Miro atenta el líquido "rosa" en la taza de té en sus manos.

Las sirvientas le habían dicho que era té de pétalos de jazmín, ese té era muy dulce y con un gusto fuerte.

No le gustaba.

Miro de reojo a la pequeña rubia que la miraba "escondida" en los arbustos con su escolta y su nana.

Hanami no lo entendia pero tanto el emperador como el caballero y la princesa cuando la vieron parecían haber visto a un fantasma, incluso la mujer al lado de la princesa soltó lágrimas al verla.

Ella podía sentir su presencia desde hace rato.

Luego de esperar unas cuantas horas la luna volvió a ocultarse y el sol salió dándole alivio a los habitantes de la ciudad.

Aunque para la rubia fue difícil dormir de noche, ellos no dormían de noche.

-"pero otro problema será mi alimento, no puedo dejar que sepan que soy un vampiro o tal vez se lo diga al mago pero...no puedo confiar en ellos".

Si bien ella conocía la magia que usaban los vampiros y cazadores jamás pensó que existiría un tipo de magia que la enviara a otro mundo, un mundo lleno de magia.

Ahora tenía un vestido lila con zapatos del mismo color, su cabello seguía suelto aunque ahora portaba pendientes y un collar de diamantes.

Se extraño por ese detalle pero decidió ignorarlo, aunque no podía ignorar todos los vestidos y joyas que aparecieron en su, por un tiempo, ahora cuarto. Aunque también no podia evitar notar las miradas curiosas de las sirvientas que la miraban de reojo.

Por lo que pudo escuchar ese palacio solo lo podían usar personas importantes y esas personas o mejor dicho esa persona, no era otra que la emperatriz.

-tch -chasqueo la lengua irritada rompiendo la taza en sus manos.

-s-señorita?!.

Las sirvientas y los tres ocultos se quedaron sorprendidos con lo que pasó pero ella cerró sus ojos serena y soltó los trozos de la taza.

-lamento eso, a veces no puedo controlar mi poder -sonrio inocente ante la sorpresa de las damas.

En segundos volvieron a ponerle otra taza.

-...prefiero el té de menta o de los pétalos del lirio azul.

Las sirvientas se miraron y en segundos algunas se fueron para traer el pedido de su nueva señora.

Hanami comió el pastel de fresa con elegancia y sonrio alegré posando una mano en su mejilla.

-delicioso~ -la rubia brillaba de alegría al seguir comiendo los pasteles.

Arti sonrio levemente al descubrir alguno de los gustos de la nueva persona en el palacio, ella aún tenía curiosidad por su apariencia tan similar a la de Diana y eso le incomodaba un poco, pero tenía curiosidad por saber qué era ella.

Felix aún no podía creer lo que sus ojos veían pero creía que era una nueva oportunidad para su amigo de volver a amar y ser feliz, igual que lily, que estaba realmente feliz con ver a Diana nuevamente. Los dos estaban 100% seguros de que esa joven era la reencarnación de su querida amiga.

-aqui tiene Lady.

Ahora bebió con gusto el té ante ella y luego olió su aroma.

-no hay nada más relajante que esto.

Dejo con suavidad la taza en la mesa y abrio lentamente sus ojos dejando ver unas bellas joyas turmalina.

-no cree que es hora de acercarse princesa? -los tres se quedaron tiesos al ver que la rubia miro en su dirección con una sonrisa -no me mire con tanta desconfianza Lucas.

El mago detuvo sus pasos sorprendido, desde que la rubia estaba en el jardín la estuvo vigilando y oculto con su magia su presencia. Cómo lo noto?.

-ara ara~ parece que hoy tengo muchas visitas, que alegría! -tapo su boca con suavidad sonriendo amable y con un aura brillante tan similar a la de su amigo takuma.

Los demás la habían mirado con una gotita al ver que ignoraba por completo la miraba desconfiada de Lucas.

-...mucho gusto soy Lillian York, soy la dama de honor y nana de la princesa athanasia.

La oji celeste hizo una reverencia ante la rubia y le sonrio feliz, ella la miro curiosa pero decidió ignorar los sentimientos de todos ellos en sus miradas y sonreír.

-mucho gusto, siéntese princesa, mago Lucas -los niños se sentaron y las mujeres le sirvieron algo de té -no les gustaría comer algo?.

El escolta y la nana se sorprendieron pero negaron con una alegre sonrisa.

-ya veo...bien!, pueden hacerme las preguntas que quieran niños.

Los dos sintieron un escalofrío correr por sus columnas al ver esa sonrisa amable pero engañosa. Por qué solo ellos podían notar eso?.

Qué había visto Hanami en ellos dos?, de qué se dio cuenta?.

Athanasia apretó su vestido y la miro con inocencia.

-por qué la hermana hanami pudo romper la taza?, acaso eres un mago como Lucas?.

Hanami la miro atenta y luego sonrio con los ojos cerrados.

-...así que es eso, a corde a tu pregunta pequeña princesa, en mi mundo hay 2 razas que pueden controlar la magia, solo que la primer raza puede controlar la magia ya que nacen con ella, ese poder es parte de sus cuerpos.

-y la otra raza? -los cuatro miraron al mago que estaba comiendo unas galletas con tranquilidad pero mirando atento a la rubia mayor.

