La Noche más ambiciosa.
(Antes de que me digan cualquier cosa... Este capítulo va a ser el UNICO que haga en relación a dos cosas.
La primera: Que sea una especie de segundo final para ver si esta historia aún tiene acogida.
La segunda: Será un capítulo LEMMON o como rayos le llamen. ¿Por qué? Diría que no sé la respuesta pero soy el único que la sabe.
Estoy experimentando nuevas formas de escribir y nuevas situaciones para escribir para expandir mi léxico y mi creatividad y este tipo de relatos....
SOLO diré que espero que no se enojen si ven algún termino extraño y que está escrito como el rayo puesto que estoy desde mi teléfono. Sin más tardanza, disfruten de su SEXO PERVERTIDOS :v)
En la vida siempre hay momentos que te marcan. Algunos muy felices y otros quisieras simplemente terminar dándoles el pésame si pudieras. Pero hay momentos en lo que no tu alma ni tu cuerpo están preparados para afrontar aún así que tengas la mayor fuerza de voluntad ni la mejor resistencia física.
Y eso era lo que exactamente Nicholas Wilde estaba a punto de experimentar ese fin de semana.
Pero antes de contar el futuro, remontemonos en el pasado. Si quiera, unos diez días antes.
Dentro de la renovada Comisaria, los oficiales se encontraban trabajando a toda máquina por todo el edificio para prepararse ante la llegada de uno de los personajes más importantes del mundo. El detective Mustafasa, un reconocido animal de la policia de Medio Oriente que había acabado con casi el noventa por ciento de crimen de Ahrabia Saudi en más de diez años de trabajo. Se había convertido en una leyenda en muy poco tiempo.
¿Y que tiene que ver este detective con nuestro oficial zorro?
Nada relevante, pero si tiene que ver con la conejita que era su pareja.
Para la gran mala suerte de Judith Hopps, una de las mejores oficiales de policía de Zootopia y pareja del zorro policía, Nick Wilde, el día que llegaba aquel detective del desierto coincidientemente era el día en el que su natural máquina de procreación comenzaba a funcionar.
Y mantenerse con la "fábrica" funcionando durante un día funcionando no era nada bueno. Especialmente si se encontraba con el zorro que amaba.
--Oye, Zanahorias --le dijo el zorro pasando junto a ella mientras llevaba unos asientos para el evento--, es mi idea pero... ¿Hoy te pusiste un perfume? Porque huele excelentemente bien.
Judy sabía perfectamente que no era intención de Nick pero recalcar que se había puesto un perfume solo hacia que el temperamento de autocontrol de la coneja se redugera a la mitad de su capacidad. Y es que, mientras para Nick; ella olía relativa y excelentemente bien, para los demás en la comisaria era un olor extraño y dulce.
La oficial de policía, tratando de hacer no mucho alboroto con su voz, le dijo al zorro:
--Luego te cuento, pero ahora vete. Por favor... --la voz de Judy era baja e intensamente agitada, lo que le pareció completamente extraño al zorro. Sin embargo, y para alivio de Judy, él hizo su pedido y se marchó aunque sin un buen ánimo.
La coneja, sin poder resistir más el intenso "trabajo" de su entrepierna, corrió a gran velocidad hasta llegar al baño. Se metió a un cubículo de su tamaño y se encerró con seguro, esperando que nadie entrara mientras hacía lo que necesitaba hacer.
Se sentó en el escusado, se bajó los pantalónes con la entrepierna mojada, dejando al aire su ropa interior para luego bajarse esta misma y llevar sus patas a su parte íntima. Al sentir el contacto de su pata con su parte soltó un gemido de placer intenso que fue seguido por varios más al comenzar a frotar su parte íntima con intensidad. Inconscientemente y por acción del calor que estaba sufriendo, sacó la lengua lo más que pudo y con su otra pata, se empezó a masajear uno de sus pechos para intensificar el placer.
Pasaron diez minutos hasta que finalmente el calor en su entrepierna volvió a la normalidad y su mente pudo volver a su estado normal de cordura.
Sacó su pata de su parte íntima -muy mojada por sus fluidos internos- y la miró con una expresión de angustia.
--Dulces galletas con queso, Judy. --se dijo en reproche por lo que había hecho--. Tengo que controlarme más, sino, terminaré acabando a Nick en una sola ronda.
Aunque el zorro no estaba consciente de nada, Judy ya tenía planeado todo su fin de semana con el zorro y no dejaría que nada ni nadie interrumpa sus dos últimos días de fertilidad. Ella tenía que aprovecharlo en ese momento o era el adios.
Y de esa manera pasaron diez días en los que Nick estuvo intentando descubrir el perfume de Judy mientras que ella solo se podía dar gusto a ella misma hasta que no fuera el día establecido.
