Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Hanami Aido".

El silencio reinó el lugar y la joven arqueo una ceja poniendo su mano en su cintura.

-y bien?, quiénes son?.

Los miro a cada uno de ellos y supo que no eran normales, había algo en sus auras que se parecía a esa vieja que se encontró con ella en el pueblo.

-eso deberíamos preguntar nosotros? -lucas miro con sus ojos brillantes a la rubia que lo miro neutral y luego sonrio de lado.

Sus ojos brillaron como joyas dejando sorprendidos a los presentes.

-es una sorpresa que un niño hable de tal manera, aunque se nota que no eres normal enano...así que, quién eres y cómo te llamas?.

Sus ojos tuvieron un brillo rojo por unos momentos logrando que Lucas se quede estático.

-s-soy el mago Lucas..y-yo "qué diablos me sucede?!, no puedo moverme y estoy hablando sin mi consentimiento".

Fruncio el ceño enojado y uso su magia para atacar a la joven que sonrio divertida y esquivo el fuego que le lanzó Lucas.

-lucas!.

La princesa lo miro enojada y él solo chasqueo la lengua mirando desconfiado a la rubia mayor.

-que divertido, no pensé que humanos normales tuvieran esos poderes, supongo que saben usar magia?.

Poso su mano en su mentón mirando a cada uno de ellos hasta que se detuvo en claude. Él la miraba atento y con sorpresa, como si no estuviera creyendo lo que veía.

-...soy Hanami Aido.

Se presentó tratando de que ellos salieran del shock y hablen.

-m-mucho gusto..señorita hanami, soy el escolta de la princesa, Felix Loebein.

Felix sonrio amable aunque desconcertado por lo que estaba pasando. Además de que le pareció extraño ese nombre y la actitud de la dama ante él no era para nada parecida a la que tenía Diana.

-...hanami Aido, estás en el imperio de obelia, yo soy el emperador actual, Claude de Alger obelia.

El rubio decidió controlar sus emociones y resolver todo eso que estaba pasando. Los dos se miraron por unos minutos y ella se extraño al notar la nostalgia y tristeza que ocultaban esos gélidos ojos.

-...supongo que ella es la princesa -miro atenta a la niña rubia que la seguía mirando curiosa y sorprendida.

La rubia reaccionó y le sonrio alegre.

-soy Athanasia de Alger Obelia, mucho gusto hermana!.

La sonrisa brillante desconcertó a la mayor y ella solo le sonrio levemente.

-"hay algo extraño en esos dos niños, la princesa parece saber más de lo que aparenta y el niño porta un gran poder en su interior, aunque esos dos rubios también son poderosos".

-sera mejor charlar en otro lugar.

A pesar del extraño momento todos siguieron al emperador que fue directo al palacio garnet.

Hanami miro todo curiosa y asombrada, jamás imagino ver palacios minados de oro. Parece que en verdad estaba en otro mundo.

De seguro su mellizo y su familia estaban como locos buscándola. Al recordarlos hizo una mueca de tristeza.

-felix lleva a athanasia a su palacio, luego te llamaré.

El pelirrojo y la menor lo miraron sorprendidos. El escolta asintió y luego de hacer una reverencia se fue. La princesa miro a la oji turmalina atenta.

Qué estaba pasando y qué fue eso del lago?. Acaso ella también era un mago?.

-...supongo que necesitarás ropa.

La rubia parpadeo y noto que su ropa estaba mojada. Sonrio levemente con una gotita.

-por favor.

El rubio hizo una seña a una de las sirvientas que hizo una reverencia y empezó a caminar seguida de la rubia.

-...ella no es normal.

Miro al azabache que seguía mirando a hanami.

-pudo controlar mi cuerpo con solo darme una orden, no solo lo digo por eso, sino porque aún es noche y la luna está, al parecer, dándonos más poder.

Los dos miraron al cielo nocturno y se extrañaron.

Todo era muy confuso y extraño.

Pero sabían que eso tenía que ver con la magia.

.

.

.

Miro con una mueca de desagrado el corset y el vestido rosa.

-no pienso usar esto.

Se cruzó de brazos ante el shock de las sirvientas.

-p-pero señorita, el emperador la está esperando tiene que vestirse adecuadamente.

Luego de seguir a la sirvienta, se dio un baño aunque tuvo que ordenarle que ella se podía bañar sola y no necesitaba su ayuda.

Ignoro las quejas de las mujeres y se empezó a sacar el camisón que tenía ante la vergüenza de las mujeres.

-busquen otro vestido y no pienso ponerme eso para darle otro forma a mi cuerpo, yo estoy orgullosa de la forma de mi cuerpo, aunque parece que aquí las mujeres no piensan eso de sus cuerpos.

