La historia de Anderson primera parte

Varios años atrás

Anderson bajaba de su bicicleta era un joven que gustaba de realizar ejercicio, siempre ejercitándose. Aún se encontraba en la etapa de la universidad cuando vio por los pasillos a un verdadero ángel o eso le pareció a él.

No podía quitar la mirada de ella era tan torpe pues si no fuera tan tímido en ese momento le hubiera hablado pero en lugar de eso la dejo ir sin poder evitarlo.

Anderson viva junto con sus padres, en una casa de doble piso en la parte trasera un hermoso jardín lleno de flores que su madre regaba a diario con una radiante sonrisa cada mañana. Más al fondo una cochera donde su padre guardaba el auto clásico Rolls-Royce blanco.

Cómo le encantaba ese auto, era uno de los mejores que había visto. Se dijo así mismo prometiendo que algún día lo obtendría a cualquier costo.

Al día siguiente volvió a verla por el corredor, su cabello negro en una trenza, sus ojos marrones destellaban brillo y sus caderas meneándose con cada paso que daba. ¿Por que no podía hablarle?

-Ho... Ho..la -. Susurro tan bajo que ella no alcanzó a escucharlo. Su rostro tan rojo por los nervios que parecía un tomate.

-Torpe.. Torpe.. Torpe -. Se decía así mismo molesto en forma de regaño.

El pobre chico se pasaba todos los días pensando en como acercarse y hablar con ella, había escuchado en ocasiones el nombre de la dama que lo tenía hipnotizado, su nombre retumbaba en sus oídos una y otra vez. Un hermoso nombre para una bella mujer:

Katherine.

Mientras bajaba los escalones torpemente de la universidad con la cabeza agachada, pensativo. Sin darse tiempo chocó contra un cuerpo y solo pudo escuchar el sondo de los libros al caer al suelo.

Entonces levanto la mirada y vio esos ojos marrones y se sonrojo tomando un color rojo en todo su rostro; era ella.

-Per.. do.. né -. Tartamudeó agachándose para recoger los libros.

Escucho una risilla provenir de sus labios y le entregó temblando los objetos en sus manos, en un momento rozo su piel tersa y suave. <<Por dios>> Pensó.

-Katherine -. Sonrió pero al ver que no sostenía su mano comenzó a caminar sintiéndose una tonta.

-¡Chris!.. tian -. Hablo nervioso tendiéndole su mano.

Katherine se detuvo, volteo y lo miro frunciendo el entrecejo.

-Ah, ¿hablas? -. Dijo en tono sarcástico y un poco molesta.

-Bue.. no, si. Perdón no suelo ser así pero es tan.. linda -. Agachó la mirada y como pudo salio corriendo hacía la calle.

Katherine lo observo pensando en que era un chico extraño pero lindo, que jamas se había fijado en él hasta ahora y tenia curiosidad por conocerlo más. Mucho más.

Así pasaron los días y con el las semanas, los meses, los años. El tiempo corría sin esperar a nadie, sin dar tregua.

Christian y Katherine se comprometieron un julio sin el consentimiento de los padres de Anderson, le había dolido mucho no tener su apoyo pero aún así dieron fecha a su casamiento.

El primero de Noviembre.

Anderson tuvo que trabajar más duro, cuando llegó el día tuvieron una ceremonia y después una fiesta a lo grande donde los niños corrían y los adultos platicaban, reían y otros se embriagaban.

La noche llegó y ellos se fueron sin ser vistos, solo quería huir de todo. Estar solos en la inmensidad de un cuarto oscuro.

Esa noche se entregaron al deseo, al amor que se sentían.

Pero sin saberlo ya habían trazado un destino desconocido para ellos pero que pronto lo descubrirían con pesar y mucho sufrimiento.

Katherine había quedado embarazada un mes después, todo parecia estar en orden pero que equivocados estaban, dentro de ella crecía una niña especial que totalmente les cambiaría la vida a ambos.

Para ese entonces Anderson ya era un graduado y ya ganaba bastante bien.

***----******---------*****--------

Cielos lamento la tardanza pero últimamente he tenido poco tiempo para escribir y para leer a causa del trabajo pero aquí esta este capitulo, tratare de actualizar más seguido. Perdonen.