Para alegría eterna de ella, el fin de semana esperado llegó con las mejores noticias que le podía haber dado a ambos. Primero, el jefe no estaría por lo que Higgins estaría a cargo, luego, que Boggo había dejado el recado de que Judy y Nick tenía vacaciones por los méritos en sus turnos de trabajo y que podían descansar esa semana. Finalmente, en un hotel en Plaza Sahara había una habitación lujosa y totalmente accesible al sueldo de Judy por lo que se había registrado lo más pronto posible en ese lugar.
Aunque nunca le dijo al zorro que se hospedarían en ese lugar por el fin de semana.
--¿A dónde vamos, Zanahorias? --le preguntó Nick con vendas en los ojos y con tono molesto--. He estado así durante horas y no sé si realmente ya estoy ciego.
--No exageres --le replicó Judy, burlona--, te aseguro que esta será una sorpresa que te encantará.
--Por cierto, te has puesto el perfume otra vez. ¿No me vas a decir de dónde es?
--Oh, te lo diré, Nick. --"Muy pronto te lo diré" pensó Judy de manera maniaca en su cabeza.
Finalmente, llegaron al hotel de la Plaza Sahara y Judy, sin preocuparle la vergüenza que el zorro estuviera pasando en ese momento frente a la recepcionista y frente a todos los animales del lobby del hotel, llevó a Nick hasta la habitación donde se habían hospedado.
Cuando la coneja cerró la puerta para terminar con el bullicio del pasillo y crear un intenso --y extraño-- ambiente de misterio.
--Bien, ya puedes quitarte las vendas. --le dijo Judy, haciendo que el zorro suspirara de alivio por unos cuantos segundos.
--Finalmente, Judy, pensé que jamás volvería a ver tu... --antes de que Nick terminara su frase, sus ojos se encontraron con una imagen bastante... gustosa.
Su tierna y linda coneja ya no parecía la misma en ese momento puesto que su ropa había cambiado de una civil a una de lencería muy reveladora y sexy que provocó que algo dentro de los pantalones del zorro comenzara a "levantarse".
--Za-zanahorias. ¿Q-qué traes puesto? --dijo Nick embobado por la vista.
--¿No te gusta? Pensé que sería algo muy provocativo para este momento. --comentó Judy con un tono de pasión y lujuria--. Vamos, mi torpe zorro, tengo que hacerte sentir bien.
Nick no pudo reaccionar ante la velocidad de Judy pero cuando ya se dio cuenta, la coneja ya había bajado sus pantalones, su ropa interior, lo había sentado en la cama y tenia el recto y duro miembro del zorro entre sus patas y a punto de meterlo a su pequeña boquita.
--J-Judy, ¿P-pero que estás...? ¡Aahh! --exclamó Nick cuando una cavidad mojada envolvió a su miembro.
Judy estaba muy desesperada y no dejaría que las palabras hicieran el momento, sino, sus acciones. Como si no tuviera problema, Judy metió el largo miembro del zorro hasta el fondo de su garganta, sintiendo la punta tocando su manzana y llegando un poco más allá, hasta lo que sería la faringe. Era una sensación increible y aún más el sabor del miembro de su amado.
Suvia y bajaba con intensidad que no debaja hablar al zorro. Pero este no se molestaba por eso, mas bien, le ayudaba a la coneja a llegar aún más hondo, poniendo sus patas detrás de la cabeza de la coneja y presionandola contra su miembro para que fuera más intensa y duradera la experiencia.
Finalmente, Judy terminó por sacar el miembro de su boca mientras tomaba una gran bocanada de aire puesto que ya se le estaba acabando. Sus agitadas respiraciones se sincronozaban con las del zorro que también estaba con la lengua fuera y su duro miembro ahora se encontraba todo mojado por fluidos y la baba de la coneja.
--Zanahorias... eso... fue... increible... --le dijo Nick, tratando de tomar aire--. ¿Por qué... rayos fue... eso?
--¿No... acabaste? --le preguntó ella directamente--. Eso fue más duro para mí.
--Tienes que hacer... más que eso para... hacerme terminar, señorita. --y Nick rió ronco hacia la coneja pero ella le regresó una sonrisa lujuriosa y se levantó.
--Eso ya lo veremos. --fue lo único que dijo y saltó contra el zorro.
Lo que ella no contaba era que el zorro fue más rápido que ella esta vez, porque esquivo el ataque y la atrapó de las muñecas para tirarla en la cama, dejandola debajo de él y a su parte muy cerca de su miembro, rozando las puntas.
--Ahora es mi turno. --le dijo el zorro malicioso, bajando por el vientre de la coneja hasta su parte cubierta por la lencería mientras aún sostenia sus muñecas.
--¡No es justo! --le reclamó Judy--. Yo debería ser quien te controle a tí.
--En este reino, yo soy el rey y mi sirvienta me obedece a mi. --le respondió Nick, y sin más que decir, con sus dientes le bajó la ropa interior dejando al aire la caliente y húmeda parte íntima de Judy--. Y disfrutare mis poseciones a mi antojo.