Las sirvientas se sonrojaron a tope al ver el bello cuerpo de la rubia ante ella.

Cómo no iba a estar orgullosa de su cuerpo si era hermoso.

Cuando la terminaron de cambiar se puso un vestido celeste de tiras que dejaba al descubierto su cuello y parte del nacimiento de sus senos. Al estar lista fue directo al living donde la estaban esperando el emperador, el mago Lucas y otros magos.

-la señorita ya está aquí.

Las sirvientas se fueron haciendo una reverencia y hanami miro a los presentes con serenidad aunque los estudio a cada uno de ellos.

Los magos habían quedado cautivados con la belleza de la joven, ellos conocieron a mujeres hermosas pero esa joven tenía una belleza única y mística. Su piel era pálida y al parecer tan suave como la seda. Su cabello brillaba y sus ojos tenían una tranquilidad exótica.

Ella era una diosa.

-"parece que en este mundo hay magia pero no existen otras razas, aunque es entendible su asombro los vampiros tenemos esa maldición de ser perfectos en la belleza y atraer a las personas con ella para convertirlas en nuestra presa".

El jefe de la torre de magos tosio fingidamente y hanami lo miro fijamente.

-señorita, podría explicarnos el suceso extraño que ha ocurrido gracias a su llegada?.

Ella arqueo una ceja dando una leve sonrisa de lado y se cruzó de brazos.

-usted cómo se llama?.

-...cammet señorita, soy el jefe de la torre de magos.

-...ya veo, como se imaginarán no soy de este mundo, por algún motivo una bruja de mi mundo me mando a este mundo, eso es todo lo que sé.

El silencio volvió a reinar y cammet se acercó a ella con una extraña emoción en sus ojos.

-me podría explicar la extraña magia que inunda su cuerpo?, tal vez sea porque eres de otro mundo pero no puedo ver tu mana, es como si un campo estuviera protegiendo su cuerpo.

Sus ojos brillaban de locura ante tal extraño poder ante sus ojos.

Hanami miro de reojo a Lucas que la miraba fijamente desde que entro a la sala.

-...lamento pero no le responderé eso.

-acaso está queriendo decir que significa un peligro para nosotros?!.

Fruncio el ceño ante el tono altanero de uno de los magos.

-no dije eso, está sacando ideas equivocadas, por qué habría de decirles sobre mis poderes si ustedes no me dicen de los suyos?, yo no he venido a hacerles ningún mal, vine a esté lugar en contra de mi voluntad y solo quiero regresar a mi hogar.

-señorita, tal vez haya sido algo producido por su poder, si nos dice los secretos de sus poderes podemos ayudarla.

El tono amable de cammet irritó a la rubia que lo miro con seriedad.

-"maldito viejo, me está haciendo acordar a asato y al estupido presidente".

Sus ojos se posaron en el emperador que estuvo todo ese tiempo sentado y mirando la escena ante sus ojos con seriedad.

-emperador claude, sé que esto es tan extraño para mí como para usted, pero le doy mi palabra de que no le quiero hacer ningún mal a su gente o a usted, no sé por qué motivo vine a esté lugar pero no puedo decirles los secretos de mis poderes, eso no les concierne,  espero que lo entienda.

El rubio la miro atento y cerró sus ojos para luego levantarse.

-"ese hombre desde que llegué a esté lugar me ha estado mirando como si fuera alguien especial para él, aunque se muestra sereno se que es peligroso".

-Hanami Aido, permanecerá en el palacio hasta que se resuelva este asunto, se encargaran de todo esto con ayuda del mago Lucas, el cual será el único que se podrá acercar a la señorita hanami para averiguar sobre la extraña magia que nos rodea.

Los demás magos ni siquiera pudieron reprochar ya que una sola mirada del emperador bastó para callarlos y hacerlos salir de allí.

-podras quedarte en el palacio diamond, mañana charlaremos con más tranquilidad.

El emperador la miro con serenidad y ella hizo una reverencia.

-gracias.

Tanto ella como Lucas salieron de allí dejando solo al emperador el cual tapó su rostro con sus manos.

No era posible lo que estaba pasando.

No podía ser Diana.

Diana murió en sus brazos, él la vio morir, vio su cuerpo ser quemado con el fuego mágico de los magos. Era imposible lo que estaba pasando.

Pero sí sabía que a pesar de todo lo extraño que estaba pasando. La vida le dio una nueva oportunidad.

Le devolvió a su amada, le dio una oportunidad de amar correctamente.

Cierto?.

~~~~~~~~

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro