Epílogo: Un Show Más.
[Bien, solo una recomendación. Cuando esten en la parte final, después de que ponga "Luke Castel" pongan la canción de Mattia Cupeli-Love&Lost. He hecho esa parte con esta canción y ha quedado... sin palabras. Solo eso dire. Nos vemos y disfruten]
¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos a todos nuestros espectadores! Soy Jimmy Furllon y hoy les traigo un show más de The Tonight Show. Esta vez, no van a ver lo que siempre han visto. Ninguna entrevista, ningún artista invitado. Ni ninguna clase de cosas que hayan visto antes.
Hoy, mis querido televidentes, les traigo algo que los ha dejado en vilo desde hace meses. Que los ha tenido en impaciencia y mucha locura (seguramente). Hoy, les traigo algo que me gusta llamar: "El Diario Visual" y aquí veremos uno de los eventos más extraordinarios y jamás vistos en Zootopia. La boda de los dos mejores policías de esta ciudad, Nicholas Piberius Wilde y Judith Laverne Hopps.
Esta pareja inter-especie ha pasado tanto y por muchos problemas que a ningún se le ocurriría. Desde la Gran Guerra contra el temible Thomas hasta el día de su boda donde ocurrieron tantas y largas cosas extrañas que no pensábamos que cupieran en este capítulo pero como siempre, hacemos todo lo posible para traerles la mejor y más precisa información sobre sus ídolos de la farándula. Así que, sin más preámbulo, vamos a ver cómo fue el evento más esperado por toda Zootopia.
***
Primero, comencemos con algo que no sabíamos que sucedería en este canal. La Proposición más original del mundo. El zorro oficial, Nick Wilde, había aprovechado el momento de la entrevista que trataba sobre la Gran Guerra, para poder hacer de ese uno de los momentos que más recordaremos en toda Zootopia. La oficial coneja, Judy Hopps, no supo cómo reaccionar al principio pero de algo sí estábamos seguros, estaba a punto de estallar de la alegría. ¡Miren! Solo aprecien esa toma sobre su expresión de sorpresa. Eso que no habíamos presenciado nunca antes aquí. Aunque también vimos que alguien no se lo había pasado tan bien como la pareja. CofcofNormanwildeCofcof. Solo tienen que ver su cara para ver que no estaba de lo más contento. ¿No es así?
Bien, ahora pasemos a la travesía de nuestros queridos oficiales. Nosotros habíamos llegado un día después de ellos, por lo que nos alojamos en la hacienda Miss Piggy. Por cierto, un gran lugar para pasar el día en Las Madrigueras. Después de habernos instalado y preparado para comenzar a grabar, nos habíamos dirigido a la gran Madriguera de los H, como le dicen los habitantes. Y con toda razón, son uno de los productores principales de verduras en Zootopia y en Las Madrigueras principalmente. ¿Qué sería de nuestra salud sin ellos?
Pudimos grabar que, mientras los pequeñajos hermanos de la oficial Hopps se la pasaban bien, había algunos otros que no demostraban tanta alegría. Al igual que Norman, el padre de la oficial, el señor Stu Hopps, no estaba nada alegre de tener aquellos particulares invitados en su hogar. Pero tampoco podemos quejarnos, es muy normal esa reacción por parte de un padre. Jajá.
Ahora pasemos de aquí a los comienzos de la Navidad. Tanto en la Madriguera Hopps como en la Comarca, se vestían y preparaban para las invernales fiestas. Habíamos hablado con algunos de los habitantes para saber lo que nos decían sobre la oficial Hopps y esta fue su respuesta:
―Sí, la pequeña Hopps. ―nos dijo una liebre―. Ella siempre pasaba de aquí para allá contando que sería una policía. Aunque, claramente, nadie le creía.
―Judy Hopps era una coneja muy ilusionada, ―nos contó un mapache llamado Travis―. En una obra de teatro de la escuela, todos se le burlaron por su sueño de ser policía pero nos cerró la boca a todos cuando nos enteramos.
―Judy es una gran amiga ―comentó una oveja de color blanco―. Nos ayudó a mí y a mi actual esposo de pequeños, defendiéndonos de un abusador. Nunca olvidaré ese gesto amable de ella.
Como ven, a pesar de que algunos no tenían fe en ella, superó los prejuicios. Siguiendo al grupo de conejitos, hermanitos de Judy, junto a la pareja, llegamos a la Pastelería del zorro, Gideon Grey, quién nos contó más sobre la coneja oficial.
―Cuando era pequeño, era un abusivo ―nos dijo nervioso―. Pero gracias a Judy, que me dio una paliza de pequeño, me di cuenta de que no era tan bueno seguir con eso. Y ahora, no se lo digan a Nick, pero estoy haciendo el pastel de su boda que me pidió ella misma.
Esta pareja se ha hecho muy conocida después de la Gran Guerra y en Las Madrigueras mucho más. Aunque seguían siendo un par de animales normales como cualquier otro, o al menos así nos decían ellos. Pero también, por estas fechas, nos encontramos con algo que no esperábamos ver.
Habíamos dicho que Norman y Stu no se llevaban bien pero, a veces tienes que ser amigo de tu enemigo para lograr algo. En un lago llamado Los Pescadores, que es principalmente para los residentes, vimos a los dos padres hablar sobre un complot para separar a sus hijos en la boda. Algo malo claramente.
Fue gracioso porque no pensaron que nosotros los estábamos grabando. Aunque, al final, no lograron su objetivo correctamente. Y justamente con este dato interesante, pasamos a un mes después, al momento de la boda. En el mes de enero, cuando la nieve comenzaba a derretirse y las primeras vistas del verde comenzaban a dejarse ver.
Ahí, comenzaron desde la mañana con un ajetreo muy intenso al igual que nosotros. Nos aseguramos de no dejar nada sin ver, desde los invitados (que fueron menos de lo que esperábamos), hasta el pastel y el salón recepción. Todo parecía salir a la perfección. Hasta la pareja se veía completamente hermosa.
Como ven, el zorro oficial Nick se encontraba con un traje de muy buen estilo y de buena calidad. Y cuando le preguntamos dónde lo había conseguido, nos dijo que de un diseñador aquí en Zootopia, un tigre llamado Marcus, que tiene su tienda en la calle de los Matorrales y Manada. Realmente hace excelentes trajes, solo míreme, él me dio este traje como cortesía.
La novia, por otra parte, tenía un vestido blanco de casi en sueño como ven. Nick realmente tuvo un buen ojo en este sentido. ¿No creen? Jajá, está bien. Todos estábamos expectantes y la boda era, hasta ese momento, tranquilamente perfecta para todos. Y aquí es cuando llegamos al momento gracioso de la boda:
―Repita después de mí. Yo, Nicholas Piberius Wilde...
―Yo, Nicholas Piberius Wilde.
―Te acepto a ti, Judith Laverne Hopps...
―Te acepto a ti, Judith Laverne Hopps.
―Como mi waffleable esposa...
―Como mi waffleable esposa.
¡Jajaja! Deberíamos haberles regalado un pancake ese momento. Hubiera sido más divertido aún.
―Y un pastelillo también.
Y a eso, señoritas y señores, le decimos: La Cereza del Pastel.
―Solo denle un segundo.
Vaya, sí que le daremos un segundo a nuestra oficial favorita pero, lamentablemente eso no será posible. ¿Por qué? Bueno, pues sabemos que el general Wilde no es nada desconocido y eso es mucho más obvio dentro del mundo criminal. Por lo que en ese momento apareció uno de los viejos enemigos de nuestro general de las Fuerzas de Ayuda. Ese coyote ciego y de ojos blanquecinos con el rostro marcado por una cicatriz, por lo que pudimos escuchar de las grabaciones, es el ladrón y asesino más buscado desde Europa, pasando por Sudamérica hasta de lado a lado aquí en Norte América.
¡Este tipo sí que se dio el viaje de su vida!
Pero ya no lo hará más, ahora que está encerrado en la cárcel de máxima seguridad en una isla cercana a Zootopia. La prisión Punto de Quiebre donde van los más buscados. ¿Y qué fue lo que hizo este tipo para que lo mandaran allá? Pues, ¿Recuerdan a la loca oveja Bellwheather? Al parecer, fue un gran seguidor de esta loca porque utilizó el arma llamada Aulladores contra el general Wilde.
Con eso, ya pueden saber lo que sucedió después.
La boda se fue al caño y todo se convirtió en un desastre que acabó con nuestro oficial zorro favorito en muletas, una agente también de las Fuerzas de Ayuda herida de balas y el lugar de la boda hecho un desastre.
Que mal día para casarse. ¿No es así?
***
Pero eso ya parte del pasado, amigos. Ya no hay más enemigos molestos, más problemas familiares ni prejuicios de ningún tipo. Y para reponer todos los problemas que tuvieron ese destrozo día nuestros queridos oficiales, les hemos preparado todo para hoy. Así es, tenemos una grabación directa desde donde se estará suscitando la boda en unos minutos. Por lo que vamos allá, con nuestro enviado especial, mi gran amigo, Luke Castel.
***
El momento había llegado al fin. Después de tanto. Después de todos los problemas que habían pasado todos. Los momentos de tristeza, los momentos de alegría. Todo había valido la pena para ese momento tan especial y tan profundo que se iba a suscitar en unos momentos nada más.
El zorro, quién estaba de lo más tranquilo, se encontraba nuevamente parado al frente del altar, junto a su padre a su izquierda y a la espera de que su coneja amada apareciera para posicionarse a su derecha. Una gran alegría lo invadía con fuerza. Aunque el dolor de la pierna no ayudaba a concentrarse, eso no impedía que siguiera sintiéndose alegre por el momento. Su respiración tranquila lo decía todo, estaba listo. Estaba listo para todo lo que quisiera hacer junto a ella, para todo lo que pasara y pasaría junto a ella.
Todo había valido la pena, solo por ella.
Y ella no se quedaba atrás. A medida que terminaba de ponerse el último retoque junto a su madre, su felicidad iba en más aumento que la primera boda fallida. Ella se sentía tan orgullosa y bendecida que ella hubiera podido llorar ese momento. Su madre la abrazó por los hombros haciéndole señal de que ya era hora de salir. Ella asintió y poniéndose bien el vestido, salió de la carpa.
La marcha nupcial comenzó, todos se levantaron y admiraron a la persona más esperada a parte del novio. Ella iba enganchada a la pata de su padre, caminando con ligereza y tranquilidad, casi como si flotara a unos pocos centímetros del suelo. Las expectativas del zorro habían aumentado más allá de las nubes. ¡Ay, como de hermosa se veía! Su sonrisa casi visible por el velo junto a sus ojos lilas resaltantes lo hacían sentir dichoso de estar ahí. De haberla escogido. De haber pasado, casi sus últimos momentos con ella. Era una alegría casi indescriptible.
Llegó al altar, se despidió de su padre y quedaron frente a frente. Él tomó un filo del velo y lo retiró de su rostro. Lo retiró solo para ver lo que había estado esperando ver desde hace mucho tiempo. Esa sonrisa única con la que él iba a despertar cada día, y ella, con esos ojos verdes con lo que sabría que podría hundirse con confianza y jamás ahogarse.
Sabían que había llegado el momento para unir sus vidas.
Para crear una Nueva Familia.
Fin...
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