-bueno...por lo que sé, la segunda raza puede controlar la magia mediante algunos hechizos que los ayudan en sus misiones, pero los que más controlan la magia son la primer raza, oh cierto!, también hay personas que no tienen ningún tipo de magia e ignoran la existencia de las 2 primeras razas pensando que somos como ellos.

Sonrio divertida haciendo que el azabache la analice con los ojos.

-...entonces eres de la primer raza? -hanami asintió y luego abrió levemente sus ojos dejando ver un brillante color carmesí que hizo estremecer a las mujeres.

-mi raza considera a lo que ustedes llaman magia, como poderes únicos, en la primer raza hay 5 clases, la primer clase es la más poderosa, la segunda vendría a ser como la aristocracia que es liderada por algunos de la primer clase.

Levanto su mirada hacia uno de los árboles y éste explotó asustando a los demás.

-c-cómo?.

Felix y lily, junto a las sirvientas, no salían de su sorpresa.

-a pesar de pertenecer a la segunda clase de la primer raza, tengo algunos poderes especiales que solo son normales en la primer clase, creo que los herede de algún ancestro de mi familia -miro con desdén los restos del árbol convertirse en cenizas.

Ninguno dijo nada y la oji rubi volvió a tomar el té como si nada hubiera pasado.

-"esta mujer es poderosa, no sé qué clase de mundo es de donde viene pero es poderosa, debo de tener cuidado...además parece saber más de lo que aparenta".

Arti sonrio levemente sintiendo que ante ella estaba un claude en versión femenina, de otro mundo, y con una sonrisa angelical totalmente engañosa.

-"...así que ella es de otra raza, por algún motivo siento lo que mismo que sentí cuando estuve en el territorio de los dragones y elfos, ella es de una raza parecida a las de ellos?".

Lucas siguió comiendo sus galletas en completo silencio igual que las dos rubias. Arti estaba siendo igual que cuando estaba con claude.

Le hablaba de las cosas que le gustaba, lo que hizo en el día, la halagaba y hanami solo la escuchaba y miraba con una sonrisa amable.

-"la pequeña princesa esta intentando comprarme con su encanto, que adorable, pero su engaño no se compara a nada del engaño adorable que intento hacer por años mi pequeña imouto".

Sin poder evitarlo rió por lo bajo al recordar los intentos fallidos de su hermana menor para engañarla con su inocencia y salir al pueblo. Nadie podía engañar a Hanami ya que ella era el líder mayor de los engaños.

Ella se sabía todos los trucos de engaño mediante un rostro inocente y tierno, no por nada sus padres, sirvientas y hermano mayor hacían todo lo que ella decía.

Ella era una malcriada pero inteligente y astuta.

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Felix trago saliva al ver la mirada fija del emperador en la rubia ante él. Mientras arti solo hablaba alegre siguiendo con su plan de cautivar a claude aunque ahora a ese plan se sumaba cautivar a Hanami.

La cual había ignorado todo ese tiempo la mirada de claude y se centró en tomar, nuevamente, su té o comer dulces, o sonreírle a la princesa cuando le hablaba.

-...el mago me comentó sobre tus extraños poderes.

Las dos lo miraron y la vampiresa sonrió con una mano en su mejilla dejando fluir un aura brillante de inocencia.

-ara ara~, jamás pensé que la charla llegaría tan rápido a sus oídos, su majestad.

Arti y felix miraron con una gotita el gran nivel de soporte que tenía la rubia para ignorar la mirada fría del emperador.

Aunque, gracias a su aspecto tan parecido al de Diana, claude no podía evitar mirarla con nostalgia, anhelo, leve felicidad pero al mismo tiempo odio y deseos de matarla.

Tenia los mismo sentimientos que tenía con su hija. Por el momento.

-parece que tus poderes son algo peculiares, ten cuidado con los magos de la torre, harán lo que sea para examinarte.

Bebió su té con los ojos cerrados ante la mirada neutral y atenta de la rubia mayor.

-gracias por el consejo su majestad.

Hablo con serenidad y neutralidad aunque sonrio amable para luego seguir bebiendo su té.

Athanasia estaba sorprendida por el "consejo" de claude a hanami. El gran emperador más frío que el hielo, quien asesinó a todos los que se opusieron a él, quien ni siquiera mostró interés por su hija. Estaba mostrando preocupación por una desconocida!.

Pero la princesa sabía que esa demostración era solo porque la bella rubia se parecía a Diana.

-"espero que hanami no caiga en los encantos de claude y luego él le rompa el corazón al saber que solo la puede llegar a amar por su parentesco con Diana...ojalá eso no pase, ella no es de esté mundo y no me da confianza pero parece alguien de gran corazón".

Comió su pastel con alegría e ignoro por completo que las sirvientas y su escolta los miraban con una sonrisa.

Esa escena parecía la de una familia.

Aunque no se haría esperar que los rumores sobre hanami empezaran a circular por el palacio hasta llegar al pueblo.

Nadie podría negar el gran parentesco de athanasia con hanami, sus largos cabellos ondulados, sus sonrisas, sus grandes ojos, que a pesar de ser de diferentes colores se parecían, el trato que tenía el emperador con ella.

La pregunta de la mayoría, que fueron cercanos a Diana, era; cómo reaccionaría Hanami al saber que ella era igual a la madre de la princesa?.

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