Nick comenzó a lamer la parte íntima de Judy suavemente y sin ir muy a fondo. Esto hacía que la coneja se retorciera de placer pero a la vez se estaba impacientando por querer sentir con más fuerza la lengua del zorro. Pero él sabía esto y por eso lo hacía lento y contento; fueron minutos de desesperación y placer para Judy por la tranquilidad que Nick se tomaba por saborear su parte. Era delicioso pero a la vez era una tortura deliciosa.
Y de manera totalmente repentina, puesto que se había acostumbrado a la lenta saboreada de Nick, el zorro lanzó su larga lengua dentro de la parte de Judy, lanzando sus emociones y sensaciones por los aires y provocando que la coneja se arqueara de placer. Trató de decir pero el zorro no la dejó, puesto que había empezado a meter y sacar su lengua con fuerza de dentro de la parte íntima de Judy para que no dijera nada, así como ella hizo con él.
Lo hacía rápido, lo hacía con fuerza y lo hacía con toda la pasión que tenía. Utilizó sus patas, las almohadillas de Nick se empaparon al instante de meterlas junto con la lengua, y Judy solamente se retorcia y gemía mucho más y más fuerte. Era algo indescriptible para ella, que casi llegaba al climax de todo.
Pero no fue así.
De un momento a otro, todas las grandes sensaciones se detuvieron de repente y Nick se había levantado pero estaba con la cabeza agachada. ¿Qué le había sucedido?
--¿Qué demonios te sucede, Nick? -- le reclamó Judy en una sola bocanada de aire enojado--. No puedes... detenerte así como... así. --pero el zorro no respondia.
Solo estaba parado frente a ella con su miembro al aire.
--Zanahorias... --dijo de repente--... Superaste mi límite.
--¿Qué?
Como las anteriores veces, no le dio tiempo a nada.
El zorro se tiró encima de la coneja, esta vez él victorioso y sus partes se frotaban una sobre otra, queriendo entrar en contacto interno.
--¡Ah! N-NICK, ¿Q-qué... ¡Ah!... qué te... sucede? ¡Aahh!
--Lo... siento Judy... pero ¡AH! Ya no aguanto más. --y con toda la fuerza que él pudo haber tomado con el vuelo de su trasero y piernas, entró en la parte íntima de Judy.
El grito que ella había pegado había sido tan fuerte, agudo y alto que se desgarró en unos segundos de haber comenzado y fue seguido de jadeos interminables gracias a las fuertes e intensas embestidas del zorro que arremetia contra la parte de la coneja.
¡Una! ¡Dos! ¡Tres! ¡Cuatro!
Una a una chocaban el pene de Nick con la vagina de Judy, partiendolos a ambos en dos.
--¡JUDY, TE AMO! --gritó Nick, ya habiendo perdido el control de sus acciones y haciendolo aún más fuerte y rápido.
--¡AAAAAHH! ¡NICK! ¡NICK! ¡SI! ¡YO TAMBIEN TE AMO!
Y con lo que les quedaba de energía a ambos, sus partes terminaron juntas y llenas de fluidos, tanto de Nick dentro de Judy como de Judy lubricando el miembro de Nick.
Ambos fueron derrotados por sus propias acciones por lo que no les había quedado más ganas para seguir haciendolo durante el resto de la tarde, ya que se quedaron dormidos.
Horas más tarde, ambos volvieron a despertar. La cama estaba llena del olor de ambos e increiblemente, algunas partes no se habían secado de sus fluidos. Y también, ambos seguian conectados por sus partes íntimas que continuaban eyaculando pero debilmente, . Esa era la razón de que no se secara la cama. Nick seguía excitado al sentir su miembro emanar y dar todo lo suyo a Judy y sentir que su miembro seguía dentro de ella. Todo había sido tan intenso y dramático que había hecho un gran desastre.
--J-Judy... --dijo el zorro, viendo que la coneja estaba despertando--. Es... ¿Estás bien...?
--Nick... --dijo ella adolorida--. La proxima vez... avisame cuando vayas a dejarme inválida... así podría llamar al seguro médico...
Ambos rieron al unínoso pero cansados. Nick salió de dentro de Judy, provocando que sus partes hicieran un sonido pegajoso y húmefo mientras ambos gemian por ello.
--¿Listo... para la segunda ronda?--le preguntó Judy con los ojos cerrados.
--¿Desea en la ducha o en la cama de masajes? --preguntó él de regreso, con lujuria.
Y así, ambos pasaron todo un fin de semana en las andadas y terminando uno dentro de otro hasta que se acabara su estadía en el hotel.
FIN.
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¿Qué les parecío?
Como dije, UNICO CAPITULO LEMMON.
Adios, queridos pervertidos.
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