[CATORCE]
Fuyumi se encontraba descansando en su habitación, había decidido no asistir la escuela ese día, seguía en su cabeza esas palabras de su madre. Incluso cuando ya se había independizado aún sentía que seguía en esa jaula que era su familia, aunque quisiera alejarse de ellos para que no volvieran a opinar por ella pero no es capaz de hacerlo.
No importaba si escapaba o no, siempre será seguida por el apellido de su familia.
En eso alguien tocó su puerta y mientras usaba su pijama se acercó para ver de quién se trataba, al abrir se dió cuenta de que era Izuku que llevaba una bolsa de comida.
Izuku: ¿Esa es tu pijama? Que linda.
Al ver su pijama pudo darse cuenta de la situación en la que estaba, y con un enorme sonrojo en su rostro le cerró la puerta para así irse a cambiar.
Fuyumi: ¡En un momento te atiendo!
Desde el otro lado Izuku se estaba sobando la nariz por el golpe que recibió.
Izuku: Al menos me hubieras dejado pasar.
Después de un rato Fuyumi le volvió a abrir la puerta ya usando ropa más decente.
Fuyumi: Ahora sí, ya puedes pasar.
Izuku: ¿Vas a actuar como si nada de eso pasó? Está bien, es tu decisión.
Lo llevó hasta el sofá para que así los dos estuvieran sentados, provocando un momento algo incómodo, con Fuyumi vendría siendo que es la primera vez que deja pasar a un chico a su apartamento, mientras que con Izuku era la primera vez que estaba en la casa de alguien más.
Fuyumi: ¿Qué te trae por aquí?
Izuku: Se me hizo raro que no llegaras a la escuela hoy, así que decidí venir a ver si estabas bien.
Fuyumi: Sí, estoy bien, solo estuve algo decaída por algo y decidí no ir a la escuela.
Izuku: Ya veo, traje algo de helado.
Fuyumi: ¿En serio?
Izuku: Si, solo que algo derretido.
Fuyumi: No importa, aunque no lo creas así sabe mejor.
Izuku: Está bien, eres rara, ¿lo sabías?
Fuyumi: Mira quién lo dice.
Al final se quedaron sentados mientras veían la televisión, Izuku no entendía nada de lo que veía mientras escuchaba a Fuyumi explicarle toda la trama.
Fuyumi: Se supone que el chico había tenido su primera vez con una chica de su misma edad, pero sin saberlo esa chica se volvería su futura hermanastra junto a otra más que es de quien está enamorado.
Izuku: Y además es su profesora.
Fuyumi: Así es, al final se vuelve un triángulo amoroso.
Izuku: Yo digo que se queda con la chica de cabello azul.
Fuyumi: Yo decía lo mismo, hasta que leí el manga en que se basa y me decepcioné mucho, aunque creo que fue más culpa de los lectores.
Izuku: Ya veo.
Aunque a él no le interesaba eso podía ver lo emocionada que estaba ella por hablar algo que le gustaba.
Izuku: ¿Y qué te ocurrió como para no ir hoy a la escuela provocando que destroces tu récord de no tener faltas?
Fuyumi: ¿Como supiste de mi récord?
Izuku: ¿En serio tenías ese récord?
Fuyumi: Bueno...
Izuku: Olvídalo, todos hacemos esas cosas, yo tenía un récord de cuántos tazones de Katsudon podría comer.
Fuyumi: ¿Y cuál es tu récord?
Izuku: Once, aunque es más por el arroz que si llena a uno. Pero no hablemos de eso, ¿me lo dirás o no?
Fuyumi: Bueno, mi madre me llamó ayer para hablarme sobre ese matrimonio arreglado, me intentó convencer de que no arruine el nombre de la familia y todo eso.
Izuku: ¿Y qué opinas de eso?
Fuyumi: Pues...eso en serio me enfurece, son mis padres, pero hasta ellos deben de saber que está es mi vida, son mis decisiones las que debo de tomar y no las de ellos.
Izuku: ¿Por eso no fuiste?
Fuyumi: Sí, en serio me hizo enojar, aunque también me puso triste, solo quisiera que por una vez me escucharan y me dejaran hacer lo que yo quiera. Dime, ¿Tú crees que estoy mal?
Izuku: Claro que no, es tu vida, y solo tu puedes decidir que es lo correcto para esta o no.
Fuyumi: Gracias, al menos tu si me entiendes.
Izuku: Sí, creo que es porque ambos tuvimos una vida similar.
Fuyumi: ¿En serio?
Izuku: Eso creo, yo también sé cómo se siente que te hagan a un lado, que tú familia no te considere para nada, y al final cuando necesitan algo de ti pues...
Fuyumi: Ya veo.
Izuku: Tu hermano fue a la universidad hoy, y si supieras lo que hizo...
Fuyumi: ¿Te molestó?
Izuku: Algo así, pero hizo algo que prefiero no mencionar.
Fuyumi: ¿Por qué?
Izuku: Es tu hermano, él se preocupa por ti a su manera, una muy mala por cierto.
Fuyumi: Tienes razón, gracias.
Izuku: No hay de que, para eso están los amigos.
Cuando dijo eso pudo sentir una sensación agridulce, como si eso hubiera estado mal aunque era lo que quería.
Fuyumi: ¿Quieres ver algo más?
Izuku: Pon lo que tú quieras, yo solo veré.
Durante toda la tarde siguieron así, convivían como amigos, podían compartir sus sentimientos de distintas maneras, podían apoyarse aunque sus situaciones no fueran las mismas. Izuku decidió callarse sobre lo sucedido con Shoto, sabía que eso solo hubiera empeorado todo con ella.
En esos momentos Fuyumi se sentía cómoda con él, nunca creyó que fuera a venir por solo darse cuenta de que no había ido a la universidad ese día, aunque ella esperaba pasar ese día sola para poder aclarar su mente con sus problemas familiares, estaba feliz de que alguien estuviera con ella.
Luego de un rato sin que se dieran cuenta Fuyumi terminó acostando su cabeza sobre el hombro del chico, sintiendo su calidez mientras se terminaba cayendo dormida que ya no pudo evitar que sus ojos se cerraran.
Para cuándo Izuku ya se había dado cuenta de eso no pudo hacer otra cosa más que cargarla hacia su habitación y dejarla reposar en su cama, vio como ese lugar estaba lleno de libros a la vez que de ropa de mujer que prefirió no ver por temas de privacidad.
Izuku: Fue una buena tarde.
Antes de irse decidió cubrirla con una sábana para así dejarla descansando, sabía que en ese momento cualquiera se aprovecharía de eso, y él no quería ser ese tipo de persona por lo que se apresuró a salirse del apartamento sin antes asegurar las ventanas y la puerta.
Una vez estando afuera decidió ver cómo el cielo ahora estaba despejado mientras la noche consumía lo que quedaba del día, se fue con una sonrisa en su rostro sabiendo que ese día fue uno bueno para él.
Y mientras lo hacía él no sabía que aquella chica ahora descansaba en su cama con una sonrisa en su rostro mientras abrazaba una almohada.
Fin de la Parte Catorce.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro