Navidad Parte 1

Para Lucia la navidad solo habían malos recuerdos, pero había uno, solo uno que hacía la diferencia.

«Tenía cuatro años solamente, Lucia veía por la rendija a unos tres guardias pasar y uno de ellos se volteó mirándola a los ojos, la veía con lástima, y continuó su marcha.

Después de un par de horas entró en su celda el doctor Anderson, traía algo oculto tras su espalda, cuando sacó el objeto a Lucí se le iluminó la mirada y una sonrisa de lo más infantil se dibujó en su rostro.

Dando saltos la niña se acercó al hombre que se encontraba de pie con los brazos abiertos como esperando un abrazo de la pequeña. Lucí lo abrazo y tomo con sus manitas el obsequio, era un oso de peluche con un pelaje café.

Después de eso solo fueron malos momentos pues un guardia se lo había quitado y roto para luego arrogarselo en la cara.

Lucia fue creciendo y con ello los experimentos que fueron aumentando, afectandola de manera grave como física como mental.

Pero eso no solo fue lo peor que le hicieron pues en una ocasión fue abusado sexualmente por uno de los guardias y que afortunadamente no llegó a más gracias a la llegada de Anderson que enfurecido golpeó al hombre hasta casi matarlo. Anderson hizo que lo despidieran y nunca volvió a permitir ese tipo de acoso en aquel lugar.»

—¡Lucí, despierta! —. Grito Kevin sonriente, estaba tan feliz que parecía un niño.

Lucia despertó al solo escuchar la voz de quien la había besado, de quien podía hacer latir su corazón con tan solo decir su nombre.

Lucí se puso de pie y sin esperarselo Kevin le dio un beso en la frente, la pelirosa sonrió sonrojada.

—Lucí, mí Lucí… sabes nunca me imaginé estar así por una chica, estoy loco, no puedo dejar de pensar en ti, ni en el beso que nos dimos. ¡Estoy feliz, Lucia! —. Expresó Kevin eufórico caminando nervioso de un lado para otro, ¿Era normal estar así?

—Kevin… creo que no estuvo bien… yo… —. Lucí no quería ni imaginar que le ocurriera algo malo por su culpa, si le hicieran daño jamás se lo perdonaría.

«Estas totalmente sola te lo dije, deberíamos matarlo. Deja de ser tan débil»

Esa voz salía de su mente taladrando sus oídos, la lastimaba.

—¡No! —. Lucia golpeaba con fuerza su cabeza con sus manos. Estaba como loca. No dejaba de lastimarse.  

Kevin preocupado intentó calmarla sujetando fuerte sus manos para que dejara de herirse.

—Lucí, Lucí, cálmate por favor no dejare que te hagas daño, si debo protegerte de ti misma también lo haré porque te amo —. Kevin la abrazó para calmarla y funcionó. Lucí comenzó a llorar apretando más su agarre aferrándose a él.

«¿Qué tanto escondes dentro de ti? ¿Por qué no puedes confiar en mí y contarme?» Se preguntaba Kevin.

—Mañana te daré tu regalo, así que espera —. Mañana sería un día especial y Kevin no quería echarlo a perder.

—Mañana es navidad  y la verdad es que no tengo buenos recuerdos —. Dijo Lucí con pesar.

—Deberías contarme sobre lo que has pasado en tú vida y no guardarte nada, puedes confiar en mí —. Hablo Kevin serio deseando que así fuera.

—Algún día, Kevin —, el pelinegro movió de un lado a otro su cabeza. —No confías en mí.

++--++--++--++--

Cómo prometí aquí tienen un capítulo que disfruten de la lectura, tratare de tener listo la parte dos mañana o al siguiente y un poco más larga pues pasaran muchas cosas.

¿Creen que algún día Lucia le diga todo a Kevin?

¿Será que Lucí se arrepiente del beso?

¿Que sorpresa le estarán preparando a Lucí?