

Izuku: Al menos yo estoy aquí, no como Kah-chan.

Afuera del local se encontraba Bakugo usando una botarga y girando un cartel para que la gente entre.

Fuyumi: ¿En serio les falta mucho dinero?

Izuku: Sí, ser universitario no es para nada fácil.

Fuyumi: Tienes razón, pero al menos hubieras encontrado un empleo mejor que esto.

Izuku: Pagan bien aquí.

Fuyumi: Pues buena suerte, Kouhai.

Izuku: ¡Que no te voy a llamar Senpai!

Al salir Fuyumi se topa con Bakugo al que se le había caído el cártel.

Fuyumi: Los dos si que son raros.

Izuku al ver que nadie lo veía solo cubre su rostro de vergüenza.

Izuku: De todas las personas que podían estar aquí tenía que ser ella, ahora no dejará de molestarme con eso.

Al volver al trabajo se da cuenta de algo que no tiene sentido para él.

Izuku: (¿Por qué reaccioné así? Esto tiene que ser una broma)

De mientras con Bakugo.

Bakugo: Que calor, necesito algo de beber.

En eso unos niños se acercan para tirarlo y luego patearlo.

Bakugo: ¡Maldita sea!

Fin de la Parte Tres.