Enamorado
Enamorado
Kevin miraba distraído el cielo por la ventana de su habitación, en cierto modo lo hacia pero en realidad a quien tenía en su mente era a Lucia.
Siempre desde que la conoció estaba presente en sus recuerdos.
No quería reconocer sus verdaderos sentimientos hacia aquella mujer, pero por más esfuerzos, Kevin no podía negar ese cambio, esa atracción, ese deseo de tenerla cerca, de extrañarla, de tocarla, de cuidarla... de besarla.
Kevin se tumbó en su cama ya de madrugada, lo bueno era que era sábado y no tendría clases.
Recordando cuando la encontró por primera vez toda indefensa y vulnerable, Kevin se imagino si no la hubiera ayudado en esos momentos tal vez ya se encontraría muerta.
Esa idea le resultó perturbadora y mucho.
La noche pasó, llegando un sol abrasador en la mañana, Kevin ya estaba levantado, y cogió sus ropas y una toalla para darse un baño.
Vio a Lucí tomar un vaso de agua y beber de ella mientras que Mía aún estaba recostada en el sillón cómodamente de pies cruzados.
Era extraño pero Kevin se sentía cómodo con la presencia de las chicas, no le molestaba, ni lo incomodaba. Era cómo ya estar con alguien cercano, no podía ni siquiera imaginarse alejado de ellas y menos de Lucí.
El agua tibia resbalaba por todo su cuerpo, era refrescante.
Al salir Kevin de la ducha Lucí había entrado en el momento exacto cuando este tomaba la toalla. Él joven se sorprendió mucho, tanto que dejó caer el trapo al suelo.
Lucia solo alcanzó a ver una parte del cuerpo de Kevin que la hizo enrojecer como un tomate y salir corriendo de ahí por instinto.
Kevin tomó la toalla, comenzó a secarse y vistiéndose rápido salió del baño.
—Lucí yo... bueno yo... —. Kevin no podía decir las palabras adecuadas, ahora sí que se sentía muy incómodo, solo pudo ver cómo la chica lo miraba con un brillo en los ojos.
—No hace falta que lo digas, fue culpa mía debí tocar —. Se disculpó la pelirosa y de verdad era así no lo había visto entrar, y creyendo que no había nadie pasó sin permiso.
—Esta Bien —. Dijo Kevin con una sonrisa de medio lado.
Esa tarde Kevin salía de casa esta vez sin su escarabajo, quería caminar, estirar las piernas, bajar la comida que hace un par de minutos se lo había devorado.
Cuando regresaba de su caminata, escucho los maullidos de un gato. Paró de repente para buscarlo y la sorpresa al descubrirlo paseándose entre sus pies con un débil ronroneo.
Kevin se fijó en sus ojos y lo primero que se le vino a la mente fue a Lucí, lo cogió con sus manos y se lo llevó al cuerpo para acariciarlo. Continuó hasta llegar a una tienda donde solo vendían cosas para las mascotas y compró comida para gatos.
Luego pasó a comprar una caja de leche y al regresar a casa, Lucí se emocionó con la pequeña criatura, tocaba sus orejas, su cola, su pelaje negro y brillante cómo las estrellas.
Lucia se sintió por un momento como aquel gato y recordando a los primeros que vio se alejó violentamente de él, lo que menos deseaba era que lo mataran por culpa suya o que ella misma le hiciera daño.
—¿Qué pasó Lucí? estabas tan contenta ¿Te hizo daño, te rasguño? —. Preguntó Kevin dejando la comida en el suelo para que el gato comiera.
—No yo... tengo miedo de lastimarlo —. Confesó Lucí triste.
—No lo harás, créeme no son tan frágiles como parecen.
Kevin se acercó a ella de modo protector y la abrazo muy fuerte entre sus brazos, cerró los ojos y se imaginó besarla. Ella correspondiendo a su apasionado beso y ya no dudó más estaba enamorado de la mujer que tenía delante suyo.
Kevin hizo que Lucí alzará la vista con ayuda de su mano, la vio sonrojarse una vez más, le acarició sus mejillas con delicadeza como si se tratara de una delicada rosa, cómo un cristal que debe ser cuidado y ya no pudo resistirse al momento.
«Es realmente hermosa al sonrojarse» pensó Kevin.
Lo último que sintió fueron sus labios juntarse en un profundo beso y era obvio que no sabian besar pero ambos aprenderían juntos.
No querían separarse, querían seguir, fundirse en ese acalorado beso y ser uno sólo.
«Esto es a lo que llaman amor, si es así no tengo motivos para querer morir, quiero vivir para seguir sintiendo este sentimiento tan cálido» pensó Lucí deseando vivir por muchos más años junto a Kevin.
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Aquí otro capítulo espero les guste, que disfruten de la lectura. Gracias. Por cierto solo quería comentar que estoy participando en varios concursos deseenme suerte, con esto no pretendo ganar pues sería un milagro jeje, pero si quisiera que está historia llegue a muchas personas, que le den una oportunidad de leerla. OriginalKauz NatAlonso_Oficial CarrotFamily
SantiMar_EdAwards
SocietyWritingB Estas son, si algunos de ustedes gustan participar.
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